Una creencia es el estado de la
mente en el que un individuo supone verdadero el conocimiento o la experiencia
que tiene acerca de un suceso o cosa, cuando se objetiva, el contenido de la
creencia presenta una proposición lógica y puede expresarse mediante un
enunciado lingüístico como afirmación. https://es.wikipedia.org/wiki/Creencia
Ayer
oí que nuestro cerebro nos sabotea para mantenernos en lacreenciaerrónea de que somos lo que nos dicen
nuestrascreenciasy que si las dejamos, dejamos de ser
nosotros, pero que no es cierto, nuestrascreenciasno somos nosotros, es más, somos lo
que queda si apartamos nuestrascreenciasque nos condicionan a pensar que somos
ellas y que sin ellas no somos nada, que perdemos nuestra identidad como
persona.
El
miedo a creer que dejamos de ser nosotros es lo que nos sigue atando a nuestrascreenciasy por ello lo defendemos a muerte
aunque tengamos que perder por el camino a personas importantes y valiosas que
ven más allá de nuestrascreencias.
Nos
quitamos a esas personas porque nos incomodan, nos molestan, nos agitan, nos
mueven al cambio y nos revelamos en contra de ellas porque nuestra mente nos
dice que no, que nos quieren cambiar de lo que hacemos por nuestrascreenciasy por lo tanto, de lo que somos.
Resulta
frustrante observar la cantidad de situaciones en las que una persona se ve
sometida por su propio organismo y es incapaz de actuar de una forma totalmente
consciente. Muchas situaciones y formas de actuar en las que nos vemos
envueltos son resultado y están organizadas por sistemas de nuestro organismo
de los cuales no tenemos control alguno. Son sistemas que se ejecutan y actúan
automáticamente para salvaguardar nuestro organismo de posibles daños y
perjuicios que podría llegar a sufrir.
No
en vano, estos sistemas son parte de la mayoría de los seres vivos que habitan
nuestro planeta, aval suficiente para demostrar la efectividad y utilidad de
estos. Sin embargo, en el caso del homo sapiens, estos sistemas han alcanzado
un grado de complejidad y de capacidad de acción mucho mayor, siendo capaces de
activarse en una misma situación de formas totalmente diferentes, lo que nos
lleva en muchas situaciones a plantearnos si esas respuestas son en verdad las
más efectivas o si realmente abríamos querido actuar de esa forma si fuese
nuestro el control.
Aunque
no nos haga felices lo que hacemos condicionado por nuestrascreencias, aunque nos tenga a
la deriva en la vida sin saber a dónde llegar, sin saber nuestro propósito (que
es lo que nos hace felices), es lo conocido, es en lo que nos manejamos y
dominamos, es nuestra comodidad y el cerebro tiene creadas unas conexiones
neuronales que prefiere mantener que cambiar, nos domina el cerebro y su
tendencia a querer mantener lascreencias,(algunas heredadas genéticamente como
demuestras varios estudios con animales).
Preferimos
cambiar de personas que decreenciaspor miedo a dejar de ser uno mismo,
cuando en realidad, es todo lo contrario, nunca seremos nosotros mismos si no
cambiamos decreenciasque vienen condicionadas por una carga
genética (un 5%) y una carga de aprendizaje de nuestros padres y nuestro
entorno y que se ha repetido una y otra vez, por eso se han asentado comocreencias, muchas
de ellas inamovibles.
No se trata de que ahora tienes
que abandonar quién eres y convertirte en quién sabe Dios quién… se trata de
dejar salir a esa esencia que has guardado en tu interior.
Esa
esencia la guardaste en algún momento de tu vida, poco a poco… para protegerla
de no sufrir, creyendo que así realmente podías evitarte el dolor en tu vida.
Pero… ¿qué crees? con eso sólo te estás generando más sufrimiento.
Si realmente quieres dejar de sufrir, necesitas dejar salir tu esencia al
exterior........http://www.desansiedad.com/2014/10/23/no-necesitas-cambiarnecesitas-renacer-y-evolucionar/
Mis juicios me impiden. Mis juicios me impiden ver lo bueno. Mis juicios me impiden ver lo bueno que hay. Mis juicios me impiden ver lo bueno que hay tras las apariencias.
