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lunes, 26 de agosto de 2019

Área emocional. Las mariposas del alma


En el área emocional es una de las distintas áreas de la vida  y en ella están incluidas todas las emociones que experimentamos y cuando digo todas, es todas, las denominadas normalmente buenas y las calificadas como malas, pero esta catalogación es un error ; las emociones son positivas, negativas o ambiguas (puede ser cualquiera de las dos cosas) como en el caso de la sorpresa. Es decir, que buenas son todas, además de imprescindibles, solo que unas son positivas, otras negativas y otras ambiguas.

Según la psicología del momento las emociones son una serie de sensaciones y pensamientos asociados a determinadas conductas, derivadas del sistema nervioso interactuando con el contexto. En el idioma castellano hay alrededor de 500 palabras para definir cómo nos encontramos, es decir, nuestras emociones.
También hay que diferenciar entre emoción y sentimiento ; principalmente decir que la emoción es una expresión psicofisiológica o biológica de estados mentales causado por la liberación de hormonas y neurotransmisores que impulsan una conducta, además se dan sólo en momentos puntuales y el sentimiento es la manifestación de las emociones, siendo una experiencia totalmente subjetiva y de larga duración, y más compleja al poder abarcar varias emociones a la vez.

Lo primero para poder analizar nuestra área emocional es ser valientes para reconocer que tenemos todas las emociones humanas y lo segundo tener el conocimiento de cuáles son, y aquí es donde voy a empezar a descubrirlas :
Existen emociones primarias y secundarias, estas últimas enmarcadas en las primeras. Yo hablaré de 6 emociones primarias que tenemos los seres humanos, aunque algunos expertos en el tema las definen en 5 (la película intensa mente por ejemplo)  y otros como 7.  Me voy a basar en gran parte en la teoría de las emociones básicas de Paul Ekman del año 1972 con su punto cumbre en los años 90, a pesar de ser posteriormente cuestionada por otros psicólogos (y aunque en ella no se analizaron las emociones secundarias, por lo que la complementaré).

Para nosotros, los no expertos en el tema pero si curiosos, las clasificaciones no nos afectan mucho porque lo que queremos es saber sobre qué implica cada emoción, porque la sentimos, que nos ocurre cuando la sentimos, como potenciarlas o controlarlas, etc. Por ejemplo, yo he encontrado este pdf   en el que la clasificación es distinta y me ha encantado leerlo porque me ha aportado más conocimiento y conciencia sobre las emociones.

¿Qué diferencia las emociones primarias de las secundarias? Las primarias se heredan y son innatas en el ser humano siendo posible identificarlas por señales fisiológicas concretas y específicas y estímulos que anteceden a su aparición y que son compartidos por todas las culturas.
Las secundarias dependen del contexto sociocultural (no sujetan la misma importancia en un país que en otro) y también de las relaciones interpersonales (por eso viajar y conocer otras culturas nos da un bagaje emocional difícil de adquirir de otra manera). Estas relaciones interpersonales provocan un reacción determinada y con ello ya tenemos la justificación de que alguien es el responsable de nuestras emociones.

Las emociones primarias a parte de venir precedidas por señales, también provocan cambios psicológicos, fisiológicos y psicosomáticos dependiendo de la intensidad con la que las sentimos (depende del tipo de estímulo principalmente, del estado físico y de la personalidad).

Vamos ya a ver cuales son las emociones  primarias y parte de sus secundarias con sus sentimientos (recordar que hay unos 500 términos para definirlas e incluso siguen surgiendo palabras nuevas como fluir, florecer, saborear...) :

Alegría-  amor, placer, diversión, euforia, júbilo, gozo, satisfacción, entusiasmo, gratificación, ánimo, complacencia, contento, agrado...
Tristeza-  pena, soledad, pesimismo, compasión, amargura, pesar, aflicción, quebranto, desconsuelo, desazón, decepción...
Ira o rabia- cólera, rencor, odio, irritabilidad, enfado, rabia, enojo, cabreo, indignación, exasperación, furia, impotencia...
Aversión o asco-  rechazo, antipatía, disgusto, repulsión, odio, desagrado, grima, aborrecimiento, ojeriza, encono, manía, desprecio...
Miedo- angustia, desasosiego, incertidumbre, preocupación, horror, pavor, espanto, desconfianza, recelo, pánico, nerviosismo...
Sorpresa- desconcierto, sobresalto, admiración, impresión, extrañeza, confusión, asombro, fascinación, deslumbramiento, conmoción...

No hay que tomarse a tontería que todas las emociones intervienen en cambios orgánicos cuando las sentimos. Esto es hasta tal punto que existe una ciencia que estudia las diferentes hormonas que nuestro organismo produce para afrontar esa emoción que sentimos ; la psiconeuroinmunología.

Un pequeño recordatorio;  las emociones existen en todos y están para vivirlas, por lo tanto vivámoslas pero sin que dominen nuestra vida (si prefieres, llámalo secuestro emocional,... ese es su nombre).
Nada de lo que hacemos es inamovible, incluso aquello que tenemos tan grabado por cultura o vivencias se puede modificar, para ello tiene el cerebro esa preciosa cualidad que es la plasticidad ; con ella somos capaces de utilizar las emociones en nuestro beneficio y no para que sean una carga.

Una vez de que las tenemos clasificadas las emociones que regulan nuestra área emocional, vamos a hacerlas caso una a una, tan solo por recrearnos en que significan y en qué medida hacemos uso de ellas ; cuál o cuáles gobiernan nuestra vida, cuáles queremos que pasen desapercibidas, ... vamos con ello.


ALEGRÍA 
TRISTEZA 
IRA 
ASCO /AVERSIÓN  
MIEDO 
SORPRESA 

Es muy posible que nuestro sistema emocional se haya quedado obsoleto para afrontar las nuevas situaciones de las sociedades modernas, aunque tenemos a favor frente a esto la plasticidad cerebral y con una educación al cerebro para que gestione de modo eficaz las emociones, aportaremos beneficios impagables en nuestras relaciones sociales y a nosotros mismos.
Preciosa expresión la de Santiago Ramón y Cajal denominando a las emociones "mariposas del alma", bonitas todas ellas revoloteando y a las que hay que mirar sin pudor para poder controlarlas.

Os dejo un vídeo de la película de animación estrenada en el 2015 cuyo título ya dice mucho "Intensa-mente" de Pixar y como distribuidora Walt Disney Studios (título original Inside out).
Yo la vi en su momento en el cine y me parece una bonita apuesta para que los niños empiecen a tomar contacto con el mundo de las emociones, tan importantes en nuestras relaciones interpersonales y las intrapersonales 


También os dejo un enlace en tono académico (presentado como tesis doctoral por Marta Gil Blasco) por si queréis leer algo más sobre las emociones y en concreto sobre el papel de las emociones en la vida pública (tras los agradecimientos hay bastante escrito en inglés, pero si os pasa como a mí que no sabéis, pasar a la página 31 y listo).
Esta área emocional nos da mucho para trabajar sobre ella ya que el poder conocer nuestras mariposas del alma nos acerca más a quienes somos y a entender quienes son los demás ¿Te atreves?

sábado, 28 de noviembre de 2015

Inteligencia intrapersonal

Como todo tipo de inteligencia, la Inteligencia intrapersonal es necesaria, para mí básica  porque te permite conocer quien eres y que posibilidades tienes y puedes llegar a tener, ya que según Howard Gardner, consiste en un conjunto de capacidades que permiten formar un modelo muy preciso y verdadero de nosotros mismos, para utilizarlo para desenvolvernos de manera eficiente.

Hay tres capacidades sobre las que se asienta la Inteligencia Intrapersonal, darse cuenta de las propias emociones, control de esas emociones y la capacidad de motivarse a uno mismo.

Hay un concepto que desconocía y que me parece muy interesante, la autospección. He tenido que buscar sobre ello para entenderlo y la verdad, …  me ha gustado.

