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martes, 12 de abril de 2016

El miedo


De pequeños nos metían el miedo con eso de que si no éramos buenos venía el hombre del saco a por nosotros y nos llevaba con él. A nuestros padres los miedos propios de una guerra y una posguerra ; a mis abuelos los de emigrar para comer. A los tatarabuelos otros, y así para atrás muchos miedos más acumulados. Si a eso le añadimos los que la sociedad y la iglesia imponían ¡ de aquellos polvos vienen estos lodos !
  
Si nos vamos a la wiki, nos explica así que es el miedo :
El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, lo que incluye al ser humano.
La máxima expresión del miedo son las fobias, el terror, además está estrechamente relacionado con la ansiedad.
Existe miedo real cuando su dimensión está en correspondencia con la dimensión de la amenaza. Existe miedo neurótico cuando la intensidad del ataque de miedo no tiene ninguna relación con el peligro. Ambos, miedo real y miedo neurótico, fueron términos definidos por Sigmund Freud en su teoría del miedo. En la actualidad existen dos conceptos diferentes sobre el miedo, que corresponden a las dos grandes teorías psicológicas que tenemos: el conductismo y la psicología profunda. 
Según el concepto conductista el miedo es algo aprendido. El modelo de la psicología profunda es completamente distinto ; en este caso, el miedo existente corresponde a un conflicto básico inconsciente y no resuelto, al que hace referencia.
Esto nos cuenta la wiki y parece ser que según pasa el tiempo el concepto de la emoción del miedo varía y también su utilidad, ya que en nuestros ancestros podría tener un significado de vida o muerte en casi todos los individuos, pero hoy en día ese mecanismo básico de supervivencia en respuesta a un peligro, en muchos casos no tiene sentido ni razón de ser.
Eso sí, es una emoción y como tal hay que respetarla; cualquier emoción hay que dejarla sentir ya que tienen todas una utilidad y sobre todo si las sentimos, debemos dejarnos la libertad de reconocerlo en lugar de tratar de ocultarlo.
La represión no es sana, la modulación de la emoción del miedo sí. Sabemos que es una reacción ante hechos que sucederán a futuro o en el presente, aunque también hay miedos del pasado aprendidos. El miedo es útil en ciertas ocasiones, el problema con él reside en que en estas sociedades al final nos hacen vivir con una serie de miedos que nos sirven para nada (miedos disfuncionales). Este es el tipo de miedos que nos paralizan o nos frenan.
Decir también que los de nuestros antepasados o los de algunos individuos de países con una suerte bien distinta a la nuestra, los miedos sí que son más de supervivencia física de cubrir las necesidades fisiológicas (las primarias y básicas que nos describe Maslow) y ahora son más de seguridad (según lo que entendamos con ello), de autoestima o de autoconcepto.
Repito que el miedo es una emoción primaria y que se encuentra en todas las culturas y cada una tienes sus propios miedos dependiendo de las vivencias, de las creencias, del entorno vital, de…

Suele resultar una emoción desagradable con consecuencias orgánicas, aunque hay personas que disfrutan con esa sensación de miedo (de hecho existe ese género en el cine e incluso festivales como el de Sitges). 

El miedo tiene su punto positivo ya que nos ayuda a alejarnos de algún acontecimiento para el que aún no somos aptos. Estos pueden ayudarnos como hacen una madre, con protección, pero no nos ayudan en nada cuando son con sobreprotección.

Tiene esas dos vertientes el miedo; nos alerta o nos paraliza, nos esconde o nos da valor para actuar (bien peleando, bien escapando). He leído una frase sobre el miedo que me ha gustado, pero no sé de quién es un sentimiento útil en la supervivencia pero limitante en la vida.

La respuesta al miedo, enfrentarse a él con acciones, no sólo con una, ...varias y variadas porque en alguna encontraremos la clave para salir adelante y perder el miedo al miedo.

Hoy en día la variedad de miedos es inmensa y pueden ir desde miedo a un animal, miedo a hablar en público, miedo a la confrontación, miedo a salir, miedo al olor corporal, miedo a los libros, miedo a los espacios cerrados, miedo a ......... ¡infinitos parecen los miedos! a mí personalmente los que más pena me dan son el miedo a vivir y el miedo al amor. ¡todo lo que podemos vivir y amar!

Si quieres conocer más sobre el miedo como emoción primaria, este está enmarcado dentro del área emocional, que a su vez es una de las distintas áreas de la vida 
Nota* Actualizo esta entrada con el enlace a un libro que he conocido. Nos habla de 7 emociones, entre ellas el miedo
Historias que transforman







martes, 3 de septiembre de 2019

El miedo, emoción primaria


Repitiendo la definición de que son las emociones, diré que son respuestas involuntarias psicofisiológicas, cognitivas y conductuales, es decir, una reacción biológica a un acontecimiento. Dicho esto, el miedo cumple muy bien con su papel que es el de la supervivencia del individuo ante un acontecimiento que él considera un peligro (da igual que sea real o inventado).

Yo le veo al miedo como ese Pepito Grillo que está ahí todo el rato para que no nos metamos en problemas ; nuestro gran cuidador que nos mantiene a raya, ya que sin él, seguro que ni yo estaría escribiendo ni vosotros leyendo sobre él.

Esta emoción primaria cuidadora es nuestro mecanismo adaptativo a un entorno hostil y lleno de peligros y nos otorga la capacidad de reaccionar ante posibles situaciones que considera peligrosas... y esto es lo perfecto para mantenernos vivos, el problema es tener miedos infundados, o mejor dicho miedos disfuncionales (que no sirven para la función de proteger, si no tan sólo de impedir ).


A través del
miedo manifestamos lo que para nosotros resulta una amenaza a nuestra seguridad, bien física, o bien de autoestima y autoconcepto, habiendo miedos que pueden ser terriblemente subjetivos y digo terriblemente por la carga de vida que pueden llegar a ser (miedo a montar en metro, avión, ascensores, a salir a la calle, a la gente, ...).

