martes, 4 de febrero de 2025

Providencia

Las cosas que tiene Eloisa-Providencia
Esta es una palabra también especial; providencia. Se le puede dar diferentes matices dependiendo de en qué ámbito se use, lo más común se refiere a que es un Dios el que sabe y dispone todo lo que ocurre en la creación; la divina providencia. 

La palabra providencia proviene del latín providentia, un término que he leído que se atribuye al orador y escritor romano Cicerón: pro- (antes), videre (ver), -nt-(el que hace la acción, el agente), -ia (cualidad).

A su vez, providentia deriva de providens, que es el participio presente del verbo prōvideō. Este verbo se compone de dos partes: pro- prefijo que significa "antes" o "hacia adelante", y videō, verbo "ver". El significado está relacionado con la acción de ver con anticipación o prever. Esta idea de previsión y cuidado se ha mantenido a lo largo del tiempo, y es por eso que la palabra providencia se utiliza para referirse a la disposición o cuidado que una deidad tiene sobre su creación, o a la capacidad de una persona para anticipar y prever situaciones futuras. 

El uso principal de la palabra providencia es para referirse que hay un Dios que tiene un plan para cada persona y para el mundo en general y provee las necesidades de sus creyentes protegiéndolos de todo mal. Esta idea la tienen diversas religiones monoteístas como el cristianismo, el judaísmo o el Islam, y otro tipo de religiones como el budismo o el hinduismo.

En derecho, la palabra providencia se refiere a una resolución judicial que decide sobre una cuestión incidental o accesoria dentro de un proceso; para entenderlo, una providencia resuelve cuestiones puntuales que surgen durante un proceso, no es la sentencia final del proceso.

La palabra providencia también se utiliza para referirse a la capacidad de una persona para prever y anticipar situaciones futuras. En este sentido, una persona providente es aquella que toma precauciones y se prepara para posibles eventualidades. Y dándole este sentido de la anticipación a posibles problemas, a una acción que se realiza antes para prevenirlos, se la denomina "medida providente".

La Providencia es un concepto que ha sido abordado por diversas filosofías a lo largo de la historia, siendo el estoicismo la primera de ellas en integrarlo a su sistema filosófico a principios del siglo III a. C, y convirtiéndolo en punto central de su ética y visión del mundo.
Los estoicos creían que la Providencia es sabia y justa, y que debemos aceptar con serenidad lo que nos sucede, ya que todo forma parte de un plan mayor. Para ellos, la clave de la felicidad reside en comprender y vivir de acuerdo con este orden cósmico.

Hay otro concepto al que me referiré con la palabra providencia, y es el del principio organizador que rige el universo y le da sentido. Una inteligencia cósmica, un principio creativo o simplemente la ley natural que rige el universo. Podría decirse que es el movimiento universal que ha creado las galaxias y la vida humana en la Tierra, y que todo tiene un porqué en conexión con la existencia.
Desde esta perspectiva, la Providencia no sería una intervención divina puntual, sino el proceso mismo de creación y evolución que ha dado lugar a todo lo que existe. Este concepto de providencia puede coincidir con la de la cosmología moderna que cree en la constante expansión y evolución del universo y explica cómo la vida pudo surgir de la materia inerte y cómo la conciencia pudo desarrollarse a partir de la vida, y aunque aún no se entiende cómo ha sido esto, lo que sí dicen que la providencia no es algo externo del universo, sino que está en su propia naturaleza.

Vemos que la forma en que se entiende la Providencia, varía entre las diferentes filosofías y religiones; para algunas es una fuerza impersonal que rige el universo, y otras la asocian a un Dios personal que interviene en el mundo. 

Está claro que una misma palabra adquiere un concepto diferente dependiendo del contexto en la que se utilice, algo que puede dar lugar a equívocos y conflictos si no se entiende el punto de vista de las partes implicadas. Es la magia de las palabras o más bien, el poder de las palabras como dice el libro de "Los cuatro acuerdos".

