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martes, 3 de septiembre de 2019

El miedo, emoción primaria


Repitiendo la definición de que son las emociones, diré que son respuestas involuntarias psicofisiológicas, cognitivas y conductuales, es decir, una reacción biológica a un acontecimiento. Dicho esto, el miedo cumple muy bien con su papel que es el de la supervivencia del individuo ante un acontecimiento que él considera un peligro (da igual que sea real o inventado).

Yo le veo al miedo como ese Pepito Grillo que está ahí todo el rato para que no nos metamos en problemas ; nuestro gran cuidador que nos mantiene a raya, ya que sin él, seguro que ni yo estaría escribiendo ni vosotros leyendo sobre él.

Esta emoción primaria cuidadora es nuestro mecanismo adaptativo a un entorno hostil y lleno de peligros y nos otorga la capacidad de reaccionar ante posibles situaciones que considera peligrosas... y esto es lo perfecto para mantenernos vivos, el problema es tener miedos infundados, o mejor dicho miedos disfuncionales (que no sirven para la función de proteger, si no tan sólo de impedir ).


A través del
miedo manifestamos lo que para nosotros resulta una amenaza a nuestra seguridad, bien física, o bien de autoestima y autoconcepto, habiendo miedos que pueden ser terriblemente subjetivos y digo terriblemente por la carga de vida que pueden llegar a ser (miedo a montar en metro, avión, ascensores, a salir a la calle, a la gente, ...).

Nuestras creencias y patrones mentales que nos llevan a unos pensamientos determinados filtran acontecimientos que nos suceden y dependiendo de cuales sean, nuestros miedos se manifiestan en mayor o menor grado. En el grado mayor tenemos todas las fobias que nos podamos imaginar (aracnofobia, agorafobia, zoofobia, pluviofobia, a las palabras largas..... puede haber una fobia para todo, depende de cada individuo) y en el grado menor las conductas de riesgo (exposición repetida y voluntaria a un peligro como deportes de alto riesgo, la ruleta rusa, ciertas prácticas sado/mado, conducir a alta velocidad, ... hablar del riesgo merece capítulo aparte). 

Stanley Rachman (psicólogo canadiense) hace distinción con las clases de miedos que hay : miedo agudo, miedo crónico, miedo adaptativo o funcional y miedo desadaptativo o disfuncional. De los dos últimos ya he escrito, así que paso ahora con los otros dos.

El miedo agudo está provocado por estímulos reales, concretos y evidentes, de esta manera, desaparece cuando lo que provoca el miedo no está presente. Los típicos son miedo a un animal concreto ; araña, polilla, rata, serpiente, perro, ... solo en presencia de ellos se siente el miedo, durante el resto del tiempo ese miedo permanece dormido.

El miedo crónico tiene una esencia bastante más complicada ya que puede estar provocado por algo concreto o algo subjetivo, de esta manera se está expuesto al miedo en cualquier momento que tengamos un pensamiento subjetivo que nos lo provoque. Ejemplos más claros de esto es el miedo a la soledad o el de suponerse rodeado de espíritus, que a las noches venga un monstruo,.... 

Luego están los miedos propios de cada época humana. Algunos de las pasadas permanecen, otros van desapareciendo y otros nuevos se unen : miedo a perder algo, a ser rechazado, a la vejez, a una enfermedad, a no tener algo o a alguien, a la muerte, al fracaso, miedo a.... lo ideal sería que cada uno fuéramos capaces de identificar nuestro propios miedos y si son disfuncionales, enfrentarnos a ellos y reconducir nuestras creencias y pensamientos al respecto.

Lo que está claro es que el miedo puede ser provocado por cualquier cosa o pensamiento, pero ¿qué nos ocurre cuando sentimos miedo? en principio es una retirada/lucha/esconderse de aquello que nos produce el miedo. Hay múltiples vídeos de escenas en las que se da un  susto a alguien con algo sorpresivo y la primera reacción es echar a correr, enfrentarse, taparse los ojos y chillar o poner las manos delante (depende de la situación y del momento propio del individuo). 