Muy cierto que nuestros prejuicios nos hacen ver de una determinada manera al que tenemos enfrente o al lado y a los acontecimientos, sin pararnos a pensar, que quizás las cosas no tengan que estar siendo como las vemos o que las intenciones que vemos no son las reales.
Cuando uno no se encuentra bien, ve las situaciones un poco más oscuras, con más carga de problema, en cambio cuando uno está bien, en la misma situación es capaz de ver más las soluciones que el problema en si.
Así somos nosotros, depende de nuestros parámetros establecidos, depende de las creencias que tengamos, de la emoción que en el momento nos secuestre, dependen de la falta de autoestima que nos induce a los miedos, depende del ego que necesitemos manifestar para protegernos de lo que nos da miedo, depende de...... múltiples factores, vemos a nuestra manera, predeterminamos que esa manera es la verdad y juzgamos impunemente a una circunstancia o persona sin parar a pensar tan siquiera que estamos errando.
Nuestro cerebro solo quiere confirmar lo que sabe, solo quiere tener la razón, no crear conceptos nuevos, hace las conexiones neuronales que tiene ya establecidas para las situaciones iguales o similares, por eso no te puedes dejar llevar por la mente, esta te sabotea las nuevas maneras de pensar para mantenerte en la razón y en tu zona de confort, aunque esa zona te haga daño y te cree conflictos.
¡Rompe creencias, cuestiona a tu mente, date la oportunidad de pensar diferente!
Prueba a preguntar primero para conocer nuevas maneras de pensar, prueba a pensar lo contrario antes de juzgar, piensa en dejar un poco de tiempo antes de juzgar a ver si desde otra emoción piensas distinto, pero ojo, sin que se te olvide que tu cerebro te quiere llevar a pensar lo que ya conoce, lo que ya tiene gravado.
Juzgamos situaciones, nos han dicho o hemos aprendido que tal situación es mala y no somos capaces de descubrir que enseñanza nos trae esa situación, no vemos que podemos sacar de provecho de ella, nos quedamos en que es mala, adquirimos el papel de víctimas y no vamos más allá, cuando de cada situación podemos ser protagonistas y no víctimas, solo con indagar que parte activa hemos ejercido en la situación, que resultado hemos tenido, asumir la parte de responsabilidad que nos corresponde, aprender de la experiencia y de esta manera habremos crecido un poco más en el reconocimiento de quienes somos, que sentimos y que hacemos.
Vive experiencias nuevas, empápate de vivencias propias y ajenas, aprende de los que te rodean, indaga, pregunta, investiga, lee, escucha, observa, sal de tu zona de conocimiento y experimenta lo que es pensar diferente, luego ya decidirás lo que quieras pensar, pero ojo, sabiendo que quizás también en esta ocasión, solo es tu pensamiento, tengamos presente que mis juicios me impiden ver lo bueno que hay tras las apariencias.
La verdad está La verdad está en el descubrir. La verdad está en el descubrir, no en lo descubierto.
Si te pones a pensar en la frase tiene razón; la mente se nos va instantáneamente a quedarnos con lo que hemos descubierto o encontrado, como que ese es el logro, cuando en realidad el gran logro es descubrirte con la capacidad de seguir queriendo descubrir, como los niños.
Estar abierto a la vida en un descubrir continuo.
Tener la capacidad de que la vida aún nos sorprenda con cosas inesperadas, no estar encerrado mentalmente ni emocionalmente con lo ya aprendido, de tal manera que aún descubras gentes, situaciones, emociones, buenas o malas ...... da igual lo que descubras, porque hoy descubres algo bueno, mañana algo regular y pasado algo que no te gusta nada.
Si le quitamos transcendencia a lo descubierto y se la ponemos a la acción de descubrir, nos damos cuenta que no es importante lo que vivimos, si no como lo vivimos y esa es la verdad, que como nosotros queramos vivir lo que nos pasa es una responsabilidad nuestra y no depende de nada ni de nadie de fuera.