Nuestras creencias y patrones mentales que nos llevan a unos pensamientos determinados filtran acontecimientos que nos suceden y dependiendo de cuales sean, nuestros miedos se manifiestan en mayor o menor grado. En el grado mayor tenemos todas las fobias que nos podamos imaginar (aracnofobia, agorafobia, zoofobia, pluviofobia, a las palabras largas..... puede haber una fobia para todo, depende de cada individuo) y en el grado menor las conductas de riesgo (exposición repetida y voluntaria a un peligro como deportes de alto riesgo, la ruleta rusa, ciertas prácticas sado/mado, conducir a alta velocidad, ... hablar del riesgo merece capítulo aparte). 

Stanley Rachman (psicólogo canadiense) hace distinción con las clases de miedos que hay : miedo agudo, miedo crónico, miedo adaptativo o funcional y miedo desadaptativo o disfuncional. De los dos últimos ya he escrito, así que paso ahora con los otros dos.

El miedo agudo está provocado por estímulos reales, concretos y evidentes, de esta manera, desaparece cuando lo que provoca el miedo no está presente. Los típicos son miedo a un animal concreto ; araña, polilla, rata, serpiente, perro, ... solo en presencia de ellos se siente el miedo, durante el resto del tiempo ese miedo permanece dormido.

El miedo crónico tiene una esencia bastante más complicada ya que puede estar provocado por algo concreto o algo subjetivo, de esta manera se está expuesto al miedo en cualquier momento que tengamos un pensamiento subjetivo que nos lo provoque. Ejemplos más claros de esto es el miedo a la soledad o el de suponerse rodeado de espíritus, que a las noches venga un monstruo,.... 

Luego están los miedos propios de cada época humana. Algunos de las pasadas permanecen, otros van desapareciendo y otros nuevos se unen : miedo a perder algo, a ser rechazado, a la vejez, a una enfermedad, a no tener algo o a alguien, a la muerte, al fracaso, miedo a.... lo ideal sería que cada uno fuéramos capaces de identificar nuestro propios miedos y si son disfuncionales, enfrentarnos a ellos y reconducir nuestras creencias y pensamientos al respecto.

Lo que está claro es que el miedo puede ser provocado por cualquier cosa o pensamiento, pero ¿qué nos ocurre cuando sentimos miedo? en principio es una retirada/lucha/esconderse de aquello que nos produce el miedo. Hay múltiples vídeos de escenas en las que se da un  susto a alguien con algo sorpresivo y la primera reacción es echar a correr, enfrentarse, taparse los ojos y chillar o poner las manos delante (depende de la situación y del momento propio del individuo). 

También simplemente puede ser que no nos acerquemos a quello que nos da miedo por no sentir el malestar de la indefensión y falta de control que nos provoca, ya que esa sensación de vulnerabilidad no nos gusta nada y menos si tienes la creencia de ser una persona a a que "nada ni nadie" le para (aunque todos sepamos que es todo lo contrario). En este caso enmascaramos el miedo con la no exposición a cosas o situaciones que nos lo puedan producir (el miedo al compromiso, miedo a un posible fracaso, miedo a no sentirse suficientemente válido, miedo al miedo,...). 

En cuanto a los cambios fisiológicos que se producen en el cuerpo :

Aumento de la frecuencia y la fuerza contráctil cardiaca, aumento de la presión arterial sistólica y diastólica, dilatación de pupilas, sudoración, descenso de la temperatura corporal periférica y reducción del volumen sanguíneo (el típico "quedarse pálido" "quedarse helado"), aumento de la conductancia de la piel y la tensión muscular (tanto que se puede llegar al agarrotamiento muscular), aumento de la frecuencia respiratoria (llegar a la hiperventilación), el estómago se contrae, aumento de neurotransmisores en sangre (adrenalina y noradrenalina principalmente)...

Si con el miedo los cambios físicos son importantes, los psicológicos si que son impedimento para llevar una vida saludable en nuestras relaciones intrapersonales e interpersonales  :

Agobio, malestar, estado de alerta, pensamientos negativos, preocupación, estrés, pérdida de autoestima, bloqueo emocional, ansiedad (y su diversas variantes), trastornos obsesivos, ataques de pánico, síndrome de estrés postraumático, ...

En cuanto a cómo afrontar el miedo, depende mucho de cual sea y a qué grado haya llegado ; no dudes en consultar a un especialista si es el caso, no haciendo nada al respecto afecta a tu entorno, tus relaciones y sobre todo a ti.

Para los miedos un poco más de "andar por casa" podemos encargarnos nosotros mismos :

Lo primero es reconocerlos, dejar de negarlos y no huir de ellos ; hazte amigo de tus miedos y no los tomes como enemigos porque son tus grandes aliados para el crecimiento personal. 

Tienes mil y una páginas por blogs para decirte cómo afrontar los miedos, busca tu propia táctica. La mía en concreto es buscar sentirlos para ver cual es mi limitación y comprobar que no es para tanto y que puedo con ello, por lo menos por momentos. 

Por ejemplo, tengo miedo (que no fobia) a la altura y de vez en cuando me hago una de monte que conlleve verme pasando ese miedo (que no riesgo) y teniéndome que poner las manos a los lados como los burros ; a ratos las quito y poco a poco me voy acostumbrando a esa sensación de vacío a los lados. Otras hago una vía ferrata en la que paso ese miedo y me observo en él (me paraliza el cerebro y no soy capaz de pensar con claridad ni de hacer bien el paso de un sitio a otro); en la observación soy consciente de mi parálisis mental y pienso que me pasa seguro en otras ocasiones en las que no soy consciente de mis miedos.

Nunca he llegado a quitar ese miedo que tiene mi cerebro, pero si que lo domino mentalmente ¡me encanta esa sensación de capacidad que siento al hacerlo! ¡sin miedo a vivir el miedo!, ............ hasta ahora no me he muerto del susto.

Recuerda al miedo como tu gran aliado cuidador y no lo conviertas en una limitación enemiga, porque recuerda que hay miedos totalmente necesarios para evitar riesgos de vida y hay miedos creados por tus creencias que no sirven absolutamente para nada, bueno sí, para jorobarte la vida. Como en todo, hay que buscar la medida entre fobia y riesgo.

