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miércoles, 16 de diciembre de 2015

Agradecimiento

Si buscamos agradecimiento en el diccionario, nos dice que es el sentimiento o muestra de gratitud por algo recibido y si nos vamos a gratitud nos dice que es agradecimiento, reconocimiento de un favor o beneficio que se nos ha hecho.
Siguiendo con lo que nos dice el diccionario y buscando los sinónimos o las palabras afines según la RAE, nos encontramos con que tiene: gratitud, reconocimiento, correspondencia, gratificación, obligación, cumplimiento, devoción, reverencia, rezo, tributo. En un diccionario de sinónimo encuentro que al agradecimiento también lo relacionan con complacencia, satisfacción, premio, retribución y devolución.

Las cosas que tiene Eloisa

La palabra "agradecimiento" proviene del latín:

"ad-": partícula que indica dirección hacia algo.
"gratus": significa "agradable", "agradable al gusto" o "bien recibido".
"-ecer": sufijo que indica un proceso de cambio o desarrollo.
"-mentum": indica el resultado de una acción o un instrumento.

Todo junto, podemos decir que agradecimiento significa, literalmente, "el acto de llegar a un estado de gratitud" o "el resultado de sentir gratitud". Una palabra, agradecimiento, y 14 palabras relacionadas; no está nada mal para reflexionar sobre ello, por lo que ahora voy a dar mi versión "eloista" de su significado.

Agradecimiento y gratitud se nutren la una de la otra y nos derivan a que se trata de el reconocimiento de un favor dado o un beneficio que nos han hecho, de tal manera que si nos vamos a la palabra reconocimiento, tenemos que es la acción o efecto de reconocer o reconocerse ¡esto se pone interesante!


La palabra reconocimiento está compuesta por tres partes y proviene del latín: "re" que significa repetición, el verbo "cognoscere" conocer o percibir y "mento" sinónimo de instrumento; lo que significaría "el acto de percibir, valorar y aceptar algo o a alguien".

Que bonito lo de sentir que valoras, algo y a alguien, y que bonito es sentir que valoran algo que tú aportas o quién eres; es como sentir plenitud y alegría de vida, con la satisfacción que conlleva. A esta reflexión llego porque si somos capaces de valorar lo que tenemos y a quienes tenemos al lado, si reconocemos su importancia, no sentiremos "carencia de", así mismo, si nos sentimos importantes en lo que somos y en lo que aportamos a las personas que nos rodean, el grado de satisfacción nos llena tanto que tampoco sentimos "carencia de" ¿Y si el agradecimiento es a nosotras mismas? ¿Si hacemos un reconocimiento de lo que somos, lo que podemos, lo que aportamos, los logros conseguidos, de nuestras limitaciones, de nuestras capacidades? ¿Sentiríamos también satisfacción personal? ¿Se podría llamar felicidad?


Si junto todo lo que he escrito hasta ahora, me encuentro que tanto la palabra agradecimiento como la palabra reconocimiento llevan la misma terminación (indica el resultado de una acción o un instrumento), por lo que la conclusión puede ser (así lo afirma el "eloismo") que son un instrumento para ser feliz e implican el resultado de la acción de ser feliz, que es la felicidad.  


Los entendidos dicen que cuando expresamos gratitud, se activan áreas del cerebro asociadas con la recompensa y el placer (se libera dopamina, un neurotransmisor), lo cual genera sensaciones positivas y refuerza el comportamiento de ser personas agradecidas. Estos circuitos cerebrales que se activan con el agradecimiento se fortalecen con la práctica, lo que significa que cuanto más cultivamos la gratitud, el reconocimiento y la apreciación de lo que vivimos, más fácil será sentir igual en el día a día y en el futuro.


Ser agradecido es mucho más que decir gracias, es sentir agradecimiento por la vida, es la actitud de valorar lo bueno que tenemos, y reconocer que a pesar de los desafíos y dificultades, vivimos muchísimos momentos (pequeños o grandes, depende de cómo los quieras ver) buenos e incluso muy buenos. 
El poder del agradecimiento, un regalo que podemos darnos a nosotras mismas, y que nos llena de satisfacción y felicidad. Y lo mejor de todo es que cuanto más agradecemos, más capacidad tenemos para apreciar las cosas buenas. ¿No crees que esto debería enseñarse desde la infancia? Es un valor que tenemos y podemos brindarnos en la vida, que nos mueve a estar satisfechas, plenas y felices, sabiendo que (porque lo dicen los expertos), nos vamos a seguir dando ese poder a medida que lo usemos; cuanto más lo usemos, más poder tendremos. 
A través del agradecimiento cultivamos una sensación de plenitud y felicidad, es como si nuestros ojos se abrieran a un mundo lleno de posibilidades y oportunidades.


