Maduramos el día en que...
Maduramos el día en que reímos francamente.
Maduramos el día en que reímos francamente de nosotros mismos.
No tiene mucha explicación que añadir, cuando dejamos de mirarnos al ombligo con nuestras complicaciones y empezamos a añadir humor a las situaciones y a los pensamientos, cuando somos capaces de reírnos de nosotros mismo, ahí está el punto de inflexión para llevar una vida de madurez interior que nos haga ver la vida de una manera más amable y feliz.
Seamos entonces felices y vamos a recordarnos que maduramos el día en que reímos francamente de nosotros mismos. ¡ Os deseo mucha diversión interior!
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