También simplemente puede ser que no nos acerquemos a quello que nos da miedo por no sentir el malestar de la indefensión y falta de control que nos provoca, ya que esa sensación de vulnerabilidad no nos gusta nada y menos si tienes la creencia de ser una persona a a que "nada ni nadie" le para (aunque todos sepamos que es todo lo contrario). En este caso enmascaramos el miedo con la no exposición a cosas o situaciones que nos lo puedan producir (el miedo al compromiso, miedo a un posible fracaso, miedo a no sentirse suficientemente válido, miedo al miedo,...). 

En cuanto a los cambios fisiológicos que se producen en el cuerpo :

Aumento de la frecuencia y la fuerza contráctil cardiaca, aumento de la presión arterial sistólica y diastólica, dilatación de pupilas, sudoración, descenso de la temperatura corporal periférica y reducción del volumen sanguíneo (el típico "quedarse pálido" "quedarse helado"), aumento de la conductancia de la piel y la tensión muscular (tanto que se puede llegar al agarrotamiento muscular), aumento de la frecuencia respiratoria (llegar a la hiperventilación), el estómago se contrae, aumento de neurotransmisores en sangre (adrenalina y noradrenalina principalmente)...

Si con el miedo los cambios físicos son importantes, los psicológicos si que son impedimento para llevar una vida saludable en nuestras relaciones intrapersonales e interpersonales  :

Agobio, malestar, estado de alerta, pensamientos negativos, preocupación, estrés, pérdida de autoestima, bloqueo emocional, ansiedad (y su diversas variantes), trastornos obsesivos, ataques de pánico, síndrome de estrés postraumático, ...

En cuanto a cómo afrontar el miedo, depende mucho de cual sea y a qué grado haya llegado ; no dudes en consultar a un especialista si es el caso, no haciendo nada al respecto afecta a tu entorno, tus relaciones y sobre todo a ti.

Para los miedos un poco más de "andar por casa" podemos encargarnos nosotros mismos :

Lo primero es reconocerlos, dejar de negarlos y no huir de ellos ; hazte amigo de tus miedos y no los tomes como enemigos porque son tus grandes aliados para el crecimiento personal. 

Tienes mil y una páginas por blogs para decirte cómo afrontar los miedos, busca tu propia táctica. La mía en concreto es buscar sentirlos para ver cual es mi limitación y comprobar que no es para tanto y que puedo con ello, por lo menos por momentos. 

Por ejemplo, tengo miedo (que no fobia) a la altura y de vez en cuando me hago una de monte que conlleve verme pasando ese miedo (que no riesgo) y teniéndome que poner las manos a los lados como los burros ; a ratos las quito y poco a poco me voy acostumbrando a esa sensación de vacío a los lados. Otras hago una vía ferrata en la que paso ese miedo y me observo en él (me paraliza el cerebro y no soy capaz de pensar con claridad ni de hacer bien el paso de un sitio a otro); en la observación soy consciente de mi parálisis mental y pienso que me pasa seguro en otras ocasiones en las que no soy consciente de mis miedos.

Nunca he llegado a quitar ese miedo que tiene mi cerebro, pero si que lo domino mentalmente ¡me encanta esa sensación de capacidad que siento al hacerlo! ¡sin miedo a vivir el miedo!, ............ hasta ahora no me he muerto del susto.

Recuerda al miedo como tu gran aliado cuidador y no lo conviertas en una limitación enemiga, porque recuerda que hay miedos totalmente necesarios para evitar riesgos de vida y hay miedos creados por tus creencias que no sirven absolutamente para nada, bueno sí, para jorobarte la vida. Como en todo, hay que buscar la medida entre fobia y riesgo.

Si quieres leer un poco más sobre el miedo 

Nota* Os recuerdo que hablo de el miedo como emoción primaria a trabajar en el marco de "el área emocionalque es una de las distintas áreas de la vida 

martes, 12 de abril de 2016

El miedo


De pequeños nos metían el miedo con eso de que si no éramos buenos venía el hombre del saco a por nosotros y nos llevaba con él. A nuestros padres los miedos propios de una guerra y una posguerra ; a mis abuelos los de emigrar para comer. A los tatarabuelos otros, y así para atrás muchos miedos más acumulados. Si a eso le añadimos los que la sociedad y la iglesia imponían ¡ de aquellos polvos vienen estos lodos !
  