El agradecimiento es un valor rentable, una apuesta de vida en la que invertir dedicación y tiempo, para poder tirar de él en los momentos difíciles de la vida que nos tocarán pasar (de esto no se libra nadie) y poder ser felices el mayor tiempo posible. Sin pecar de ingenuidad, porque ya sabemos que la felicidad son una serie de momentos positivos que experimentamos a lo largo de la vida, teniendo en cuenta que lo de ser feliz es muy subjetivo, y precisamente por esta subjetividad, se puede intervenir con "la herramienta del agradecimiento".


Hay que ponerle la acción de agradecer a la vida; sin la acción, sin el querer hacer, sin el querer ser, no puede venir el agradecimiento (de esta idea hablo un poco más adelante). Actuar, hacer algo para reconocer que tenemos muchos motivos para estar agradecidas por lo que vivimos, incluso con lo que consideramos "malo" o negativo. 

A la mente hay que inducirla a pensar en positivo; cuando nos centramos en lo que tenemos, en lugar de en lo que nos falta, activamos esos circuitos neuronales asociados con la felicidad y el bienestar. Si tú conduces a tus pensamientos, estos te conducirán a emociones positivas que te harán tener sentimientos agradables con los que disfrutar de la felicidad (¡la dopamina en acción!) ¡maravillosa cadena sin fin !

La próxima vez que te sientas el peso de las preocupaciones, haz una pausa y busca algo por lo que estar agradecida. Puede ser algo tan simple como una taza de chocolate caliente, un abrazo de un ser querido o la belleza de un amanecer, incluso ver una buena tormenta  al calorcito desde la ventana de casa. 
Busca haciendo un ejercicio de apreciación, y aunque sea obvio, recuerda que vives, gran motivo para estar agradecida. La gratitud es como un músculo que se fortalece con el uso. Cuanto más agradecemos, más cosas tenemos por las cuales estar agradecidas. Es un círculo virtuoso que nos lleva a una vida más plena y satisfactoria.

Si crees que no tienes motivos para estar en gratitud de vida, invéntalos; fabrícalos con tu imaginación. La mente es capaz de hacerte sentir muy feliz o muy desdichada, porque como ya hemos visto, esto de la felicidad es subjetivo. 
Si no se puede por una misma (momento traumático, hábitos a pensamientos negativos, falta de serotonina o dopamina …). Yo propongo empezar por utilizar el agradecimiento para sentirse feliz; si una se fija en lo mejor que tiene y lo agradece, la visión de la realidad varía. Quizás las circunstancias no puedan cambiar, pero la forma de ver las circunstancias sí se puede cambiar. 
 "Si cambias la forma de ver las cosas, las cosas que ves cambian, famosa frase de Wayne W. Dyer. 
Hay situaciones irreversibles, pero hacer aceptación de la situación y verla de otra perspectiva, hace vivir el momento con emociones diferentes. Mi propuesta es vivir con agradecimiento de lo bueno que nos ocurre y con la aceptación de lo no bueno.

Las cosas que tiene Eloisa
La aceptación y la no resistencia consiste en que, en vez de oponerse a la realidad, se aplica la ley de la polaridad (todo tiene dos lados opuestos y con la misma fuerza; luz/oscuridad, calor/frio, amor/miedo, ying/yang, …). Cada situación que tiene "algo mal", tiene exactamente lo mismo que de "algo bueno", solo hay que verlo; lo que quieras elegir de las dos opciones, es de lo que construirás tu realidad.


Esta idea de aceptar la realidad no es nueva de estoy últimos años, la corriente filosófica del estoicismo promulgaba una vida feliz a través de la ella. Los estoicos, como Marco Aurelio, Séneca y Epicteto, creían que cultivar la gratitud era esencial para vivir una vida plena y feliz, incluso en medio de las adversidades. 

La gratitud nos ayuda a aceptar las circunstancias presentes, buenas o malas, y a encontrar el lado positivo en ellas. En lugar de centrarnos en lo que nos falta, nos invita a reconocer y apreciar lo que ya tenemos en nuestra vida.


Normalmente personas que han tenido momentos intensamente complicados saben reconocer que albergaban algunos de los mejores momentos de su vida. Me vienen a la mente: la famosísima historia de los supervivientes del accidente en los Andes, Nelson Mandela, la creadora de Harry Potter, Stephen Hawking, atletas paraolímpicos, personas con enfermedades degenerativas (conozco varias), familias con hijas o hijos con una enfermedad complicada (también conozco varias)…. 

Ver lo positivo ante la adversidad y tirar para adelante es parte de lo que denominamos resiliencia (El ser resiliente), y sin dudarlo, practicar el agradecimiento nos ayuda a desarrollar una mayor resiliencia, permitiéndonos afrontar las dificultades con una actitud más positiva y constructiva.