Si queremos quedarnos en que ya pocas cosas o ninguna nos pueden sorprender, es que estamos ya obsoletos, caducos y con falta de vida, seamos como los niños que están todo el rato descubriendo y descubriéndose en sus posibilidades.
Cuantas escenas hemos visto y nos han contado de bebés que están en la cuna y se las ingenian para salir de ella sin hacerse daño, o bajar de una cama, o llegar a un objeto o....... descubren como conseguir algo que quieren continuamente, que ocurre si toco, que ocurre si pruebo, que ocurre si...y descubren, parte de su crecimiento físico, mental y emocional está en descubrir.
Y a nosotros los adultos se nos olvida que en el descubrir está el crecimiento en todos los sentidos, personal, emocional, laboral...., parece que nos atascamos y en el mismo hacer no encontraremos fórmulas diferentes de vivir,
Descúbrete descubriendo y haber como te sientes y recuerda cada vez que descubras algo que, la verdad está en el descubrir, no en lo descubierto.
En el reconocimiento En el reconocimiento y aceptación. En el reconocimiento y aceptación de nuestra propia vulnerabilidad. En el reconocimiento y aceptación de nuestra propia vulnerabilidad es donde reside nuestra fortaleza.
Parece contradictorio sugerir que nuestra vulnerabilidad, es decir, nuestra susceptibilidad al dolor, al fracaso y a las emociones negativas, pueda ser una fuente de fortaleza, sin embargo, es todo lo contrario.
Tenemos miedo a vernos en nuestras "debilidades", creemos que nos hacen vulnerables, por eso nos cuesta hacer reconocimiento de ellas ante los demás y ante nosotros mismo.
El miedo a que nos hagan daño al conocernos y al reconocernos como seres con puntos vulnerables, nos impide obtener el beneficio que su descubrimiento conlleva, ni más ni menos que una capacidad muchísimo más válida que el miedo, la fortaleza.
La vulnerabilidad nos expone a experiencias difíciles que pueden ser dolorosas, pero también son oportunidades para crecer. Al enfrentar y superar estos desafíos, desarrollamos resiliencia, fortaleza y sabiduría.
Una de las maneras de tocar con el máximo potencial de tus capacidades, es en los momentos más difíciles en los que quizás nos sentimos expuestos y vulnerables. No sabemos de qué somos capaces hasta que no nos vemos en la obligación de serlo y estando en nuestra zona de confort, sin enfrentarnos al miedo que nos produce conocer y que conozcan nuestra vulnerabilidad, no deja margen para que salga nuestra fortaleza.
Fortaleza
nombre femenino
1.
Capacidad de una cosa para sostener, soportar o resistir algo.
"la fortaleza de la moneda viene determinada por la gran afluencia de capitales extranjeros"
2.
Capacidad moral de una persona para resistir o sobrellevar sufrimientos o penalidades.
"mostrar fortaleza ante la muerte"
La fortaleza es la que nos impulsa a distanciarnos del desánimo en los momentos duros, nos deja ver con realismo y esperanza nuestra vida y si queremos aprender donde está nuestra vulnerabilidad en cada situación, se convertirá en una experiencia de superación personal y autodescubrimiento que nutrirá de nuevo las capacidades propias como es la fortaleza.
Es una retroalimentación, descubrir tu vulnerabilidad te lleva a la fortaleza y la fortaleza te permite ver tu vulnerabilidad, por eso en algún momento hay que romper la barrera del miedo y adentrarse por dentro, en qué es realmente lo que sentimos, a qué tenemos miedo.
No hay más manera con el miedo para vencerlo que enfrentarte a él, es tu creación, es infundado y solo tú puedes hacerle frente, es tu batalla con él, si le plantas cara lo vences, si te dejas dominar por él, te vence.
¿A qué tienes miedo? Indaga realmente que pasa, porqué una determinada situación te vence, te quita las ganas de sonreír, de disfrutar, de vivir adaptándote a tus circunstancias.
Aquellos que te inspiran a pensar que son personas con una fortaleza de vida que tú no tienes, han estado en tu mismo lugar, solo que han hecho un trabajo consciente para desarrollar las actitudes necesarias para tener dicha fortaleza.