Pero al margen de lo que para religión, filosofía o persona signifique la palabra providencia, vamos a jugar con todo ello: si barajamos la idea de que la existencia del universo tiene un significado (y por ende las personas), con un propósito o "un plan" más allá de nuestra propia existencia, incluso en la adversidad, podemos dar un sentido o una razón que está detrás de lo que sucede; la llamamos providencia.
Si esto es así, hay una admisión de que hay una fuerza por encima, una fuerza superior que crea las circunstancias para que haya "coincidencias", oportunidades, personas que nos ayudan, obstáculos que superamos, etc. Este reconocimiento de las diferentes situaciones no es sólo intelectual, porque conlleva una experiencia emocional, y en muchas ocasiones asombro o perplejidad al vivirlas. Hay algo que no se explica mentalmente, pero que sí se siente.
Cuando percibimos que algo "bueno" nos sucede, ya sea un evento importante o un simple detalle cotidiano, y lo atribuimos a "una fuerza mayor" que lo mueve, la respuesta lógica es el agradecimiento por en momento, por la casualidad, por la oportunidad, por la vida misma. Este hábito de agradecimiento refuerza nuestra conexión con la Providencia; cuanto más agradecemos, más percibimos la presencia de esa fuerza, y cuanto más la percibimos, más razones encontramos para agradecer.

A mí el juego me gusta, porque nos conecta con lo que significa la palabra agradecimiento y con lo que significa la palabra apreciación, y toda esta amalgama de conceptos nos provoca sentirnos bien y sentirnos felices ¿no se trata de eso la vida? Esta es una visión "eloística" del sentido de la vida; todo en el universo está conectado ¿de dónde viene o por qué sucede? pues muchas veces se nos escapa del entendimiento intelectual o mental, pero existe una percepción emocional cada vez más sensible a captar las señales y las oportunidades para sentirnos agradecidos.

La creencia en la Providencia nos predispone a observar el mundo con una mirada más atenta y receptiva. Al reconocer que existe una fuerza que guía los acontecimientos, nos volvemos más receptivos a las pequeñas cosas que nos rodean: la belleza de la naturaleza, la amabilidad de un extraño, la oportunidad inesperada. Esta visión más amplia de la existencia nos permite apreciar la riqueza y abundancia de la vida, incluso en los momentos complicados.
La mente humana necesita encontrar respuestas a las situaciones que vivimos y cada cual tiene sus propias creencias que le pueden hacer feliz o le pueden hundir; creer que existe una razón (= fuerza superior = Providencia), aunque la desconozcamos y que deriva a bien mayor, ayuda a vivir en otra tranquilidad, con agradecimiento y con esperanza. 

Existen diversas formas de referirse a esta idea de que las cosas no suceden por casualidad, sino por una razón o propósito mayor, sin necesidad de invocar una deidad, y es que en todos los tiempos se ha buscado intentar dar una explicación a lo que sucede, desde los estoicos hasta nuestros tiempos. 

Partiendo de Demótcrito y Leupicio (atomistas de aquella Grecia de antes) seguida posteriormente por otros, apelaban a que se siguen unas leyes naturales que hacen que lo que sucede esté precedido por algo anterior que lo provoca, que todo es una causalidad (como la ley de causa efecto). Esta manera de pensar es de la corriente filosófica del determinismo (que por cierto existe la contraria que es el indeterminismo y cree en las coincidencias y las casualidades), cuestionada por la mecánica cuántica que dice que también hay elementos inesperados o fruto del azar. El fatalismo piensa parecido porque cree que todo está predeterminado y es inevitable, solo que se atribuye al destino o fuerza desconocida y no a la causalidad.

Hay otra idea, la de la "necesidad" que se refiere a la cualidad de aquello que no puede ser de otra manera, es decir, los eventos no ocurren por casualidad, sino porque son necesarios dadas las circunstancias y las leyes que rigen el universo. Así mismo, el psicólogo Carl Jung utilizó la palabra sincronicidad para referirse a la coincidencia significativa de dos o más eventos que no están causalmente relacionados. Por otro lado, en la Teoría del caos tenemos que nos dice que pequeñas variaciones en el presente pueden generar grandes diferencias en el futuro, lo que puede dar la impresión de que los eventos son aleatorios o impredecibles, pero en realidad están determinados por leyes naturales.