La habilidad de ser agradecido no lleva a mirar al presente con lo bueno; poner la atención "en el presente", porque quizás pensar que lo bueno vendrá más adelante, puede inducir a pensar que ahora no lo hay (hemos visto que es subjetivo), algo que no te invita a estar agradecida
Se trata de tener ilusión en el futuro sabiendo vivir lo bueno que tenemos en el presente; tu agradecimiento constante en tu presente, te hacer ver con ilusión tu futuro.

Todos los días nos ocurre algo por lo que dar las gracias, es imposible que no exista algo, por mínimo que sea, que no nos haga vernos en la devoción de dar las gracias. Si no estás habituado a la gratitud de lo que te pasa, empieza por esto, por agradecer un par de cosas que te pasen al día (quien dice dos, dice tres o cuatro o...).

Poner energía positiva en lo que tenemos (alegría, satisfacción, agradecimiento, …) y no poner energía negativa (miedo y preocupación) en lo que no queremos. El agradecimiento es necesario para sentir lo positivo de manera prioritaria sobre lo negativo; nos ayuda a sentirnos más felices, satisfechos y optimistas.

Te propongo el juego del agradecimiento; pon 5, 10, 25, 30 cosas por las que puedas dar las gracias en tu vida. Situaciones, vivencias, personas, cosas materiales, … de tu pasado y en tu presente, procura que sea de todas las áreas de vida (salud, entorno, familia, trabajo, crecimiento personal, ocio, economía, amor, amistad, sexo), los logros, oportunidades, momentos en la naturaleza , …, en fin, en todo lo que se te ocurra por pequeño que parezca.


Sentir agradecimiento implica acción; sentir agradecimiento es una experiencia como sentir calor, sentir frío, ... sentir de forma activa.

Sentirse agradecida implica sensación, un estado emocional; me siento alegre, me siento triste, hoy me siento guapa, hoy me siento … 

¿Qué quiero decir con lo anterior? Que hay que ponerse en acción y practicar el agradecimiento para poder sentirse agradecida en el ahora, algo que nos va a producir esa dopamina necesaria para el bienestar, porque activamos en el cerebro las áreas asociadas con la recompensa y el placer.

¿Alguna vez te has parado a pensar cómo te sientes después de expresar gratitud? Desde mi visión "eloista", yo siento calma, satisfacción y una conexión con algo más grande que yo misma.


Así que yo sin más dilación, voy con mi lista;

(diciembre 2015)
  1. -Gracias por la salud que tengo, me permite hacer muchas actividades.
  2. -Gracias por disfrutar de mis hijos, tienen salud y ya es tiempo de compartir, no sólo de educar.
  3. -Gracias a mis hijos por estar, las comidas de los sábados las disfruto y me siento cerca de ellos.
  4. -Gracias por vivir aún en mi casa, aunque ya no sea mía (Andando en un desahucio), sigo aquí después de unos cuantos años.  
  5. -Gracias por comer todos los días, esto es un privilegio enorme.
  6. -Gracias por el agua corriente, comodidad que no sabemos lo que es estar sin ella.
  7. -Gracias por tener animales en casa, siempre me ha gustado y llevo años pudiendo.
  8. -Gracias por haber encontrado un grupo con quien correr, me divierto y me siento apreciada.
  9. -Gracias por mis estupendas amigas, las quiero y me quieren, nos arropamos.
  10. -Gracias por mis amigos, me divierten, nos divertimos, disfrutamos y nos queremos.
  11. -Gracias por conocer a tanta gente distinta,... se van quedando gentes en mi vida y me encanta.
  12. -Gracias por poder pagar las facturas, sí, es un descanso poder pagar y vivir sin preocupación de deber.
  13. -Gracias por tener un móvil y un ordenador, me permiten relacionarme, aprender, estudiar, escribir.
  14. -Gracias por mi facultad para escribir, es un placer plasmar en palabras lo que surja de mi interior.
  15. -Gracias por poder ir al monte, mi cuerpo me deja correr y andar por el monte.
  16. -Gracias por mi monte, el Pagasarri, adoro subir a él.
  17. -Gracias por poder correr, me siento libre, me siento vital y me encanta.
  18. -Gracias por poder estudiar, adoro conocer, aprender cosas nuevas.
  19. -Gracias por mis relaciones laborales, las que he tenido y las que tendré, la verdad buenas.
  20. -Gracias por mis viajes, por fin lo estoy haciendo, es uno de mis sueños cumplidos.
  21. -Gracias por vivir en Bilbao, me gusta mi ciudad, chiquitina y cómoda; es preciosa y me encanta.
  22. -Gracias por tener tiempo para mí, ¡qué importante y que gozada!
  23. -Gracias por un cuerpo que me deja disfrutar, sí, está sano, vital y me veo estupenda ¡qué coño! es verdad.
  24. -Gracias por disponer de dinero para lo que quiero, tranquila, muy tranquila en este sentido y es un alivio.
  25. -Gracias por poder ser generosa con quienes me rodean, generosa económicamente y emocionalmente, algo que es parte de mi ser, ¿Cómo no voy a estar agradecida de poder ser? 
  26. -Gracias por aprender el valor de las cosas, sí, aunque me educaron para ello, con el tiempo he aprendido a quitar tonterías de mi vida, a ser menos consumista y apreciar la esencia.
  27. -Gracias por mi crecimiento personal, sin él no sería la misma, mil gracias, la verdad.
  28. -Gracias por disponer de medios para mi crecimiento personal, personas, conferencias, seminarios, libros, charlas, youtube... todo se me pone delante para ello y lo cojo.
  29. -Gracias por mis libros, muchos y variados que me aportan algo en lo que me reconozco.
  30. -Gracias por las conferencias que puedo escuchar, hoy en día hay muchas gratuitas,.... vivir en esta época me otorga este privilegio.
  31. -Gracias por haber nacido en la época que he nacido.
  32. -Gracias por la música, fuente de alegría y paz, de diversión, de entretenimiento ¡Me gusta!
  33. -Gracias por estar dotada para ser feliz (mi cuerpo hace la química necesaria para que ocurra). 
  34. -Sé que ser feliz es también una opción y doy gracias por elegirla
  35. -Gracias por mi alegría y mi sonrisa, me contagio hasta yo de ella y me gusta que los demás también se contagien de mi energía alegre.
  36. -Gracias por saber vivir en agradecimiento, sin duda me aporta ilusión por la vida. No me cabe duda de que es una virtud y un privilegio porque soy feliz.
  37. -Gracias por vivir, esto está lo último, pero debería estar lo primero.


