Somos amor todo el rato, es así. No puede ser de otra manera aunque lo utilicemos más o menos, lo queramos o lo rechacemos, lo vivamos o lo escondamos... no es posible no ser amor!
Muchos se preguntan, si somos todos amor ¿qué ocurre en el mundo?
Pues qué hay una amnesia muy profunda y no nos acordamos del hecho de que todos somos amor. Nos calificamos de mejores y peores, de buenos y malos, de correctos e incorrectos, de sucios y limpios, de sensibles e insensibles, de .... nos han enseñado a movernos en dualidades y ahí no es posible ver el amor que hay en cada uno de nosotros, porque el amor no es dual.
Yo desde luego que sí soy amor y por una relación espiritual que nos hermana, si yo soy amor, tú también eres amor porque todos somos iguales. A unos se los conocerá públicamente más, otros pasaremos desapercibidos para las grandes masas, pero todos somos amor.
Las muchas personas que viven y han vivido en amor dejando su impronta en las sucesivas generaciones, no son más amor de lo que somos los demás, simplemente han despertado a este hecho y lo han querido reconocer en ellos mismos y compartirlo.
Nacemos siendo amor e incluso entre miembro de diferentes especies animales, los gestos de amor son también innumerables, al margen de que lo que más sepamos que existe, es la leona cazando el ñu más débil de la manada.
Nos sorprendemos ante los gestos de amor entre nosotros o entre otras especies, síntoma de que estamos a falta de muchas más escenas de amor en nuestra vida y de sobra de muchas escenas desalmadas que implican su carencia.
Por lo que voy deduciendo de la experiencia y de lo que voy leyendo y escuchando, para decirlo de una forma dual que se entienda, el contrario al amor no es el odio si no el ego cómo globalizador de todos los miedos.
Nos desamamos cuando tenemos miedo a descubrir que somos amor. Pero que no practiquemos el amor con nosotros mismos no significa que no lo seamos. Seguro que ante esta afirmación lo más lógico es pensar que si no usamos el amor es lo mismo que si no somos amor, total no hay amor por medio.
Bueno, yo no estoy del todo de acuerdo y pondré un ejemplo con un Ferrari.
Ese coche es el que es y si lo tienes y no lo usas, evidentemente parece que te da lo mismo no tenerlo ¡Pero no! Si lo tienes lo puedes usar en algún momento; si eres amor, puedes serlo en algún momento.
Tienes el Ferrari en el garaje (en alusión al libro El monje que vendió su Ferrari ), al cual no entras porque lo has llenado de trastos y al fondo está el coche que ni te acuerdas que lo tienes porque ya estaba ahí cuando empezaste a vivir. Sin fijarte en ello, fuiste poniendo (y te fueron oponiendo tus padres, tus vecinos, tus hermanos, tus profesores...) delante un sofá viejo, un aparador por arreglar, una cama que se rompió una pata, cajas con todo tipo de cosas diversas, dos bicis, las herramientas de arreglar el jardín ..... un día decides que ya vale de acumular sin sentido cosas y cajas en ese garaje.
¡Hay que ordenarlo y tirar lo que sobra!
Si esa limpieza la haces realmente y descubres al fondo el Ferrari, ¿no probarías qué tal vas con él? (poner en el fondo del garaje el coche o una máquina de hacer churros... o el amor).
Todos tenemos el garaje dónde acumulamos y acumulamos, vanagloriándonos de la cantidad de cosas que podemos meter dentro; incluso nos permitimos regalar alguna para sentirnos estupendos.
Hasta que llega el día en que ya dejamos de autoengañarnos; decidimos que el garaje va a dejar de tener tanta porquería que solo ocupa sitio y nos impide encontrar lo que de verdad nos vale e importa.
Si te animas a ello, podrá costarte un rato, toda una tarde o toda una vida, pero lo conseguirás.
Si eres de los que has tirado lo que sobra y has visto tu Ferrari.... ahora que lo has descubierto, ¡a disfrutarlo y usarlo! y vive en amor sin dejar que te influyan los que no lo han descubierto por no hacer limpieza.
Ten en cuenta lo que oirás de muchos: ¡A dónde vas con ese coche!, "demasiado" para andar por aquí con él. Te lo van a robar o abollar o harán un roce o ...
Somos amor y el amor no se crea ni se destruye, como la energía; el amor es. Úsalo todo lo que puedas que no se desgasta, ni te lo quitan, ni te lo rozan.
El amor simplemente es y no se puede destruir. Lo que se destruye son las conjeturas que nuestro ego hace con respecto a lo que es el amor acomodado a él. Pero así como el ego no puede con la naturalidad del amor, el amor si acepta la existencia del ego y acepta convivir con él amándolo hasta que va llenando el espacio que tenemos conquistado por el ego (arrebatado al amor que somos).
Es una gozada descubrir que somos amor y compartirlo ; para mí un buen paseo en coche con buena música de fondo y una buena charla me puede llevar al fin del mundo. ¿Y a ti?
¡Mucho amor! aunque para algunos resulten "demasiado" las personas que lo vivimos con más asiduidad y más naturalidad. Una pena que aún no hayan descubierto que el amor es la mejor forma de vida, descubrir que son amor ... que todos somos amor.
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