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martes, 12 de noviembre de 2024

Meliorismo

Las cosas que tiene Eloisa
El concepto vale "el tiempo" para conocerlo y empaparnos de su significado: el meliorismo es definido como una corriente filosófica que no se inclina ni hacia el pesimismo ni hacia el optimismo extremo, sino que busca un punto medio entre ambos. Desde esta perspectiva, se analiza la realidad para luego actuar de manera constructiva, pues es en la acción donde se generan los cambios positivos. 
No se trata del optimismo ingenuo que todo lo ve color de rosa, ni del pesimismo que paraliza. El meliorismo propone una postura más realista y activa, que confía en la capacidad humana para transformar el mundo.

No voy a contaros nada que no sepamos, pero leer sobre cosas positivas, agradables y viables, siempre enriquece y carga las pilas para seguir adelante; sin mayores pretensiones que leer sobre ideas que nos aporten ganas de seguir, porque, ganas de tirar la toalla en algún momento, todas las personas las hemos tenido y las tendremos. Seguramente, si pensaríamos en qué nos dice el meliorismo, acabaríamos no tirando esa toalla y sí poniendo acción para que puedan surgir ideas que den con la mejora que en muchos casos derivará en las soluciones.

La palabra 'meliorismo' proviene del latín 'melior', que significa 'mejor'. Su sufijo '-ismo' indica que se refiere a una doctrina o corriente de pensamiento. Por lo tanto, el meliorismo es, literalmente, la creencia en la mejora. Es una perspectiva que sostiene que estamos avanzando hacia un futuro mejor y que cada individuo puede contribuir a este progreso.

El concepto ha estado presente en diversas culturas y filosofías a lo largo de la historia. Sin embargo, fue gracias a pensadores como William James (filósofo y psicólogo estadounidense) y George Eliot (escritora británica del siglo XIX) que el término 'meliorismo' cobró forma y se popularizó en la filosofía moderna. Ambos destacaron la capacidad del ser humano para influir positivamente en su entorno.

El meliorismo implica creer en el poder de transformar lo que existe, pero no de manera pasiva; se trata de reconocer que el cambio positivo es posible y que requiere esfuerzo y acción. Olvidemos las varitas mágicas y la vecina que soluciona todos nuestros problemas; la mejora depende de nosotras. En lugar de quedarnos estancadas en los problemas, el meliorismo nos impulsa a movernos hacia adelante, a buscar alternativas y a construir un futuro mejor. Aunque los desafíos sean grandes, siempre hay algo que podemos hacer; una actitud meliorista implica tomar las riendas de nuestra situación y buscar soluciones concretas. 

El meliorismo no hace negación de que existen situaciones complicadas y que la condición humana es muy mejorable, y a la vez, es la no resignación ni la rendición ante ello, todo lo contrario. No basta con lamentarse por el desempleo, la crisis climática, las desigualdades sociales o la inseguridad ciudadana; a través de ver con un optimismo inquieto el panorama que nos rodea, ser melioristas nos empuja a pensar en hacer algo porque podemos y debemos hacerlo, y porque es la manera de progresar en todos los sentidos.

Para el meliorismo siempre hay una posibilidad de progreso y es la base de su ideología: la mejora es posible y sin ninguna duda, algo se puede hacer. 

Pero no lo confundamos con el perfeccionismo porque son dos conceptos diferentes, aunque ambos tengan en común que buscan la mejora y que reconocen que lo que hay no es perfecto y hay un margen para mejorar. El meliorismo defiende que el mundo puede mejorar de forma constante, pero el objetivo no es alcanzar un estado de perfección absoluta; su enfoque está en el proceso de mejora continua, más que en llegar a un estado final ideal, que es lo que busca infructuosamente el perfeccionismo. 

La persona meliorista ve los errores como oportunidades de aprendizaje y crecimiento, además de disfrutar con el proceso de mejora adaptándose a los cambios, por contra, el perfeccionista es más rígido y ve los errores como un fracaso personal porque le obsesiona el resultado final y no ve las pequeñas mejoras del proceso.

En mi opinión, lo que conlleva el concepto de la palabra meliorismo, es un recordatorio optimista y práctico de que, aunque enfrentemos retos enormes o nos encontremos en situaciones difíciles, siempre hay una oportunidad para cambiar a mejor, y que el cambio es alcanzable con el hacer, la voluntad y la colaboración.

El paso previo para que la mejora de una situación la hagamos posible, es aceptar la realidad que hay, entender dónde se está y reconocer lo que no funciona. Si le añadimos la paciencia de esperar a que el proceso que se tenga que llevar acabo cumpla sus tiempos, y nos mantenemos en el compromiso y la constancia para que sea así, conseguiremos mejorar.

No vale quedarnos esperando a que los problemas nos alcancen para actuar, es decir, no se trata de buscar la reacción ante una situación (que también si llegan situaciones sorpresivas a solucionar), se trata, en la medida de lo posible, de lo contrario, de ser personas proactivas. La proactividad (anticipación, iniciativa, optimismo, responsabilidad) es la herramienta imprescindible que hay que utilizar y luego, tener en cuenta que las cosas no se hacen en un pis-pas, que requieren tiempo y acción durante ese tiempo, y confiar en que cada paso, cada esfuerzo en la dirección de la mejora suma para conseguirla.

Creer que "la mejora es posible" nos da esperanza y nos motiva a actuar, incluso en las peores situaciones. La historia está llena de ejemplos que demuestran el poder del meliorismo y prueba de ello son: la lucha contra las enfermedades a través de la investigación (viruela, la polio, el Sida, …), derechos civiles (personas de color, las mujeres, inmigrantes, …), avances tecnológicos (desde la luz, a la fotografía, los ordenadores, la IA...), incluso, aunque sea de forma aún no proporcionada a la destrucción que el ser humano está haciendo, recuperación de ecosistemas dañados (protección de especies, limpieza de ríos y océanos, restauración de bosques, …).

También podemos tener presente el meliorismo en nuestro a diario, y nos sirve de recordatorio de que siempre tenemos una oportunidad para cambiar, aprender y construir algo mejor. Por muy mal que parezca que están las circunstancias o los acontecimientos, el primer paso para mejorar siempre está a nuestro alcance, aunque no sea más que un cambio del punto de mira de la situación hacia una forma más amable, para sacar partido de lo que nos puede brindar. Toda situación tiene posibilidades y oportunidades diferentes y estar abiertas a ellas con realismo, nos ayudará a encontrar los caminos más idóneos para esa mejora que buscamos.

Es una invitación a asumir el control de nuestras vidas y de las distintas situaciones a las que tengamos alcance en nuestro campo de acción posible; no nos olvidemos de que el cambio depende de nosotras/os. Muchas veces pensamos que las cosas mejorarán solas o con el tiempo, pero la verdad es que, para que algo cambie, necesitamos movernos y tomar decisiones, sabiendo que hay esfuerzo por medio, tiempo y probablemente otras adversidades con las que habrá que lidiar. 

A nivel individual, la suerte para que algo se arregle por si mismo o porque lo hacen otras personas, puede tocarte, … o no; la suerte no se controla, y esperar que las cosas caigan del cielo, solo nos deja en un estado pasivo y sin avanzar.  Voy a ser vulgar y decir que hay que "mover el culo" al margen de que haya momentos en los que la suerte pueda ayudarnos, pero depender de ella no es una estrategia ni inteligente ni sana. Puede ser un regalo circunstancial y cuando te llega ¡menudo alegrón! 

"Nunca se sabe dónde salta la liebre", pero para verla hay que estar mirando, es decir, que las oportunidades están por todos lados, tan sólo hay que aprovecharlas. Voy a hacer aquí referencia a una frase que se atribuye al pintor Picasso: "que las musas te pillen trabajando". No te engañes, el cambio requiere esfuerzo; todo lo que mereces en la vida  (relaciones saludables, logros personales, cambios sociales, etc.) necesita acción, dedicación y constancia, y si no somos nosotras quienes tomamos la iniciativa para la mejora, las cosas seguirán igual.

Por suerte, vivimos en una sociedad en la que el cambio está en nuestras manos y no en milagros, y debemos ser "agentes activos" en nuestra vida interior, en nuestro entorno cercano y en la sociedad, porque tenemos más control de lo que pensamos, y si no lo tenemos, hoy en día existen medios externos a los que podemos recurrir (cultura y educación, instituciones sociales, psicología, psiquiatría, medicina, …). Aunque no podemos controlar todo, sí podemos decidir cómo reaccionamos; cómo pensamos y cómo actuamos al afrontar los problemas. Esta filosofía de vida, tiene una parte en común con el estoicismo; las circunstancias se aceptan de manera realista y se hace algo con ellas, sin olvidar que las pequeñas acciones suman y que un cambio aparentemente pequeño puede desencadenar mejoras en otras áreas de la vida, tanto a nivel personal como social.

Meliorismo significa dejar de esperar a que "algo externo" nos rescate o resuelva las cosas, porque el esperar sin un fin justificado no resuelve nada, entendiendo que el poder para transformar nuestra realidad está en nuestras manos, en el compromiso que pongamos y en nuestra dedicación.