Podría irme incluso a agradecer cosas materiales que tengo o situaciones de a diario que vivo (conversaciones agradables, gente estupenda, el sol,... ) pero creo que con esto por hoy es suficiente. 


Con el paso de los años y, siguiendo con mi práctica del agradecimiento:


(diciembre 2024)

  1. Gracias por mi salud, aún puedo seguir haciendo muchas actividades.
  2. Gracias por la madre y el padre que he tenido.
  3. Gracias por haber nacido.
  4. Gracias por mis hermanas y hermanos de los que he aprendido.
  5. Gracias por todo lo vivido hasta mis 60 años porque por ello soy lo que soy.
  6. Gracias por tener mis hijos con salud y bienestar, teniendo su sitio o buscándolo.
  7. Gracias por mis amigas, personas en las que puedo confiar.
  8. Gracias por mis amistades, muchas y variadas, de campos diferentes y que llenan parte de mi vida.
  9. Gracias por tener una pareja con la que compartir mi vida.
  10. Gracias por vivir la familia de mi pareja (madre, hijos, nueras, nietos)
  11. Gracias por poder hacer feliz a una mujer de 95 años.
  12. Gracias por el jardín tan bonito que he podido hacer.
  13. Gracias por los viajes que puedo hacer.
  14. Gracias por poder ser voluntaria de un grupo de familias especiales
  15. Gracias por haber sabido organizarles un viaje que salió perfecto.
  16. Gracias por mantener aún mi no casa
  17. Gracias por poder ayudar con mi casa a mi hijo mediano.
  18. Gracias por el abogado que ha conseguido anular la fecha de lanzamiento (Ya ha llegado).
  19. Gracias por la nueva abogada que me llevará el futuro de mi desahucio (Andando en un desahucio)
  20. Gracias porque aún tengo opciones a una vivienda de alquiler social si me fuera necesaria.
  21. Gracias por las comodidades con las que vivo.
  22. Gracias por mi empatía y mi inteligencia emocional
  23. Gracias por mi capacidad de querer seguir aprendiendo.
  24. Gracias porque no paso hambre, ni frío y por vivir en confort.
  25. Gracias por mi creatividad con las manualidades, la escritura, la poesía, los recursos de vida que se me ocurren; me hace feliz.
  26. Gracias por mi resiliencia.
  27. Gracias por tener la facultad de ver lo que he tenido y tengo.
  28. Gracias por las nuevas personas que voy conociendo y que me aprecian.
  29. Gracias por saber mantenerme al margen de las personas que no me aprecian.
  30. Gracias por ir poniendo límites sin miedo al que me dirán.
  31. Gracias por mi valentía frente a la vida, al margen del riesgo, sigo.
  32. Gracias por los momentos en los que me he sentido perdida, por ellos he buscado y encontrado un crecer personal.
  33. Gracias por mi inteligencia emocional conmigo y con las otras personas.
  34. Gracias por tener acceso a las nuevas tecnología que me ayudan a seguir aprendiendo
  35. Gracias por todos los cursos diferentes que he podido realizar.
  36. Gracias por aprender sobre temas desconocidos como feminismo, estoicismo, IA, mediación, gestión de conflictos, …
  37. Gracias por las prácticas de los cursos certificados realizados, en ellas he comprobado lo capaz que soy y lo válida que soy laboralmente también.
  38. Gracias por mi experiencia laboral cuando trabajaba; he aportado mucho y me han aportado mucho.
  39. Gracias por mis habilidades personales de saber buscar soluciones a los problemas.
  40. Gracias por mis aptitudes innatas y por mis actitudes adquiridas a lo largo de la vida.
  41. Gracias por mi positividad ante la vida, que aunque sea trabajada, he tenido la oportunidad de trabajármela.
  42. Gracias por el entendimiento de la vida y de mi vida que he podido adquirir.
  43. Gracias porque soy consciente de que quiero elegir ser feliz.
  44. y de momento lo dejo diciendo, como en la canción de Eros "gracias por existir"