Si quieres leer un poco más sobre el miedo 

Nota* Os recuerdo que hablo de el miedo como emoción primaria a trabajar en el marco de "el área emocionalque es una de las distintas áreas de la vida 

jueves, 19 de marzo de 2020

El momento del miedo

Estamos en ese  momento del miedo que todo paraliza, en el que todo se aquieta, en el que nos sumergen en el todo para quitarnos identidad individual y convertirnos en masa moldeada y moldeable.. .¡momento del miedo!

Respeto a todo lo que ocurre sí, no a las multitudes sí, respetar las distancias sí,... con este coronavirus hay que guardar distancias y mucho, pero fuera el momento del miedo que aturde y destruye hasta tal punto que unos nos volvemos contra otros; que si no se piensa igual se juzga. Ese maldito momento del miedo en el que lo coherente y de sentido común para unos es irresponsabilidad para otros.... ¡momento del miedo!

Yo me pregunto que va a pasar cuando pase la cuarentena esta impuesta por el momento del miedo: ¿desaparecerá el coronavirus por arte de magia? ¿se gana tiempo porque los contagiados con el tiempo dejan de contagiar? ¿se está esperando a una vacuna que nos inmunice a todos y si sale quien no se la de no pasa nada? ¿Qué habrá distinto dentro de 15 días a ahora para dejar de estar en ese momento del miedo?

Se están evitando contagios presentes y los que hay se están escalonando y así no se colapsa el sistema sanitario, eso es una verdad verdadera, pero no creo que es la solución para que desaparezca el coronavirus, porque hoy estamos a 19 de marzo día del padre y seguro que estaremos en confinamiento más que hasta el 30 de marzo y los casos de coronavirus seguirán.

Somos súper majos dejando que este momento del miedo nos paralice hasta el punto que los criterios se vuelven homogéneos,  como las manadas de ñus y cebras donde no existe el individuo, solo manda la masa,... solo que en este caso la masa es dirigida por otra masa que está bien resguardada y aceptando pequeños daños colaterales.

Por otro lado, yo pienso que esto de mantenernos en casa sin hacer nada nos va a venir bien en otro sentido, el de personas. ¡Algo bueno viene siempre después de un mal momento!

- Aprenderemos a apreciar lo normal, lo cotidiano que nos han arrebatado: un salir a pasear, un abrazo, un beso,...
- En estos días puede que aprendamos a no estar tan pendientes de nuestra imagen física, al fin y al cabo ya no tenemos que salir a la calle a que nos vea nadie.
- En estos días el deporte ha quedado paralizado y comprobamos que sin los grandes eventos deportivos también se puede vivir.
- En estos días nosotros no podemos hacer deporte y vemos el ingenio y la locura (a partes iguales) de la gente por hacer algo en sus casas.
- En estos días de  miedo vemos unión y generosidad en los vecindarios, algo que se había perdido con las prisas de la vida.
-  En estos días nos solidarizamos con el pequeño comercio y el autónomo porque sabemos que de esta les va a ser muy difícil salir airosos.
- En estos días compartimos arte, compartimos música, compartimos chistes y compartimos
vía online lo que podemos y sabemos.
- En estos días de momento del miedo muchos sacaremos nuestro mejor lado, muchos sacaremos nuestro peor lado, muchos nos quedaremos pasivos, muchos nos quedaremos activos y sobre todo, .... muchos nos quedaremos en casa hasta dentro de 15 días donde esperamos que por arte de magia todo este momento del miedo se pase.

Se va paralizando el mundo; este coronavirus nos gana por la mano y acorta las distancias, esas que nosotros intentamos mantener y no conseguimos. Quizás hemos creído que mandamos sobre la vida y sobre la muerte y ahora nos damos cuenta que somos totalmente vulnerables a un virus pequeñajo que se adueña de nuestro cuerpo y a muchos mata.
Igual ya es hora de tocar con la vida y con la muerte y normalizar todo como ocurre en la naturaleza, donde nadie es dueño ni de la vida ni de la muerte, donde cuando viene el momento del miedo siempre hay alguien que sale adelante y alguien que no va a salir.

A mí este momento del miedo que me tiene confinada en casa no me asusta; no me importa nada estar en casa ya que mi cabeza tiene siempre proyectos, no me importa nada no salir a hacer ejercicio porque si quiero puedo hacerlo en casa, no me importa nada no tener contacto físico con mis amigos porque el contacto real lo mantengo, no me importa no vestirme ni pintarme para poder salir (un quehacer menos), no me importa que asomen las canas en mi pelo porque si quiero me lo tiño yo, no me importa no poder tomar unas cañas porque sé que ya lo haré, ....... quizás todos esos y más "no me importa" me vienen del desapego que he aprendido en la vida, desapego que no falta de amor.
Todo y todos ahora estamos y ahora no estamos... eso es la vida y por mucho que estemos en ese momento del miedo, eso no va a cambiar, así que procuremos llevarnos bien y aunque no compartamos dejemos que la vida haga su trabajo.
Qué es el miedo

miércoles, 30 de septiembre de 2015

En el reconocimiento


En el reconocimiento

En el reconocimiento y aceptación.
En el reconocimiento y aceptación de nuestra propia vulnerabilidad.
En el reconocimiento y aceptación de nuestra propia vulnerabilidad es donde reside nuestra fortaleza.

Parece contradictorio sugerir que nuestra vulnerabilidad, es decir, nuestra susceptibilidad al dolor, al fracaso y a las emociones negativas, pueda ser una fuente de fortaleza, sin embargo, es todo lo contrario.

Tenemos miedo a vernos en nuestras "debilidades", creemos que nos hacen vulnerables, por eso nos cuesta hacer reconocimiento de ellas ante los demás y ante nosotros mismo.