La ley de causa y efecto es un principio que se encuentra en el corazón de varias religiones y filosofías, particularmente en las de origen indio, y dice que nuestras acciones tienen consecuencias y que somos responsables de lo que sembramos. Es esa idea de la ley del karma.

Os cuento todo esto porque la humanidad ha buscado diversas maneras, a lo largo de la historia, para explicar por qué las cosas pasan como pasan. Me viene a la cabeza la expresión de que algo ocurre de "forma providencial"; no sé hoy en día si está en desuso, pero el concepto es de que en una situación en la que las probabilidades de que salga bien algo son bajas o se tiene todo en contra, ese algo sale bien de manera sorpresiva, inesperada o afortunada. Es una manera de expresar la suerte que se ha tenido o la coincidencia a favor tan inesperada que ha ocurrido. 

Hoy en día, seguimos sin saber si es la Providencia la que provoca lo que las personas llamamos coincidencia, sincronicidad, causalidad, casualidad, suerte, etc., o si las coincidencias realmente existen; todavía todo un misterio aunque la ciencia y la filosofía nos ofrezcan diferentes perspectivas, ya que ninguna de ellas puede dar una respuesta definitiva ¿providencia? ¿casualidad? 

domingo, 2 de febrero de 2025

Ataraxia


¿Qué os dice la palabra ataraxia? ¿La conocéis? Yo he de reconocer que no la conocía, que es una de esas palabras que no está en el lenguaje que ha utilizado mi entorno, ni en lo libros o conferencias que han caído por mi vida, por lo que ha sido todo un descubrimiento. Extraña palabra, sonora palabra y con un significado que me ha gustado; la desconocida ataraxia.

Es una palabra que procede del griego antiguo ἀταραξία, y tiene tres elementos que la componen; a (prefijo negación), tarakh (raíz que significa molestia, turbación o agitación) y sia (sufijo que indica estado o acción). Esta única palabra, fruto de estos tres componentes, nos dice literalmente que es ausencia de turbación o estado sin perturbaciones o molestias; ¡me pido ser "ataráxica". 

Para información, en farmacología, denominan medicamentos ataráxicos a aquellos que tranquilizan, provocan calma o ansiolisis, pero deciros que unas pastillas no van a conseguir que te vuelvas ataráxica en un mes, requiere de esfuerzo personal. Aunque es evidente que en determinadas ocasiones de vida, hay personas que tenga que utilizar medicamentos para arrancar con la vida.

Sin profundizar en la palabra ataraxia, podría asimilarse a un "me pongo el chubasquero y me resbala todo"; sí pero no, sí pero no del todo, sí pero no es sólo ponerse un chubasquero emocional. Aunque tienen en común el hecho de restar importancia a las cosas que nos alteran o nos afectan negativamente, la ataraxia no se trata simplemente de ignorar los problemas o mostrar indiferencia, todo lo contrario, se trata de agarrar los problemas para comprenderlos y gestionarlos de una manera efectiva y sin perturbaciones emocionales que impidan encontrar las soluciones. 

Ataraxia no implica pasividad o falta de compromiso en las situaciones complicadas y mucho menos es pasotismo frente a los problemas o un ignorarlos. La persona ataráxica siente emociones y se ocupa de los problemas, conflictos o situaciones complicadas, no las elude, pero no se deja llevar por ellas, no deja que esas emociones que siente le arrastren, de tal manera que es capaz de mantener la calma y la objetividad, y ya sabemos que cuando estamos tranquilas tomamos decisiones bastante más acertadas y óptimas para la situación en la que estamos inmersas.

Ser una persona ataráxica implica un trabajo personal muy, muy, muy profundo; requiere conocerse bien para gestionar las emociones y poder encontrar esa paz interior en la que poder estar pese a las circunstancias.

