jueves, 21 de noviembre de 2024

Mujer estoica

Las cosas que tiene Eloisa

Hay un refrán que dice que hay que tomarse la vida con filosofía y yo estoy de acuerdo y en mi descubrimiento de la filosofía estoica, he decidido que ser un poco de todo está muy bien y que sentirme una mujer estoica me seduce mucho para no complicarme la existencia y "tomarme la vida con filosofía".

Esto de vivir es un poco locura y en muchos momentos en los que las circunstancias te hacen parar y pensar ¿qué pasa? o ¿cómo sigo?, ¿qué pienso? o ¿en qué me equivoco?, parar y hacer caso a esta filosofía puede darte un poco de calma y tranquilidad en medio del caos.

El estoicismo, con su énfasis en la virtud, la razón y la aceptación de lo que está fuera de nuestro control, ofrece una perspectiva única y con esta idea en la cabeza te voy a contar un poco que es, bajo mi punto de vista, ser mujer estoica.

Ser una mujer estoica

Es aprender a vivir de manera más consciente y poner en entredicho lo que hemos aprendido a través de la familia, la educación y la sociedad. Cambiar el prisma con el que vemos la vida depende de nosotras; gracias a vivir donde vivimos con acceso a mucha información, podemos leer y de muchas informaciones diferentes, para quedarnos con lo que nos resuene; por ejemplo, a mí el estoicismo me suena bien.

Si sólo leemos de lo conocido, vamos a reforzar las ideas que tenemos porque todo se alinea a eso que ya sabemos; si somos capaces de leer información diferente e incluso contraria, es cuando ya podemos elegir qué queremos creer, qué queremos pensar y cómo queremos llevar nuestra vida. Elegir, esa es una de las grandes libertades de vida, elegir sin estar excesivamente condicionada/o, aunque ya sabemos que siempre lo estamos, aunque queramos creer que no.

Uno de los conceptos que me parece interesante y que ya lo tenía entendido, es el de la aceptación (no resignación). Aprender a aceptar lo que está fuera de nuestro control y a enfocarnos en lo que sí podemos cambiar y esto, lo podemos aplicar a todas nuestras áreas de la vida. Hacer lo que sí puedes hacer y no hacer más de lo que puedes hacer, ese es el equilibrio del que nos habla el libro de Los 4 acuerdos

No quieras resolver lo que no te corresponde resolver, porque además no lo vas a poder hacer y es ir más allá de lo que tienes y puedes hacer; es lo mismo que decir acepta que hay cosas que no vas a resolver y haz algo con las que sí puedes hacer algo …  ¡Quiero ser mujer estoica!

Te voy a contar mi experiencia personal: yo tenía creencias, conceptos, actuaciones, vivencias, debates, escritos, etc. sobre la igualdad, el machismo, el patriarcado, etc. Mi visión era sesgada, obsoleta y por qué no decirlo, machista. Lo de empezar a leer tiene sus réditos y a través de informarme en las consecuencias del machismo y de los roles adquiridos, me he dado cuenta de mis propias experiencias de vida y lo poco o nada que sabía que estaba condicionada al vivir bajo una estructura patriarcal.

Ahora estoy algo más informada y, aunque me tenga que seguir informando, sé que en mi mano no está cambiar el mundo y este sistema patriarcal (El patriarcado; imagen de Procusto ysu lecho) enraizado en todos los contextos, pero lo que sí puedo hacer es empoderarme como mujer (El empoderamiento), transmitir lo que voy aprendiendo y que luego cada persona se quede con lo que pueda quedarse. Si consigo que una mujer entienda algo más quién es y a qué ha dado permiso en su vida con respecto a la igualdad de género, me doy por satisfecha, además de, si consigo que un sólo hombre se de cuenta de quién es y a qué a dado permiso en su vida con respecto a la igualdad de género, … ¡ya sería la pera!

Todas y todos somos responsable de la desigualdad de género, por no querer informarnos y conocer otras alternativas de vida por ejemplo en el caso de ellos otras masculinidades, en nuestro caso a través del empoderamiento femenino.

Fin de mi ejemplo personal y sigo con lo de ser una mujer estoica y por qué la filosofía estoica nos puede beneficiar. Principalmente nos dirige a sacar lo mejor de nosotras, esas habilidades y capacidades que muchas veces no la tenemos potenciadas, como son: 

Empoderamiento

El estoicismo nos enseña a tomar las riendas de nuestra vida y a no dejarnos llevar por las circunstancias, brindándonos herramientas emocionales para empoderarnos, como aceptar que, aunque no podemos controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor, sí podemos controlar nuestra reacción ante los eventos. Es decir, nos otorga la capacidad de responder de manera consciente y racional a las adversidades, en lugar de dejarnos arrastrar por ellas.

Una es una y sus circunstancias, pero su vida no son las circunstancias, es lo que ella quiera vivir con esas circunstancias; las acepto o las cambio, sin andar con más bobadas. 

Saber que nosotras tenemos capacidad de decisión fomenta la autosuficiencia y nos enseña a confiar en nuestras propias capacidades para buscar soluciones dentro de nosotras mismas sin depender de otra persona. Esto de jugar en la vida es como una rueda porque, al ir adquiriendo más autosuficiencia y ser capaces de dar soluciones a nuestros problemas, nos aumenta la autoestima.

Para ser autosuficientes tenemos que reconocer nuestras fortalezas y trabajar en nuestras debilidades para mejorarlas en la medida que necesitemos, de esta forma por añadidura, fortalecemos nuestra autoestima y confianza en nosotras mismas ¡y la rueda sigue girando! En el reconocimiento de nuestras fortalezas y nuestras debilidades está la clave.