La autospección es un proceso de introspección profunda (reflexión u observación profunda de una misma). Es una forma de autorreflexión que permite a la persona examinar sus propios pensamientos, emociones y experiencias internas para analizar su vida interior, sus motivaciones, deseos, creencias y comportamientos, buscando obtener una mayor comprensión de sí misma, lo que puede ayudarle a crecer personal y emocionalmente, tomar mejores decisiones y entender el origen de ciertos patrones de conducta.

La autospección tiene una serie de característica por las cuales es muy interesante para adquirir la inteligencia intrapersonal que necesitamos para hacernos felices:

Introspección consciente: Esto no se consigue por arte de magia; implica dedicar tiempo y atención a explorar el propio mundo interno de manera abierta y sincera, indagando si nos hacemos trampas a la hora de mirar quienes somos, con lo que somos y nos somos. Vernos de verdad, sin adornos que nos distorsionen en nuestra misión de saber de dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos. 

Autocrítica constructiva: Una vez de que somos capaces de ver nuestras virtudes y nuestros déficits, observando nuestras creencias, pensamientos y comportamientos, podremos comprendernos mejor sin el peso de algo a lo que tenemos; ser juzgados o juzgarnos. Se trata de conocer para construir, no para destruirnos.

Adquirir autoconocimiento: se utiliza para adquirir un mejor entendimiento de una misma y de cómo interactuamos con el entorno (adquiriendo también inteligencia interpersonal).

Proceso de mejora personal:  sí o sí, lleva a cambios positivos, ya que al conocerse mejor, una persona puede ajustar su vida de manera más certera a lo que realmente desea o necesita. Permite enfrentarnos a nuestras emociones y pensamientos más profundos para lograr mayor claridad y bienestar emocional, al fin y al cabo, es lo que, con una más menos buena inteligencia intrapersonal, queremos conseguir.

Percibir las propias emociones no es tarea sencilla en muchos casos; nos cuesta ponerle una emoción a un momento puntual, ya que nos enseñan más a practicar como no sentir que a sentir. Hay que darle la vuelta y emplear el esfuerzo de no sentir al de prestar atención a nuestro estado interior y no es tan complejo ya que las emociones generan también una serie de sensaciones físicas, no sólo emocionales.

Las emociones son el punto de inserción entre mente y cuerpo, ya que se experimentan físicamente siendo el resultado de una actividad mental y aprender a distinguir e identificar que emociones sentimos es uno de los pasos a dar si queremos potenciar nuestra inteligencia intrapersonal.

Hablar de nuestras emociones nos ayuda a actuar sobre ellas y a controlarlas, por lo que expresar emociones es el primer paso para aprender a actuar sobre ellas y en este punto es donde topamos con el obstáculo cultural, ya que vivimos en una sociedad que en cierto modo ignora las emociones o prescinde de ellas, romper con esta barrera cultural interior, con nuestras creencias (es interesante saber un poco el por qué de nuestras creencias; creencias I, creencias II), nos deja el camino abierto para poder empezar a reconocernos emocionalmente y observarnos en la intensidad de las emociones que sentimos.

Evidentemente, si solo observamos nuestras emociones cuando estas son ya muy intensas y ya nos tienen dominados, la vuelta atrás es más complicada, por lo que prestar atención a los primeros indicios sin esperar a que nos desborde la emoción, no deja espacio para el control personal de dicha emoción. Ahora bien, no nos es tan fácil al principio; podemos ser capaces de detectar la emoción a tiempo pero incapaces de controlarla y nos dejamos arrastrar por ella.

Todos sabemos identificar la ira, tristeza, alegría, miedo y amor como emociones básicas y no siempre ni en todas las ocasiones somos capaces de controlarlas; esto te pasa a ti, a mí y al resto de las personas en diferentes grados y medidas.

Para el psicólogo Theodore Ribot, la personalidad en su origen conlleva la gran trinidad afectiva, que son miedo, cólera y deseo, los instintos nacidos de la vida orgánica: instinto defensivo, instinto ofensivo e instinto nutricio.

Hay una diferencia entre sentimientos y emociones, pese a que muchas veces utilizamos las dos palabras para definir lo mismo.

Sentimiento es el resultado de las emociones, se refiere al estado anímico afectivo, por lo general de larga duración, como resultado de las emociones que nos hace experimentar algo o alguien.

Las emociones son expresiones psicofisiológicas, biológicas y de estados mentales, están asociadas al temperamento, la personalidad y la motivación y son el resultado de la adaptación a los estímulos provocados por personas, animales, cosas....

Los estados emocionales vienen de la liberación de hormonas y neurotransmisores, que luego convierten estas emociones en sentimientos, siendo el cerebro el encargado de esto, así que se puede decir que las emociones provienen especialmente de la forma en cómo trabaja nuestro organismo y nuestro cerebro.  Los neurotransmisores son la dopamina, serotonina, noradrenalina, cortisol y la oxitocina,

Y volviendo al control de las emociones que provocan sentimientos, si queremos dominar y que no nos dominen, implica reflexión sobre lo que estamos sintiendo, que no es lo mismo que enjuiciar lo que sentimos como bueno o malo, reflexionar implica determinar la causa, determinar las alternativas y por último actuar.

Muchas veces nos entra el enfado y la ira como respuesta, por ejemplo al miedo, a sentirse inseguro, confuso...., por eso determinar la causa es importante y no quedarse solo en el que.

Ante la misa situación puedo reaccionar de muchas maneras, al margen de una determinada emoción que provoque un sentimiento (si me entra el enfado puedo controlarlo, o pegar a quien creo que me lo provoca), aprender a plantearse alternativas y analizar sus consecuencias es determinante ya que ello nos otorga la capacidad de elegir que reacción queremos elegir la siguiente vez que tengamos una emoción y un sentimiento y lo que es más importante, nos dejará poder elegir si queremos tener esa misma emoción y sentimiento la próxima vez que nos ocurra lo mismo.

Tan perjudicial puede ser negarse a sentir, como sumergirse en la emoción y sentimiento de tal manera que nos paralicen nuestra capacidad de elegir.

Para poder ejercer este derecho personal de elección disponemos de recursos externos (ir al cine, escuchar música, leer, deporte, amigos...) e internos, que supone actuar directamente sobre nuestro proceso de pensamiento.

Constantemente estamos sintiendo al igual que mantenemos un diálogo interno, que si le prestamos atención y observamos como nos hablamos, nos daremos cuenta de que influenciamos enormemente nuestra manera de sentir y reaccionar.

Hay personas capaces de resistir contratiempos de vida inexplicablemente y otros que por una pequeña contradicción no son capaces de remontar y esto se debe a la forma de interpretar la situación, por lo que para poder hacer frente a una situación, hay que reinterpretarla y cambiar su significado, ahora bien, para poder hacer esto, hay que asumir que yo soy el creador de la emoción que siento y que mis sentimientos no son inamovibles, todos tenemos capacidad de aprender a actuar sobre nuestras emociones, eso si, requiere un periodo de práctica, no es algo mágico que venga sin más, requiere dedicar trabajo a uno mismo y para el beneficio de uno mismo, requiere amarse a uno mismo.

Y aquí es donde interviene la otra parte de la inteligencia intrapersonal, el sacar la motivación del interior para querer modificar aquellos sentimiento y emociones que en determinadas situaciones nos hacen daño.

La automotivación nos permite hacer un esfuerzo no porque nos obligue nadie, si no porque realmente queremos hacerlo así y esto sucede porque sabemos que queremos y como hacer para conseguirlo, por ello es tan importante saber que queremos y fijar objetivos. Este tema de los sueños, objetivos, metas y acciones para conseguirlo es para tratar en otra entrada, por intenso.

Así que si quieres llevar una vida más feliz en todas tus facetas, empieza a cultivar tu inteligencia intrapersonal, tan importante para tener calidad de vida emocional, dependiente de ti, no de lo que te ocurre o de quien te rodea. 

