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martes, 12 de noviembre de 2024

Meliorismo

Las cosas que tiene Eloisa
El concepto vale la pena repasarlo, conocerlo y empaparnos de su significado para poder entender que el mundo funciona como funciona porque las personas caemos en la pasividad y la inactividad o incluso nos quedamos en el victimismo, algo que no se baraja en el meliorismo, definido por algunas personas como una corriente filosófica que no se va ni al pesimismo ni al optimismo, se queda en medio para analizar para después hacer sabiendo que es ahí dónde residen los cambios positivos.
No es ni el optimismo ingenuo que dice que todo estará bien porque sí, ni es el pesimismo que cree que no hay nada que hacer, es más bien una postura intermedia que confía en que, con trabajo y acción, podemos transformar la realidad para bien.

La palabra meliorismo viene del latín "melior", que significa "mejor". Así que ya desde su raíz etimológica, se trata de algo relacionado con la mejora. 

El concepto ha estado presente en diversas culturas y filosofías a lo largo de la historia, sin embargo, fue gracias a pensadores como William James (filósofo y psicólogo estadunidense) y George Eliot (escritora británica del siglo XIX) que este término tomó forma y se popularizó en la filosofía moderna con la idea base de que el ser humano tiene la capacidad de influir positivamente en su entorno.

El meliorismo es creer en el poder del cambio, pero con trabajo porque la suerte no vale en este caso, las baritas mágicas tampoco y no tenemos un vecino Jose que nos lo solucione todo. 
No se trata de sentarte a esperar que las cosas mejoren por sí misma, sino de reconocer qué ocurre y que aunque el mundo tenga problemas, podemos hacer algo al respecto.

No vale sólo con quedarnos en que hay paro, una crisis climática, inseguridad ciudadana, conflictos en el trabajo, relaciones complicadas, adicciones varias, etc., se trata de moverse hacia una dirección de posible resolución de los problemas. No es negar que hay cosas malas, pero tampoco rendirse ante ellas.

PRINCIPIOS DEL MELIORISMO

No voy a contaros nada que no sepamos, pero leer sobre cosas positivas, agradables y viables, siempre enriquece y carga las pilas para seguir adelante. Ganas de tirar la toalla en algún momento, todas las personas hemos tenido y tendremos; seguramente en muchas de ellas si pensamos en qué nos dice el meliorismo, acabaríamos no tirando toalla y sí poniendo soluciones.

Voy a escribir sobre qué puntos se basa el meliorismo, sus principios:

La mejora es posible

Por muy mal que estén las cosas, siempre hay una posibilidad de hacerlas mejor.

Este principio es un recordatorio optimista y práctico de que, aunque enfrentemos retos enormes o nos encontremos en situaciones difíciles, siempre hay una oportunidad para cambiar las cosas a mejor. 
No es ignorar los problemas ni minimizar su gravedad, sino reconocer que el cambio es alcanzable con el hacer, la voluntad y la colaboración.

Aceptar la realidad que hay, entender dónde se esta y reconocer lo que no funciona es el paso previo para que la mejora de una situación la hagamos posible. Si le añadimos la paciencia de esperar a que el proceso que se tenga que llevar cumpla sus tiempos y nos mantenemos en el compromiso y la constancia para que sea así, se logrará.

No vale quedarse a la zaga de lo que venga para actuar, la proactividad es una herramienta que hay que utilizar y tener la confianza en que cada paso, cada esfuerzo en la dirección de la mejora suma para conseguirla.

Creer que "la mejora es posible" nos da esperanza y nos motiva a actuar, incluso en las peores situaciones. Es un recordatorio de que siempre tenemos una oportunidad para cambiar, aprender y construir algo mejor. Por mal que parezcan las cosas, el primer paso para mejorar siempre está a nuestro alcance.

El cambio depende de nosotras/os

Este concepto lo enlazo con el párrafo de no quedarse a la zaga, porque las soluciones a los problemas no son cuestión de suerte ni de esperar milagros, sino de tomar acción.

Es una invitación a asumir el control de nuestras vidas y de las distintas situaciones. Muchas veces pensamos que las cosas mejorarán solas o con el tiempo, pero la verdad es que, para que algo cambie, necesitamos movernos y tomar decisiones. 

La suerte no se controla y esperar que las cosas caigan del cielo solo nos deja en un estado pasivo, sin avanzar, al margen de que haya momentos en los que la suerte pueda ayudarnos, depender de ella no es una estrategia sana, puede ser un regalo durante el trabajo y cuando te llega ¡menudo alegrón!

No te engañes, el cambio requiere esfuerzo, todo lo que merece en la vida  (relaciones saludables, logros personales, cambios sociales, etc.) necesita acción, dedicación y constancia, y si no somos nosotras/os quienes tomamos la iniciativa, las cosas seguirán igual.

El cambio está en nuestras manos y no en milagros y tenemos que ser agentes activos; tenemos más control de lo que pensamos, aunque no podemos controlar todo, sí podemos decidir cómo reaccionamos, cómo actuamos y cómo afrontamos los problemas. Esta filosofía de vida es la que promulga el estoicismo.

No hay que olvidar que las pequeñas acciones suman y que un cambio aparentemente pequeño puede desencadenar mejoras en otras áreas, nunca se sabe dónde salta la liebre, pero para verlo hay que estar.

Porque esperar no resuelve nada: Dejarlo todo en manos del destino o los milagros solo prolonga el estancamiento.

Meliorismo significa dejar de esperar a que "algo externo" nos rescate o resuelva las cosas, porque el esperar sin sentido no resuelve nada, y hay que entender que el poder para transformar nuestra realidad está en nuestras manos, nuestro compromiso y nuestra dedicación.