El concepto que implica la palabra ataraxia fue uno de los ejes en la filosofía helenística y especialmente en las escuelas del epicureísmo , estoicismo y escepticismo; para ellas significaba estar en un estado mental deseable y el objetivo personal a alcanzar. Como concepto de estas filosofías, es estar en un estado de ánimo tranquilo y sereno, sin alteraciones mentales o emocionales que impidan estar en calma y equilibrio en la normalidad de la vida y ante las adversidades que puedan surgir. La ataraxia, como concepto filosófico, fue propuesta por primera vez por el filósofo griego Demócrito alrededor del siglo V a.c. (filósofo presocrático conocido por desarrollar la teoría atómica del universo, junto con su mentor, Leucipo). El siglo V a,c,, ¡casi nada! No sé cómo pudieron hacerlo, pero la teoría atómica en la que andaban ya decía que toda la materia está compuesta por partículas indivisibles e indestructibles llamadas átomos, que se mueven en el vacío.

Pero este hombre, Demócrito, también se interesaba por otros "menesteres atómicos" aparte de los átomos; la búsqueda del conocimiento y la comprensión del mundo natural, además de por la ética y la moral. Las inquietudes de Demócrito eran muchas y variadas (era un máquina este hombre), y por eso fue a él al que se le ocurrió proponer por primera vez el concepto de ataraxia, seguido y desarrollado posteriormente por las corrientes filosóficas que os he mencionado.

Las cosas que tiene Eloisa-AtaraxiaDe manera simple, resumiré que para el epicureísmo, la ataraxia se podía alcanzar a través de la búsqueda del placer y la evitación del dolor de forma equilibrada, para el estoicismo a través de la virtud y la aceptación del destino y para los escépticos era a través de no juzgar las situaciones para no crearse tensión emocional por tener una creencias determinadas.

Si te preguntas como detectar a una persona ataráxica, te diré que son muy fáciles de detectar porque tienen esa maravillosa habilidad de permanecer imperturbables antes situaciones negativas y no se dejan llevar por el miedo, la ira o la tristeza. Son esas personas tranquilas y serenas, capaces de controlar sus deseos y sus temores con ese enorme equilibrio emocional y estabilidad mental que les caracteriza ¡Casi nada lo que acabo de describir! Llegar a ello no es tarea fácil, no.

Yo sigo pensando que hay conceptos que deberían enseñarse en la escuela, y este que implica la ataraxia lo encuadro entre ellos. Dar herramientas personales para alcanzar un grado de ataraxia, debería ser de obligado cumplimiento para evitar futuros conflictos, personales, relacionales, sociales, políticos, económicos, … No es ninguna exageración.

Si se enseñara lo que significa el concepto, aprendería a identificar y regular las emociones ante situaciones de estrés, reforzándose su autoestima y aprendiendo hablar de forma asertiva, algo que permite una comunicación más efectiva ante un conflicto. Las personas hemos pasado por la educación obligatoria aprendiendo geografía pero no aprendiendo cómo lidiar en los conflictos, y los centros educativos han sido nuestro contacto con los conflictos en la sociedad y con el cómo nos comportarnos en grupo.

El ritmo de vida que llevamos en la actualidad, nos induce a todo lo contrario a lo que es poder estar en un estado mental de tranquilidad y tener una profunda serenidad, pero calma, porque si una quiere, puede trabajar en ello y conseguir ser ataráxica. Eso sí, nada viene gratis, y la ataraxia tampoco. Requiere de tiempo e indagación de quién eres y reconocer las emociones que experimentas a lo largo de tu día, en los momentos buenos y en los complicados, para identificar qué situaciones, personas y pensamiento te llevan a las diferentes emociones, y sobre todo a las negativas para poder controlarlas. Requiere el trabajo de examinarte para saber que creencias y pensamientos tienes y cuestionártelos, por si te inducen a error o te generan malestar contigo y con las personas con las que tienes relación. 

Examinar, palabra que la tenemos un poco de manía porque la asociamos a "pasar un examen", con la connotación negativa que nos han enseñado, pero examinar es otra palabra que conlleva mucho más, sobre todo si hablamos de examinarse a una misma, porque el resultado es de lo más positivo para la vida, sin tener que pasar por el filtro de una nota. Al examinarnos, hagamos lo que hagamos, ya es un avance, ya es un aprobado.