Si quieres ampliar información sobre tipos de inteligencia.
Si quieres leer sobre las emociones básicas.

lunes, 16 de enero de 2017

Libro- 7 emociones de Mikel Bilbao


Este libro es pequeño en tamaño y grande por dentro; 7 emociones de Mikel Bilbao, concentrado de conceptos básicos para saber que emociones nos pueden mover y para qué nos sirve la utilización de cada una.

Al autor le conozco personalmente de unas cuantas charlas o talleres realizados a través del CIE (Consorcio de Inteligencia Emocional) y que la semana pasada nos presentó las tres primeras emociones, el arco iris y una serie de preguntas para entender dónde colocamos nosotros las emociones. Interesante taller que seguiremos con otras dos partes en las que tocaremos, en una otras tres emociones y en la última para mí la gran dama de las emociones: el amor.

Sonidos, colores, emociones, energías, chakras, días ... en común el 7, número elegante; no voy a desvelar nada más del libro porque se lee muy rápido y prefiero que vosotros saquéis vuestras conclusiones.
Si ya eres de los que sabes algo de la fuerza de las emociones o del número 7 o de los colores o sonidos, sacarás buen partido de lo que quiere decir y si no conoces nada de ello, te abre la puerta a la curiosidad y a querer indagar sobre ello.
Para mí importante en este libro; que te muestre esa puerta a tu reconocimiento, tu valoración y tu aceptación personal.

En mi caso en concreto el taller que he hecho de las tres primeras emociones (miedo, rabia, tristeza), me movió por dentro a darme cuenta de que todas las emociones son válidas, incluso esas que por alguna razón tenemos contenidas desde pequeños. 

No puedo más que dar gracias a la vida que me va poniendo delante las herramientas y las personas necesarias para darme cuenta de mí, para entender mi vida y con cada encuentro más a mí misma. No puedo más que dar las gracias a Mikel Bilbao por su jornada compartida de 7 emociones.

Os dejo los enlaces donde podéis descargaros su libro , su web "Historias que transforman"  y la de el CIE con quien colabora y a través de quien he hecho otras jornadas muy válidas para mí  

7 emociones es un libro fácil de leer y de entender, espero que os guste y que os mueva a conocer un algo más de dónde colocáis vuestras emociones y si las tenéis contenidas o sobredimensionadas.

jueves, 12 de septiembre de 2019

Inteligencia emocional

La inteligencia emocional hace ya unas décadas que se puso en el punto de mira de muchos especialistas y en concreto si de alguien hay que hacer referencia es del autor del libro con el mismo nombre (escrito en 1995) , Daniel Goleman. Fue toda una innovación  y a partir de entonces la evolución del concepto que se tenía sobre ser inteligente ha ido desatascando las creencias limitadoras de expertos y no expertos, ya que este libro fue un best seller en su momento.

Por su lado Howard Gardner ya nos habló en su libro "Teoría de las inteligencias múltiples" (1983) de que existen otras inteligencias que interactúan entre sí con tres puntos que condicionan este conjunto: factor biológico, factor de vida personal y factores histórico-culturales.  
Así como el coeficiente intelectual tiene la capacidad de ser medible por medio de tests de inteligencia y la psicometría, la teoría de las inteligencias múltiples ha sido criticada por la psicología científica por todo lo contrario ; no existe manera de medir, tan solo se puede dar una apreciación subjetiva de habilidades diferentes.   

Pero en concreto ¿cuáles son esas capacidades o habilidades que hay que tener para decir que alguien posee inteligencia emocional? Muy resumido es : saber que son las emociones y descubrirlas en uno mismo y en los demás, reconocerlas y utilizarlas de forma adecuada, crearse motivaciones propias y saber gestionar las relaciones personales 
Si tener inteligencia es tener la capacidad de entender y elaborar una información para usarla de manera adecuada, la inteligencia emocional es esa capacidad de adaptación psico- fisiológica (emoción) a los estímulos externos.

Para tener esta capacidad de adaptación se necesita un autoconocimiento (quién soy realmente), autorregulación (control de las emociones e impulsos), empatía (escuchar y entender al prójimo) y saber expresarse (comunicación) dando la posibilidad de crear una buenas habilidades sociales (relaciones sanas) y automotivación (no necesitar que digan qué bien lo haces o qué guapo eres para seguir adelante). Una buena comunicación y saber expresarse también facilita mucho

.-Reconocer las emociones, las positivas y las negativas (autoconocimiento y autorregulación). Esta capacidad nos permite ser mucho más felices.
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Si hay momentos de enfado y su falta de control provoca desórdenes interpersonales, habrá que sujetar la emoción y transformarla. 
Si existe un miedo que condiciona la vida, habrá que gestionarlo y si es necesario con ayuda profesional. 
Si hay una aversión desmedida hacia algo o alguien (xenofobia), para poder modificar la actitud y que no haga daño, lo primero es saber que existe .
Si la forma de ver la vida alegre y positiva, transmitir esa alegría tan necesaria
Si se es capaz de reconocer y aceptar la tristeza en determinados momentos de vida ante algún acontecimiento sin quedarte anclada en ella, es que hay una gestión correcta de la emoción de la tristeza 
Si existe un bloqueo ante una sorpresa o si por el contrario encanta sentir la emoción de la novedad con lo que conlleva de adaptación... observalo 
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.- Relacionarse bien con los demás sin emitir juicios de valor (empatía y habilidades sociales).
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Capacidad de una relación fluida con los demás pudiendo entender en donde se encuentran individualmente y aceptando que no van a actuar de la manera que nosotros lo haríamos y no juzgando por ello, así como saber admitir las posibles críticas como algo a tener en cuenta y de lo cual aprender.
Se denominan habilidades sociales a tener una escucha activa (no solo oír), a expresarse de una manera asertiva  con lo que necesitamos o queremos, a aceptar la experiencia emocional de la otra persona, a ponerse en lugar del otro, a saber negociar en situaciones dispares, a tener y practicar el respeto, a la aceptación y al perdón hacia lo de fuera y hacia nosotros 
Saber expresar correctamente cuando damos nuestra opinión, estamos en una discusión (intercambio de opiniones mejor que bronca) o hacemos una petición, es fundamental para comunicarnos. Para ello no es ninguna tontería tener vocabulario fluido (leer para ampliar) y utilizarlo de manera fluida (ayuda leer y escribir).
.-  Hacer frente a los contratiempos sin venirse abajo (automotivación), colocando el momento en lo lo que es : algo temporal (al margen del tiempo que dure) teniendo presente que como dice un refrán "no hay mal que cien años dure".
Saber que los momentos de crisis, por muy duros que parezcan (tendemos a hacérnoslos más duros de lo que son), son estupendos para aprender y seguir creciendo. Nos impulsan a buscar otras alternativas para vivir con mejor y mayor plenitud.

Si se podría resumir en una frase lo que es tener inteligencia emocional podría decirse que es aquella persona con habilidad para manejar las emociones y no dejar que las emociones le manejen a ella.
Ahora bien, todo hay que decir, ... algunos nacen con un grado mayor y tienen la suerte de haber podido potenciar aquello con lo que han nacido. Como quien nace con una habilidad especial para la música o para los números, eso sí, toda habilidad que se tiene y no se utiliza, es como si no se tuviera.

Pero, ¿sabemos dónde está ubicada y los procesos fisicoquímicos que se activan? Sin extenderme en datos muy técnicos, voy por partes:
El cerebro del homo sapiens sapiens pesa alrededor de 1km (el de los primates es un tercio menor) y se divide en tres zonas unidas por conexiones nerviosas ; bulbo raquídeo, sistema límbico y la corteza cerebral. Leer como las tres zonas interactúan para la toma de decisiones... a mí me ha encantado!
Tenemos el bulbo raquídeo cumpliendo su misión con su incombustible tálamo haciendo de todo a todas horas para que la información que le pase al neocórtex sea lo más efectiva posible y este haga su análisis de listillo y determine que hay que hacer ¡Pero esta película de acción tiene también sus sorpresas gracias a la amígdala!