Voy a recalcar la idea de que los cambios no vienen corriendo, vienen andando, y los pequeños pasos cuentan. Cuando queremos cambiar algo en nuestra vida, en ocasiones (a algunas personas a menudo) nos agobia pensar en la meta final (nos sale un ¡puf, que pereza! y sale nuestra amiga la procrastinación), cuando el disfrute está en el andar para llegar a la meta. 
Nos imaginamos todo lo que implica: las tareas, las dificultades y el tiempo. Deberíamos verlo como un todo lo que voy a aprender, lo que soy capaz de solucionar y el disfrute que voy a vivir durante ello, sabiendo que me lo voy a estar trabajando, pero ¿dónde está la barrera entre trabajo/disfrute?, para mí en la actitud con la que emprendemos "los trabajos".
Una de las claves para disfrutar, está en saber que no es necesario hacerlo todo de golpe, que cada pequeño paso cuenta, y es precisamente la suma de esos pequeños pasos lo que nos lleva a grandes resultados. A mí cuando me dicen "Tienes mucha suerte siendo tan optimista, porque con todo lo que te ha pasado …", yo les digo "Ser optimista no viene de gratis en una caja con lazo, también hay muchas horas de búsquedas autodidactas, de reflexiones, de lecturas, de escuchas, de ensayo/error/cambio, … Suerte solo, no". 
Ser optimista, no viene solo, no caer ante las adversidades (aunque tropecemos) no viene solo, crecimiento personal no viene solo, unas relaciones personales sanas no vienen solas, conocer de temas diferente no viene solo, practicar la paciencia no viene solo, empatizar no viene solo, el crecimiento personal no viene solo, escribir medianamente bien no viene solo, …

Todo va así, en un paso a paso, como empezamos a aprender a andar de pequeñas;  en el suelo boca abajo, levantas medio cuerpo del suelo para ir cogiendo fuerza en los brazos y en las piernas para empezar el gateo y de ahí a un me pongo en pie y me caigo hasta que por fin me sujeto, de ahí a doy un paso torpemente y de ahí al dos doy y me caigo, para después no caerme y empezar a andar con el apoyo de la mano de la madre o el padre. No sigo no, porque queda el hacerlo sola, el aprender a correr, a saltar, a trepar, … No pasamos de los brazos de la madre a correr directamente, todo tiene su proceso en un poco a poco y es más fácil empezar con algo pequeño que con algo grande y complejo. 

A todos nos pasa en algún momento vital, que tan sólo el pensar en todo lo que hay que hacer, dan ganas de postergar el empezar; es como que nos da pereza todo lo que nos queda por delante, cuando el truco está en solamente empezar, sin más, sin grandes retos. Arrancar ya es un paso y luego, a disfrutar del trayecto y del efecto acumulativo de los siguientes pequeños pasos.

Hay veces que una situación sorpresiva o una frase leída o una conferencia escuchada o …,  nos hace saltar un "clip" en la cabeza que nos mueve al cambio, pero lo que hay que mantener teniendo en cuenta es que "los cambios que nos cambian" no suelen ser inmediatos y que cada esfuerzo suma. Cada paso que damos nos acerca a nuestros objetivos, y aunque al principio pueda parecer que no estamos avanzando, con el tiempo veremos cómo la suma de esos pequeños esfuerzos se convierte en grandes logros. 

Ningún corredor de una maratón ha hecho uno entrenando un día; esto les lleva tiempo de entrenamiento diario y años marcándose retos pequeños que se convierten en grandes resultados, y para muchos en la posibilidad de poder batir récords a nivel personal o mundial.

Si aplicamos este paso a paso a nuestra propia vida, la cosa se pone en que es un proceso constante; no basta con mejorar algo una vez y olvidarse, es necesario seguir manteniendo el cambio e ir adaptándose a la nueva modificación. Mejorar una situación propia no es como arreglar un enchufe y olvidarse, es más parecido a cuidar de una planta. 

Una vez que damos ese primer paso de mejora, la clave está en el mantenimiento y en la evolución constante a través de ese pasito a pasito, y esto es aplicable tanto a nuestras metas personales como a nuestras relaciones, al trabajo, a la salud, el deporte o a cualquier ámbito de la vida (Las distintas áreas de la vida y también La rueda de la vida).

Antes he comentado que vivimos en una sociedad que nos brinda muchas oportunidades y ayudas, tanto institucionales, sociales, como personales, así que buscar la colaboración es clave, porque hay situaciones en las que no podemos avanzar solas, situaciones complejas en las que seguramente necesitaremos ayuda; no somos personas omnímodas (ni lo sabemos todo, ni lo podemos todo), dicho coloquialmente, … ni somos diosas o dioses, ni somos heroínas ni héroes de cómic. 

El mundo está lleno de personas con talentos, ideas y experiencias diferentes que, cuando se combinan, pueden lograr cosas increíbles; tú eres una de esas personas también. La colaboración es el motor de muchos avances, tanto a nivel personal como comunitario o global, por eso, si necesitas ayuda pídela y si la puedes dar, dala sin lugar a dudas.

Como nadie es bueno en todo, ni lo sabe todo, ni lo puede todo porque carecemos de omnisciencia, omnipotencia e incluso omnipresencia (aunque algunas personas no lo crean, ni algunas sociedades o algunos países), las demás personas nos puede dar perspectivas distintas a las que nuestra mente y conocimientos barajan, provocando un gran aprendizaje y unas sinergias que fomentan las habilidades personales y las relaciones sociales (inteligencia intrapersonal e inteligencia interpersonal).

Colaborar y pedir ayuda no significa perder individualidad o tu independencia, sino que significa sumar capacidades para llegar a sitios diferentes, no sé si más lejos o más cerca, pero sí diferentes. Esto es parte del meliorismo; hacer algo de manera efectiva (yo añado también un de manera afectiva). Es entender este puntito de pensar que en cualquier aspecto de la vida, cuando dejamos de lado la idea de "yo puedo sola" y nos abrimos al "podemos juntas", las posibilidades se multiplican para todas las personas involucradas y con ello, hay una evolución y un progreso.

A mí me gusta este concepto del meliorismo porque no es una utopía que promete un mundo perfecto, pero tampoco es un sueño imposible. Reconocer que hay situaciones que no son ideales, pero creyendo que podemos acercarnos a algo mejor, es una forma de ver la vida que nos induce a pensar y a progresar

En este mundo lleno de desafíos (conflictos bélicos, cambio climático, desigualdades, paro, hambre, vivienda, educación,…), si utilizamos la filosofía del meliorismo podremos verlos con una perspectiva positiva y activa, asumiendo la responsabilidad de mejorar lo que está en nuestras manos.
Pero ilusos tampoco vamos a ser; tú en solitario y desde tu campo de acción, no puedes parar las guerras en el mundo para una mejora de la humanidad, pero sí puede hacer cambios personales que lleven a mejoras personales (crecimiento personal), que deriven en mejoras relacionales que a su vez, deriven en otras oportunidades de mejora sociales. 
En lo social, el meliorismo te impulsa a ser parte del cambio, ya sea participando en una causa concreta, compartiendo lo que sabes con otras personas o cambiando pequeños hábitos diarios y relacionales. Sólo con compartir amabilidad, tu ayuda cuando alguien te necesita o compartiendo tu experiencia vital para facilitar la experiencia vital de otras personas, ya estás haciendo; no es que estés educando a nadie, estás dando información para que cada cual se eduque y crezca. 

Yo quiero ver el meliorismo en el famoso vídeo de favores en cadena, para mí una forma de mejora en la convivencia entre las personas y por lo tanto en el mundo (vídeo de 5 minutos Cadena de favores infinita). También existe una película del año 2000 titulada Cadena de favores.


En este hilo, los melioristas sociales creen que la educación es una herramienta para reformar la sociedad y generar ese cambio a mejor que se necesita

En lo personal puedes aplicar el meliorismo en tu vida tomando el compromiso de ser mejor cada día, sin castigarte por los errores cometidos o "cometibles" (me invento "el palabro" cometiendo un error gramatical), y barajando la posibilidad de que habrá situaciones que no conseguirás arreglar aunque sí mejorar, asumiendo las limitaciones que surjan o las trabas que te puedan poner otras personas, pero sin decaer para afrontarlas y disfrutando de lo que te trae el recorrido vital.

En definitiva, el meliorismo nos invita a mirar al mundo y a nuestro mundo, con ojos amablemente críticos para hacerlo mejor. Es un recordatorio de que, aunque no podemos solucionar todas las situaciones, y menos de un golpe, ese no es el objetivo; el objetivo es que cada paso cuenta, que cada aporte cuenta, que cada pequeño cambio cuenta. Es una filosofía profundamente práctica porque toda aportación vale para algo, y además, encaja tanto en nuestra vida diaria en la que tenemos que afrontar problemas, como en los grandes movimientos sociales. 
Y haciendo una comparativa mala, …yo en vez de mileurista, prefiero ser "meliorista".
Las cosas que tiene Eloisa

lunes, 4 de noviembre de 2024

Dinámicas de poder en la familia

Las cosas que tiene Eloisa

Después de comentar que son las dinámicas de poder, ahora le toca a las dinámicas de poder en la familia, que se refiere a cómo se distribuye la autoridad, el control y la influencia entre las/os distintas/os miembros, incluidos abuela/o, madre, padre, hijas/os y hermanas/os. Estas relaciones y jerarquías afectan la forma en que las personas miembros de la familia se comunican, toman decisiones, se apoyan entre sí o entran el conflicto. 

Evidentemente, dependiendo de las diferentes culturas (por ejemplo el patriarcado)y sus respectivas evoluciones, estas dinámicas de poder también son diferentes, por lo que analizar todas bajo el mismo patrón resulta complicado, no obstante esta objeción, lo que escribo es de forma generalizada.

Abuela-abuelo-madre-padre-hija-hijo-nieta-nieto

En muchas familias, la abuela y el abuelo mantienen una gran influencia debido a su experiencia y a los valores que representan. Sus opiniones suelen ser respetadas y, en muchos casos, pueden tener el poder de influir en las decisiones familiares, especialmente en cuestiones de educación y valores. Es lo que se puede denominar influencia generacional, que en muchas familias es menor ya que suelen ser la madre y el padre los que ejercen la autoridad sobre sus hijas/os, equilibrando o estableciendo límites con sus progenitores.

En algunas familias pueden venir conflictos de poder, si la abuela y el abuelo tratan de ejercer demasiado control sobre hijas/os y nietas/os, lo cual crea tensiones; esto es común cuando  no están de acuerdo con las decisiones de la madre o el padre sobre cómo criar a las hijas/os o manejar la familia.