Pequeños pasos cuentan

Cuando queremos cambiar algo en nuestra vida, muchas veces nos abruma pensar en la meta final. Nos imaginamos todo lo que hay que hacer, lo difícil que puede ser y cuánto tiempo nos va a llevar. 

Pero la clave está en que no es necesario hacerlo todo de golpe, cada pequeño paso cuenta, y es precisamente la suma de esos pequeños pasos lo que nos lleva a grandes resultados.

Es más fácil empezar con algo pequeño que con algo grande y complejo; pensar en todo lo que hay que hacer, hay veces que nos lleva a postergar el empezar, es como que nos da pereza todo lo que nos queda por delante, cuando el truco es empezar, sin más, sin grandes retos. Arrancar ya es un paso y luego a esperar al efecto acumulativo de los siguientes pequeños pasos.

Los cambios que nos cambian no suelen ser inmediatos, pero cada esfuerzo suma. Cada pequeño paso que damos nos acerca a nuestros objetivos, y aunque al principio pueda parecer que no estamos avanzando, con el tiempo veremos cómo esos pequeños esfuerzos se convierten en grandes logros. 

Ningún corredor de una maratón lo ha hecho entrenando un día, esto lleva tiempo y pequeños retos que se convierten en grandes resultados.

La colaboración es clave

Hay situaciones en las que no podemos avanzar solos, situaciones complejas en las que seguramente necesitaremos ayuda.

Vivimos en un mundo lleno de personas con talentos, ideas y experiencias diferentes que, cuando se combinan, pueden lograr cosas increíbles. La colaboración es el motor de muchos avances, tanto a nivel personal como comunitario o global.

¿Por qué la colaboración es tan importante?

Se unen fortalezas: Nadie es bueno en todo, pero cuando trabajamos juntas/os, nuestras habilidades se complementan.

Aporta nuevas perspectivas: Escuchar a las/os demás nos abre los ojos a ideas y soluciones que no habríamos pensado por nuestra cuenta.

Reduce la carga: Compartir tareas o responsabilidades hace que todo sea más manejable y menos abrumador.

Fomenta el aprendizaje: Trabajar con otras personas nos enseña nuevas habilidades y maneras de abordar los desafíos.

Crea vínculos: La colaboración no solo logra objetivos, sino que también fortalece las relaciones, ya sea en el trabajo, en la familia o con amistades.

Colaborar no significa perder individualidad, sino sumar fuerzas para llegar más lejos. En cualquier aspecto de la vida, cuando dejamos de lado la idea de "yo puedo sola/o" y abrimos la puerta al "podemos juntos", las posibilidades se multiplican. 

Es un proceso constante 

No basta con mejorar algo una vez y olvidarse, es necesario seguir cuidando y adaptándose. Mejorar una situación o a nosotras/os mismas/os no es como arreglar un enchufe y olvidarse, es más parecido a cuidar de una planta. 

Una vez que damos ese primer paso de mejora, la clave está en el mantenimiento y la evolución constante. Esto es aplicable tanto a nuestras metas personales como a nuestras relaciones, al trabajo, a la salud o a cualquier ámbito de la vida.

A mí me gusta este concepto del meliorismo porque no es una utopía que promete un mundo perfecto, pero tampoco es un sueño imposible. Es una forma práctica de pensar, de reconocer que las cosas no son ideales, pero creer que podemos acercarnos a algo mejor.

En estos momentos no se me ocurre mejor ejemplo del concepto del meliorismo que la población valenciana tras estas macabras inundaciones que han pasado y que están sufriendo. Todas sus gentes se han lanzado a recuperar sus pueblos, sus espacios vitales en los que sólo quedó y queda barro, escombros, basuras y desolación. 

La empatía social ha hecho que muchas otras gentes de otros muchos lugares se unan a esta corriente del meliorismo en Valencia y estén haciendo lo que está en su mano para ayudar a que esos lugares vuelvan a la normalidad lo antes posible, sus gentes vuelvan a sonreír y a creer en las personas porque siente que no están solos.

Seguro que hay instituciones que están haciendo por participar en el alivio de la situación, no lo dudo, pero a mí me ha gustado ver como las gentes, las y los jóvenes que creíamos que ni sentían ni padecían, están dando el callo, con esta actitud "meliorista" que hace falta ¡Bravo por la población afectada, bravo por las gentes resilientes, gracias a las personas que sin estar afectadas, lo están y van a colaborar en la solución de esta catástrofe! Qué bonito dentro de la dramática situación que están viviendo.

En este mundo lleno de desafíos (cambio climático, desigualdad, conflictos bélicos, paro, hambre, vivienda, …), si utilizamos la filosofía del meliorismo podremos ver todos esos desafíos con una perspectiva positiva y activa, asumiendo la responsabilidad de mejorar lo que está en nuestras manos.

En lo personal puedes aplicar el meliorismo en tu vida al intentar ser mejor cada día, sin castigarte por los errores y por lo que no consigas, por las limitaciones que surjan o las trabas que te puedan poner otras personas.

En lo social, el meliorismo te impulsa a ser parte del cambio, ya sea participando en una causa, educando a otras personas o cambiando pequeños hábitos diarios y relacionales. En este hilo, los melioristas sociales creen que la educación es una herramienta para reformar la sociedad y generar ese cambio a mejor que se necesita

El meliorismo nos invita a mirar el mundo con ojos críticos, pero también con ganas de hacerlo mejor. Es un recordatorio de que, aunque no podemos solucionar todo de un golpe, ese no es el objetivo ya que cada paso cuenta. Es una filosofía profundamente práctica, que encaja tanto en la vida diaria en la que tenemos que afrontar problemas, como en los grandes movimientos sociales. Y haciendo un chistee tonto, …yo en vez de mileurista, prefiero ser "meliorista".