El bulbo raquídeo es el de las funciones vitales involuntarias por ser el que conecta la médula espinal y el cerebro. Dentro de estas funciones vitales están : coordinación de movimientos involuntarios (estornudos, reflejos, náuseas,...), control y coordinación de movimientos voluntarios, control respiratorio, control cardiovascular (ritmo cardiaco, presión sanguínea,...), control y regulación de funciones de vísceras (hígado, riñones, ...) y gastrointestinales, además de transferir información sensorial a través del tálamo (activo las 24h. en varios procesos a la vez y de manera coordinada) que parece como un mini cerebro, encargándose este de enviar la información que recibe a otras partes como el neocórtex (ubicado en la corteza cerebral está por encima del sistema límbico) . El neocórtex la analizará y dará respuesta ayudado por los lóbulos prefrontales para entender bien los estímulos  y enviar señales al sistema límbico para que active el sistema hormonal por medio de la vía  hipotálamo-hopofisaria.

El sistema límbico está integrado por la corteza límbica, el hipocampo y la amígdala y
es donde referencian nuestras emociones y gracias a ellas el ser humano pudo ir adaptándose a un entorno en continuo cambio sorteando peligros y evitándolos (apareció con los primeros mamíferos como consecuencia del desarrollo de los sistemas olfativos y visuales, vitales para la supervivencia) ; por eso está relacionado con la memoria y el aprendizaje y gracias a la amígdala con sus recuerdos emocionales se da sentido a lo vivido para darle un valor y poder reconocerlo posteriormente si se vuelve a dar.

En la corteza cerebral es una sustancia gris que recubre los dos hemisferios cerebrales y donde se da la percepción, la imaginación, el pensamiento, el juicio y la decisión. Está compuesta por el arquicórtex, el paleocórtex y el neocórtex.
El neocórtex no es uniforme ; se encuentra dividido en los hemisferios cerebrales, consolidando e integrando casi toda la información que le llega, surgiendo en él el razonamiento y el pensamiento abstracto. Permite todas las funciones mentales superiores y ejecutivas.

Y fijaros el atajo que suele darse en el cerebro ; una vía neuronal más corta y directa... tálamo- amígdala. Es decir, que la amígdala recibe señales directas de los sentidos para crear una respuesta hormonal que determinará un comportamiento que no ha pasado por en neocórtex (recordar que es que analiza). Vamos, que le puentean al neocórtex con lo que ello conlleva para bien y para mal porque es precisamente en la conexión amígdala/neocortex donde incorporamos la inteligencia emocional con sus habilidades para gestionar las emociones que provocan los estímulos.

Emoción viene del latín "e movere" (ir hasta) y cómo las emociones surgieron para la supervivencia de la especie, esto significa : ataca, escapa o lucha, ...si no pasan por el filtro del neocórtex.
Es de esta manera que al actuar de manera instintiva, hacemos lo que luego nos da problemas y decimos lo que después nos da para querernos arrepentir ; vamos que nos dejamos llevar por los impulsos y después en ocasiones nos llevamos las manos a la cabeza y nos preguntamos cómo hemos sido capaces de.

Cada uno de nosotros viene con una mochila que le predispone a una serie de conductas de reacciones  biológicas y automáticas, pero eso es sólo una parte y no es determinante en un individuo. Volvemos a nombrar la plasticidad del cerebro que está todo el tiempo haciendo conexiones neuronales nuevas a través de lo que vamos viviendo y aprendiendo, ello es lo que va condicionando las respuestas ante los estímulos emocionales.

Es decir, que si el cerebro es capaz de estar en continuas conexiones, lo mismo que hemos introducido en él una serie de ellas para reaccionar y pensar de una manera, podemos crear nuevas conexiones para poder pensar de otra. El famoso "yo soy así" ya no sirve de excusa referente, porque si uno es así,...…. puede hacer por no serlo y para ello no tiene más que empezar a trabajar en si mismo, en sus emociones que implican reacciones, en sus pensamientos que implican emociones ; en definitiva, en aumentar su inteligencia emocional que le traerá mejoras personales y entre ellas las laborales también (a quien no le gusta tener un compañero o un jefe que trabaja en equipo, motiva, reconoce el trabajo y en continuo aprendizaje para ser más efectivo).




domingo, 10 de noviembre de 2024

El rol del proveedor

Las cosas que tiene Eloisa

Para poder abordar la figura del rol del proveedor, primero quiero hacer referencia a quién consideramos proveedor y cuál es su papel.

Proveedor es la persona o entidad que ofrece bienes o servicios a otras personas o empresas; puede ser persona o empresa que vende productos o que ofrece diferentes servicios.

El proveedor es importante porque asegura que las personas tengan acceso a lo que necesitan para vivir y trabajar.

Su función incluye:

Suministrar: Ofrecer productos o servicios.

Cumplir con acuerdos: Respetar los plazos y condiciones acordadas con quienes compran.

Atender necesidades: Escuchar y adaptarse a lo que los clientes requieren.

El proveedor es fundamental en la economía, ya que conecta a quienes producen con quienes consumen.

Proveer, bonito verbo y utilizable en otros contextos, … me viene a la mente la frase "que Dios te provea" que expresa el deseo de que no te falte de nada o que todo te vaya bien o que no pases penurias. 

Voy a dar un paso más para saber en qué contextos se utiliza el rol del proveedor y qué significa de manera más extensa, porque es un rol que me llama la atención por las connotaciones que puede tener.

Lo voy a utilizar en masculino porque se denomina así, el rol del proveedor.

En términos sencillos, se refiere a la persona que se encarga de aportar los recursos económicos y materiales necesarios para el bienestar de otras personas, que pueden ser una familia, una pareja o incluso un grupo de amistades. 

Tradicionalmente, este rol ha estado asociado a la figura masculina, lo que implica una serie de dinámicas particulares que afectan a la forma en que nos relacionamos (Vivir bajo una estructura patriarcal). Hoy en día, el rol de proveedor ha cambiado significativamente, ya que cada vez más mujeres trabajan, contribuyen económicamente y comparten responsabilidades financieras.

Pese que esto es así hace tiempo, este cambio no siempre es fácil de integrar en las dinámicas familiares, sociales o de pareja.

Hoy en día, el rol del proveedor no lo es sólo económicamente, también tiene que haber un aporte en apoyo emocional, tiempo de dedicación y cuidados.

A las mujeres se nos puede dar bien porque lo de ser apoyo emocional, dedicar nuestro tiempo y saber cuidar ya lo hacíamos, así que, si le añadimos la contribución económica, tenemos el lote completo en la mayoría de los casos.

 ¿Y los hombres? ¿Cómo hacen para ser apoyo emocional, dedicar tiempo y cuidar si hasta hace muy pocos años la expresión de las emociones les ha estado "prohibida", el tiempo era para ellos y de los cuidados no se encargaban?

En principio esa idea está desfasada y ahora todas y todos esperamos que, independientemente del género, las personas contribuyan también emocionalmente, dediquen tiempo de calidad y asuman su parte en los cuidados. Este cambio plantea un reto importante para muchos hombres que crecieron en una cultura donde expresar emociones o involucrarse en los cuidados no era parte de su formación; su función era ejercer el rol del proveedor económico y listo, se dejaban de más líos “de mujeres”.

  • El peso del rol del proveedor y la "prohibición" emocional

Durante generaciones, a los hombres se les inculcó la idea de que debían ser proveedores fuertes, resolutivos y prácticos, y expresar emociones como tristeza, miedo o algún connato de vulnerabilidad era visto como un signo de debilidad que les alejaba de esa masculinidad hegemónica dominante.

Este condicionamiento cultural ha dejado una huella que, con el cambio de los tiempos y el empoderamiento de la mujer, les lastra al intentar adaptarse a roles más igualitarios.