La abuela y el abuelo suelen ser figuras de apoyo y amor para las nietas/os, y en muchos casos, son percibidos como menos estrictos que los progenitores. Este rol de guía amable y de respeto les otorga un poder especial de influencia, especialmente si el vínculo emocional es fuerte.

La madre y el padres suelen tener el poder principal en la familia. Este poder incluye tomar decisiones clave sobre la crianza, la educación, la disciplina, valores, autoconfianza, capacidades personales,..., importante para guiar y proteger, especialmente en la infancia y la adolescencia.

En los momentos actuales, en algunas familias, la abuela y el abuelo asumen un rol de crianza cuando los progenitores no están presentes, lo que les da un poder sobre las nietas/os. Esto cambia por completo la dinámica y les coloca  en una posición de autoridad, lo cual tiene aspectos positivos y aspectos negativos que hay que saber equilibrar.

A medida que las hijas/os crecen, pueden influir cada vez más en sus progenitores, especialmente en asuntos de tecnología, cultura y valores modernos. Las/os  adolescentes pueden tener una influencia creciente en el hogar y, a menudo, desafían la autoridad de la madre y el padre, lo cual puede provocar conflictos y negociaciones de poder.

Cuando las hijas/os alcanzan la adultez, las dinámicas de poder cambian y  los progenitores suelen pasar de una relación de autoridad a una de apoyo y respeto mutuo. A su vez, las hijas/os adultos pueden influir en decisiones familiares importantes, como el cuidado de sus progenitores cuando son mayores.

Hermanas-hermanos

Las dinámicas de poder entre hermanas/os pueden ser muy complejas, dado que se basan en la edad, el carácter, las expectativas familiares, y el papel que cada uno ocupa en la estructura familiar.

Estas dinámicas de poder pueden variar a lo largo de la vida, desde la infancia hasta la adultez, y evolucionan conforme maduran las personas. Trabajar en estas relaciones y fomentar el respeto y el entendimiento mutuo es esencial para mantener un vínculo equilibrado, que puede convertirse en una fuente de apoyo y estabilidad en el futuro, de lo contrario, será un foco de conflictos personales.

¿Qué factores influyen en las dinámicas de poder entre hermanas/os?

1. Jerarquía de Edad

  • El rol de la hermana/o mayor- Tradicionalmente, la hermana/o mayor suele asumir un rol de liderazgo o protección sobre el resto. Esta posición de poder se refuerza cuando la madre y el padre delegan responsabilidades en ella/él, como cuidar de las más pequeñas/os o servir de ejemplo.
  • Expectativas familiares- Muchas veces, los progenitores también esperan que la hermana/o mayor sirva de modelo a seguir, lo cual le da un tipo de poder indirecto, ya que influye en cómo el resto de hermanas/os se ven a sí mismas/os y en lo que se espera de ellas/os.
  • Resentimiento o admiración- Las/os hermanas/os menores pueden sentir admiración o competencia hacia la/el mayor, quien ocupa una posición privilegiada. Este tipo de jerarquía puede generar un vínculo protector o, por el contrario, resentimiento si las/os hermanas/os menores perciben que la/el mayor tiene ventajas.

2. Competencia y Comparación

  • Competencia natural- Las/os hermanas/os suelen competir por la atención y la aprobación de sus progenitores, y esto establece una dinámica de poder en la que intentan destacar en distintas áreas (deportivas, académicas o de comportamiento) para ganar reconocimiento.
  • Comparaciones y favoritismo- Si la madre y el padre  hacen comparativas entre sí o muestran favoritismo hacia alguien, la competencia se intensifica, generando conflictos de poder. La hermana/o que recibe más elogios o atención puede asumir un papel dominante, mientras que el resto pueden sentirse relegadas/os.
  • Efecto en la autoestima- La comparación puede influir negativamente en la autoestima afectar su relación. Esto crea una dinámica en la que la hermana/o menos favorecida/o puede desafiar constantemente al quien cree que tiene el poder o, por el contrario, volverse más sumisa/o, dependiendo del carácter y la impronta personal de cada cual.

3. Roles Familiares y Etiquetas

Asignación de roles- A menudo, los progenitores asignan inconscientemente etiquetas a sus hijas/os, como “la responsable”, “la rebelde”, “la estudiosa/o” o “la graciosa/o” o "la torpe" o "la pesada". Estas etiquetas moldean las dinámicas de poder entre hermanas/os, ya que el rol asignado puede otorgarles cierta influencia en la familia o relegarles a "mero bulto familiar".

Limitaciones de los roles- Estas etiquetas pueden afectar la forma en que cada miembro percibe su lugar en la familia y en relación con el resto, lo que crea una relación en la que se intenta ocupar o proteger los roles. Esto limita las oportunidades de desarrollarse fuera de esa "etiqueta", perpetuando la dinámica de poder establecida.

Conflicto por roles- Si una de los hermanas/os intenta cambiar su rol o ser visto de una manera diferente, esto generalmente crea conflicto. 

Por ejemplo:

Si “la responsable” intenta delegar tareas o tomarse un respiro, puede encontrar resistencia tanto de sus progenitores como de las hermanas/os. 

Si la que era "la sumisa" decide dejar de serlo, encontrará también la oposición del resto. 

La considerada "desastre" cualquier error normal de vida, será juzgado bajo el prisma de la culpabilidad individual por ser desastre, sin posibilidad de que la responsabilidad no sea de la persona.

En el rol de "la rebelde", será juzgada de irrealista, temeraria, inconsciente y en caso de que en la vida no le vengan muy bien dadas, también se la hará pagar las consecuencias del rol asignado.

La hermana/o considerada/o "la vaga", puede que asuma ese rol de por vida al no cuestionarse salir de él porque le han educado a que hay que respetar los roles familiares.

"La llorona" puede ser desacreditada en sus valoraciones por emocional y poco realista, por lo que no la dan valor ni la capacidad del poder en las actuaciones importantes.

Los roles son prácticamente infinitos, porque además, se nos pueden asignar más de uno a cada persona.

4. Personalidad y Carácter

Extroversión vs. Introversión- La personalidad de cada hermana/o también influye en las dinámicas de poder. La extrovertida/o y segura de sí misma puede asumir una posición dominante en la relación, mientras que la introvertida/o o más reservada/o puede tomar un rol más pasivo.

Resistencia y conformidad- Algunas personalidades tienden a adaptarse o ceder para evitar conflictos, mientras que otras prefieren resistir o imponer su voluntad. Esto da lugar a relaciones donde alguien  busca tomar el liderazgo en la mayoría de las decisiones, y otra hermana/o se adapta.

Roles complementarios o de rivalidad- Dependiendo de sus personalidades, algunas hermanas/os desarrollan una relación complementaria en la que ambos ocupan roles opuestos y se apoyan en sus diferencias, mientras que otras caen en una relación de rivalidad constante.

5. Influencia Parental y Manipulación

Poder mediante la manipulación- En algunos casos, una/o de las hermanas/os puede aprender a manipular a los progenitores para conseguir lo que desea, lo que le da poder sobre el resto. Por ejemplo, puede buscar obtener favores adicionales o señalar los errores de otra hermana/o para parecer "la mejor hija/o".

Dinámica de alianzas o competencia entre padre y madre- Si uno de los progenitores favorece a una hija/o, esta puede usar esta preferencia como una ventaja, reforzando la dinámica de poder en la relación con sus hermanas/os. Esta dinámica puede incluir comportamientos de protección o de competencia, según el vínculo con la madre y el padre.

Influencia sobre la percepción familiar- Una hermana/o que se presenta como “la buena” o “la inocente” ante los progenitores, puede obtener un tipo de poder al manipular la percepción que tienen de ella/él, poniendo a otra hermana/o en desventaja o en una posición de rivalidad.

6. Colaboración y Respaldo Mutuo

Trabajo en equipo- A pesar de las rivalidades, muchas veces se desarrolla una relación de apoyo mutuo, donde cada persona respeta y comprende el rol de la otra. Este tipo de dinámica fomenta la cooperación en lugar de la competencia, y puede dar lugar a una relación equilibrada.

División de tareas y liderazgo compartido- Las hermanas/os que colaboran suelen dividir responsabilidades y se turnan para liderar, lo cual equilibra el poder entre ellas/os y permite que cada uno contribuya según sus habilidades y fortalezas.

Desarrollo de una alianza frente a la familia- En algunas familias, las hermanas/os crean una alianza en la que se apoyan mutuamente y se respaldan frente a las dificultades, tanto familiares como externas. Esta alianza refuerza su vínculo y les permite actuar como un equipo.

7. Efecto a Largo Plazo en la Relación entre Hermanos

Relaciones equilibradas- Cuando las hermanas/os logran desarrollar un equilibrio en el poder y respeto mutuo, es más probable que tengan una relación cercana y estable en la adultez, con un vínculo sólido y basado en el apoyo mutuo.

Distanciamiento o resentimiento- En cambio, los conflictos de poder no resueltos pueden llevar a relaciones tensas o incluso a la separación en la adultez, especialmente si una de las hermanas/os ha sentido resentimiento por el favoritismo o por el rol impuesto o si se sale del mismo y el resto no lo acepta.

Respaldo emocional en la vida adulta- Las hermanas/os que han logrado superar sus diferencias de poder suelen convertirse en un recurso de apoyo emocional en la vida adulta, lo que fortalece su vínculo y crea una relación más equilibrada y saludable.

Los roles familiares asignados marcan de manera profunda en la personalidad individual y desaprenderlos o ejercer otros roles diferentes suele ser muy trabajoso e implican una concienciación personal y una buena inteligencia intrapersonal para elegir que rol se quiere asumir y cual no.

Por otro lado, lidiar los conflictos que ocasiona salirse de los roles de una manera inteligente, con respeto y empatía (Asertivo-vulnerable-empático. El triángulo ganador), es crucial para modificar las dinámicas de poder en la familia.