El miedo a que nos hagan daño al conocernos y al reconocernos como seres con puntos vulnerables, nos impide obtener el beneficio que su descubrimiento conlleva, ni más ni menos que una capacidad muchísimo más válida que el miedo, la fortaleza.
La vulnerabilidad nos expone a experiencias difíciles que pueden ser dolorosas, pero también son oportunidades para crecer. Al enfrentar y superar estos desafíos, desarrollamos resiliencia, fortaleza y sabiduría.

Una de las maneras de tocar con el máximo potencial de tus capacidades, es en los momentos más difíciles en los que quizás nos sentimos expuestos y vulnerables. No sabemos de qué somos capaces hasta que no nos vemos en la obligación de serlo y estando en nuestra zona de confort, sin enfrentarnos al miedo que nos produce conocer y que conozcan nuestra vulnerabilidad, no deja margen para que salga nuestra fortaleza.

Fortaleza
nombre femenino
  1. 1.
    Capacidad de una cosa para sostener, soportar o resistir algo.
    "la fortaleza de la moneda viene determinada por la gran afluencia de capitales extranjeros"
  2. 2.
    Capacidad moral de una persona para resistir o sobrellevar sufrimientos o penalidades.
    "mostrar fortaleza ante la muerte"

La fortaleza es la que nos impulsa a distanciarnos del desánimo en los momentos duros, nos deja ver con realismo y esperanza nuestra vida y si queremos aprender donde está nuestra vulnerabilidad en cada situación, se convertirá en una experiencia de superación personal y autodescubrimiento que nutrirá de nuevo las capacidades propias como es la fortaleza.

Es una retroalimentación, descubrir tu vulnerabilidad te lleva a la fortaleza y la fortaleza te permite ver tu vulnerabilidad, por eso en algún momento hay que romper la barrera del miedo y adentrarse por dentro, en qué es realmente lo que sentimos, a qué tenemos miedo.

No hay más manera con el miedo para vencerlo que enfrentarte a él, es tu creación, es infundado y solo tú puedes hacerle frente, es tu batalla con él, si le plantas cara lo vences, si te dejas dominar por él, te vence.

¿A qué tienes miedo? Indaga realmente que pasa, porqué una determinada situación te vence, te quita las ganas de sonreír, de disfrutar, de vivir adaptándote a tus circunstancias.

Aquellos que te inspiran a pensar que son personas con una fortaleza de vida que tú no tienes, han estado en tu mismo lugar, solo que han hecho un trabajo consciente para desarrollar las actitudes necesarias para tener dicha fortaleza.

Se han enfrentado a sus circunstancias y a su propia vulnerabilidad en ellas, descubriendo de esa manera sus miedos y poniendo soluciones a todo ello, ese reconocimiento de quienes son, que sienten y donde se encuentran, le ha hecho buscar el camino real para superar la adversidad.

Mira este vídeo (1'30 minutos), ¿Qué te sugiere?

La fortaleza te requiere vencer el miedo a admitir la verdad, a aceptar tu parte de responsabilidad y saber perdonar. Os dejo enlace a dos entradas, la de El perdón y la de Perdonarse, misión prioritaria

Para enfrentarte al miedo tienes que buscarte la herramientas emocionales que te ayuden a ello, como es el desarrollo de unas actitudes y no hay duda de que todos podemos aprender, tan solo hay que querer trabajar en ello, tan solo hay que ser verdad con uno. 
Hay muchas maneras de despertarte, a través del estoicismo puede que sea la tuya, o no, pero conocer herramientas que puedan ayudar siempre aporta.

Las actitudes a desarrollar son la autoestima, que te hace sentirte capaz, la autonomía, que te hace no depender, la responsabilidad que te permite reconocer, el humor que te quita dramatismo, el perdón que le aporta la parte de amor y compasión, la madurez que te empuja a la solución, el optimismo que logra quitar la negatividad y para mi también la espiritualidad, que me ayuda a aceptar quien soy y que soy (un ser en si mismo perfecto en sus imperfecciones, nacido para ser y hacer feliz).

Recuerda no ver tu vulnerabilidad como tu enemigo, todo lo contrario, en el reconocimiento y aceptación de nuestra propia vulnerabilidad es donde reside nuestra fortaleza.

lunes, 7 de abril de 2025

Epicureísmo


En este afán mío por conocer cosas distintas y variadas para hacer un coctel personal, voy a escribir sobre esta otra corriente filosófica que es el epicureísmo, también muy interesante al igual que el estoicismo, del que escribí en su momento (Estoicismo).

El epicureísmo, fundado por Epicuro de Samos en el siglo IV a.C., es una filosofía que busca la felicidad a través del placer, entendido como la ausencia de dolor y perturbaciones. A menudo malinterpretado como una búsqueda desenfrenada de placeres sensuales, el epicureísmo aboga por una vida sencilla, moderada y en armonía con la naturaleza.

Principios básicos del epicureísmo:

  • Hedonismo racional:
    • El placer es el bien supremo, pero no cualquier placer. Se busca la "ataraxia" (tranquilidad mental) y la "aponía" (ausencia de dolor físico).
    • Se valoran los placeres simples y naturales, como la amistad, la conversación y la satisfacción de necesidades básicas.
    • Se evitan los placeres intensos y efímeros que conducen al dolor y la perturbación.
  • Atomismo:
    • El universo se compone de átomos y vacío. Los átomos son partículas indivisibles que se mueven aleatoriamente.
    • Esta visión materialista elimina el miedo a los dioses y a la muerte, ya que todo se reduce a combinaciones de átomos.
  • Ausencia de miedo:
    • El epicureísmo busca liberar al individuo de los miedos que perturban la felicidad: miedo a los dioses, a la muerte y al destino.
    • Se promueve la razón y la reflexión como herramientas para superar estos miedos.
  • Autarquía:
    • La autosuficiencia y la independencia son fundamentales para la felicidad.
    • Se valora la vida sencilla y la satisfacción de las necesidades básicas, en lugar de la búsqueda de riquezas y poder.
  • Amistad:
    • La amistad es considerada el mayor de los placeres.
    • La compañía de amigos brinda apoyo, seguridad y alegría.

