En el convencimiento de que lo que nos ocurre en la vida nos lleva a un crecimiento personal si queremos hacerlo, todo llega cuando es su momento.
Cada vivencia trae algo para ver quienes somos; las buenas y las malas, por llamarlas de alguna manera, porque para mí son buenas aunque te hagan pasar por momentos difíciles e incluso dolorosos. Es la vida misma, todo unido; sol y lluvia, frío y calor, muerte y vida, amor y desamor...
Cuando estás en usa situación complicada, parece que nunca va a acabar, que la dificultad o el dolor va a ser interminable, pero según van pasando los años te das cuenta que no es cierto. Te das cuenta que pasas por una situación y si no has aprendido de ella, vuelves a pasar por la misma y encima agudizada, para que captes bien que es lo que tienes que sacar en claro de esa situación y corregir actitud para llegar a conocerte un poco más. Cuando esto ocurre y ves que tienes herramientas de superación, sabes que ya nunca más una situación te sobrepasará la vida. Sabes que esto, también pasará, sea lo que sea.
En cada uno de nosotros están todas las potencialidades y capacidades para desarrollarnos como personas y si no lo vemos de una manera, la vida nos pondrá otra forma para poder verlo.
Recuperarnos a nosotros mismos, lo que somos, eso es lo que cada ocasión nos brinda. Todos los días tenemos situaciones y encuentros con personas que nos sirven para reconocernos y por fin vernos en lo que somos.
Si te siente ofendido por un agravio de otro, esta situación te sirve para ver que hay de verdad en ti de esa supuesta ofensa.
Si alguien no te trata con corrección y te hace daño, te sirve para darte cuenta de que quizás tú no te tratas como mereces.
Si no te dan, mira a ver si eres tú la que no te das permiso para que te den.
Si te quitan algo, descubre que es lo que tú te estás quitando a ti misma.
Si no recibes amor, quizás sea porque no te piensas que eres merecedora de él.
Todas las situaciones que vives no pasan por casualidad y son como tienen que ser. Algunas empezarán dando beneficio en el que te puedas confiar y puede ser que acaben de una manera difícil para que aprendas de lo que ha pasado por el camino.
Otras veces serán situaciones normales que sin que te enteres mucho, resultarán tremendamente satisfactorias, de esta manera aprenderás que en la tranquilidad y en el no esperar, llega más a la vida.
De lo pequeño y de la sencillez surge la vida, del amor y no del temor surge la vida.
Si das para recibir a cambio no funciona, si das desde el amor, todo vuelve duplicado, porque el amor no tiene límites y es libertad. Quizás sea eso lo que tengamos que aprender cuando nuestras relaciones personales no funcionan, aprender porqué estás en una relación, si es por amor real o por necesidad de que cubra la otra parte carencias propias.
Desde ahí no funciona son salud una relación, ni de pareja, ni de amistad, ni de compañeros de trabajo. Gestiona la autocrítica y mira tus sombras para aprender a aprovechar todo el potencial que hay en ellas. Están aquí para enseñarte quien eres.
Da las gracias a las personas a través de las cuales puedes aprender algo nuevo y no temas a la vida, porque todo llega cuando es su momento propicio; situaciones, cosas y personas, todo.