Examinarse una misma es identificar que principios de vida seguimos para la toma de decisiones y nuestra forma de actuar o reaccionar, las creencias que nos influyen, las fortalezas y debilidades, nuestras emociones y cuándo y como nos salen, las experiencias de vida que nos han marcado, qué queremos y qué nos motiva, el tipo de relaciones que entablamos, … Como podéis ver, este es un "chequeo personal" que nos va a decir cómo nos encontramos para poder poner medidas para ser feliz y hacer feliz a las personas con las que nos mezclamos.

Si conseguimos hacerlo sin juzgarnos y sí aceptando con naturalidad nuestros posibles "errores de vida", todo serán ventajas, ya que el crecimiento personal que experimentaremos nos llevará a corregir y controlar creencias, emociones, reacciones, pensamientos o tendencias con las que no nos dejamos ser felices. No es más que perder el miedo a cuestionarnos, para ver y valorar lo que hacemos, de esta manera podremos potenciar lo que nos hace bien y desechar lo que no nos favorece.
Examínate con mucho amor y amabilidad y no te castigues por errores; se clemente contigo misma y no te juzgues con severidad, porque de lo contrario, no conseguirás vivir con el concepto que nos dice la ataraxia; paz y tranquilidad, ausencia de turbación o estado sin perturbaciones o molestia.

Examinarse a una misma nunca acaba, es un viaje continuo de autodescubrimiento y además, no tienes vuelta atrás una vez que lo inicias; ya nunca más vuelves a ser la persona anterior. No es una transformación instantánea, lleva su tiempo, pero sí es una evolución y una inversión valiosa en tu bienestar y felicidad. Conocerte mejor a ti misma, te lleva a vivir una vida más auténtica, plena y satisfactoria.

El autoconocimiento es básico, pero es curioso leer que una manera de trabajar la ataraxia es practicar la gratitud; el agradecimiento y la apreciación de quién eres y qué tienes. Y digo que es curioso para mí que el concepto de unas palabras se enlacen al concepto de las otras, para ir creando una manera de afrontar la vida que nos haga felices el mayor tiempo posible.

Aparte del autoconocimiento, también he leído otra serie de herramientas para desarrollar la ataraxia, como son el ejercicio para encontrarte bien, una buena alimentación que te ayude a estar sano, meditación y mindfulness para la tranquilidad y vivir el momento presente, además de rodearnos de personas positivas que nos apoyen, nos aprecien y con las que podamos hablar con sinceridad de quienes somos y lo que nos mueve.

Ya veis que aunque la palabra ataraxia no esté en el leguaje cotidiano y es un concepto antiguo, sigue siendo excelente para tenerlo en cuenta en la actualidad. Se aborda principalmente en el ámbito de la filosofía, la psicología y el desarrollo personal, y si no eres una profesional de los dos primeros, quédate con el crecimiento personal, que a ese sí tenemos accesibilidad sin tener que estudiar una carrera universitaria.

En definitiva, el significado de ataraxia, es una invitación a reflexionar sobre nuestras emociones, nuestros deseos y nuestras creencias, para que en lo que nos ocurra, no nos perturbemos en exceso y así poder vivir lo más tranquilamente posible, lo más satisfechamente posible y lo más feliz posible, contando que ser ataráxica cien por cien las 24 horas del día y durante toda la vida, no es tarea fácil, pero cuanto más tiempo consigamos mantenernos en paz interior y exterior, mejor.

Las cosas que tiene Eloisa

martes, 14 de enero de 2025

El Carro- Arcano Mayor


Esta entrada es para conocer más a este Arcano Mayor que es El Carro, carta que de entrada me transmite dinamismo, movimiento, manejo del rumbo por donde se va, … me gusta, me parece que da buen rollito con sus colores y sus personajes (yo tengo la baraja Rider- Waite). Vamos a ver que nos cuentan de esta carta:  El Carro.