Hay una serie de consecuencias a las que los hombres tienen que hacer frente, al margen de que muchos piensan que están ya en la igualdad porque hay algún signo han modificado (La autocomplacencia con la igualdad de género), pero internamente les quedan secuelas machistas de la cultura patriarcal que les son difíciles de detectar.

Vamos con algunas de ellas:

  • Dificultad para conectar emocionalmente 

Como he comentado, en las sociedades patriarcales, a los hombres se les enseña desde pequeños que tienen que ser "fuertes", que llorar era de débiles y que mostrar emociones (salvo la ira y el asco) o incluso amor de forma abierta es de mujeres ¿El resultado? Una desconexión emocional que les dificulta expresar lo que sienten; no aprendieron a identificar ni a expresar emociones y, en consecuencia, les cuesta comprender lo que sienten otras personas, por lo que la empatía es una cualidad que tienen que trabajar y adquirir.

Esta carencia de inteligenciaemocional afecta a nivel relacional, provocando conflictos innecesarios e inútiles que distorsionan la realidad y dificultan las relaciones sanas.

Si añadimos que eran los que tenían el mando y el poder (dinámicas de poder) sin que nadie les pudiera decir nada, en la comunicación no han aprendido lo que significa la escucha activa, pecan de parecer desinteresados o desconectados, aunque en muchas ocasiones, la realidad es que tienen ese bloqueo emocional que les impide saber procesar qué es lo que sienten ellos y que siente la persona con quien hablan.

Hay otro punto; no pueden con el hecho de mostrar debilidad o vulnerabilidad, por lo que abrirse emocionalmente les hace sentirse expuestos y les genera inseguridad personal. Permanecen "cerrados" emocionalmente por sus miedos y costumbres culturales, y esta postura genera una distancia emocional nada beneficiosa para las relaciones.

Evidentemente, si existe un bloqueo emocional, si no tienen desarrollada la inteligencia emocional, ni la escucha activa y si permanecen cerrados y distantes, difícilmente pueden dar un apoyo emocional, lo más que pueden dar son consejos prácticos que solucionen problemas.

Con personas del trabajo o del ocio, las interacciones suelen ser menos intensas emocionalmente, lo que les resulta más cómodo. En un ambiente laboral pueden hablar de sus éxitos o frustraciones en términos más prácticos, mientras que en una relación de pareja se espera que hablen de lo que sienten, lo cual puede ser más difícil y arriesgado emocionalmente (de nuevo el sentirse vulnerables), algo que les genera presión y tensión, por lo que lo suelen evitar, o por lo menos lo intentan a toda costa.

El entorno laboral o de ocio, como un grupo de amigos o compañeros de deporte, muchas veces es visto por los hombres como un lugar seguro porque no implica el mismo nivel de juicio o responsabilidad emocional que en una relación de pareja. En esos contextos pueden compartir espacio y tiempo sin preocuparse tanto por las consecuencias emocionales profundas, las conversaciones suelen estar centradas en temas externos (proyectos, deportes, aficiones) más que en cuestiones personales o emocionales. Esto permite una conexión sin tener que profundizar demasiado, lo cual resulta más cómodo para quienes no están acostumbrados a manejar sus emociones.

Esto viene de herencia y muchos hombres han crecido viendo a sus padres o figuras masculinas importantes conectando emocionalmente más con sus amigos o colegas que con sus mujeres. 

Este modelo cultural del patriarcado, refuerza la idea de que el trabajo y el ocio son espacios de camaradería, mientras que el hogar es un lugar donde se cumplen roles y responsabilidades. Pero claro, este modelo cultural ya no vale, ya se ha modificado, ya las mujeres proveen económicamente a la familia y por lo tanto, a la pareja le piden un cambio; que no hagan tan sólo el rol trasnochado del proveedor y que provean también en calidad de tiempo y en cuidados, incluidos los emocionales.

Estas peticiones le requieren al hombre un trabajo, un tiempo y un exponerse a sus vulnerabilidades al abrirse emocionalmente que le resulta agotador, agobiante, molesto, pesado e incluso, angustioso y atosigante, por lo que tienen una tendencia a escapar y a culpabilizar a la pareja por sus peticiones de compartir algo más que bienestar económico.

Aquí es cuando viene la madre del cordero: por un lado, la pareja siente que no está valorada ni comprendida, por otro lado, el hombre se siente acosado e incluso, al no abrirse se puede sentir que se encuentra solo dentro de la relación y busca conexiones externas como refugio (ocio, amistades, etc.).

Se le ha complicado la vida al hombre en este aspecto; antes sólo se tenía que preocupar de proveer económicamente, con la contrapartida de tener el poder (dinámicas depoder en pareja), y ahora se le pide que esté a la altura de proveer de su tiempo de calidad (que antes era suyo para lo que quisiera) y de un apoyo emocional que no ha aprendido (ni quiere aprender en muchos casos), con el riesgo de mostrar su vulnerabilidad y perder su seguridad y el poder. Visto así no resulta muy alentador el cambio ¿verdad? Es complicado soltar los privilegios que durante generaciones se han tenido a cambio de algo que no saben ni qué es.

¿Qué ocurre entonces? Que se resiste a este cambio que para él sólo le trae esfuerzo, dedicación, trabajo e inseguridad, aparte de perder el poder estando en una relación igualitaria. 

  • Resistencia al cambio 

El hombre se encuentra en una repulsión al cambió que en ocasiones les produce ira (dos emociones admitidas en él), incluso el sólo hecho de adquirir información de algo distinto que pueda suponer tener que cambiar. No quieren correr riesgos por los que moralmente no tengan escapatoria del cambio (La autocomplacencia con la igualdad de género).

Por eso vamos como vamos en tema de igualdad, porque aún es mínima la parte de hombres que se han querido informar para elegir que quieren salirse de la masculinidad hegemónica que tanto oprime (al hombre y a la mujer); me refiero a hombres con otras masculinidades, que se han salido de la adicción al poder.

Pero hay que ver la realidad, y esta realidad es que aún quedan muchos, muchos, muchos hombres a los que asumir tareas de cuidados o mostrarse vulnerables genera incomodidad y malestar, y si no es esto, lo que les genera el malestar es la pérdida del poder (poder, prestigio, posición), porque desafía su identidad tradicional, esa que han mamado, tienen pegada a las entrañas y tan escondida que ni la quieren ver por conveniencia.

Cuando un hombre heteronormativo se enfrenta a la posibilidad de salir del rol tradicional impuesto por el sistema patriarcal, experimenta una resistencia al cambio porque percibe que perderá ciertos privilegios que considera beneficiosos o parte esencial de su identidad.

La cosa es que el hombre juega al parchís con todas las fichas ya sacadas sin tener que esperar a que te toque el 5 en el dado para empezar a jugar ¿injusto? Sí, totalmente injusto y lo que no es justificable es cerrar los ojos y los oídos ante eso y aceptar empezar a jugar como si no pasara nada, porque claro, así tienen más posibilidades de ganar la partida.

Voy con alguno de esos privilegios adquiridos por herencia:

El poder y el control

De entrada, vivir bajo el amparo de una estructura patriarcal, otorga a los hombres una posición de privilegio en las dinámicas de poder, tanto en la familia, como en la sociedad, como en el hogar, y cambiar este aspecto, hace que sientan que pierden el control sobre decisiones importantes o el dominio en ciertas áreas. Por ejemplo, dejar de tener la última palabra en una discusión o renunciar a decidir unilateralmente sobre cuestiones económicas, de ocio o familiares, disponer de su tiempo sin dar explicaciones, optar a no dedicarse a los cuidados, etc.

Privilegios "invisibles"

Muchos privilegios asociados al sistema patriarcal pasan desapercibidos porque están normalizados. Al abandonar ese sistema, el hombre puede sentir que pierde comodidades, ventajas o exenciones que no sabía que tenía como privilegio, como es ser menos juzgado por su apariencia o emociones, menos responsabilidades domésticas o de cuidados, mayor promoción laboral, ocupación de espacios, poseedor de la verdad, capacidad de elección mayor, etc.