DINAMICAS DE PODER

DINAMICAS DE PODER EN EL TRABAJO

DINAMICAS DE PODER EN LA AMISTAD

DINAMICAS DE PODER EN LA PAREJA

Como pasa con los roles de género de el patriarcado, en los cuales se nos encasilla, igual de peligrosos pueden llegar a ser los roles familiares que marcan y limitan de por vida a través de las dinámicas de poder en la familia.

martes, 22 de octubre de 2024

Parejas y parejas

Las cosas que tiene Eloisa

En la vida una cosa te lleva a otra y así me ha pasado que del estoicismo me ha llevado al amor fati y de él a las relaciones en pareja, y aquí estoy leyendo y escribiendo sobre ello, porque al margen de las experiencias personales, está bien saber de los que saben más. 

La convivencia en pareja es toda una experiencia, que al margen de si se convive o no (hoy en día está más en auge cada uno es su casa y "Dios en la de todos"), atraviesa diversas etapas en su pasar del tiempo que implican cambios emocionales, personales y por lo tanto, también en la relación. 

Cada fase un mundo y en cada pareja otro mundo diferente, en los que se van viviendo retos y aprendizajes mutuos e individuales que, si se saben gestionar bien, pueden fortalecer la relación. 

Según he leído hay unas etapas más/menos comunes  con unas características concretas:

1. Enamoramiento y luna de miel

Esos maravillosos primeros meses, que suele ser hasta el primer año algo más, en los que la pareja vive con ilusión, admiración y pasión la relación que ha empezado. Predomina el deseo de pasar tiempo juntos y se priorizan los encuentros en común frente a las amistades o familiares, nada alarmante y natural por lo novedoso y gratificante que es. Aquí es cuando a la otra parte se la ve idealizada y cuando potenciamos todo lo bueno y amable que llevamos; en algunas personas existen esa denominadas mariposas en el estómago. Todo parece perfecto.

Pero como nada es eterno, a medida que pasa el tiempo, la convivencia empieza a mostrar "los defectos" y las diferencias de cada uno, por lo que ya no se ve a la otra parte tan guapa, alta o divertida, además de que esas cositas en el estómago van desapareciendo.

Yo la llamo la fase de la tontería, porque se permanece como en un mundo aparte en el que los defectos pasan desapercibidos o incluso son virtudes, además de que la objetividad brilla por su ausencia y se tiene en la cabeza a la otra persona todo el rato, por lo que no hay mucho margen para pensar bien.

Es como vivir en un estado alterado gracias a las hormonas que se producen o se dejan de producir, ya que transforman la percepción de la realidad y nos mantienen emocionalmente en euforia y conexión. Esas hormonas maravillosas las producimos de otras maneras también, pero en esta etapa de enamoramiento son muy responsable de todo lo que sentimos. 

Esto de las hormonas es muy curioso y está muy estudiado, así que os hago un copia/pega de lo que producen: 

Dopamina:

Es la hormona del placer y la recompensa. Se activa cada vez que tienes contacto con la persona amada o piensas en ella, generando subidones de felicidad.

Serotonina:

En el enamoramiento disminuyen sus niveles, lo que explica por qué algunas personas se sienten obsesionadas con el ser amado, sin poder dejar de pensar en esa persona.

Oxitocina:

Conocida como la hormona del amor o del apego, se libera en los momentos de intimidad física y emocional, como los abrazos, caricias o el sexo, fomentando la sensación de unión.

Adrenalina y Noradrenalina:

Son las hormonas que generan esos nervios y la aceleración del corazón al ver o recibir un mensaje de esa persona especial. También contribuyen al “subidón” de energía típico de esta etapa.

Endorfinas:

Funcionan como un analgésico natural que genera bienestar y alegría, haciendo que todo se perciba más positivo.

Feniletilamina (PEA):

Esta sustancia está detrás del "enamoramiento loco", ya que incrementa la atención hacia la persona amada y genera sensaciones de euforia.

Vamos, que lo que nos ocurre no es magia, son una serie de reacciones físicas y emocionales provocadas por estas "cositas" llamadas hormonas.

Aunque el enamoramiento puede ser el punto de partida para muchas parejas, no es indispensable y no quiere decir que los integrantes de una pareja no se quieran. Existen parejas que no experimentan ese enamoramiento intenso, y aun así construyen vínculos sólidos basados en otros factores. 

Muchas personas lo definen como un amor maduro (¿lo podríamos denominar amor fati?) en el cual se priorizan la amistad, el respeto, la admiración mutua, la compatibilidad emocional y práctica, además de la estabilidad y la tranquilidad.

2. Adaptación y negociación

Esta etapa llega más/menos hasta los tres años y es necesaria para ver como nos conciliamos y llegamos a acuerdos durante los desacuerdos que van surgiendo, porque como ya las hormonas no tienen tanto protagonismo, vemos la realidad a nuestra manera y no coincide en muchas ocasiones con la que tiene la otra parte de la pareja.

Pasamos del "que guapa eres que bonita estás" sin importar nada, al "tienes que ir a la peluquería que se te ven canas", cuando aún no te las has visto ni tú ¡Topamos con la realidad! Las mariposas, como las de verdad, tienen su periodo de vida, es lo que hay.

Aparecen los primeros roces serios, los conflictos y las diferencias sobre hábitos, rutinas o expectativas de vida. Si se convive, hay que aprender a compartir espacios, tareas y adaptarse mutuamente al estilo de vida de la otra persona. Vamos, que se topa con lo que realmente implican las relaciones humanas, sean de pareja, de familia o de amistad.

Hay que llegar a acuerdos y respetarlos; hablar de manera asertiva y clara para que no haya malos entendidos, además de escuchar asertivamente y sin juzgarse es parte importante de este proceso natural por el que pasa la pareja.

3. Estabilidad y compromiso

Venga, que si sigue la relación, nos ponemos sobre los 5 años mientras estabilizamos las rutinas y fortalecemos la confianza entre los componentes de la pareja, que pasa a ser más madura y realista. 

La pasión inicial desbordada suele disminuir y se profundiza la intimidad emocional, siendo clave la complicidad para evitar caer en la monotonía y el aburrimiento. Es como llegar a un punto donde sabes que puedes confiar en la otra persona, incluso con los defectos y esos momentos complicados.

En esta fase, ya no necesitas impresionar al otro cada dos por tres, y la relación se vuelve más auténtica y relajada, algo que ofrece una tranquilidad que favorece y potencia a la pareja. Es lo bonito del momento porque eliges seguir estando ahí, no porque todo sea perfecto, sino porque ambos habéis construido una base sólida. Los problemas se hablan con más calma, y cada parte entiende que la relación es un equipo y no una lucha de poderes.

A veces puede dar la sensación de que "falta chispa", pero no es que se haya perdido algo, sino que ahora la cosa va más de complicidad, proyectos a futuro y apoyo mutuo. Es donde el verdadero amor toma forma en los pequeños gestos diarios y en seguir apostando por la relación, incluso cuando las cosas no son fáciles.

Es una etapa muy gratificante porque, aunque se haya perdido esa emoción desordenada del primer año viene después de esa otra etapa de adaptación un poco convulsa y desestabilizadora.

4. Etapa de crisis o reconfiguración

Y cuando ya creíamos que estaba la historia en pareja controlada,... nos viene esta fase cuando ha pasado los años y surge algún cambio personal (trabajo, mudanza, problema físico,...). 

Sí o sí va a llegar en algún momento esta etapa y es clave en la evolución de una relación, ya que las crisis son inevitables en cualquier convivencia a largo plazo. Eso de que todo siempre son risas y buenos momentos, va a ser que no es real, no porque la relación no funcione, sino porque es lo natural en cualquier relación que se prolonga en el tiempo.

La manera en que las personas gestionen estos momentos difíciles, marcará la diferencia entre una pareja que se fortalece y una que se desgasta. Para detectar si estamos en un momento crítico es importante detectar alguno de los signos relacionales que lo indican como:

Distanciamiento emocional: Menos comunicación, menos muestras de afecto y pérdida de intimidad.

Se empieza a evitar las conversaciones profundas o ya no comparte los sentimientos como antes; si antes se contaban anécdotas sobre su día, sus preocupaciones o sueños, y de repente esas charlas se vuelven superficiales o casi inexistentes. 

Otra señal es que en lugar de buscar soluciones en pareja a los problemas, se ignoran o se evita hablar de los conflictos, dejando que se acumulen. 

Menor expresión física del afecto (como abrazos, besos, o incluso simplemente tocarse). Además, si ya no se buscan las dos partes para pasar tiempo de calidad juntos, prefiriendo estar solos o con otras personas, es un signo de que la conexión emocional está debilitándose.

Conflictos recurrentes: Discusiones frecuentes por temas aparentemente triviales.

Son problemas o desacuerdos o encontronazos o diferencias o, … llamarlo como queráis, eso sí, que se repiten una y otra vez sin llegar a resolverse completamente y surgen debido a patrones de comportamiento o dinámicas de pareja poco resolutivas. Estos conflictos interemitentes que se repiten cada cierto tiempo pueden ser de varios tipos:

Problemas de comunicación: Malentendidos constantes, no escuchar a la otra parte o interpretar las palabras de manera negativa, lo que genera discusiones sin fin.

Diferencias en expectativas: Cuando una de las partes espera algo diferente de la relación (más afecto, compromiso, tiempo, etc.), y la otra no lo cumple, esto genera frustración repetitiva que se acumula.

Distribución de responsabilidades: Discusiones sobre quién debe hacer qué en el hogar o en la vida diaria, como las tareas domésticas o la crianza de las hijas/hijos, …

Celos o desconfianza: Si hay falta de confianza o celos (pueden estar producidos por problemas comunicativos o de distanciamiento emocional, etc.), estos suelen convertirse en conflictos frecuentes.