Como resumen principal que luego desarrollaré, decir que El Carro nos invita a tomar las riendas de nuestra vida y avanzar hacia nuestros objetivos, deseos, esperanzas, metas, … Nos recuerda que tenemos el poder de superar cualquier obstáculo y la posibilidad de alcanzar nuestros sueños. Es un Arcano Mayor de determinación, de acción y de éxito, que propone salir de la zona de confort e induce a tomar riesgos calculados y controlados, además de recordarte de que no te olvides que tienes grandes potencialidades para poder superar cualquier problema o imprevisto que surja. 

Os comento que yo utilizo los Arcanos Mayores como método de aprendizaje y de crecimiento personal a través de la transformación de todo aquello aprendido que tengo que desaprender y todo aquello aprendido que tengo que reforzar para que no se me olvide.

Como a veces me salen comentarios solos de mi mente, ahora me ha salido, pensando en El Carro, una palabra mal dicha pero muy conocida: "PALANTE"; esta carta me dice eso, que "palante".


Tenemos el con qué (capacidades), tenemos el por qué (objetivo, deseo), sólo queda arrancar cogiendo las riendas de la vida y eligiendo el camino que nos llevará a conseguir muchas cosas (no, todo no se puede conseguir, pero muchas más cosas de las que nos creemos, sin ninguna duda) … eso sí, hay que organizar las prioridades y enfocarse en lo que es realmente importante para cada una.

Es una imagen de triunfo, como antiguamente entraban los triunfadores de las batallas y desfilaban orgullosos de su hazañas y conquistas, ensalzando su persona y su poder sobre un carro; es una parte del origen de este Arcano Mayor

Vamos a empaparnos más de la energía de esta carta del Tarot analizando un poco el significado de los elementos que componen la imagen, que por cierto, son unos cuantos: 

La imagen central; el hombre que conduce el carro representa nuestra conciencia, nuestro poder personal y nuestras capacidades de liderar y tomar las riendas, manteniendo el equilibrio entre las fuerza opuestas simbolizadas por las figuras que llevan el carro.

Este hombre tiene su bastón de mando en la mano derecha, su corona con una estrella de ocho puntas sobre una rama de laurel, su pelo largo rubio cobrizo, su coraza como con dos lunas y un cuadrado en el pecho, su vestimenta que asemeja a una falda romana con símbolos, además de un cinturón también con símbolos y en todo el predominan los colores blanco, azul y amarillo. Todo ello no dice que es un hombre preparado en todos los sentidos (física, emocional y espiritualmente), que se sabe conocedor de todo su potencial y que va decidido y sin miedos ("palante").

Otro elemento poderoso de la imagen son las figuras humanoides que llevan un tocado asemejan a dos esfinges, la blanca mujer y la negra hombre: representan los aspectos más profundos de nuestra naturaleza y nos invitan a reflexionar sobre nuestro equilibrio interior. Son fuerza que pueden ser complementarias y las manejas adecuadamente y las llevas en equilibrio, por el contrario, pueden ser fuerzas opuestas si no las controlas y no llevarte a ningún sitio (incluso a algún mal sitio o momento) porque cada una tira para su lado. 
Fuerzas en equilibrio, la una no existe sin la otra; positivo-negativo, luz-oscuridad. bien-mal, blanco-negro, corazón-razón, yin-yang, creación-destrucción, vida-muerte, … 

La figura blanca simboliza la intuición, las emociones, la pasión, la receptividad y la conexión con lo espiritual; esa parte de nosotros que se entrega y fluye. La figura negra simboliza la razón, la lógica, la fuerza y la acción; nuestra parte que quiere controlar y dominar.

El carro tiene un dosel color azul con estrellas blanca, no tiene riendas de las que tenga que tirar el personaje y tiene un escudo (he leído que de origen hindú) con un círculo amarillo con alas azules y un símbolo debajo de color rojo. Vienen a decir estos elementos que el personaje está protegido de causas externas, tanto por el dosel que le tapa como por el escudo que le protege. 
Juntos, el dosel y el escudo simbolizan la capacidad del individuo para protegerse, mantenerse enfocado y avanzar hacia sus objetivos a pesar de los obstáculos.