No se dan cuenta que no se les quita nada que fuera suyo, que tan sólo la mujer recupera algo que le han usurpado desde hace generaciones.

Su identidad tradicional

El patriarcado asocia la masculinidad con ser fuerte, proveedor y protector. Cambiar ese modelo puede generar una crisis de identidad, ya que muchos hombres sienten que están "fallando" en lo que la sociedad espera de ellos si no cumplen con el rol de la masculinidad; si dejan esos roles, se encuentran con un vacío en el que no saben quiénes son, además de encontrarse con esos miedos internos a no sentirse respetados.

Estatus y validación social

El estatus y la validación social son como las medallas o los premios que los hombres ganan cuando siguen el “manual del hombre perfecto” que impone el sistema patriarcal; este premia a los hombres que se ajustan a su rol tradicional.

Salirse de este molde puede implicar perder reconocimiento o respeto en su entorno (volvemos al miedo). Por ejemplo, a través de críticas o burlas por asumir tareas consideradas "de mujeres”, veto a ascensos laborales por ser emocionales y vulnerables, menos contactos en esferas del poder, etc.

Seguridad emocional

Los roles patriarcales ofrecen una estructura que da seguridad, … pero no es oro todo lo que reluce, porque a cambio están toda la vida con la presión de si están dando el perfil de ello o no, y con las limitaciones que lleva, como la imposibilidad de la expresión personal individual de quienes son, que conlleva vivir frustrados al estar desconectados de ellos mismos. Al no haber tenido espacio para gestionar sus emociones, muchos enfrentan estrés, ansiedad o conflictos internos, además del miedo al rechazo por salirse de ese rol de proveedor duro, fuerte, resolutivo y práctico.

Además, modificar actitudes para un cambio de rol hace que se sientan vulnerables, ya que tendrán que aprender a gestionar emociones y relaciones de formas nuevas y menos controladas, como enfrentarse a conflictos emocionales que antes evitaban, cuestionar sus propias creencias, autocrítica de lo que han hecho hasta ese momento, indagar en quiénes son y cómo son, etc.

La sensación de superioridad

El patriarcado promueve una jerarquía donde los hombres están por encima de las mujeres y cambiar este paradigma se siente como una pérdida de importancia o de un "estatus natural" que la cultura les ha inculcado.

Esta sensación de superioridad no es algo que los hombres "inventen", sino que es algo que la sociedad les inculca desde pequeños. En el manual de instrucciones para ser hombre dice que los hombres son más fuertes, más inteligentes y más importantes que las mujeres.

 Comodidad en la rutina

Los roles tradicionales pueden ser cómodos porque no requieren cuestionarse ni cambiar. Salir del sistema patriarcal implica trabajo emocional y mental, lo que puede parecer agotador o innecesario para quienes no perciben los beneficios del cambio.

La verdad es que no son para envidiar tampoco, pero lo que molesta es la resistencia al cambio, porque generan un malestar relacional, una desigualdad social y de poderes, que trae consigo entre otras cosas violencia y muerte … ¡no es ninguna tontería!

Hay que entender esta resistencia al cambio porque les han educado desde la más tierna infancia a tener unos privilegios sólo por haber nacido hombres y esto crea una adicción a tenerlos. Es verdad que hay que entender un grado de resistencia, sí, pero, … ¿hay que aceptarla? NO

Entendamos que hay:

Miedo al cambio

Falta de modelos positivos (otras masculinidades)

Inercia social y cultural

Falta de habilidades emocionales

-Son motivos que me parecen totalmente solventarles con un poquito de interés.

NO ACEPTEMOS:

La desigualdad social

La violencia de género

La autocomplacencia en igualdad degénero

Supremacía en la toma de decisiones

Acceso privilegiado al espacio público

Expectativas más bajas en lo emocional

Mayores oportunidades laborales y económicas

Validación social automática

Que me dejo cosas en el tintero, fijo. Las que he puesto las iré desarrollando en otras entradas hacia las que estarán los enlaces.

El rol del proveedor es un poco traicionero tanto para quien lo ejerce, como para quién recibe los beneficios de su proveer. Me explico:

A nivel familiar, como tradicionalmente se ha esperado que los hombres sean los que traigan el dinero a casa y mantengan a la familia, a simple vista pueda parecer un acto generoso, pero… esta dinámica esconde una serie de cuestiones de poder. ¡Tachán!, de nuevo aparecen las dinámicas de poder (en familia y pareja).

Más de uno/a y de dos andarán pensando que ya estamos sacando de contexto las cosas y que ¿desde cuándo ser generoso está mal? Pues la generosidad en si no es mala, todo lo contrario, lo malo es que esa generosidad enmascare:

Control económico- Quien controla el dinero, controla muchas decisiones. Desde qué se compra hasta dónde se va de vacaciones.

Sentido de superioridad- Al ser el principal proveedor, se puede generar una sensación de superioridad, como si se estuviera haciendo un favor al resto de la familia.

Exigencia de reconocimiento- A menudo, se espera que el proveedor sea reconocido y agradecido por su aporte económico, lo que puede generar resentimiento si no se siente valorado.

¿Cómo se enmascara el poder en el hombre con el rol del proveedor?

"El buen proveedor"- Se presenta al hombre proveedor como un héroe, alguien que sacrifica su tiempo y esfuerzo por el bienestar de su familia, buena gente y buen hombre.

Culpabilización- Si la mujer cuestiona esta dinámica o pide más equidad, se la puede hacer sentir culpable por no valorar lo que el hombre hace.

Dependencia económica- La dependencia económica de la mujer hacia el hombre puede limitar su autonomía y su capacidad para tomar decisiones.

Desigualdad- Esta dinámica refuerza las desigualdades de género, al perpetuar la idea de que los hombres son los responsables de proveer y las mujeres las encargadas del cuidado del hogar. No hay un reparto igualitario ni equitativo, cada persona aporta lo que es y lo que tiene.

Relaciones tóxicas- Puede generar relaciones tóxicas basadas en el control y la dependencia, lo que vienen a ser las dinámicas de poder desequilibradas.

Presión sobre los hombres- Los hombres también sufren las consecuencias de este rol, ya que se les exige ser proveedores a toda costa, lo que puede generar estrés y ansiedad.


El rol del proveedor generoso, aunque parezca positivo, esconde una serie de dinámicas de poder que pueden ser perjudiciales para las relaciones y para la igualdad de género.

Sigo escribiendo de este rol con cositas que voy encontrando y que, aunque en muchas ocasiones reitere conceptos, no me importa porque será que lo necesito poner para que cuando me lean y yo me relea, sirva de recordatorio y grabación mental que minimice lo aprendido hasta el momento como válido.

A nivel social, el rol de proveedor puede reforzar ciertas expectativas y estereotipos, además, por un lado, puede generar una sensación de seguridad y estabilidad en el grupo, como es contar con alguien que se encargue de los recursos que facilite la planificación y el desarrollo de proyectos (políticos, sociales, …), sin embargo, también puede llevar a la creación de dinámicas de poder desequilibradas.

En el ámbito familiar, la historia puede ser tanto positiva como negativa. Por un lado, puede fomentar un ambiente de apoyo y cuidado, donde sentirse protegida/o y, por otro lado, puede generar tensiones si la persona que ejerce este rol siente que su valor se mide únicamente por su capacidad de proveer, llevando a un desequilibrio en las relaciones familiares, donde las contribuciones no económicas, de gestión de recursos o emocionales pueden ser subestimadas. Si a esto le añadimos de nuevo que se crean unos vínculos relacionales insanos y de dependencia (dinámicas de poder en la familia), donde las personas que no son proveedoras pueden sentirse menospreciadas o limitadas en su autonomía, … ¡el cóctel está servido!