Dinero o finanzas: Las diferencias en la forma de manejar el dinero, los gastos o las prioridades económicas pueden convertirse en una fuente de conflicto.

Intimidad o vida sexual: Si las necesidades de una parte no están siendo satisfechas o si hay una falta de conexión física, esto puede generar tensiones repetitivas.

Desinterés o aburrimiento: Falta de entusiasmo por compartir momentos en común.

Sentimiento de insatisfacción: Una o ambas partes pueden sentir que la relación ya no les aporta lo que necesitan.

Sean cuales sean los motivos de estas discusiones recurrentes, la convivencia puede volverse más tensa y es común preguntarse si vale la pena seguir, porque además añadimos que al no tener puntos en común, cada persona evoluciona de forma distinta, lo que puede generar desconexión.

La pareja debe replantearse las expectativas individuales y ponerlas en común, añadiendo un impulso por mejorar la comunicación para superar las desavenencias y los desacuerdos, de lo contrario, muchas parejas se distancian irremediablemente en esta etapa.

¿Cómo sacar algo bueno de una crisis? De entrada, desdramatizando que haya crisis en la pareja y afrontándolas con una actitud de resolver y no dejar pasar. Pensar en un "venga a por ella, que ya está aquí" porque es lo normal, es mucho más sano que pensar "no funcionamos como pareja porque de lo contrario no tendríamos crisis", ya que este pensamiento no es real.

Si partimos de ese querer reforzar la relación en una crisis, hay mucho ganado, eso sí hay que hacer algo más para resolver un conflicto como:

Comunicación sincera y abierta: Es fundamental hablar de lo que cada uno siente sin reproches. Expresar necesidades de forma asertiva y escuchar empáticamente las de la otra parte.

Aceptar el cambio como parte de la evolución: Las relaciones no pueden mantenerse igual siempre, no es posible y esa es la realidad. Lo que importa es adaptarse a las nuevas circunstancias y posiciones que se pueden variar entre la pareja.

Renegociar expectativas y roles: Con el tiempo, las responsabilidades y necesidades cambian. A veces es necesario replantear cómo se distribuyen las funciones de cada parte y qué espera cada una de la otra.

Recuperar tiempo en pareja: La rutina, la desidia, las responsabilidades o el trabajo, pueden dejar poco espacio para momentos íntimos, por lo que es importante priorizar tiempo de calidad para reconectar.

Buscar ayuda profesional si es necesario: Las terapias de pareja pueden ser la solución para resolver conflictos que parecen insalvables desde dentro de la relación. Tendemos a pensar que si se llega a eso, es que no hay amor, cuando la realidad es todo lo contrario; si una pareja decide ir a un profesional a arreglar desavenencias, es porque se importan y quieren dar todas las oportunidades. 

Vemos normal que si nos rompemos un pie vayamos al traumatólogo, si tenemos un problema de corazón al cardiólogo o si tenemos una gripe al médico de primaria, sin embargo si tenemos problemas en pareja, ¿parece que ya no tiene solución con ningún profesional? Es por lo menos para pensarlo.

Las dos etapas que siguen es en el caso de que la pareja decida tener descendencia, algo que desestabiliza mucho las relaciones y más que un punto de unión, acaba siendo de desunión si no se gestionan bien esos cambios que van a llegar.

5. Expansión familiar 

Van desde el embarazo con el posterior nacimiento de las hijas/hijos hasta su independencia.

Las nuevas personitas que llegan al núcleo relacional implican una redistribución del tiempo y de las prioridades. Las responsabilidades familiares generan desgaste emocional y menor tiempo en pareja.

Es habitual que incluso durante el embarazo empiecen los cambios ya que las madres pasan por un periodo de ajuste propio tanto físico como emocional en el mejor de los casos, porque en otros, la posibilidad de un reposo parcial o total puede provocar cambios mayores. 

La única manera de afrontar estos cambios es reorganizarse de manera equitativa para mantener el equilibrio entre la vida familiar y la relación de pareja.

6. Etapa de redescubrimiento (nido vacío)

Cuando las hijas/hijos se independizan o van a realizar estudios fuera, la pareja entra en una fase más libre de responsabilidades cotidianas y todas las rutinas y acuerdos establecidos y que ya se han hecho hábitos, al no existir dejan huecos que se deben llenar de nuevo en pareja, lo que requiere de nuevo adaptación, comunicación y conexión.

Si se mira en positivo, es una oportunidad para redescubrir intereses comunes, viajar o dedicar más tiempo a disfrutar en pareja, aunque para llegar a ello, la evolución de la misma debe haber sido en común porque si se ha mantenido por las hijas/hijos y  ambas personas han evolucionado por caminos distintos, es más complicado.

7. Madurez y acompañamiento

Y si hemos llegado hasta aquí, ya nos venimos a la etapa madura e incluso de vejez, en la cual hay un acompañamiento mutuo y una comprensión real de qué necesita cada parte y quién es cada parte. La complicidad es mayor que en otras etapas y el afecto es sólido y real con el interés de hacerse la vida más tranquila y amable. Cuidarse mutuamente es la prioridad y aunque puede ocurrir que la pasión física quede en un segundo plano, no deja de haber atracción por ambas partes, pero expresada de maneras diferentes al margen de la necesidad sexual primaria. 

Generalmente, es la etapa de consolidación duradera porque se valora más la estabilidad emocional que las emociones intensas, esto no quiere decir que no existan circunstancias que hagan estar a la pareja en la fase de restructuración o cambios y que pueda romperse de la misma forma que se rompen otras a otras edades.

¡Qué recorrido más bonito! ¿no? Bueno para quien quiera estar en pareja, porque la alternativa es no tenerla y se puede vivir también perfectamente.

Pero para quien haya decidido vivir en una relación de pareja, decir que las crisis no son el fin, sino una oportunidad de crecimiento. Si ambos miembros de la pareja están dispuestos a ocuparse de los problemas y cultivar la relación, es posible reconfigurarla y salir más fuertes. 

Superar una crisis implica aceptar que cada etapa tiene sus retos y que el amor maduro requiere aceptación, paciencia, compromiso y flexibilidad para adaptarse a los cambios. Evidentemente cuanta más inteligencia intrapersonal tengamos, más posibilidades hay de no sentirnos dañados en los desencuentros. 

Con una comunicación asertiva y empática para la resolución de los conflictos, se pueden ir superando las etapas si se quiere estar en pareja, ya que muchas personas dejan una relación por creer que falta el amor y van a otra en la que les sucede lo mismo y no superan etapas de crisis.

La convivencia en pareja implica un proceso continuo de adaptación y evolución. Cada etapa trae consigo cambios naturales en las dinámicas relacionales, y superar los desafíos requiere comunicación, tranquilidad, honestidad personal y paciencia. No hay una fórmula perfecta, pero el éxito en la convivencia depende de aceptar el cambio como parte del camino, aprender de las crisis y hacer por mantener la conexión emocional a lo largo del tiempo.

lunes, 5 de febrero de 2024

Micromachismos-I

eloisaostahermosilla-micromachismo

Los micromachismos existen, están clasificados y son susceptibles de ser identificados, pese a ser una manera solapada, escondida o disimulada de mantener la jerarquización de género impuesta por el sistema patriarcal dominante desde hace siglos, … así de claro y resumido en un pequeño párrafo o incluso en una frase: los micromachismos existen escondidos y se manifiestan sutilmente.

Escribiendo sobre otras masculinidades, me surgió la necesidad de leer, estudiar y de escribir sobre los micromachismos, porque es mi manera de detectarlos, de poder sacarlos del escondite mental donde los tengo y lograr evidenciarlos en su sutil manifestación. Así de sencillo, escribo para aprender, con los riesgos que ello conlleva. 
¿Por qué digo riesgos? Porque cuando una aprende y cambia ya no la sirven las mismas cosas de cuando era ignorante y eso en el entorno habitual no resulta cómodo. Si una mueve ficha, las y los de al lado también tienen que mover ficha y en ocasiones y para algunas personas, resulta comprometido o perturbador, por lo que acaba siendo molesto o fastidioso.
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Micromachismo

Es interesante observar en mí misma y en mi entorno (personas entradas en años con criterios afianzados y experiencias de vida que nos han hecho apuntalar algunas creencias), como en ocasiones nos cuesta salir de nuestros criterios personales, y ponemos pensamientos y expresamos ideas en defensa de esos criterios. 
A mí me ha pasado con el feminismo, la igualdad, los micromachismos, el lenguaje inclusivo, la palabra patriarcado, masculinidades, lo que creía que era la "discriminación positiva", etc.

Hace muchos años, cuando oí a un hombre hablar en femenino, me resultó rarísimo y pensé que estaba extralimitándose y que no tenía sentido; para mí era una salida de tiesto y lo que en realidad era y no supe ver, es un hombre identificado (por lo menos lingüísticamente hablando) con la igualdad y hacía visibilización de la mujer en su leguaje.

En ocasiones, cuando he oído hablar a mujeres en defensa de causas feministas, también he pensado que son monotema y un poco pesadas con el asunto, al margen de que entendiera parte de sus criterios o ideas; para mí no hacía falta tener la igualdad en la boca para vivirla y ahora sé que la igualdad no es real al margen de que vivamos con más criterios de igualdad que nuestras madres y que, si no se ven y se manifiestan las desigualdades, no se pueden afrontar y subsanar.

También he dado por válidas situaciones relacionales con el hombre que me habían enseñado que eran normales y que eran lo que tenían que ser (como siempre y como Dios manda); hoy en día me doy cuenta que he sufrido violencia machista, que he tolerado discriminación, que he seguido los roles de género establecidos por el sistema patriarcal en el que he nacido o que he hecho míos argumentos escuchados y leídos considerando extralimitada o carente de sentido la forma de manifestación de criterios igualitarios (hoy en día sigo sin entender algunos), razonamientos o ciertos posicionamientos de vida de personas estereotipadas como feministas.