Ya veis que una cosa me lleva a otra ¡Esto es infinito!... además de cambiante en cada etapa de tu vida. Lo que hoy tienes, igual mañana no, pero no importa porque seguro que tienes otras cosas.

La vida es cambiante y hay que aceptarla como tal, disfrutando y agradeciendo en cada momento lo que se tienes porque, no se sabe cuando se va a dejar de tener, y sabiendo que nada es eterno, ni las posesiones, ni las relaciones y ni siquiera una misma.


¿Cómo ves hacerte tu propia lista de agradecimiento del momento actual? Una vez que la tengas piensa... ¿no crees que tengas más de un motivo para practicar el agradecimiento?  Cuanto más agradezcas, más situaciones o logros veras para agradecer, es lo que tiene la magia del agradecimiento; si le das, él te da más.
Con esta visión "eloista" de lo que la palabra agradecimiento significa, me quedo a vivir todos los días, porque me compensa; a mí me compensa sentir agradecimiento y quiero seguir sintiendo agradecimiento.

martes, 4 de febrero de 2025

Providencia

Las cosas que tiene Eloisa-Providencia
Esta es una palabra también especial; providencia. Se le puede dar diferentes matices dependiendo de en qué ámbito se use, lo más común se refiere a que es un Dios el que sabe y dispone todo lo que ocurre en la creación; la divina providencia. 

La palabra providencia proviene del latín providentia, un término que he leído que se atribuye al orador y escritor romano Cicerón: pro- (antes), videre (ver), -nt-(el que hace la acción, el agente), -ia (cualidad).

A su vez, providentia deriva de providens, que es el participio presente del verbo prōvideō. Este verbo se compone de dos partes: pro- prefijo que significa "antes" o "hacia adelante", y videō, verbo "ver". El significado está relacionado con la acción de ver con anticipación o prever. Esta idea de previsión y cuidado se ha mantenido a lo largo del tiempo, y es por eso que la palabra providencia se utiliza para referirse a la disposición o cuidado que una deidad tiene sobre su creación, o a la capacidad de una persona para anticipar y prever situaciones futuras. 

El uso principal de la palabra providencia es para referirse que hay un Dios que tiene un plan para cada persona y para el mundo en general y provee las necesidades de sus creyentes protegiéndolos de todo mal. Esta idea la tienen diversas religiones monoteístas como el cristianismo, el judaísmo o el Islam, y otro tipo de religiones como el budismo o el hinduismo.

En derecho, la palabra providencia se refiere a una resolución judicial que decide sobre una cuestión incidental o accesoria dentro de un proceso; para entenderlo, una providencia resuelve cuestiones puntuales que surgen durante un proceso, no es la sentencia final del proceso.

La palabra providencia también se utiliza para referirse a la capacidad de una persona para prever y anticipar situaciones futuras. En este sentido, una persona providente es aquella que toma precauciones y se prepara para posibles eventualidades. Y dándole este sentido de la anticipación a posibles problemas, a una acción que se realiza antes para prevenirlos, se la denomina "medida providente".

La Providencia es un concepto que ha sido abordado por diversas filosofías a lo largo de la historia, siendo el estoicismo la primera de ellas en integrarlo a su sistema filosófico a principios del siglo III a. C, y convirtiéndolo en punto central de su ética y visión del mundo.
Los estoicos creían que la Providencia es sabia y justa, y que debemos aceptar con serenidad lo que nos sucede, ya que todo forma parte de un plan mayor. Para ellos, la clave de la felicidad reside en comprender y vivir de acuerdo con este orden cósmico.