Filósofos epicúreos:

  • Epicuro: El fundador de la escuela epicúrea.
  • Metrodoro de Lámpsaco: Uno de los discípulos más cercanos de Epicuro.
  • Lucrecio: Poeta romano autor de "De rerum natura" (Sobre la naturaleza de las cosas), una obra que expone la filosofía epicúrea.

Epicureísmo en la actualidad:

Aunque el epicureísmo como escuela filosófica desapareció en la antigüedad tardía, sus ideas siguen influyendo en la actualidad. Algunos aspectos relevantes son:

  • Hedonismo moderado: La búsqueda de placeres simples y la valoración de la tranquilidad mental resuenan en la búsqueda de bienestar y equilibrio en la vida moderna.
  • Materialismo: La visión materialista del universo sigue siendo relevante en la ciencia y la filosofía.
  • Valoración de la amistad: La importancia de la amistad y las relaciones sociales se reconoce cada vez más como un factor clave para la felicidad.
  • Minimalismo y vida sencilla: La búsqueda de una vida más sencilla y la reducción del consumismo se relacionan con la idea epicúrea de la autarquía.

El epicureísmo es una filosofía que, a pesar de su antigüedad, ofrece ideas valiosas para la vida moderna. Su énfasis en la tranquilidad mental, la amistad y la vida sencilla puede ayudar a encontrar la felicidad en un mundo cada vez más complejo y acelerado.

El estoicismo y el epicureísmo, dos de las principales escuelas filosóficas del período helenístico, comparten algunas similitudes, pero también presentan diferencias fundamentales en su visión del mundo y de la vida.

Puntos de encuentro:

  • Búsqueda de la felicidad:
    • Ambas filosofías buscan la felicidad y la tranquilidad mental como objetivo principal.
    • Coinciden en que la felicidad no depende de factores externos como la riqueza o el poder, sino de la actitud interna.
  • Importancia de la razón:
    • Tanto estoicos como epicúreos valoran la razón como herramienta para alcanzar la sabiduría y la felicidad.
    • Ambas escuelas promueven el autocontrol y la moderación como virtudes.
  • Rechazo del miedo:
    • Ambas filosofías buscan liberar al individuo de los miedos irracionales, como el miedo a la muerte o a los dioses.
    • Coinciden en que estos miedos perturban la tranquilidad mental.

Diferencias fundamentales:

  • Concepción del placer:
    • Para los epicúreos, el placer (entendido como ausencia de dolor y perturbación) es el bien supremo y el objetivo de la vida.
    • Para los estoicos, la virtud es el único bien verdadero, y el placer es indiferente.
  • Actitud ante el destino:
    • Los estoicos creen en un destino predeterminado y promueven la aceptación de lo que no se puede controlar.
    • Los epicúreos, aunque materialistas, creen en el azar y en la capacidad del individuo para influir en su propia felicidad.
  • Visión de la sociedad:
    • Los estoicos valoran el deber cívico y la participación en la vida pública.
    • Los epicúreos tienden a priorizar la vida privada y las relaciones personales íntimas.
  • naturaleza:
    • los estoicos ven la naturaleza como regida por una razón universal, en la cual el ser humano debe adaptarse.
    • los epicúreos ven la naturaleza atómica, y el ser humano debe buscar la vida mas placentera, teniendo en cuenta que algunos placeres pueden traer dolor.

Mientras que el estoicismo se centra en la virtud y la aceptación del destino, el epicureísmo se enfoca en la búsqueda del placer moderado y la tranquilidad mental. Ambas filosofías, sin embargo, ofrecen valiosas perspectivas sobre cómo vivir una vida plena y significativa.

Como el saber no ocupa lugar, sigo indagando en más cositas y esta vez es sobre conceptos del epicureísmo que me apetece conocer, como son la "ataraxia" y "aponía" dentro del epicureísmo en su concepto de hedonismo racional.

Las cosas que tiene Eloisa

Ataraxia (ἀταραξία):

  • Tranquilidad mental:
    • La ataraxia se refiere a un estado de calma y serenidad interior, libre de perturbaciones y angustias.
    • No se trata de una mera pasividad, sino de una tranquilidad activa que surge de la sabiduría y el autocontrol.
  • Ausencia de perturbaciones:
    • Implica liberarse de miedos irracionales, como el miedo a la muerte, a los dioses o al destino.
    • También implica controlar las pasiones y deseos que pueden generar ansiedad y sufrimiento.
  • Sabiduría y autocontrol:
    • La ataraxia se alcanza a través de la reflexión, la razón y la comprensión de la naturaleza de las cosas.
    • Implica cultivar la moderación y la capacidad de discernir entre los placeres verdaderos y los falsos.

Las cosas que tiene Eloisa

Aponía (ἀπονία):

  • Ausencia de dolor físico:
    • La aponía se refiere a la libertad de dolor y sufrimiento corporal.
    • No se trata de buscar placeres intensos, sino de satisfacer las necesidades básicas de forma moderada.
  • Salud y bienestar:
    • Implica cuidar el cuerpo y evitar los excesos que pueden causar dolor y enfermedad.
    • Se valora la salud y el bienestar físico como condiciones necesarias para la tranquilidad mental.
  • Satisfacción de necesidades básicas:
    • La aponía se alcanza satisfaciendo las necesidades naturales y necesarias, como el hambre y la sed, de forma sencilla.
    • Se evitan los deseos artificiales y los placeres lujosos que pueden generar dolor y dependencia.
Para Epicuro, la ataraxia y la aponía están estrechamente relacionadas, ya que la ausencia de dolor físico contribuye a la tranquilidad mental, y viceversa, por lo tanto, ambos estados son fundamentales para alcanzar la felicidad y la plenitud.

Para concretar todo lo anterior: La ataraxia y la aponía son los pilares del ideal de felicidad epicureísmo y se alcanzan a través de la razón, la moderación y la comprensión de la naturaleza, algo que implica liberarse de miedos y deseos irracionales, y satisfacer las necesidades básicas de forma sencilla.