En mi "mayoría de edad" y siendo cincuentera, me he hecho consciente de los micromachismos en los que vivimos las mujeres y en el por qué hay situaciones que me han molestado y me molestan interiormente. Me he dado cuenta de que mi cabeza y mi corazón se han revelado y se revelan contra el patriarcado y sus dictámenes, contra mi invisibilización como persona, contra la jerarquía del poder del hombre sobre la mujer, contra la falta de inteligencia emocional, contra el poco interés por adquirir inteligencia intrapersonal e inteligencia interpersonal, contra la desigualdad, la injusticia y la discriminación, contra la falta de equidad social, educacional, familiar, … 
Me revelo contra la violencia de género en ocasiones palpable, pero que por ignorancia no he identificado, y algunas veces tan sutil, escondida y mordaz, que me ha hecho y me hace cuestionarme si soy culpable o no (no responsable, que lo soy: culpable, que es un asco), que me dice que estoy equivocada, que me confundo, que me imagino e invento, que exagero, que no he estado centrada, que no hay quien me entienda, que vivo en otro mundo, que he sido una vaga o una puta, una irresponsable, una inadaptada, …, algo que no he vivido solo yo, porque esto es algo que hemos vivido muchas mujeres en mayor o menor medida y que llevo años expresando en forma de poesía,  a veces sin entender que era la opresión de los roles y estereotipos de género aprendidos por ellos y nosotras, pero que repercute más sobre nosotras.
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Es micromachismo no es sólo contar un chiste verde o que menosprecie a la mujer o la juzgue o la catalogue, no es tampoco sólo compartir contenidos sexuales o sensuales con las exaltaciones físicas de la mujer, no sólo es decir un piropo, o no es sólo cualquiera de las cosas con las que se queda la sociedad para justificar que siga existiendo el micromachismo. Seamos conscientes que es una actitud ante la vida y ante las relaciones con nosotras, las mujeres. 

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No es una palabra mal sonante, es lo que lleva de trasfondo que un hombre diga una palabra mal sonante a una mujer; es que se sienta con el derecho de ofenderla, menospreciarla, intimidarla, violentarla, desequilibrarla, infravalorarla, etc., etc., etc., y encima crea que no está equivocado en actuar así, que crea que su criterio vale más que el de la mujer ofendida, … que el de la mujer en general.

Y esta actitud se traslada a muchos momentos cotidianos invisibles e invisibilizados por las costumbres y hábitos machistas y patriarcales, cincelados en el cerebro de tal manera que los hemos hecho nuestros peores enemigos.

Es como la/el alcohólica/o que no se ve como tal, es la/el ludópata que no cree que tenga adicción, la/el drogodependiente que cree que domina lo que consume, la/el anoréxica/o que se ve gorda/o frente al espejo, …. está tan intrínseco en nuestras mentes que no detectamos los micromachismos y los consentimos. Incluso cuando algo "nos da a la nariz", nos lo auto boicoteamos y lo quitamos de la cabeza con las ideas que tenemos ya en ella o con las que nos recuerda nuestro entorno cercano (familia, trabajo, vida social, …). Por eso es tan esencial ver y detectar el micromachismo.

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Yo te pregunto ¿ves mal y usas gafas? Supongo, porque si no no verías muchas cosas ¿Usaste microscopio en el cole o te lo regalaron los Reyes Magos para jugar a ver cosas pequeñas? ¿Has cantado en un karaoke con un micrófono para que se te oiga más? ¿Has leído alguna vez un microrelato? Hay más palabras a las que se les puede poner el micro delante y nos indican algo en particular: pequeño

Micromachismo; micro+machismo, machismo pequeño; vamos de los que hay que ponerse unas gafas para verlo o usar un microscopio para saber como se mueve. El bicho grande es el patriarcado que no hace falta usar microscopio para verle y este está lleno de bichitos pequeños, los micromachismos

Como el cuerpo humano cuando tiene un bulto en algún sitio y para saber qué es hacen una biopsia y le ponen nombre y apellidos, si es bueno o malo o que hay que hacer con ello, si dejar o extirpar ¿Qué haces si te detectan que esas células diminutas son cancerígenas? Pues resulta que esto mismo que estás pensando, que es quitar lo que haya de malo e intentar erradicar el problema para que no surja de nuevo, en el campo de las relaciones entre hombres y mujeres no se entiende ¿Por qué?

La última consecuencia de un cáncer maligno es que mata; la del machismo también es que mata, algunas veces lentamente y otras de forma rápida. 
Micromachismo, tan pequeño que no se ve, pero que es microcomponente del machismo y curiosamente, otro que mata. Mata la autoestima, la seguridad en una misma, la independencia, la autonomía, la igualdad, el bienestar emocional, la capacidad de decisión, de poder de la mujer, … 
Va debilitando poco a poco, de forma sutil, invisibilizadamente creciendo sin que ni la propia mujer sepa que le está pasando y el diagnóstico sea de compleja determinación. 

Los micromachismos se pueden diagnosticar como depresión, angustia, fobia, autoexigencia, trastorno mental o cualquier otro tipo de enfermedad comórbida al micromachismo (comorbilidad: presencia de uno o más trastornos o enfermedades, además de la enfermedad o trastorno primario); con este diagnóstico nos quedamos en arreglar las consecuencias producidas por el origen, pero no el origen en sí, por lo que las consecuencias volverán a producirse.

Muchos hombres resuelven esta enfermedad social del micromachismo con esas frases como:  "cosas de mujeres", "ellas son más sensibles y débiles", "las hormonas que las condicionan", "la mujer siempre se está quejando", "con sus chorradas de las emociones la cagan", "le dan importancia a lo que no la tiene", "si tuvieran otra cosa en la que preocuparse no andaría con bobadas", "a las mujeres no hay quién las entienda", " ya está otra vez con las mismas", "parece que no sabe estar sola sin mí", "no, si el que curro soy yo y la que encima se queja es ella que se queda en casa", ... 

Y otra vez me pregunto ¿por qué no queremos ver este "pequeño" cáncer social? ¿Por qué se desvía hacia que los micromachismos son una exageración? ¿Por qué no queremos revisarnos a nosotras/os mismos y ver qué tipo de micromachismo ejercemos o permitimos? 
Mi respuesta es que nos han domesticado para ello, estamos totalmente socializados para ello.
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 Los micromachismos y sus efectos; claves para su detección- PDF 

Es curioso vernos como personas feministas, como mujeres y hombres liberadas/os, abiertas/os, capaces de discernir entre el bien y el mal, entre qué es respeto y qué es asertividad, discernir que es ser buena gente y que no es, entre.... y luego no damos permiso a ni tan siquiera plantearnos que hay que cambiar actitudes personales para evitar que sigamos haciéndolo igual de mal. 

Dar cambios, como cuesta dar cambios mentales y sobre todo si ya están instaurados dentro de las conexiones neuronales, sobre todo si ya se han convertido en creencias, y los micromachismos existen porque las creencias personales de que no lo son las tenemos bien aprendidas..

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Creencias limitantes; como influyen en tu vida y cómo desmontarlas- La Vanguardia

Creencias y salud mental- Dianova

Creencias limitantes y potenciadoras; conoce tu cerebro- Topdoctors

Los 10 tipos de creencias, y cómo hablan acerca de quiénes somos- Psicología y mente

Habría tanto que leer sobre creencias y principios personales, que da para otra entrada aparte, pero como decía un periódico de Nueva Zelanda allá por el 1873 (y la frase se atribuye a Groucho Marx) "Estos son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros". Ya, ya sé, hay que utilizar bien el significado de todo lo que decimos, pero mi intención es reparar en que quizás muchas de nuestras creencias y principios, los tengamos que cambiar para que no sean limitadores de una sana convivencia entre personas. 

Pero vamos con los tipos de micromachismos que existen, a ver si conseguimos ver alguno que permitimos en nuestras vidas sin saberlo.

Tipos de micromachismo

Utilitario-

Este viene muy bien para escaquearse de hacer algo y que lo haga otra por aquello de que "no se me da bien" o aquello de "tú sabes hacerlo mejor que yo". No consiste en lo que se hace, consiste en lo que se deja de hacer y se carga para otra, … con lo que ello conlleva. Es muy útil para disponer de más tiempo para ocupar más espacios, para poder estar y ejercer más presencia y que se sepa quién es el que más existe. Así hacemos bonito eso de que "tras de un hombre, hay una gran mujer" y hacemos creer a la mujer que es importante estar por detrás haciendo otros menesteres de menor importancia para que brillen los de más importancia, que por supuesto son los que hace el hombre. 

Volvemos aquí a perpetuar los roles de género en los cuales la mujer se tiene que dedicar al ámbito privado (el de los cuidados, el escondido, el reservado, el discreto, el invisible,...) porque se le da muy bien y ha nacido para ello, y el hombre al público (visible, reconocido, social, influyente, notorio, importante, incuestionable, …) porque es su función y su deber como hombre.

Coercitivo o directo-

Este es de los que se hace sin miramientos, directamente restricción y represión, para qué andarse con chorradas y pérdidas de tiempo ¿Cómo? Pues con un simbólico "si no se hace un algo, pasará otro algo", con un "este es mi sitio en la vida y aquel el tuyo" (sin fisuras), un "yo tengo la razón y tú te equivocas", un "la pelota es mía y el penalti lo chuto yo", un "mi reino inexpugnable es mío y no entra más que quién yo quiera", un "yo soy He-man, yo tengo el poder", ... estas cositas que no dejan lugar a ninguna duda de que es el hombre es que está por encima y que si alguien tiene que perder, es la mujer y no él. 
De aquí viene, por ejemplo, que si alguien hace reducción de jornada por cuidar a las/os hijas/os, normalmente y de mutuo acuerdo o no, es la madre porque el padre gana más (subyace la idea de que su trabajo vale más, es más eficiente, listo y tiene el poder del dinero,...).

