Después de comentar que son las dinámicas de poder, ahora le toca a las dinámicas de poder en la familia, que se refiere a cómo se distribuye la autoridad, el control y la influencia entre las/os distintas/os miembros, incluidos abuela/o, madre, padre, hijas/os y hermanas/os. Estas relaciones y jerarquías afectan la forma en que las personas miembros de la familia se comunican, toman decisiones, se apoyan entre sí o entran el conflicto.
Evidentemente, dependiendo de las diferentes culturas (por ejemplo el patriarcado)y sus respectivas evoluciones, estas dinámicas de poder también son diferentes, por lo que analizar todas bajo el mismo patrón resulta complicado, no obstante esta objeción, lo que escribo es de forma generalizada.
Abuela-abuelo-madre-padre-hija-hijo-nieta-nieto
En muchas familias, la abuela y el abuelo mantienen una gran influencia debido a su experiencia y a los valores que representan. Sus opiniones suelen ser respetadas y, en muchos casos, pueden tener el poder de influir en las decisiones familiares, especialmente en cuestiones de educación y valores. Es lo que se puede denominar influencia generacional, que en muchas familias es menor ya que suelen ser la madre y el padre los que ejercen la autoridad sobre sus hijas/os, equilibrando o estableciendo límites con sus progenitores.
En algunas familias pueden venir conflictos de poder, si la abuela y el abuelo tratan de ejercer demasiado control sobre hijas/os y nietas/os, lo cual crea tensiones; esto es común cuando no están de acuerdo con las decisiones de la madre o el padre sobre cómo criar a las hijas/os o manejar la familia.
La abuela y el abuelo suelen ser figuras de apoyo y amor para las nietas/os, y en muchos casos, son percibidos como menos estrictos que los progenitores. Este rol de guía amable y de respeto les otorga un poder especial de influencia, especialmente si el vínculo emocional es fuerte.
La madre y el padres suelen tener el poder principal en la familia. Este poder incluye tomar decisiones clave sobre la crianza, la educación, la disciplina, valores, autoconfianza, capacidades personales,..., importante para guiar y proteger, especialmente en la infancia y la adolescencia.
En los momentos actuales, en algunas familias, la abuela y el abuelo asumen un rol de crianza cuando los progenitores no están presentes, lo que les da un poder sobre las nietas/os. Esto cambia por completo la dinámica y les coloca en una posición de autoridad, lo cual tiene aspectos positivos y aspectos negativos que hay que saber equilibrar.
A medida que las hijas/os crecen, pueden influir cada vez más en sus progenitores, especialmente en asuntos de tecnología, cultura y valores modernos. Las/os adolescentes pueden tener una influencia creciente en el hogar y, a menudo, desafían la autoridad de la madre y el padre, lo cual puede provocar conflictos y negociaciones de poder.
Cuando las hijas/os alcanzan la adultez, las dinámicas de poder cambian y los progenitores suelen pasar de una relación de autoridad a una de apoyo y respeto mutuo. A su vez, las hijas/os adultos pueden influir en decisiones familiares importantes, como el cuidado de sus progenitores cuando son mayores.
Hermanas-hermanos
Estas dinámicas de poder pueden variar a lo largo de la vida, desde la infancia hasta la adultez, y evolucionan conforme maduran las personas. Trabajar en estas relaciones y fomentar el respeto y el entendimiento mutuo es esencial para mantener un vínculo equilibrado, que puede convertirse en una fuente de apoyo y estabilidad en el futuro, de lo contrario, será un foco de conflictos personales.
¿Qué factores influyen en las dinámicas de poder entre hermanas/os?
1. Jerarquía de Edad
- El rol de la hermana/o mayor- Tradicionalmente, la hermana/o mayor suele asumir un rol de liderazgo o protección sobre el resto. Esta posición de poder se refuerza cuando la madre y el padre delegan responsabilidades en ella/él, como cuidar de las más pequeñas/os o servir de ejemplo.
- Expectativas familiares- Muchas veces, los progenitores también esperan que la hermana/o mayor sirva de modelo a seguir, lo cual le da un tipo de poder indirecto, ya que influye en cómo el resto de hermanas/os se ven a sí mismas/os y en lo que se espera de ellas/os.
- Resentimiento o admiración- Las/os hermanas/os menores pueden sentir admiración o competencia hacia la/el mayor, quien ocupa una posición privilegiada. Este tipo de jerarquía puede generar un vínculo protector o, por el contrario, resentimiento si las/os hermanas/os menores perciben que la/el mayor tiene ventajas.
2. Competencia y Comparación
- Competencia natural- Las/os hermanas/os suelen competir por la atención y la aprobación de sus progenitores, y esto establece una dinámica de poder en la que intentan destacar en distintas áreas (deportivas, académicas o de comportamiento) para ganar reconocimiento.
- Comparaciones y favoritismo- Si la madre y el padre hacen comparativas entre sí o muestran favoritismo hacia alguien, la competencia se intensifica, generando conflictos de poder. La hermana/o que recibe más elogios o atención puede asumir un papel dominante, mientras que el resto pueden sentirse relegadas/os.
- Efecto en la autoestima- La comparación puede influir negativamente en la autoestima afectar su relación. Esto crea una dinámica en la que la hermana/o menos favorecida/o puede desafiar constantemente al quien cree que tiene el poder o, por el contrario, volverse más sumisa/o, dependiendo del carácter y la impronta personal de cada cual.