La imagen de El Carro también tiene otra serie de elementos como es la ciudad al fondo, dos como torres amarillas, un bosque y un río; todo ello es como lo que se deja con valentía para ir a un viaje que nos traerá diferentes cosas, muchas de ellas las que queremos y a por las que vamos, pero otras serán inesperadas y sorpresivas, aunque no hay que temer porque podremos solventarlas si son un impedimento para seguir avanzando. 

Esta es mi interpretación de todo lo que he leído sobre la simbología que tiene esta carta, si quieres un poco más, he dado con La carta de El Carro y su simbología explicada, que te cuenta más cositas.

Otro enlace es este PDF sobre El Carro, y otro enlace más El Carro en el Tarot y por si es poco, El Carro (Arcano VII).

Lo pongo en renglón aparte porque en este enlace tenéis la historia de esta carta y cantidad de versiones de su imagen, a mí me ha gustado mucho: Il Carro/Le Chariot/El Carro

Como veréis en el personaje es un jovenzuelo con las ganas, la fuerza y la determinación de un jovenzuelo que va a por el mundo, tipo el Arcano Mayor de El Loco, sólo que nuestro personaje sabe de sus capacidades, de su dominio de las situaciones y que tiene protección, por lo que no va a lo loco, todo lo contrario; toma las riendas de su vida muy consciente y es totalmente autosuficiente.
Avanza hacia sus objetivos, a pesar de los obstáculos que encuentre en el camino, guardando el equilibrio entre sus diferentes facetas y manteniendo una visión clara de su objetivo o metas.

Vamos con los adjetivos que podrían definir a la carta del Tarot El Carro:

Dinámica, activa, enérgica, resolutiva: movimiento y la acción.
Poderosa, importante, potente, enérgica: la fuerza y la determinación.
Victoriosa, ganadora, vencedora,  triunfante: éxito, superación de obstáculos, logro de los objetivos.
Equilibrada, ponderada, mesurada, sensata, medida: armonía entre fuerzas opuestas.
Controladora, dominadora, poderosa, potente: capacidad de tomar las riendas de su vida.
Ambiciosa, deseosa, anhelante: búsqueda de metas y objetivos.
Decidida, resuelta, proactiva, adelantada, emprendedora: capacidad de tomar decisiones y seguir adelante.
Valiente, atrevida, lanzada, osada, intrépida, brava: capacidad de enfrentar los desafíos.
Independiente, autónoma, libre, emancipada, autogobernada: autonomía y la autosuficiencia.
Segura de sí misma, sólida, reafirmada, empoderada: confianza en una misma y en las propias capacidades.
Concentrada, focalizada, orientada, situada, posicionada: capacidad de enfocarse en un objetivo.
Determinada, perseverante, tenaz, constante, firme: perseverancia y la tenacidad.
Impetuosa, apasionada, efusiva, intensa: energía impulsiva y apasionada.
Conquistadora, viajera, buscadora, indagadora, exploradora: búsqueda de nuevos territorios y experiencias (internas y externas).
Dominante, influenciadora: capacidad de ejercer influencia y control.
Visionaria, idealista, anticipada, precoz: capacidad de ver más allá del presente y de establecer metas a largo plazo.

Bueno, ¡sumergida en en significado de El Carro, para un buen rato! Me quedo con decisión, acción, equilibrio y control.

¿Qué nos dice esta carta de Tarot para poder aplicar? Que te definas y des prioridad lo que quieres lograr, buscando ese equilibrio entre lo que sientes y lo que piensas. Una vez que sabes lo que realmente quieres, ve a por ello sin miedos porque sabrás adaptarte perfectamente a las circunstancias que el camino te depare; tienes capacidad de eso y más, así que cada vez que consigas algo, celébralo por lo alto porque no es porque nadie te lo ha regalado, es porque tú has sido capaz de conseguirlo.


En resumen, El Carro es un Arcano Mayor que nos empodera y nos anima a ser las que construyamos nuestro propio destino. Nos invita a ser proactivas, a tomar decisiones y a superar cualquier desafío que se presente en nuestro camino. Fuerza, valentía y empuje, así que ya sabemos "PALANTE"