En las amistades, el rol de proveedor puede manifestarse en situaciones donde una persona asume la responsabilidad de organizar actividades o cubrir gastos. Esto puede ser visto como un gesto generoso, pero también puede crear expectativas poco realistas o generar resentimientos si no hay un equilibrio en las contribuciones al grupo. 

Lo que en un principio es algo que se hace de manera voluntaria y generosa, acaba convirtiéndose en una carga si no se comparte el rol, además de crear vínculos emocionales basados en tanto me das, tanto vales, donde se pueden dar situaciones no equitativas (dinámicas de poder en la amistad).

Si todas las personas contribuyen de manera justa, el rol de proveedor es menos relevante y fomenta un ambiente de colaboración y apoyo mutuo, donde cada persona se siente valorada por sus habilidades y aportes, no solo por su capacidad económica.

En el ámbito laboral, el rol de proveedor puede influir en la forma en que una persona se relaciona con el resto y su entorno (dinámicas de poder en el trabajo). Aquella persona que asume este rol puede sentir una presión adicional para sobresalir y mantener su posición, lo que puede llevar a un estrés considerable. Además, si se identifica fuertemente con su rol de proveedor, puede descuidar otras áreas de su vida, como el desarrollo personal o las relaciones interpersonales.

Ya tenemos algún ingrediente más para conformar la idea del rol del proveedor, así que voy a intentar resumir:

Ø Pros y contras del rol de proveedor

Pros para la persona que ejerce el rol de proveedor:

Sentido de propósito- Puede generar una sensación de logro y satisfacción al poder cuidar de los demás.
Estabilidad económica- Proveer puede llevar a una mayor seguridad financiera para el grupo.
Reconocimiento social- En muchas culturas, ser proveedor es visto como un rol honorable, lo que puede traer reconocimiento y respeto.

Contras para la persona que ejerce el rol:

Estrés y presión- La responsabilidad de proveer puede ser abrumadora y generar ansiedad.
Desbalance en la relación- Puede llevar a una dinámica desigual si no se reconocen otras formas de contribución.
Identidad limitada: La persona puede sentirse utilizada y tan sólo valorada por lo que aporta, aunque no sea real y sus valores puedan estar en algo muy distinto a las meras aportaciones.

Es evidente que todo tiene dos caras; una buena y otra no tan buena o incluso mala. Saber identificar y no pasarse "al lado oscuro" cuando una persona es proveedora, no es tan fácil de detectar porque, como la intencionalidad con la que se hacen las cosas a nivel mental, quizás no tengan nada que ver con la intencionalidad inconsciente que lleva a adquirir el rol del proveedor, la cosa se pone complicada.

Algunas personas sienten que necesitan demostrar su valor personal, otras realmente disfrutan cuidando de las demás personas, algunas están movidas por el deseo de ayudar, por el sentido de la responsabilidad, y algunas veces, simplemente se acostumbran a estar ahí para el resto. 

Tienen muchos aportes positivos y no siempre es algo negativo, pero cuando no hay equilibrio, puede causar desgaste o crear dinámicas complicadas con las personas a quienes proveen. 

 

Para las personas que tienen al lado una que ejerce el rol del proveedor, puede ocurrirles:

Dependencia 

A largo plazo, quienes están cerca de un proveedor pueden llegar a depender demasiado de él o ella. Esta dependencia puede hacer que sientan que no son capaces de tomar sus propias decisiones o enfrentar desafíos sin ayuda, lo cual limita su autonomía y confianza en sus capacidades.

Pérdida de voz y espacio propio 

Cuando alguien asume el rol de proveedor, puede terminar tomando todas las decisiones importantes. Esto puede hacer que las personas a su alrededor se sientan menos escuchadas o que sus opiniones no tienen tanto peso, porque el proveedor suele liderar en todo.

Dificultad para desarrollarse

Quienes dependen del proveedor pueden sentirse estancados, ya que no desarrollan ciertas habilidades o hábitos, como el manejo del dinero o la resolución de problemas. Esta falta de experiencia puede hacer que se sientan inseguros al enfrentarse a situaciones en las que el proveedor no esté para ayudar.

Desequilibrio en la relación

A largo plazo, el rol de proveedor crea una relación desigual; una persona da mucho y la otra recibe sin corresponder de la misma manera, bien porque se acomoda, bien porque no la dejan. Esto puede generar tensiones o resentimientos, ya que el proveedor puede sentir que no recibe el mismo nivel de apoyo o consideración, y quien recibe puede sentir que le piden la sumisión y la voz y el voto en las decisiones.

Pérdida de iniciativa: Con el tiempo, las personas a su alrededor pueden dejar de tomar la iniciativa porque están acostumbradas a que el proveedor asuma ese rol. Esto afecta su capacidad para proponer, organizar o resolver por su cuenta, y puede hacer que pierdan parte de su independencia.

En cualquiera de los contextos vitales, contar con una persona proveedora es beneficioso porque brinda estabilidad, cuidado y apoyo, eso sí, siempre y cuando no fomente una dependencia, donde otras personas no pueden desarrollar sus capacidades.

A largo plazo, la dependencia no saludable creada desestabiliza, ya que para la persona proveedora resulta una carga de la que quiere escapar y para el resto resulta una inestabilidad sentir que la persona que les daba seguridad y confianza, quiere escapar o huir.

Ser o tener cerca una persona proveedora en sí mismo es un factor de tranquilidad, el problema viene cuando el rol se convierte en una carga constante para la persona que lo ejerce y, por otro lado, cuando a largo plazo se convierte en un foco de relaciones no equitativas en las dinámicas de poder. 

En una sociedad machista, el rol del proveedor está cargado de expectativas de control, fuerza y autosuficiencia, lo que afecta tanto a la persona que asume este rol como a quienes están a su alrededor. A través de la socialización jerárquica a la que hemos sido todas y todos sometidas y sometidos, nos han impuesto un sistema totalmente descompensado y desequilibrado que trae unas consecuencias. Este sistema limita la igualdad y el crecimiento personal de ambas partes, ya que fija a las personas en roles rígidos donde la autonomía, la colaboración y la reciprocidad son menos valoradas.

Es importante reconocer estas dinámicas, además de urgente y necesario trabajar para crear relaciones más equitativas, igualitarias y justas ¿Cómo? Con mucha información para nosotras y para ellos de lo que suponen estas dinámicas, nosotras para no consentirlas, ellos para no reproducirlas. Indudablemente una de las partes actoras principales es el rol del proveedor con sus dinámicas y reconocerlo es ya un avance.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Perdonarse, misión prioritaria.


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No solo consiste estar encerrado una penitenciaría para tener una cadena perpetua ya que no es ninguna tontería el hecho de cargar de por vida con una culpa, ni es justo que no autocondenemos por un acto propio o incluso ajeno, de ahí que perdonarse sea una misión prioritaria en nuestras vidas.

Hemos normalizado la culpa en nuestras sociedades de tal manera que si algo no sale como se espera, siempre tenemos a alguien para echarle la culpa y eximirnos de responsabilidades.
Algunas religiones hasta nos dicen que ya nacemos en pecado, no sabemos muy bien que significa esto cuando nacemos, pero ya lo tenemos encima como una losa y a partir de ahí, hay que hacer constantes esfuerzos para que se nos perdonen nuestros pecados, .... vivimos en culturas del pecado y del castigo.

Luego está cuando durante nuestra educación como personitas, todo nuestro entorno nos va diciendo lindezas para hacernos hacer lo que ellos consideran que es lo bueno y si no lo hacemos somos malos, algo con lo que tendremos que lidiar también el resto de nuestra vida.

