Esto de la inquietud mental me encanta y esto de descubrir cosas nuevas, en mi ignorancia de todo lo que ha existido y existe, me produce un placer enorme. Hoy he descubierto por una red social, la existencia de una mujer llamada Aspasia que fue maestra de Sócrates y que nunca ha aparecido en los libros de texto que he estudiado, ¡una pena!, pero me alegra saber que hoy en día ya está dentro del temario de bachillerato y por lo tanto, la gente joven hasta sabrá de ella mucho más de lo que sabemos los que tenemos unos añitos.
Se integró rápidamente en la vida social ateniense, suscitando lo mismo alabanzas que críticas, en un momento histórico de Atenas en el cual el jurista, magistrado, general, político y orador ateniense Pericles, era el que lideraba políticamente y consiguió una mejora de la calidad de vida de los ciudadanos a través de obras públicas (como el Partenón) y promoción de la cultura.
¡Fue el gran momento de Atenas! Es más, aquella época fue el siglo de Oro de la Grecia clásica, y ahí estuvo Pericles como gobernador de Atenas durante treinta años, en el periodo llamado Pentecontecia que empezó en la Segunda Guerra Médica y acabó al inicio de la guerra del Peloponeso.
A este hombre, aunque algunos lo consideraban un tirano, fue el impulsor de la democracia en Atenas, dando derechos, que anteriormente sólo estaban en manos de los privilegiados, a todos los ciudadanos. Figura que influyó muchísimo en la vida de la antigua Grecia, pero que no me voy a parar mucho en ella porque tiene mucho para contar.
Cuento todo esto para que entendáis el momento histórico en el que Aspasia llegó a Atenas y dejó prendado a Pericles con sus capacidades retóricas, un hombre propulsor de mejoras fundamentales no sólo para Atenas y Grecia, sino también para el resto del mundo porque en esa época se estaba gestando allí la democracia.
Pericles y Aspasia fueron lo que hoy consideraríamos amantes y esto no gustó, ella fue tachada de prostituta o concubina (que era como consideraban a las hetairas los retrógradas). Posteriormente fueron matrimonio y tuvieron un hijo, pero seguían pensando que ella era una hetaira extranjera que había traído al mundo un hijo bastardo (hasta entonces no se consideraba ciudadano ateniense al hijo de una extranjera).
Con respecto a criticar y ofender a personas que destacan o hacen cosas diferentes a las que la sociedad impone, no hemos cambiado mucho desde los años aquellos (opinión personal) y seguimos haciendo cosas como se hacían ya en el siglo V a.C., que es cuando vivió Aspasia de Mileto.
Aspasia pasó por burlas, críticas y acusaciones duras que incluso la llevaron a un juicio (por incitación a la prostitución en otras mujeres e impiedad, que era falta de respeto a los dioses), del cual salió absuelta ante la defensa en el mismo por parte de su marido Pericles. Su relación generó envidias y resentimientos hacia Aspasia, divulgando opiniones sobre que era una extranjera que manipulaba a su gobernante y le influía en la toma de decisiones políticas. Se dice que si que es cierto que ella era la que elaboraba los discursos de él gracias a su gran talento retórico, y algunos pensadores, como Platón, consideran que es la que escribió "Oración fúnebre".
Malvada, perversa, peligrosa, irrespetuosa con los dioses, manipuladora, proxeneta,... menudo currículum la presentaron, cuando Aspasia era una mujer brillante. Ni que decir tiene que esas críticas y la fama que la pusieron, reflejan la misoginia y la xenofobia que existían en la sociedad ateniense
Dominaba el arte de la retórica y la elocuencia, con una comunicación efectiva que impresionaba, porque su gran formación intelectual le permitía dominar el lenguaje y expresarse de una forma clara, coherente y elegante, con argumentos sólidos y dominando el grado necesario de emoción en lo que se dice, como para transmitir y conectar.