Estos dos conceptos están dentro del concepto central del epicureísmo que es el hedonismo racional, y que no tiene nada que ver con el hedonismo popularmente entendido como la búsqueda desenfrenada de placeres sensuales. Epicuro, sostenía que el placer es el bien supremo, pero con una interpretación muy particular:

1. El placer como ausencia de dolor:

  • Epicuro definía el placer principalmente como la "aponía" (ausencia de dolor físico) y la "ataraxia" (ausencia de perturbación mental).
  • No se trataba de buscar placeres intensos y efímeros, sino de alcanzar un estado de tranquilidad y serenidad duradera.

2. Tipos de placeres:

  • Epicuro distinguía entre diferentes tipos de placeres:
    • Placeres naturales y necesarios: Son aquellos que satisfacen necesidades básicas como la comida, la bebida y el refugio. Estos placeres son fáciles de satisfacer y producen una gran satisfacción.
    • Placeres naturales pero no necesarios: Son aquellos que añaden variedad y disfrute a la vida, como una comida gourmet o una conversación agradable. Estos placeres deben buscarse con moderación.
    • Placeres vanos e innecesarios: Son aquellos que surgen de deseos artificiales, como la riqueza, el poder y la fama. Estos placeres son difíciles de satisfacer y pueden generar dolor y ansiedad.

3. La importancia de la prudencia:

  • El hedonismo epicúreo no implica una búsqueda desenfrenada de placeres, sino una elección cuidadosa y racional.
  • La prudencia es fundamental para discernir entre los placeres verdaderos y los falsos, y para evitar aquellos que pueden generar dolor a largo plazo.
  • Epicuro enseñaba que a veces es necesario renunciar a un placer inmediato para evitar un dolor mayor en el futuro.

4. La vida sencilla y la amistad:

  • Epicuro valoraba la vida sencilla y la satisfacción de las necesidades básicas por encima de la riqueza y el lujo.
  • La amistad era considerada el mayor de los placeres, ya que proporciona apoyo, seguridad y alegría.
El hedonismo racional epicúreo se basa en la búsqueda de la tranquilidad mental y la ausencia de dolor físico e implica una elección prudente de los placeres, priorizando aquellos que son naturales y necesarios, priorizando que la vida sencilla y la amistad son fundamentales para alcanzar la felicidad.
Es importante recordar que el epicureísmo fue a menudo malinterpretado en la antigüedad, y esta tergiversación de su concepción del placer ha perdurado hasta nuestros días.

Otro concepto que me gusta del epicureísmo es el de quitar los miedos, sobre todo porque muchos de ellos nos han sido inculcados y no sirven más que para quitarnos libertad y la felicidad.

El epicureísmo, con su enfoque en liberar al individuo de los miedos que perturban la felicidad, resuena sorprendentemente bien en el contexto actual. Los miedos que Epicuro identificó hace siglos (a los dioses, a la muerte y al destino) se manifiestan de formas distintas en la sociedad moderna, pero siguen siendo fuentes significativas de ansiedad.

Aquí hay una exploración de cómo estos miedos se presentan hoy y cómo el epicureísmo puede ofrecer perspectivas relevantes:

1. Miedo a los dioses (o a fuerzas superiores):

  • En la actualidad:
    • Aunque la influencia de la religión organizada ha disminuido en algunas partes del mundo, muchas personas aún luchan con preguntas existenciales y el miedo a lo desconocido.
    • Este miedo puede manifestarse como ansiedad sobre el propósito de la vida, el significado de la existencia o el temor a un futuro incierto.
    • También puede expresarse en la preocupación por el juicio social, el miedo a no cumplir con las expectativas de los demás, o el temor a ser rechazado o condenado por la sociedad.
  • Perspectiva epicúrea:
    • El epicureísmo propone una visión materialista del mundo, liberando a las personas del miedo a la intervención divina.
    • En la actualidad, esto puede traducirse en fomentar el pensamiento racional, el escepticismo saludable y la búsqueda de respuestas basadas en la evidencia.
    • También implica encontrar significado y propósito en la vida a través de experiencias terrenales, relaciones y la búsqueda del conocimiento.

2. Miedo a la muerte:

  • En la actualidad:
    • A pesar de los avances médicos, la muerte sigue siendo un tema tabú y una fuente de gran ansiedad.
    • El miedo a la muerte puede manifestarse como preocupación por el envejecimiento, la enfermedad o la pérdida de seres queridos.
    • También puede expresarse en el temor a la pérdida de identidad, la desaparición de la conciencia o el miedo a lo desconocido.
  • Perspectiva epicúrea:
    • Epicuro argumentaba que la muerte no debe ser temida, ya que cuando estamos vivos, la muerte no existe, y cuando estamos muertos, nosotros no existimos.
    • En la actualidad, esto puede traducirse en fomentar la aceptación de la mortalidad como parte natural de la vida y en enfocarse en vivir plenamente el presente.
    • También implica encontrar consuelo en la idea de que la conciencia es un fenómeno material que cesa con la muerte, liberando del temor a un más allá desconocido.

3. Miedo al destino (o a la incertidumbre):

  • En la actualidad:
    • En un mundo caracterizado por la incertidumbre económica, política y ambiental, el miedo al futuro es una preocupación constante.
    • Este miedo puede manifestarse como ansiedad sobre la seguridad financiera, la inestabilidad laboral, el cambio climático o la posibilidad de catástrofes globales.
    • También se muestra en la ansiedad social que provocan las comparaciones en redes sociales, y las exigencias de éxito que se tienen en la actualidad.
  • Perspectiva epicúrea:
    • El epicureísmo, aunque reconoce la existencia del azar, enfatiza la capacidad del individuo para influir en su propia felicidad.
    • En la actualidad, esto puede traducirse en fomentar la resiliencia, la adaptabilidad y la capacidad de encontrar estabilidad en medio del cambio.
    • También implica cultivar el autocontrol, la prudencia y la capacidad de tomar decisiones racionales para mitigar los riesgos y construir una vida significativa.