Autosuficiencia y autoestima juntas, promueven el tener una mayor libertad porque ya no necesitamos a alguien externo para solucionarnos la vida, ya elegimos a alguien externo para compartir vida (amistades, trabajos, parejas). Ya no nos sentimos validadas o no por circunstancias externas que nos pasan o por opiniones de otras personas, algo que nos da mayor libertad y tranquilidad personal.

Y una de las cosas que más me gusta del empoderamiento a través de convertirnos en una mujer estoica, es que nos ayuda a identificar lo que realmente nos importa en la vida, permitiéndonos vivir de forma más plena, significativa y en paz.

Resiliencia

¿Qué ocurre cuando somos capaces de ser autosuficientes y nos empoderamos? que nos volvemos unas resilientes natas, que es la habilidad de sobreponernos a las dificultades, de mantener una actitud positiva y de seguir adelante a pesar de los obstáculos.  Al desarrollar nuestra fortaleza mental, somos capaces de superar cualquier obstáculo que se nos presente.

Como ya he dicho antes, los estoicos comprendían que muchas cosas en la vida están fuera de nuestro control. y al aceptar esta realidad, evitamos la frustración y la desesperanza que surgen cuando tratamos de cambiar lo inmutable. Sin en lugar de intentar cambiar algo que no podemos y de lamentarnos por lo que no podemos controlar, nos concentrarnos en lo que sí está en nuestro poder (acciones, reacciones y pensamientos), estaremos potenciando nuestra resiliencia, que como muchas otras capacidades, se entrena y cada vez nos sale mejor y más fácil

Como mujer estoica, no se nos puede olvidar que los problemas son temporales y que lo que hoy nos parece un drama, en un tiempo nos daremos cuenta de que fue un momento necesario para ir a algo distinto y probablemente mejor para nosotras. A mío por lo menos, saber que nada dura eternamente me ayuda a pasar el chaparrón del momento y restarle importancia.

Paz interior 

El estoicismo nos ayuda a encontrar la calma en medio de las tormentas que pasamos en la vida, porque no ocurre sólo una vez que nos caiga un chaparrón encima, por eso la práctica de la capacidad de ser resiliente nos lleva a una paz con nosotras mismas porque sabemos que no vamos arreglarlo todo (ni falta que hace) y vamos a salir de la nueva tormenta una vez más, así que, sólo nos queda disfrutar de cada momento, venga como venga.

Otra de las virtudes que nos enseña el estoicismo es a ser agradecidas con las cosas buenas que nos pasan en la vida, algo que contribuye a que estemos más satisfechas y por ende, aumentamos nuestra paz. La gratitud actúa como antídoto de la negatividad, ese mal rollo continuo de insatisfacción que en ocasiones nos lleva a depresiones y a la inmovilización en las situaciones.

Al centrarnos en lo que tenemos, en lugar de en lo que nos falta, nos ayuda a ser más felices lo que de nuevo va llenando el saquito de la paz interior. Algo sobre lo que leer del  agradecimiento.

La filosofía estoica nos enseña que la verdadera felicidad no reside en lo que tenemos o no, ni en las circunstancias externas, sino en nuestra actitud ante ellas y el agradecimiento por lo que somos y tenemos. Es cuestión de ser sabias y practicar la aceptación de las circunstancias y la valoración de nosotras mismas (empoderamientoante ellas para encontrar nuestra paz interior.  

La paz y tranquilidad no viene con un chasquido de los dedos; de nuevo nos encontramos con otra capacidad que se entrena porque no es inalterable ni inamovible, se nos va y se nos viene, por lo que no nos queda más que currarnos en el día a día esto de ser mujer estoica con sus principios.


Conexión con las demás personas

Todo es cuestión de práctica, osea de ponerse la pilas y no quedarse en un conformismo como pasa a algunas personas con eso de la autocomplacencia, o quedarnos en el catastrofismo que nos lleva al miedo y a la inmovilización. 

¿Conoces a alguien que sea feliz y esté contento sintiéndose que es víctima de las circunstancias y que no puede hacer nada? Yo la verdad que no y si no están felices, sus relaciones personales pasan a ser más complicadas, algo que dificulta la paz interior y el bienestar personal.

Cuando somos capaces de no sentirnos víctimas y de aceptar lo inevitable porque hay cosas que no están bajo nuestro control y nos enfocamos en salir de una forma más o menos airosa (la resiliencia) porque le hemos dado un enfoque diferente al problema, nos encontramos con esa paz interior que nos equilibra y nos serena para poder dar lo mismo a las demás personas y crear unas relaciones más satisfactorias. 

Comprender que todas las personas experimentamos dolor y sufrimiento fomenta la empatía y la compasión; nos comprendemos, por lo tanto comprendemos, nos queremos, por lo tanto podemos querer, nos encontramos en paz, por lo tanto podemos transmitir paz, no nos juzgamos, por lo que somos capaces de no juzgar, practicamos la compasión con nosotras, ídem para fuera, ….  ¿A que nos lleva? a tener una conexión de verdad con unas relaciones sanas a pesar de las circunstancias, a pesar de los conflictos momentáneos, a pesar de la incertidumbre, a pesar de …

Yo quiero ser mujer estoica, por eso escribo sobre ello, por eso quiero leer y escuchar sobre la filosofía estoica, algo que me ayuda a estar algo más en paz en los momentos complicados.


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