No hay que confundir; no hablo de ser el hombre el asertivo pidiendo el respeto a su persona, hablo de esas situaciones en la que la que se ve obligada a ser asertiva es la mujer para reivindicar su espacio, su tiempo, su opinión, su persona,...

Encubierto-

Estos son muy majos porque van disfrazados de otra cosa; se colocan detrás de algo distinto y así no se les ve venir. Un "por tu bien" hago una cosa, un "te estoy ayudando, protegiendo, cuidando" porque soy muy cuidador y paternalista contigo, un "hago para ti" en vez de un hacer contigo, juntos. 
Esos bonitos "si no fuera por mí que te cuido, que harías tú en la vida".
También aquí encajan esos "va, no es para tanto lo que dices, con lo bien que me porto contigo", o esos "pequeñas cositas de uno, como tenemos todos", que minimizan acciones o errores (pequeños o grandes).
Estos son los que hacen dudar a la mujer en su criterio personal, creándolas confusión y hasta pudiera ser que sentimiento de culpabilidad.  
Mansplaining, manspreading o mansterrupting, que es algo como que el hombre sabe mucho y por eso intereviene e interrumpe, además de ocupar mucho espacio vital,... porque él lo vale.

De crisis- 

Estos entran en acción cuando el hombre nota que pierde el poder en relación con la mujer y manipula para intentar recuperarlo, a veces hasta con victimismo. Estas cositas de pensar "con lo que yo te quiero, que me hagas esto", "eres tú la que me interpretas mal", "no era esa mi intención y me está cayendo encima una que para qué", "me siento examinado cada vez que hago algo", "tengo que andar de puntillas contigo", "te doy lo mejor que tengo, no sé que más quieres". 
No nos olvidemos que también pueden recurrir a eso de "pues ahora no te hablo", "te chinchas, te ignoro y te doy con el látigo de mi indiferencia".
A parte de estas cositas de recurrir al victimismo, otro recurso en caso de notar que se pierde terreno es recurrir al control de lo que hace la mujer, porque no se fía de lo que "esta arpía me puede seguir quitando de mi poder de hombre".

Micromachismos varios-

En este lote se pueden meter los que resulta que socialmente han tenido más impacto y en muchos casos, se consideran exageraciones para infravalorar el poder negativo del micromachismo escondido en las relaciones hombre/mujer, a nivel de pareja, laboral o social.

Ejemplos: que la mujer pague menos en la discoteca como reclamo para que vayan hombres, chistes que menosprecian a la mujer (justificado con que solo es un chiste), aseos público en el que el cambiador para bebés está en el de mujeres, opinar en alto sobre el aspecto físico de la mujer como objeto de deseo (familiarmente llamado piropo, que es como que queda fino), ropa con relleno en pecho para niñas y mujeres, si se pide una café y una cerveza dar la cerveza al hombre, en una comida de restaurante dar a probar el vino al hombre, ese comentario tan extendido cuando no tienes hijos de "se te está pasando el arroz", "el apellido de toda la vida primero el del padre", …
Y el ahora viene el "más mejor"; esos actos de caballerosidad que hacen que a un hombre se le considere elegante, educado, galán y caballeroso, esos que tanto nos gustan también a las mujeres y por lo tanto están súper bien vistos y deben seguir existiendo por amables.

25 micromachismos- Feminista ilustrada



No es fácil descubrir todos los micromachismos latentes en la sociedad, que pululan por el aire y por las mentes, que te enganchan y se quedan contigo absorbiendo la coherencia en favor de las creencias acumuladas; no es fácil, pero habrá que ir de una vez al lío y descubrirlos ¿no? Yo estoy en ello, porque aún me queda mucho que desaprender, casi tanto como lo que he aprendido en esto de las relaciones  androcentristas y machistas.

9 octubre 2024- Como esto de investigar te lleva a seguir de forma continua con el estudio, la vida me ha llevado a hacer unas prácticas sobre igualdad a una empresa que hace talleres de otros tipos en centros escolares y he  confeccionado un material didáctico por si tienen que dar sobre prevención de la violencia machista.

Os comparto una parte de ese material sobre micromachismo en la entrada Micromachismos-II  

Otras fuentes: 

Micromachismos- Ayuntamiento de Villar del Arzobispo
El machismo silencioso: micromachismos- trabajo final de grado de la Universidad Pontifica de Comillas.

miércoles, 3 de enero de 2024

El empoderamiento y el empoderamiento de la mujer

Las cosas que tiene Eloisa

Hay matices que diferencian a las palabras "poder" y "empoderamiento", así que voy a indagar sobre estos dos conceptos.

Vamos a ver que nos cuentan que es el poder según la RAE: 

1. tr. Tener expedita la facultad o potencia de hacer algo.

Sin.:
  • valer.

2. tr. Tener facilidadtiempo o lugar de hacer algoU. m. con neg.

Sin.:
  • lograrconseguirobteneralcanzarpermitirse.

3. tr. coloq. Tener más fuerza que alguienvencerlo luchando cuerpo a cuerpoPuedo a Roberto.

Sin.:
  • vencerganardominarsuperarderrotar.

4. intr. Ser más fuerte que alguienser capaz de vencerloNo pudo CON su rival.

Sin.:
  • vencerganardominarsuperarderrotar.

5. intr. Aguantar o soportar algo o a alguien que producen rechazoU. con el verbo en forma negativa. No puedo CON sus impertinencias.

6. intr. Ser contingente o posible que suceda algoPuede que llueva mañana.

Y a ver que nos cuentan que es empoderamiento:

1. m. Acción y efecto de empoderar (‖ hacer poderoso a un desfavorecido).

Pues habrá que buscar qué es empoderar:

1. tr. Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecidoU. t. c. prnl.

2. tr. Dar a alguien autoridadinfluencia o conocimiento para hacer algoU. t. c. prnl.

3. tr. desus. apoderar. Era u. t. c. prnl.

Bueno, esto ya aclara más que una cosa es tener la capacidad de  y otra que te den la capacidad de, pero en el caso de empoderar, si busco es reflexivo (cuando una/o ejerce la acción sobre sí mismo), no lo encuentro en el diccionario de la RAE, sin embargo, sí sé que tenemos la capacidad de empoderarnos sin esperar a que nadie nos empodere.

He encontrado otra definición de empoderamiento en el diccionario Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo de la Universidad del País Vasco, donde lo define como: 

"Proceso por el cual las personas fortalecen sus capacidades, confianza, visión y protagonismo como grupo social para impulsar cambios positivos en las situaciones que viven".

Y esto nos lleva a la pregunta ¿Qué es el empoderamiento de la mujer y por qué surge?

El empoderamiento de la mujer conlleva su participación en la sociedad a todos los niveles y en todos los sectores, con el reconocimiento de sus capacidades para contribuir en ella de manera que sea más igualitaria, justa y estable, colaborando a su desarrollo y progreso. 

Sencillo de entender, pero por lo visto, poco entendido por ciertas personas obtusas y retrógradas de la sociedad en la que se quiere contribuir a su mejora y desarrollo. 
Muy absurdo y muy cierto que cuesta dejar que la mujer ocupe puestos y cargos relevantes a nivel político, judicial, económico o social, como para poder cooperar y colaborar en la sociedad; parece ser que hay miedo a que las capacidades de otras diversidades quiten el poder a quien lo ejerce, que coincide que es el hombre a través del sistema social del patriarcado.

Os hago un copi/pega de un párrafo de Empoderamiento de las mujeres: conceptualización y estrategias- PDF del año 2006:

  • Algunas autoras han destacado la fuerte conexión entre empoderamiento y redistribución del poder. Así, para Batliwala (1997), el empoderamiento es el “proceso de desafiar las relaciones de poder existentes y obtener un mayor control sobre las fuentes de poder… (y) se manifiesta como una redistribución del poder, ya sea entre naciones, clases, razas, castas, géneros o individuos”. Gita Sen (1993) ha definido el empoderamiento de las mujeres como la “alteración de las relaciones de poder… que constriñen las opciones y autonomía de las mujeres y afectan negativamente su salud y bienestar”, en tanto que Johnson (1994) considera que “aunque las mujeres pueden empoderarse a sí mismas al obtener algún control sobre los diferentes aspectos de su diario vivir, el empoderamiento también sugiere la necesidad de obtener algún control sobre las estructuras de poder, o de cambiarlas”. 

Bueno, pues ya tenemos enlazados las dos palabras; poder y empoderamiento, lo que da idea del por qué los que tienen el poder  no quieran soltarlo y ese recelo al empoderamiento de la mujer. Este colectivo que tiene el poder se olvida de algo: el beneficio individual y colectivo que viene de la mano del empoderamiento de la mujer.

El proceso de empoderamiento de las mujeres- Guía Metodológica- Investigación realizada por el grupo de trabajo "Género y Indicadores" de la Comisión de Mujeres y Desarrollo.

Ahora que sabemos que perder el poder no gusta a un tipo de masculinidad patriarcal, la masculinidad hegemónica, voy a escribir sobre varios tipos de poderes para la reflexión y que podamos ver en que poder nos colocamos unas y otros.

El poder sobre-

Este es el que domina y quiere subordinados bajo la creencia de que los demás son inferiores y de menor valía. Es un poder asimétrico, de control, opresor y de sometimiento de alguien sobre alguien, y en el patriarcado, con su masculinidad normativa, de un hombre sobre cualquier otro hombre al que crea inferior (raza, posición social, economía,...) y por supuesto sobre todas las mujeres sea cual sea su condición.