La famosa frase de la canción de Serrat, "eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca" y yo añado el "así no, malo, que eres más malo", algo que va haciendo que los niños vayan adquiriendo la cultura del soy malo,... soy tonto, no valgo para nada, parezco idiota, soy lelo, no se te puede mandar nada todo lo haces mal, serás marrano, eres un desastre, te mando con tu abuela no hay quien te aguante, ....  (¿nos suenan frases de este estilo?) y si todo eso nos ha llegado bien dentro de nosotros y nos vamos sorprendiendo en actuaciones que nos lo confirman  (ya sabemos que nuestro cerebro busca seguridad y para ello, afianza sus creencias eligiendo con que quedarse de todo lo que le llega, es la famosa memoria selectiva), ya tenemos el sentimiento de culpabilidad perpetuo por no saber hacer, decir, estar o ser lo que se espera de nosotros.

Otros casos ya mucho más serios son aquellos en los que por medio hay abusos de cualquier tipo y los aprendizajes han sido ya totalmente erróneos, como creer que para ser amado le tienen que dañar o tiene que dañar, si amas a alguien tienes que sentir celos, si te trato mal es porque eres la persona cercana y a la que más quiero, te grito y humillo pero luego te beso o te doy un premio, etc., etc, etc.

Hay tantas variantes para poder aprender a no perdonarnos, que lo suyo es que cada uno nos hagamos una buena reflexión de donde estamos y de donde procede lo que nosotros creemos que no podemos perdonamos.

Perdonarse requiere trabajo, a parte de localizar el por qué no sentimos culpables (es clave ya que sin este paso no pueden venir los demás), identificar las situaciones y que tipo de emociones tenemos cuando actuamos de una determinada manera (ira, miedo, duda, inseguridad, falta de compasión, desprecio,.... )https://lascosasquetieneeloisa.blogspot.com/2019/08/area-emocional.html

Le sigue que si hemos hecho algo que ha hecho daño, al margen de que para nosotros no sea en ese momento motivo para dicho daño, el pedir disculpas de corazón, el hecho de responsabilizarse de la acción cometida y el reconocimiento hacia la persona o grupo que ha recibido las consecuencias de una conducta nuestra, es parte del proceso de perdonarnos.

Para poder perdonarse tiene que aparecer por dentro la humildad, sin ella difícilmente podremos reconocernos en error, cuando lo más humano es errar y no una vez, sino muchas y muchas, como parte del aprendizaje de vida ; pero es posible aparezca el orgullo del ego agudizado por el miedo a que nos digan "nene malo tú tienes la culpa y se te va a castigar" o por la inseguridad de sentir "no se hacer nada bien, se van a burlar o aprovechar de mí" o la falta de autoestima que nos hace reaccionar con orgullo o falta de humildad para tapar nuestra vulnerabilidad.

Por eso es tan importante la reflexión personal de identificar emociones y de donde proceden esas emociones y asumirlo como parte de la vida, sin quitarle importancia, pero sin ponérsela desmesuradamente ya que, es el pasado, que es inamovible, de ahí solo nos queda reconocerlo para aprender de él ; no es más que querer aprender de lo vivido para conocerse y no repetir aquello que no queramos repetir, que tengamos libertad de elegir qué queremos hacer y no que nos lleven nuestras emociones y que controlen nuestra vida nuestras pautas erróneas aprendidas.

Perdonarse es un acto de amor propio, de quererse, de aceptarse como se es, con los aciertos y los errores, asumiendo responsabilidades en vez de castigarse, aceptando un cambio de comportamiento y adquiriendo el compromiso con nosotros mismos de que cada día nos vamos a hacer más felices a nosotros mismos y con todo ello, haremos más felices a los demás ya que entablamos (cada vez que aprendemos de un error y lo asumimos) relaciones mucho más sanas.

Para poder perdonar a los de fuera, primero hay que saber perdonarse ; lo estricto que seas en este sentido para los demás, lo eres para ti mismo (lo que es arriba es abajo, lo que es dentro es fuera, lo que es allí, es aquí).

Se pierde una gran energía estando todo el día culpabilizando y culpabilizándose, una pérdida absurda de energía, pero como nos han enseñado a vivir con ello, creemos que es normal, cuando lo normal sería emplear esa energía en fomentar las habilidades y la creatividad.

Utilizar el perdón es cerrar ya de una vez el pasado que nos hace daño y vivir el presente sin el lastre de la culpa, enfocando la vida a un cambio, al mejoramiento y desarrollo de nuevas experiencias, en vez de retenerte en un pasado inamovible.

Aunque esta reflexión resulta muy lógica, quitarse lo malo de encima para poder vivir lo bueno, no resulta fácil de hacer a muchas personas , ya que  tienen miedo a perdonarse porque les saca de su área de confort y creen perder su sentido de identidad que han construido con base en el enojo, el resentimiento y la vulnerabilidad. Por miedo al cambio prefieren vivir siendo iracundos y reactivos, capaces de sentirse resentidos por cualquier cosa que les contrarie, mermando la calidad de las relaciones sociales, empezando por las familiares.

Aquí es donde hay que preguntarse ¿merece la pena permanecer en esta seguridad de vida asentada en la confrontación y el daño? ¿compensa las relaciones personales fallidas? ¿compensa no asumir el error y seguir de la misma manera? ¿se es feliz viviendo así? Ten en cuenta que la incapacidad de ejercer el perdón hacia uno mismo y los demás, proviene del resentimiento y la ira, dos emociones que a la larga provocan estragos en la salud, algo ya demostrado científicamente https://lascosasquetieneeloisa.blogspot.com/2019/08/la-ira-emocion-primaria.html.

Quizás haya que aprender a mirar el perdón y el perdonarse de otra manera, no como un sacrificio ni un esfuerzo, ni siquiera como la pérdida de la seguridad o la identidad personal, si no todo lo contrario ; mirarlo como un ganar, como una oportunidad de experimentar emociones y vivencias mucho más enriquecedoras, con más alegría, generosidad y confianza en uno mismo. Tan solo se trata de enfocar los pensamientos en lo que ganas y no en lo que pierdes (cuando encima lo que pierdes no te está beneficiando).

Amor a uno mismo eligiendo lo que me hace bien y descartando lo que me hace mal ; perdonarse es elegir el bien para nuestra vida, es asumir y aceptar quienes somos en lo menos bueno, aprender de ello, responsabilizarse y rectificar, es decidir querer vivir buenas relaciones en el presente, dejando en el pasado lo pasado.
Considera el perdón como un viaje, no un destino. Si eres propenso a pensar que no puedes "llegar" al autoperdón, es posible que estés saboteando tus opciones de empezar el viaje del perdón. 
Es recomendable aceptar que el perdón es un proceso constante y que tendrás días buenos y malos, como la mayoría de los sentimientos y las experiencias en la vida. 
Quizás sientas que has alcanzado un punto de perdón, solo para que suceda algo que te haga sentir que todo fue en vano y que estás de regreso como al principio, enojado y molesto contigo mismo. El mejor enfoque es dejar que los deslices ocurran y verlos como reveses de menor importancia en un estado de mayor capacidad de perdonar. 
Adicionalmente, ten en cuenta que el perdón no tiene un horario predeterminado.   http://es.wikihow.com/perdonarte-a-ti-mismo

Perdonar y perdonarse requiere una premisa indiscutible, que sea real, no vale fingir que pido perdón para que la otra parte se lo crea y nos perdone ; tú cargas con la consecuencias de tu acción más la de saber que has mentido (sigues llenando la saca de lo que te tienes que perdonar) y tampoco vale engañarse a uno mismo fingiendo que me perdono poniendo como cortina de humo el me olvido de ello y está perdonado (vuelves a llenar la saca con algo más que perdonarte).

No vale acumular debajo de la alfombra, eso no cura ; lo que hay que hacer es ir limpiando de verdad y si puedes con aspiradora que es más rápido y mejor, porque solo se vive una vez y el tiempo es algo que no se puede recuperar ; tiempo que no eres feliz, tiempo que se va y no vuelve, por eso hay que ser consciente (hoy mejor que mañana) de que, perdonarse es una misión prioritaria.