3. Roles Familiares y Etiquetas
Asignación de roles- A menudo, los progenitores asignan inconscientemente etiquetas a sus hijas/os, como “la responsable”, “la rebelde”, “la estudiosa/o” o “la graciosa/o” o "la torpe" o "la pesada". Estas etiquetas moldean las dinámicas de poder entre hermanas/os, ya que el rol asignado puede otorgarles cierta influencia en la familia o relegarles a "mero bulto familiar".
Limitaciones de los roles- Estas etiquetas pueden afectar la forma en que cada miembro percibe su lugar en la familia y en relación con el resto, lo que crea una relación en la que se intenta ocupar o proteger los roles. Esto limita las oportunidades de desarrollarse fuera de esa "etiqueta", perpetuando la dinámica de poder establecida.
Conflicto por roles- Si una de los hermanas/os intenta cambiar su rol o ser visto de una manera diferente, esto generalmente crea conflicto.
Por ejemplo:
Si “la responsable” intenta delegar tareas o tomarse un respiro, puede encontrar resistencia tanto de sus progenitores como de las hermanas/os.
Si la que era "la sumisa" decide dejar de serlo, encontrará también la oposición del resto.
La considerada "desastre" cualquier error normal de vida, será juzgado bajo el prisma de la culpabilidad individual por ser desastre, sin posibilidad de que la responsabilidad no sea de la persona.
En el rol de "la rebelde", será juzgada de irrealista, temeraria, inconsciente y en caso de que en la vida no le vengan muy bien dadas, también se la hará pagar las consecuencias del rol asignado.
La hermana/o considerada/o "la vaga", puede que asuma ese rol de por vida al no cuestionarse salir de él porque le han educado a que hay que respetar los roles familiares.
"La llorona" puede ser desacreditada en sus valoraciones por emocional y poco realista, por lo que no la dan valor ni la capacidad del poder en las actuaciones importantes.
Los roles son prácticamente infinitos, porque además, se nos pueden asignar más de uno a cada persona.
4. Personalidad y Carácter
Extroversión vs. Introversión- La personalidad de cada hermana/o también influye en las dinámicas de poder. La extrovertida/o y segura de sí misma puede asumir una posición dominante en la relación, mientras que la introvertida/o o más reservada/o puede tomar un rol más pasivo.
Resistencia y conformidad- Algunas personalidades tienden a adaptarse o ceder para evitar conflictos, mientras que otras prefieren resistir o imponer su voluntad. Esto da lugar a relaciones donde alguien busca tomar el liderazgo en la mayoría de las decisiones, y otra hermana/o se adapta.
Roles complementarios o de rivalidad- Dependiendo de sus personalidades, algunas hermanas/os desarrollan una relación complementaria en la que ambos ocupan roles opuestos y se apoyan en sus diferencias, mientras que otras caen en una relación de rivalidad constante.
5. Influencia Parental y Manipulación
Poder mediante la manipulación- En algunos casos, una/o de las hermanas/os puede aprender a manipular a los progenitores para conseguir lo que desea, lo que le da poder sobre el resto. Por ejemplo, puede buscar obtener favores adicionales o señalar los errores de otra hermana/o para parecer "la mejor hija/o".
Dinámica de alianzas o competencia entre padre y madre- Si uno de los progenitores favorece a una hija/o, esta puede usar esta preferencia como una ventaja, reforzando la dinámica de poder en la relación con sus hermanas/os. Esta dinámica puede incluir comportamientos de protección o de competencia, según el vínculo con la madre y el padre.
Influencia sobre la percepción familiar- Una hermana/o que se presenta como “la buena” o “la inocente” ante los progenitores, puede obtener un tipo de poder al manipular la percepción que tienen de ella/él, poniendo a otra hermana/o en desventaja o en una posición de rivalidad.
6. Colaboración y Respaldo Mutuo
Trabajo en equipo- A pesar de las rivalidades, muchas veces se desarrolla una relación de apoyo mutuo, donde cada persona respeta y comprende el rol de la otra. Este tipo de dinámica fomenta la cooperación en lugar de la competencia, y puede dar lugar a una relación equilibrada.
División de tareas y liderazgo compartido- Las hermanas/os que colaboran suelen dividir responsabilidades y se turnan para liderar, lo cual equilibra el poder entre ellas/os y permite que cada uno contribuya según sus habilidades y fortalezas.
Desarrollo de una alianza frente a la familia- En algunas familias, las hermanas/os crean una alianza en la que se apoyan mutuamente y se respaldan frente a las dificultades, tanto familiares como externas. Esta alianza refuerza su vínculo y les permite actuar como un equipo.
7. Efecto a Largo Plazo en la Relación entre Hermanos
Relaciones equilibradas- Cuando las hermanas/os logran desarrollar un equilibrio en el poder y respeto mutuo, es más probable que tengan una relación cercana y estable en la adultez, con un vínculo sólido y basado en el apoyo mutuo.
Distanciamiento o resentimiento- En cambio, los conflictos de poder no resueltos pueden llevar a relaciones tensas o incluso a la separación en la adultez, especialmente si una de las hermanas/os ha sentido resentimiento por el favoritismo o por el rol impuesto o si se sale del mismo y el resto no lo acepta.
Respaldo emocional en la vida adulta- Las hermanas/os que han logrado superar sus diferencias de poder suelen convertirse en un recurso de apoyo emocional en la vida adulta, lo que fortalece su vínculo y crea una relación más equilibrada y saludable.
DINAMICAS DE PODER EN EL TRABAJO
DINAMICAS DE PODER EN LA AMISTAD
DINAMICAS DE PODER EN LA PAREJA
Como pasa con los roles de género de el patriarcado, en los cuales se nos encasilla, igual de peligrosos pueden llegar a ser los roles familiares que marcan y limitan de por vida a través de las dinámicas de poder en la familia.
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