Se han enfrentado a sus circunstancias y a su propia vulnerabilidad en ellas, descubriendo de esa manera sus miedos y poniendo soluciones a todo ello, ese reconocimiento de quienes son, que sienten y donde se encuentran, le ha hecho buscar el camino real para superar la adversidad.
Mira este vídeo (1'30 minutos), ¿Qué te sugiere?
La fortaleza te requiere vencer el miedo a admitir la verdad, a aceptar tu parte de responsabilidad y saber perdonar. Os dejo enlace a dos entradas, la de El perdóny la de Perdonarse, misión prioritaria
Para enfrentarte al miedo tienes que buscarte la herramientas emocionales que te ayuden a ello, como es el desarrollo de unas actitudes y no hay duda de que todos podemos aprender, tan solo hay que querer trabajar en ello, tan solo hay que ser verdad con uno.
Hay muchas maneras de despertarte, a través del estoicismo puede que sea la tuya, o no, pero conocer herramientas que puedan ayudar siempre aporta.
Las actitudes a desarrollar son la autoestima, que te hace sentirte capaz, la autonomía, que te hace no depender, la responsabilidad que te permite reconocer, el humor que te quita dramatismo, el perdón que le aporta la parte de amor y compasión, la madurez que te empuja a la solución, el optimismo que logra quitar la negatividad y para mi también la espiritualidad, que me ayuda a aceptar quien soy y que soy (un ser en si mismo perfecto en sus imperfecciones, nacido para ser y hacer feliz).
Recuerda no ver tu vulnerabilidad como tu enemigo, todo lo contrario, en el reconocimiento y aceptación de nuestra propia vulnerabilidad es donde reside nuestra fortaleza.
No solo éramos. No solo éramos felices. No solo éramos felices ¡Además lo sabíamos!
Es sencillo hablar de la felicidad, lo difícil es sentirla y saber reconocer y valorar en su justa medida ese sentimiento.
En distintas redes sociales colgamos frases sobre la felicidad, sobre vivir el momento, sobre ser feliz para hacer feliz a los demás, ..........se han escrito muchos libros sobre el tema e incluso hay talleres para aprender a ser feliz.
¿Dónde nos hemos perdido para no saber ser felices? ¿Qué nos ha pasado para perder un don con el que nacemos?
A mi me parece que en estas llamadas civilizaciones avanzadas, hemos dado un tremendo paso atrás en cuestión de felicidad. Quizás sea que tenemos tanto que nos dedicamos a perder la felicidad en vez de valorarla en todo lo que tenemos.
¡Tenemos motivos para ser felices! Si, ya se que también suceden acontecimientos que nos desestabilizan e inquietan la vida, ¡por eso es vida! Con lo malo y con lo bueno, que hay mucho.
Hay que desdramatizar la vida, darla un carácter positivo, ver un poco más allá del momento complicado y quedarse con todo lo demás que nos rodea y es bueno para nosotros y en nosotros, creo que la clave está en reconocernos como seres felices que viven para ser felices, algo que se nos olvida, así que recuerda cuando estés en un mal momento que, no solo éramos felices ¡además lo sabíamos!
No solo consiste estar encerrado una penitenciaría para tener una cadena perpetua ya que no es ninguna tontería el hecho de cargar de por vida con una culpa, ni es justo que no autocondenemos por un acto propio o incluso ajeno, de ahí que perdonarse sea una misión prioritaria en nuestras vidas.
Hemos normalizado la culpa en nuestras sociedades de tal manera que si algo no sale como se espera, siempre tenemos a alguien para echarle la culpa y eximirnos de responsabilidades.
Algunas religiones hasta nos dicen que ya nacemos en pecado, no sabemos muy bien que significa esto cuando nacemos, pero ya lo tenemos encima como una losa y a partir de ahí, hay que hacer constantes esfuerzos para que se nos perdonen nuestros pecados, .... vivimos en culturas del pecado y del castigo.