Hay otro concepto al que me referiré con la palabra providencia, y es el del principio organizador que rige el universo y le da sentido. Una inteligencia cósmica, un principio creativo o simplemente la ley natural que rige el universo. Podría decirse que es el movimiento universal que ha creado las galaxias y la vida humana en la Tierra, y que todo tiene un porqué en conexión con la existencia.
Desde esta perspectiva, la Providencia no sería una intervención divina puntual, sino el proceso mismo de creación y evolución que ha dado lugar a todo lo que existe. Este concepto de providencia puede coincidir con la de la cosmología moderna que cree en la constante expansión y evolución del universo y explica cómo la vida pudo surgir de la materia inerte y cómo la conciencia pudo desarrollarse a partir de la vida, y aunque aún no se entiende cómo ha sido esto, lo que sí dicen que la providencia no es algo externo del universo, sino que está en su propia naturaleza.

Vemos que la forma en que se entiende la Providencia, varía entre las diferentes filosofías y religiones; para algunas es una fuerza impersonal que rige el universo, y otras la asocian a un Dios personal que interviene en el mundo. 

Está claro que una misma palabra adquiere un concepto diferente dependiendo del contexto en la que se utilice, algo que puede dar lugar a equívocos y conflictos si no se entiende el punto de vista de las partes implicadas. Es la magia de las palabras o más bien, el poder de las palabras como dice el libro de "Los cuatro acuerdos".

Pero al margen de lo que para religión, filosofía o persona signifique la palabra providencia, vamos a jugar con todo ello: si barajamos la idea de que la existencia del universo tiene un significado (y por ende las personas), con un propósito o "un plan" más allá de nuestra propia existencia, incluso en la adversidad, podemos dar un sentido o una razón que está detrás de lo que sucede; la llamamos providencia.
Si esto es así, hay una admisión de que hay una fuerza por encima, una fuerza superior que crea las circunstancias para que haya "coincidencias", oportunidades, personas que nos ayudan, obstáculos que superamos, etc. Este reconocimiento de las diferentes situaciones no es sólo intelectual, porque conlleva una experiencia emocional, y en muchas ocasiones asombro o perplejidad al vivirlas. Hay algo que no se explica mentalmente, pero que sí se siente.
Cuando percibimos que algo "bueno" nos sucede, ya sea un evento importante o un simple detalle cotidiano, y lo atribuimos a "una fuerza mayor" que lo mueve, la respuesta lógica es el agradecimiento por en momento, por la casualidad, por la oportunidad, por la vida misma. Este hábito de agradecimiento refuerza nuestra conexión con la Providencia; cuanto más agradecemos, más percibimos la presencia de esa fuerza, y cuanto más la percibimos, más razones encontramos para agradecer.

A mí el juego me gusta, porque nos conecta con lo que significa la palabra agradecimiento y con lo que significa la palabra apreciación, y toda esta amalgama de conceptos nos provoca sentirnos bien y sentirnos felices ¿no se trata de eso la vida? Esta es una visión "eloística" del sentido de la vida; todo en el universo está conectado ¿de dónde viene o por qué sucede? pues muchas veces se nos escapa del entendimiento intelectual o mental, pero existe una percepción emocional cada vez más sensible a captar las señales y las oportunidades para sentirnos agradecidos.

La creencia en la Providencia nos predispone a observar el mundo con una mirada más atenta y receptiva. Al reconocer que existe una fuerza que guía los acontecimientos, nos volvemos más receptivos a las pequeñas cosas que nos rodean: la belleza de la naturaleza, la amabilidad de un extraño, la oportunidad inesperada. Esta visión más amplia de la existencia nos permite apreciar la riqueza y abundancia de la vida, incluso en los momentos complicados.
La mente humana necesita encontrar respuestas a las situaciones que vivimos y cada cual tiene sus propias creencias que le pueden hacer feliz o le pueden hundir; creer que existe una razón (= fuerza superior = Providencia), aunque la desconozcamos y que deriva a bien mayor, ayuda a vivir en otra tranquilidad, con agradecimiento y con esperanza. 

Existen diversas formas de referirse a esta idea de que las cosas no suceden por casualidad, sino por una razón o propósito mayor, sin necesidad de invocar una deidad, y es que en todos los tiempos se ha buscado intentar dar una explicación a lo que sucede, desde los estoicos hasta nuestros tiempos. 

Partiendo de Demótcrito y Leupicio (atomistas de aquella Grecia de antes) seguida posteriormente por otros, apelaban a que se siguen unas leyes naturales que hacen que lo que sucede esté precedido por algo anterior que lo provoca, que todo es una causalidad (como la ley de causa efecto). Esta manera de pensar es de la corriente filosófica del determinismo (que por cierto existe la contraria que es el indeterminismo y cree en las coincidencias y las casualidades), cuestionada por la mecánica cuántica que dice que también hay elementos inesperados o fruto del azar. El fatalismo piensa parecido porque cree que todo está predeterminado y es inevitable, solo que se atribuye al destino o fuerza desconocida y no a la causalidad.