Relaciones de poder y asimetrías de género

El poder de-

Este tipo de poder implica tener capacidad para solucionar, crear, hacer, tomar decisiones, ... Implica la capacidad de acción, capacidad relegada al ámbito privado en la mujer, impidiendo el acceso a la cultura o a las herramientas que permitieran desarrollar sus capacidades. Es este el tipo de poder cuando hablamos de empoderamiento en general y de empoderamiento de la mujer por ser esta la que más ha estado sometida al hombre.
Se les ha negado también a los hombres con otro tipo de masculinidad diferente a la que marca el patriarcado (raza, orientación sexual, estatus social, etc.), pero la mujer ha estado, por ejemplo, por debajo de la raza negra a la hora de conseguir el poder de, ya que en su momento, la abolición de la esclavitud y el derecho al voto de los negros se consiguió mucho antes que el derecho de las mujeres a votar... Que por cierto, una vez conseguido el voto, se siguió con el modelo patriarcal entre los hombres negros pese a haber sufrido ellos la discriminación por su color de piel. Ya se sabe, la jerarquización del poder que hace que de forma generalizada (siempre hay excepciones), los hombres se sientan superiores y tengan que tener a alguien por debajo para practicar el poder sobre.

Por eso es tan importante dar la oportunidad de empoderarse a aquellas y aquellos que la sociedad patriarcal quiere mantener por debajo y bajo su dominio, no es ninguna coincidencia que la mujer esté por debajo del hombre que está por debajo.

El poder con-

Este poder es el solidario, el de la cooperación, el capaz de organizarse para defender objetivos comunes, que bien pueden ser para adquirir los derechos individuales y los colectivos, tanto a nivel social, laboral, político,...
Es un tipo de pode no excluyente y sí negociador, porque lo que pretende es adquirir la fuerza grupal creando sinergias (como dice la Gestalt, el todo es más que la suma de sus partes).
sinergia
 
Del lat. cient. synergia 'tarea coordinada', y este del gr. συνεργία synergía 'cooperación'.

1. f. Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales.

Sin.:
  • concurrenciacoordinaciónconcurso.

2. f. Biol. Concurso activo y concertado de varios órganos para realizar una función.
Sinónimos o afines de sinergia concurrenciacoordinaciónconcurso.

El poder interior-

Con este poder se consigue el empoderamiento personal; de ahí se parte para conseguir el poder con y el poder de. Es el que deriva de la imagen que tenemos de nosotras/os mismas/os, es la autoestima y seguridad con la que nos miramos, es esa fuerza psicológica y emocional con la que podemos hacer frente a muchos de los problemas de vida que se nos presenten. El poder interior nos da esa fuerza para hacer cosas que si no lo tenemos nos podríamos; nos capacita, no deja crear soluciones, no deja comprender de otra manera muchas circunstancias y nos quita miedos para poder salir de ese malsano poder sobre.
Cultivar la inteligencia intrapersonal nos dará ese poder interior necesario para no estar donde no queramos, no hacer lo que no queramos, decir no cuando no queramos y empoderarnos sin sentirnos culpables por ello.

Importantísimo el empoderamiento de la mujer para impulsarla, para que agarre sus capacidades y con ellas haga lo mismo que cualquier hombre, …. lo que quiera y no lo que la dejen. 

Importantísimo para ella, para no dejar que la agredan ni físicamente, ni económicamente, ni psicológicamente, ni sexualmente, ni de ninguna otra forma que se le ocurra al hombre.

Importantísimo el empoderamiento de la mujer para la sociedad, porque el aporte que ofrecen sus capacidades beneficia a toda ella; a hombres, mujeres y cualquier persona excluida actualmente por pertenecer a colectivos no reconocidos o desvalorizados.

Importantísimo el empoderamiento de la mujer para conseguir la igualdad efectiva en esta sociedad, entre hombres y mujeres y entre cualquiera, porque es la mujer y a través de su esfuerzo, la que ha conseguido los avances sociales para que las cosas vayan cambiando. Después se han unido muchos hombres  con otro entendimiento de lo que es la masculinidad normativa, pero las impulsoras de los cambios, las mujeres. 

Empoderarnos es querernos, es valorarnos, es sentirnos capaces y que valemos, es hacer y no esperar a que nos dejen hacer, es ocupar nuestro sitio en la sociedad en todos los ámbitos y no sólo en el doméstico como mujeres. Sí, ya sé que hoy en día las mujeres trabajamos, pero seguimos haciéndolo mayoritariamente en casa también, ateniendo en los cuidados familiares a hijas e hijos, a madres y padres y a quien hace falta.

Seguimos ocupando de forma minoritaria cargos de poder ejecutivo, legislativo y judicial. En las empresas importantes y con influencia económica también seguimos en minoría, nuestros puestos de trabajo son más precarios y en muchas ocasiones de complicada conciliación familiar, por lo que recurrimos a trabajos de menor horario o bajo cuerda para poder cuidar y tener pequeños recursos económicos, lo que implicará en nuestra vejez menor economía para subsistir. Sí, la pobreza feminizada es una realidad estadística muy presente hoy en día, por eso tenemos que empoderarnos socialmente, por eso tienen que existir las medidas positivas en las empresas públicas y privadas... y no es un privilegio, es la recuperación de un derecho denegado durante generaciones, el derecho a tener presencia en el ámbito publico atesorado por los hombres y vetado para las mujeres.

Los hombres de hoy en día no son culpables de lo que han hecho los hombres de generaciones anteriores, pero sí son responsables de lo que hacen ahora. Son responsables de no ejercer el reconocimiento a las víctimas del sistema patriarcal hegemónico, responsables de apoyarlo por ejercerlo ahora o por consentirlo y no participar en el cambio.

Ejercer el reconocimiento de responsabilidades del sistema patriarcal donde vivimos y en ese reconocimiento, apoyar y aplicar los cambios sociales, políticos, económicos y etc.,  que hagan falta para llegar a la igualdad de mujeres y hombres, y yo añado que por ende, a la igualdad de cualquier persona.

Hay unas leyes y normas que nos da un marco legal, hagamos que se cumpla, pero eso sólo no vale, si no hay un respaldo social para que cambie, será un camino muy largo, tan largo que sigue hoy en día porque el hombre no quiere soltar su poder y es la mujer la que tiene que ir cogiéndolo y para ello necesita creérselo, necesita que la formen y la den las herramientas para desechar creencias que ha aprendido desde niña y que la han hecho pensar que su sitio está por debajo del hombre. Necesita el empoderamiento negado y la sociedad lo necesita ya y sin esperar a mañana ¿Por qué? Porque hoy en día la cultura patriarcal mata, ejerce la violencia machista, abusa y ningunea a la mujer. No es el pasado, es el ahora y las estadísticas no mienten (no dicen toda la verdad porque son sólo la punta del iceberg).

Violencia machista en 2023: el año cierra con 55 mujeres asesinadas, seis más que en 2022. También han sido asesinadas dos niñas. Solo en 14 de los 55 feminicidios, había denuncia previa. 

La APIF pide medios para frenar "el horrible escenario" de violencia machista y vicaria: 54 mujeres han sido asesinadas en 2023- Exige un acuerdo de Estado que ponga en el centro la protección de las víctimas. APIF es la Asociación Profesional Independiente de Fiscales. 

5o niños y niñas víctimas mortales de la violencia de los hombres sobre sus exparejas desde 2013; se cuenta desde ese año porque fue el primer año en el que se empiezan a poner en estadísticas estos crímenes de violencia vicaria


Imagen extraída del archivo PDF, Notas de prensa INE relativas a los datos del año 2022

EloisaOstaHermosilla-Lascosasquetieneeloisa


BOE Igualdad de Género- en este enlace tenéis todas las leyes estatales y europeas, con las normativas específicas por materias (educación, defensa y seguridad, deportes, comunicación y sociedad de información, etc., etc., etc.) 

Otras fuentes:

La autonomía de las mujeres; un desafío social y un compromiso individual-  conferencia de dos mujeres, Clara Coria, psicóloga, escritora e investigadora en género y Susana Covas especialista en género y equidad (1h 21minutos).

Empoderamiento femenino: la lucha que debe unir a hombres y mujeres- OXFAM Intermon

¿Por qué es importante el empoderamiento de las mujeres para el desarrollo? 

Empoderamiento económico- ONU mujeres

La igualdad es un buen negocio

Empoderamiento de la mujer: qué es, definición, principios, tipos y ejemplos- Responsabilidad Social Empresarial y Sustentabilidad

¿Por qué es importante el empoderamiento de la mujer? 

El argumento económico en favor de empoderar a las mujeres- Fondo Monetario Internacional

Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas

¿Por qué el empoderamiento femenino beneficia a todos?- apolitical

Por qué la palabra empoderar se empieza a atragantar- curioso artículo del 2022 que habla sobre la degradación del verbo empoderar por su sobreutilización a varios niveles, entre ellos político y comercial. 
Con lo poderoso que es el verbo empoderar/se, lo están desempoderando. Una lástima porque luego pensamos que el empoderamiento y el empoderamiento de la mujer son pachangadas, algo que viene muy bien a cierto sector social para desprestigio de las peticiones de igualdad, equidad y honestidad con la mujer. El no empoderamiento de la mujer conlleva pasar por situaciones como la de una historia vivida en si llega el momento.

Es curioso lo que a muchas mujeres nos pasa aún sabiéndonos libres, empoderadas, fuertes, preparadas, solventes, decididas,... feministas; seguimos los roles y estereotipos aprendidos desde pequeñas y que para más guasa, son los que odiamos, no nos gustan, luchamos contra ellos ¡Ese tan odiado C.V. oculto que toda feminista lleva dentro! 
El empoderamiento de la mujer nos ayuda a no caer en las mismas pautas de conducta que las mujeres de generaciones pasadas, sin embargo, ninguna estamos exentas de ello, y si no, mirar el siguiente vídeo que es para troncharse de risa y a la vez para echar a llorar por vernos reflejadas en más de una actitud de las que relata tan acertadamente esta mujer.
La feminista blandengue- Ana López Segovia de la compañía teatral Las niñas de Cádiz, en el carnaval de Cádiz 2024