El epicureísmo ofrece una perspectiva valiosa para abordar los miedos que perturban la felicidad en la actualidad. Al fomentar el pensamiento racional, la aceptación de la mortalidad y la capacidad de encontrar estabilidad en medio de la incertidumbre, esta filosofía antigua puede ayudarnos a vivir vidas más plenas y significativas.


lunes, 20 de febrero de 2017

Mis miedos

La verdad que me he movido con pocos miedos por la vida y eso tiene su lado bueno y su lado de aprendizaje, ya que caminas por situaciones muy diferentes que ayudan a conocerte y a valorarte. Cierto que por ese camino de pocos miedos te tropiezas con piedras inesperadas con las que caes, pero al levantarte te llevas el aprendizaje. Por lo que yo sé de enfrentarme a mis miedos, es un paso indispensable para crecer.

Mis miedos no se si los tengo todos localizados, pero voy a intentar poner por escrito lo que me nazca de dentro al contemplarme en mi ser con una música de fondo que me deje concentrarme en mí. Veamos que sale de este momento.

Me tengo miedo a mí, a mí rechazo personal.
Tengo miedo a no valorarme.
Tengo miedo a mi olvido de quién soy.
Tengo miedo a una crisis de identidad.
Tengo miedo a una crisis existencial.

Ahora estos son mis miedos, los que me fluyen, no quiere decir que no haya más, pero ahora es lo que hay.

Según he escritos los dos últimos, he encontrado que me ha salido decirme que las crisis son oportunidades, así que he dejado de verlos como miedos en el mismo momento.
Si me voy a las crisis que he tenido en mi vida, compruebo que después de ellas todo ha mejorado; no sé cómo pero se han dado los factores de mejora necesarios para que me encuentre en mejor situación personal y existencial.

Los otros miedos los tengo en el mismo pack metidos, porque en realidad se refieren a lo mismo.

A mí, como a tantas personas, nos han enseñado a tapar todo aquello nuestro que era distinto a lo que la sociedad determinaba.
Nos apagaron la individualidad, la creatividad, el poder actuar como sentías; desde pequeños no siendo escuchados en nuestro interior y tapándonos nuestro ser hemos vivido desde que nos alcanza el recuerdo y esto tiene secuelas en forma de miedos.

La vida me ha ido poniendo personas para que me enfrente a esos miedos, personas que realmente han reflejado esos miedos en mi realidad, los han hecho evidentes, palpables y constantes.

Tan acostumbrada al rechazo emocional, tan adaptada a él, no he visto las señales de ello en los de fuera hasta que me he sentido tan pequeña y encogida que he necesitado encontrarme casi muerta para marchar de situaciones duras.

En las primeras huidas no era consciente del aprendizaje que me ponían delante y por eso he tenido que volver a pasar parecidas situaciones que me pongan de manifiesto que el rechazo que recibo fuera es el reflejo del que he tenido yo para conmigo misma.

En cada crisis existencial, en cada rechazo potencial, en cada mandar marchar de mi lado había algo que aprender. Sigo aprendiendo de esta herida emocional, aprendiendo con esta herida cada vez más localizada y protegida hasta su cura total.

Reconocido el miedo, reconociendo cada vez que me tocan la herida del rechazo a mi ser e intentando convertirlos en reconocimiento de mi misma al margen de que el exterior siga intentando esconder mi ser por sus miedos propios a verlo, por sus miedos a verse.

El rechazo en sí tiene dos sentidos: uno es el de protegerse y el otro es el querer huir para no afrontar lo que nos es molesto o desagradable.

Según lo que voy leyendo de aquí y de allá, el rechazo lo podemos manifestar como una proyección de lo que llevamos dentro en otra persona. Es decir, vemos fuera lo que llevamos dentro y no queremos aceptar.
Tiene miga la cosa porque si además de rechazar no veo que eso está en mí, puedo dedicar mi energía a defenderme cuando me manifiestan que yo lo tengo, provocando situaciones relacionales tensas.

Si nos reconocemos en estas actitudes, quitar el miedo a verse y analizar si realmente tenemos aquello que vemos en los demás es un alternativa sana aunque tengamos que pasar por momentos críticos de crisis personales.

Momentos de caos, momentos de crisis, momentos de cambio en cada reconocimiento de mi ser.
En estas circunstancial el ego aturde, confunde, hace pensar que no es real lo que se siente para que volver a esconder el ser y dejar todo el sitio a él, a la personalidad creada para sobrevivir en este entorno en el que nos ha tocado vivir.

Tras cada desencuentro, tras cada rechazo, tras cada crisis me ha venido una aceptación de quien soy en la luz y en las sombras; amor y aceptación a mi sentir. Autoafirmación de quien soy y de lo que siento.
Por lo tanto pienso de nuevo ... ¡aupa esos mis miedos reconocidos! que aunque las pases mal, el beneficio personal merece la pena.

Aquello a lo que no te enfrentas te persigue, aquello a lo que plantas cara marcha. Y con esta frase que me ha salido, he recordado que existe alguna parecida de alguien conocido y al ir a buscarla me encuentro que es de Carl Jung y dice: "Lo que niegas en tu vida te somete, pero si por el contrario lo aceptas, esa experiencia te transforma".

Y también he encontrado otra frase en twitter que dice: "Lo que resistes persiste, lo que niegas te somete, lo que ignoras te ciega, lo que rechazas se vuelve destino y lo que aceptas te transforma".

Así que sí, voy a aceptar mis miedos y con ello, la cura de ellos.
Por si quieres conocer la emoción del miedo un poco más.

domingo, 2 de octubre de 2016

Somos amor

Somos amor todo el rato, es así. No puede ser de otra manera aunque lo utilicemos más o menos, lo queramos o lo rechacemos, lo vivamos abiertamente o lo escondamos... ¡no es posible no ser amor! Las relaciones humanas se basan en gran medida en el amor, el afecto y la conexión emocional y estas relaciones son fundamentales para nuestro bienestar y desarrollo como personas.

Muchos se preguntan, si somos todos amor ¿Qué ocurre en el mundo?
Pues qué hay una amnesia muy profunda y no nos acordamos del hecho de que todas las personas somos amor. Nos calificamos de mejores y peores, de buenas y malas, de correctas e incorrectas, de sucias y limpias, de sensibles e insensibles, de …. nos han enseñado a movernos en dualidades y ahí no es posible ver el amor que hay en cada una de nosotras, porque el amor no es dual.

