Sabemos
que la distensión o rotura
fibrilar es una lesión muy común y consiste en la rotura parcial o
total de una o varias microfibrillas o fibras musculares.
Los músculos propensos a lesionarse son los que se utilizan con
mayor intensidad, aunque también un movimiento brusco puede provocar roturas o
distensiones (por caída, ir a coger algo de forma rápida, un estiramiento,
caída en la ducha…)
Se produce una elongación o tirón muscular provocado por un
alargamiento brusco del músculo (superando su capacidad fisiológica del
momento). Si después de haber realizado ese movimiento brusco se continúa
practicando actividad, el tirón provocado anteriormente se podría agravar
originando una rotura fibrilar, que dependiendo de su nivel de gravedad se pueden
clasificar en cuatro niveles.
Grado 0: una contractura,
contracción involuntaria de algunas fibras musculares, provocada por exigir al
músculo un trabajo excesivo para el que está preparado.
Grado 1: La microrrotura
fibrilar, rotura que se produce en un escaso número de fibras. Algunos
estudios hablan de que es más frecuente que una rotura fibrilar o muscular y al
ser una lesión menos grave su recuperación va a ser menos duradera. Los
síntomas más comunes son el dolor y la incapacidad funcional.
Grado 2: En la rotura
fibrilar, el número de fibras afectadas es mayor que en el grado 1 , pero sin
llegar a la rotura total de músculo y se aprecia a través de ecografía y por el
tacto algunos profesionales pueden detectarla.
Grado 3: rotura muscular, lo
que se produce es una rotura total del músculo, esto conlleva que los plazos de
recuperación se van a alargar, y en ciertas ocasiones puede llevar a tener un
tratamiento quirúrgico.
Síntomas:
Es un dolor fuerte y repentino. Dependiendo del grado, hasta se
puede apreciar, a través de la palpación, un pequeño escalón sobre el músculo
afectado.
Prevención:
Suele ser sencillo evitar los riesgos para no sufrir esta lesión y
es realizando un buen calentamiento, evitando movimientos bruscos y manteniendo
un buen estado de hidratación.
Los estiramientos para mantener los músculos con un buen rango de
movilidad, para que en caso de necesidad, esté preparado para una exigencia
orgánica mayor.
Importante no llevar a la musculatura a una excesiva fatiga (el
músculo pierde su respuesta) y respetar el reposo muscular, evitando así
innecesarias sobrecargas.
Además hacer ejercicios para el fortalecimiento muscular de una
forma proporcionada evitando las descompensaciones musculares (unos músculos
más fuertes que otros).
Tratamiento:
Para roturas leves se aplicará frío durante las próximas 48 horas.
No se debe inmovilizar y el tratamiento de fisioterapia debe comenzarse lo
antes posible para evitar calcificaciones.
Tras un periodo de reposo de una semana se podrá empezar con
actividad física moderada.
Para roturas graves es conveniente aplicar frío las posteriores 48
horas, un reposo de un mínimo de dos semanas aplicando masajes a partir de la
primera semana y tratamiento fisioterapéutico para acortar el periodo de
curación.
Hay
una técnica denominada diatermia profunda o también llamada tercaterapia,
que consiste en la recuperación de la lesión desde el interior. De
esta manera provoca calor en los tejidos interiores (sin daño en los tejidos
más superficiales).
Esta técnica provoca en el organismo procesos naturales y
antinflamatorios, así recortamos los plazos de recuperación.
Te
recomiendo llevar un tto. individualizado, ya que cada uno tenemos una respuesta
orgánica diferente, para ello consulta un buen profesional y verás como el
tiempo de recuperación de la distensión o rotura
fibrilar es menor.