Si nos vamos a la wiki, nos explica así que es el miedo :
El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, lo que incluye al ser humano.
La máxima expresión del miedo son las fobias, el terror, además está estrechamente relacionado con la ansiedad.
Existe miedo real cuando su dimensión está en correspondencia con la dimensión de la amenaza. Existe miedo neurótico cuando la intensidad del ataque de miedo no tiene ninguna relación con el peligro. Ambos, miedo real y miedo neurótico, fueron términos definidos por Sigmund Freud en su teoría del miedo. En la actualidad existen dos conceptos diferentes sobre el miedo, que corresponden a las dos grandes teorías psicológicas que tenemos: el conductismo y la psicología profunda. 
Según el concepto conductista el miedo es algo aprendido. El modelo de la psicología profunda es completamente distinto ; en este caso, el miedo existente corresponde a un conflicto básico inconsciente y no resuelto, al que hace referencia.
Esto nos cuenta la wiki y parece ser que según pasa el tiempo el concepto de la emoción del miedo varía y también su utilidad, ya que en nuestros ancestros podría tener un significado de vida o muerte en casi todos los individuos, pero hoy en día ese mecanismo básico de supervivencia en respuesta a un peligro, en muchos casos no tiene sentido ni razón de ser.
Eso sí, es una emoción y como tal hay que respetarla; cualquier emoción hay que dejarla sentir ya que tienen todas una utilidad y sobre todo si las sentimos, debemos dejarnos la libertad de reconocerlo en lugar de tratar de ocultarlo.
La represión no es sana, la modulación de la emoción del miedo sí. Sabemos que es una reacción ante hechos que sucederán a futuro o en el presente, aunque también hay miedos del pasado aprendidos. El miedo es útil en ciertas ocasiones, el problema con él reside en que en estas sociedades al final nos hacen vivir con una serie de miedos que nos sirven para nada (miedos disfuncionales). Este es el tipo de miedos que nos paralizan o nos frenan.
Decir también que los de nuestros antepasados o los de algunos individuos de países con una suerte bien distinta a la nuestra, los miedos sí que son más de supervivencia física de cubrir las necesidades fisiológicas (las primarias y básicas que nos describe Maslow) y ahora son más de seguridad (según lo que entendamos con ello), de autoestima o de autoconcepto.
Repito que el miedo es una emoción primaria y que se encuentra en todas las culturas y cada una tienes sus propios miedos dependiendo de las vivencias, de las creencias, del entorno vital, de…

Suele resultar una emoción desagradable con consecuencias orgánicas, aunque hay personas que disfrutan con esa sensación de miedo (de hecho existe ese género en el cine e incluso festivales como el de Sitges). 

El miedo tiene su punto positivo ya que nos ayuda a alejarnos de algún acontecimiento para el que aún no somos aptos. Estos pueden ayudarnos como hacen una madre, con protección, pero no nos ayudan en nada cuando son con sobreprotección.

Tiene esas dos vertientes el miedo; nos alerta o nos paraliza, nos esconde o nos da valor para actuar (bien peleando, bien escapando). He leído una frase sobre el miedo que me ha gustado, pero no sé de quién es un sentimiento útil en la supervivencia pero limitante en la vida.

La respuesta al miedo, enfrentarse a él con acciones, no sólo con una, ...varias y variadas porque en alguna encontraremos la clave para salir adelante y perder el miedo al miedo.

Hoy en día la variedad de miedos es inmensa y pueden ir desde miedo a un animal, miedo a hablar en público, miedo a la confrontación, miedo a salir, miedo al olor corporal, miedo a los libros, miedo a los espacios cerrados, miedo a ......... ¡infinitos parecen los miedos! a mí personalmente los que más pena me dan son el miedo a vivir y el miedo al amor. ¡todo lo que podemos vivir y amar!

Si quieres conocer más sobre el miedo como emoción primaria, este está enmarcado dentro del área emocional, que a su vez es una de las distintas áreas de la vida 
Nota* Actualizo esta entrada con el enlace a un libro que he conocido. Nos habla de 7 emociones, entre ellas el miedo
Historias que transforman