Hay otra idea, la de la "necesidad" que se refiere a la cualidad de aquello que no puede ser de otra manera, es decir, los eventos no ocurren por casualidad, sino porque son necesarios dadas las circunstancias y las leyes que rigen el universo. Así mismo, el psicólogo Carl Jung utilizó la palabra sincronicidad para referirse a la coincidencia significativa de dos o más eventos que no están causalmente relacionados. Por otro lado, en la Teoría del caos tenemos que nos dice que pequeñas variaciones en el presente pueden generar grandes diferencias en el futuro, lo que puede dar la impresión de que los eventos son aleatorios o impredecibles, pero en realidad están determinados por leyes naturales.

La ley de causa y efecto es un principio que se encuentra en el corazón de varias religiones y filosofías, particularmente en las de origen indio, y dice que nuestras acciones tienen consecuencias y que somos responsables de lo que sembramos. Es esa idea de la ley del karma.

Os cuento todo esto porque la humanidad ha buscado diversas maneras, a lo largo de la historia, para explicar por qué las cosas pasan como pasan. Me viene a la cabeza la expresión de que algo ocurre de "forma providencial"; no sé hoy en día si está en desuso, pero el concepto es de que en una situación en la que las probabilidades de que salga bien algo son bajas o se tiene todo en contra, ese algo sale bien de manera sorpresiva, inesperada o afortunada. Es una manera de expresar la suerte que se ha tenido o la coincidencia a favor tan inesperada que ha ocurrido. 

Hoy en día, seguimos sin saber si es la Providencia la que provoca lo que las personas llamamos coincidencia, sincronicidad, causalidad, casualidad, suerte, etc., o si las coincidencias realmente existen; todavía todo un misterio aunque la ciencia y la filosofía nos ofrezcan diferentes perspectivas, ya que ninguna de ellas puede dar una respuesta definitiva ¿providencia? ¿casualidad? 

lunes, 30 de enero de 2017

Apreciación

A mí me resulta una palabra preciosa:  apreciación. Buscaré su significado exacto pero me resulta muy gratificante sentir aprecio y seguramente su etimología me diga lo que me hace sentir, nada que ver con precio, porque para mí hay cosas que no lo tienen cómo es sentir apreciación por lo que una es, lo que se disfruta y lo que se tiene (material e inmaterial).

Según el diccionario apreciación es:

1. f. Acción y efecto de apreciar (‖ poner precio a las cosas).
2. f. Acción y efecto de apreciar (‖ aumentar el valor de una moneda).
3. f. Acción y efecto de apreciar (‖ percibir a través de los sentidos).
4. f. Econ. Aumento del precio relativo de un bien.

Pues vaya, de los cuatro significados me quedo con el tercero, me voy al verbo apreciar, a ver si me gusta más lo que nos dice, porque poner precio no me gusta, aumentar el valor de la moneda tampoco y aumento del precio relativo a un bien no y la que mejor me suena es percibir a través de los sentidos. Vamos con lo que nos dice el diccionario que es apreciar porque me quedo con lo principal que coincide en tres de los conceptos:

1. tr. Reconocer y estimar el mérito de alguien o de algo.
2. tr. Sentir afecto o estima hacia alguien.
3. tr. Percibir algo a través de los sentidos o de la mente.
4. tr. Aumentar el valor o cotización de una moneda en el mercado de divisa
5. tr. Poner precio o tasa a las cosas vendibles.
6. prnl. desus. preciarse.
Esto ya tiene más sentido a lo que yo entiendo como apreciación, menos mal, empezaba a pensar que mal el significado.

 Mirando de dónde procede, es del latín "appretiàre" y cuyo significado es valorar, colocar un precio comercial o emocional a determinados hechos o circunstancias, cosas o personas; implica un acto de valoración, de dar valor a algo o a alguien.

Dentro del cuaderno de trabajo del libro Pide y se te dará , uno de los trabajo es el de "Un torrente de apreciación", que es de muy parecida realización al del agradecimiento; si aprecio a alguien o a algo, estoy agradecida por disfrutarlo.

El trabajo consiste en buscar algo de nuestro entorno y apreciar lo que nos proporciona de beneficio, placer, tranquilidad, bienestar o lo que nos genere de positivo en nuestra vida.
Como bien dice el libro, es un juego más que un trabajo, que tan solo consiste en elegir algo que te agrade, reconociendo y valorando que te aporta de grato a tu vida.