Yo desde luego que sí soy amor y por una relación espiritual y humana que nos hermana, si yo soy amor, tú también eres amor porque todos somos iguales; no hay persona que haya nacido sin la necesidad de afecto y ternura, de caricias. La naturaleza humana es compleja y multifacética y experimentamos una amplia gama de emociones, desde el amor hasta el odio, desde la alegría hasta la tristeza; si somos todo, también somos amor, aunque a lo largo de la historia, los seres humanos han demostrado ser capaces de actos de gran crueldad y violencia.

El amor es un concepto subjetivo y complejo que puede tener diferentes significados para cada persona. Las muchas personas que viven y han vivido en amor dejando su impronta en las sucesivas generaciones, no son más amor de lo que somos las demás, simplemente han despertado a este hecho y lo han querido reconocer en ellas mismas y compartirlo. Los seres humanos somos capaces de experimentar una amplia gama de emociones, incluida la capacidad de amar. Esta capacidad de amar a otras personas, de sentir compasión y empatía, es una característica distintiva de nuestra especie ¿Sólo de nuestra especie?


Nacemos siendo amor e incluso entre diferentes especies animales, los gestos de amor son también innumerables (lo quiero ver así, porque lo he vivido con las dos perras que hay en casa, el gato, la tortuga y los peces); al margen de que la naturaleza lleva su ritmo y su sentido, y lo que más sepamos que existe, es de la leona cazando el ñu más débil de la manada. Pero un leopardo también hace lo que se ve en el vídeo.

Nos sorprendemos ante los gestos de amor, síntoma de que estamos a falta de muchas más escenas de amor en nuestra vida y de sobra de muchas escenas desalmadas que implican su carencia. Nos bombardean de lo malo y nos dan con cuenta gotas de lo bueno que también ocurre por el mundo.

El contrario al amor no es el odio si no el ego cómo globalizador de todos los miedos. La frase "lo contrario del amor no es el odio, sino el miedo" se atribuye al filósofo indio Jiddu Krishnamurti. Aunque no existe una cita textual exacta de Krishnamurti que afirme esto de manera explícita, sus enseñanzas sobre el amor, el miedo y la naturaleza de la mente humana han llevado a esta interpretación.

Nos desamamos cuando tenemos miedo, porque cuando el ego vence a la persona es cuando aparecen; 
el miedo es la raíz de muchos de los problemas humanos, y el amor es la fuerza que puede liberarnos de él. El odio, la violencia y la separación surgen del miedo a lo desconocido, a lo diferente o a la pérdida.

En filosofías orientales, como el budismo y el taoísmo, se considera que el miedo es una ilusión creada por la mente y que el amor es la naturaleza fundamental de todos los seres; ellas también piensan que somos amor.

La teología cristiana ha explorado en profundidad la naturaleza del amor de Dios en Cristo, desarrollando diversas doctrinas y conceptos como la gracia, la redención y la santificación. El amor de Jesús es un tema central en la fe cristiana y ha inspirado a millones de personas a vivir vidas más amorosas y compasivas; continúa siendo relevante en un mundo marcado por la división y el conflicto. Para las personas seguidoras, el lema a entender es que el amor es la esencia de Dios y de cada ser humano, siendo este la fuerza que puede sanar todas las heridas y liberarnos del sufrimiento. 

El amor, en su forma más amplia y profunda, trasciende el ámbito romántico y se extiende a todos los aspectos de nuestra existencia. Este amor universal es un sentimiento que nos conecta con todo lo que nos rodea, desde la naturaleza hasta las personas y nosotras mismas.

Es un sentimiento de conexión, aprecio y respeto hacia todas las cosas, además es el reconocimiento de la interconexión de todos los seres y de la belleza inherente a la vida. Este amor del que escribo y el que digo que somos, no se limita a las personas que amamos profundamente, sino que se extiende a todos los seres vivos, a la naturaleza y al universo en su totalidad.

Somos amor y el amor, como la energía, no se crea ni se destruye; el amor es; úsalo todo lo que puedas que no se desgasta ni te lo quitan, está siempre en ti. El amor simplemente es y no se puede destruir. 

Muchas religiones enfatizan la importancia del amor universal como un camino hacia la iluminación o la unión con Dios y ha inspirado a filósofos, artistas y activistas a lo largo de la historia. También la psicología positiva ha demostrado los beneficios del amor universal para el bienestar emocional. Aunque su significado y alcance pueden variar según las diferentes tradiciones y perspectivas, el amor universal sigue siendo una fuerza poderosa que puede transformar nuestras vidas y nuestras relaciones con las demás personas (independientemente de sus nacionalidades, creencias) si queremos y si creemos que todos somos amor

El amor no es un estado estático, sino un proceso dinámico que requiere acción, compromiso y esfuerzo constante. Decidir amar implica elegir estar presente, superar obstáculos y trabajar en este sentimiento de conexión y compasión hacia todos los seres y la naturaleza; es algo que se cultiva día a día, a través de nuestras acciones y pensamientos. Al cultivar este amor, podemos crear un mundo más compasivo, justo y sostenible.
Si creemos que somos amor y lo practicamos, nos implica sentirnos conectados con las demás personas y con el mundo, aportándonos una sensación de paz interior y propósito, nos ayuda a desarrollar cualidades como la compasión, la empatía o la sabiduría, algo que nos permite contribuir a crear un mundo más justo y equitativo. 
 
El amor es la fuerza fundamental que subyace a toda creación; el milagro de la vida es una manifestación del amor, es el amor en acción. Las personas somos una manifestación del amor, llenas de vida con sus diferentes habilidades; en el mundo todos los seres existimos por pura manifestación de vida, en la que nada sobra y nada falta, todo es complementario. El amor complementa, nunca excluye. Si somos amor, somos seres complementarios y necesarios, capaces de hacer pequeños milagros, capaces de percibir los pequeños milagros del amor.