Se cree que su casa era un salón literario y filosófico, donde se reunían artistas y algunas de las mentes más brillantes de la época y ella participaba activamente en estas conversaciones entres pensadores (lo digo en masculino porque era principalmente un campo de hombres). Así la conoció Sócrates, tan fascinado por Aspasia que incluso se dice que la mujer "ficticia" llamada Diótima que conversa con él en "El banquete de Platón" (mujer enigmática y maestra en el arte del amor), es ella. La figura de Diótima sólo aparece en este escrito de Platón y en esa conversación con Sócrates, donde le enseña que el amor es un camino hacia la belleza y la sabiduría. Algunos estudiosos creen que Diótima fue una figura histórica real, mientras que otros la consideran un personaje ficticio creado por Platón.
Hay que añadir que, cada vez que amigos le preguntaban como instruir a una mujer, Sócrates referenciaba a Aspasia porque era una gran conocedora del tema, incluso se habla de reuniones del filósofo, sus amigos y las mujeres de estos, para hablar y escuchar consejos en asuntos del amor. Aquí nuevamente la interpretación es libre y si la hacemos bajo la mirada de que era una concubina, proxeneta e impúdica, puede dar lugar a pensar que eran reuniones lujuriosas, cuando en realidad estas reuniones podrían haber sido espacios de debate y aprendizaje, donde se exploraban ideas sobre el amor, las relaciones y el papel de la mujer en la sociedad, la salud en la mujer, … ¿no os parece? Lo digo porque incluso se ha especulado sobre si Aspasia descubrió métodos para prevenir embarazos de riesgo y era conocedora de remedios naturales para los cuidados de la mujer en el postparto. Yo lo veo viable ya que es posible que Aspasia, como mujer educada, bien informada y con experiencia, tuviera conocimientos sobre salud femenina.
Fuera lo que fuese, es indudable su gran influencia en Sócrates y que este reconociera la sabiduría de Aspasia y la incluyera en sus discusiones, es un demostración de su mente abierta y de su disposición a desafiar las normas sociales con respecto a la mujer; hoy en día podría ser considerado un hombre que apoya el feminismo y catalogado dentro de marco de otra masculinidad.
Pero sigamos con la vida de Aspasia. Llegó en momento en el que Pericles murió por una peste que desbastó a Atenas (y la debilitó durante la Guerra del Peloponeso), y Aspasia se volvió a casar con el político Lisicles, hombre con influencias y economía solvente, con el cual tuvo otro hijo (recordar que Aspasia era 20 años más joven que Pericles). Este hombre también falleció en una guerra un año después de casarse, y desde entonces Aspasia deja de ser miembro activo en los debates filosóficos y políticos.
Pero seguimos con Aspasia; se retiró a una casa de campo y se dedicó a la enseñanza a otras mujeres para transmitirlas todo lo que ella sabía, continuando así como una figura intelectual e influyente en un campo no permitido como era la enseñanza a las mujeres. Se dice que creo una escuela en Atenas y que los maridos dejaban ir a sus mujeres porque creían que iban a ser instruidas más en las artes del amor que en filosofía o política.
Algunas estudiosas de la figura de Aspasia, dicen que hizo mucho más que todo eso en aquel momento y en aquella sociedad, donde las mujeres tenían un papel muy limitado en la vida pública; el papel de influir en la política y la sociedad a través de sus relaciones y sus enseñanzas. Aspasia tenía un conocimiento profundo de la psicología femenina y de las dinámicas sociales que afectaban a las mujeres en la antigua Grecia.
Os podréis imaginar que todo lo concerniente a esas épocas y que ha llegado hasta ahora, hay que cogerlo con pinzas, porque mucho son fuentes limitadas, sesgadas y en muchos casos hasta contradictorias, además, en muchos casos, son menciones de hombres (como por ejemplo Platón o Jenofonte, Plutarco, Ateneo, …), que recogieron en algunos de sus escritos la existencia de Aspasia. Debido a la escasez de fuentes directas, gran parte de lo que sabemos sobre Aspasia proviene de relatos de segunda mano y de interpretaciones de historiadores, algo que dificulta que haya una biografía completa y objetiva.
La idea de que su programa de estudios para mujeres pudiera haber sido más amplio de lo que se pensaba inicialmente, como sugiere la profesora de filosofía Catalina Aparicio, permite pensar en la posibilidad de que Aspasia enseñara no solo retórica, sino también otras disciplinas.
Una mujer muy interesante Aspasia de Mileto. Me ha encantado conocerla.