La apreciación es como el agradecimiento; cuanto más aprecias mejor te sientes y mayor es el bienestar personal y la alegría por la vida, por lo que volvemos a la generación de ese neurotransmisor de la felicidad que es la dopamina, activando áreas del cerebro asociadas a la recompensa y el placer, por lo que nos apetecerá hacerlo más a menudo. 
Cuando vivimos en la apreciación, nos sentimos más felices, satisfechos y conectados en nuestras relaciones, y la gratitud que sentimos nos permite disfrutar más de las experiencias y encontramos significado en las pequeñas cosas. 

Bajo la premisa de considerar la apreciación como el hecho de valorar a alguien o a algo, lo considero fundamental para el desarrollo personal y para las relaciones con las demás personas, porque implica reconocer y valorar las cualidades de las personas de tu entorno y de ti misma y lo que te te aportan y te aportas. Por otro lado, si hablamos de cosas materiales, es estar satisfecho y feliz con lo que tienes, sin necesitar siempre algo más porque no es suficiente; para mi significa no vivir en la carencia tengas lo que tengas.
Lo que quiero decir es que, no sólo haces el reconocimiento de la existencia de las personas y las cosas, sino que le añades el plus de que haces un juicio positivo sobre el valor que tienen en tu vida. Ni qué decir tiene que con la apreciación, fomentamos unas relaciones más positivas y saludables, ya que las personas se sienten valoradas y reconocidas, y ¿a quién no le gusta sentirse valorado y reconocido?

Vivir en la apreciación implica cultivar una actitud de gratitud y reconocimiento hacia lo que nos rodea, tanto personas como cosas, porque el enfoque de vida lo ponemos en lo positivo de lo que tenemos y en lo positivo de lo que nos aportan; así de sencillo, nos centramos en lo bueno, al margen de que también tengamos que vivir con experiencias menos gratas.

Las personas que no aprecian lo que son, lo que tienen y a quien tienen a su lado suelen experimentar insatisfacción porque nada es suficiente, baja valoración de una misma y falta de confianza porque no reconocen sus logros y cualidades. Además las relaciones se dañan por el sentimiento de no sentirse apreciadas o poco valoradas e incluso en algunos casos, puede generar envidia, que no es lo mejor para ser feliz por estar en continua comparativa de quien es más que quien. Todo esto mezclado, sin duda otorga más papeletas para caer en depresión o ansiedad.

Pero hay antídoto para la falta de apreciación en la vida; se puede trabajar para adquirir esta "habilidad"; practicar la gratitud diaria, reconocer los logros propios y ajenos, y expresar el aprecio hacia las personas y hacia lo que se tiene. Digo bien, expresar, por escrito o hablado.

Escribir lo que se tiene y lo que aporta de bueno, es un buen ejercicio para fomentar la apreciación. Escribir, releer para asimilar y si ya lo verbalizas, trabajo redondo. Aquí volvemos a hacer una lista de personas y cosas a las que valoraremos en lo positivo y que se va a ir modificando con el tiempo, porque no estamos siempre en el mismo contexto vital.

Voy a hacer hincapié sobre lo importante que es reconocer, valorar y apreciar nuestros propios logros de vida, nuestras cualidades y nuestras potencialidades, por lo esencial que es estar satisfecha con una misma para ser feliz y para hacer feliz a quien nos rodea. Al enfocarnos en lo positivo de lo que somos y de lo que podemos, cambiamos nuestra perspectiva frente a la vida; "todo depende del color del cristal con que se mire".

No quiero acabar sin deciros que la apreciación es contagiosa, en este caso un contagio muy beneficioso porque cuando apreciamos a las personas, es más probable que ellas también nos valoren y nos aprecien de igual manera; según va pasando el tiempo tendemos a normalizar y a no valorar lo bueno que vivimos, vamos poniendo el foco en lo que no gusta, en vez de en lo que gusta y eso provoca una retroalimentación nociva. Ya sabes, vuelve a darle una vuelta al por qué una persona que te era grata por lo que te aportaba, pasa a no ser tan grata y pierde su valor.
Con esto no quiero decir que no veas actuaciones o situaciones que no te gustan; ser conscientes de que no te gustan, hay que ser conscientes para que no se hagan después bola y la relación esté ya deteriorada que no tenga solución. Lo que digo es que si algo no te ha gustado, hay que resolver, hablar de ello y darle su justa importancia, no más, sabiendo que una actuación o dos o tres a lo largo del tiempo y que no invalida lo bueno que las personas nos aportan. Volver a recordar por qué esa persona era tan apreciada por nosotros, es recomendable por lo bueno que nos trae.

En mi opinión, el agradecimiento y la apreciación van de la mano, así que si lees sobre los beneficios de una palabra, estás también contribuyendo a reconocer la otra ¡dos por una!