Luego está cuando durante nuestra educación como personitas, todo nuestro entorno nos va diciendo lindezas para hacernos hacer lo que ellos consideran que es lo bueno y si no lo hacemos somos malos, algo con lo que tendremos que lidiar también el resto de nuestra vida.
La famosa frase de la canción de Serrat, "eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca" y yo añado el "así no, malo, que eres más malo", algo que va haciendo que los niños vayan adquiriendo la cultura del soy malo,... soy tonto, no valgo para nada, parezco idiota, soy lelo, no se te puede mandar nada todo lo haces mal, serás marrano, eres un desastre, te mando con tu abuela no hay quien te aguante, .... (¿nos suenan frases de este estilo?) y si todo eso nos ha llegado bien dentro de nosotros y nos vamos sorprendiendo en actuaciones que nos lo confirman (ya sabemos que nuestro cerebro busca seguridad y para ello, afianza sus creencias eligiendo con que quedarse de todo lo que le llega, es la famosa memoria selectiva), ya tenemos el sentimiento de culpabilidad perpetuo por no saber hacer, decir, estar o ser lo que se espera de nosotros.
Otros casos ya mucho más serios son aquellos en los que por medio hay abusos de cualquier tipo y los aprendizajes han sido ya totalmente erróneos, como creer que para ser amado le tienen que dañar o tiene que dañar, si amas a alguien tienes que sentir celos, si te trato mal es porque eres la persona cercana y a la que más quiero, te grito y humillo pero luego te beso o te doy un premio, etc., etc, etc.
Hay tantas variantes para poder aprender a no perdonarnos, que lo suyo es que cada uno nos hagamos una buena reflexión de donde estamos y de donde procede lo que nosotros creemos que no podemos perdonamos.
Perdonarse requiere trabajo, a parte de localizar el por qué no sentimos culpables (es clave ya que sin este paso no pueden venir los demás), identificar las situaciones y que tipo de emociones tenemos cuando actuamos de una determinada manera (ira, miedo, duda, inseguridad, falta de compasión, desprecio,.... )https://lascosasquetieneeloisa.blogspot.com/2019/08/area-emocional.html
Le sigue que si hemos hecho algo que ha hecho daño, al margen de que para nosotros no sea en ese momento motivo para dicho daño, el pedir disculpas de corazón, el hecho de responsabilizarse de la acción cometida y el reconocimiento hacia la persona o grupo que ha recibido las consecuencias de una conducta nuestra, es parte del proceso de perdonarnos.
Para poder perdonarse tiene que aparecer por dentro la humildad, sin ella difícilmente podremos reconocernos en error, cuando lo más humano es errar y no una vez, sino muchas y muchas, como parte del aprendizaje de vida ; pero es posible aparezca el orgullo del ego agudizado por el miedo a que nos digan "nene malo tú tienes la culpa y se te va a castigar" o por la inseguridad de sentir "no se hacer nada bien, se van a burlar o aprovechar de mí" o la falta de autoestima que nos hace reaccionar con orgullo o falta de humildad para tapar nuestra vulnerabilidad.
Por eso es tan importante la reflexión personal de identificar emociones y de donde proceden esas emociones y asumirlo como parte de la vida, sin quitarle importancia, pero sin ponérsela desmesuradamente ya que, es el pasado, que es inamovible, de ahí solo nos queda reconocerlo para aprender de él ; no es más que querer aprender de lo vivido para conocerse y no repetir aquello que no queramos repetir, que tengamos libertad de elegir qué queremos hacer y no que nos lleven nuestras emociones y que controlen nuestra vida nuestras pautas erróneas aprendidas. Perdonarse es un acto de amor propio, de quererse, de aceptarse como se es, con los aciertos y los errores, asumiendo responsabilidades en vez de castigarse, aceptando un cambio de comportamiento y adquiriendo el compromiso con nosotros mismos de que cada día nos vamos a hacer más felices a nosotros mismos y con todo ello, haremos más felices a los demás ya que entablamos (cada vez que aprendemos de un error y lo asumimos) relaciones mucho más sanas.
Para poder perdonar a los de fuera, primero hay que saber perdonarse ; lo estricto que seas en este sentido para los demás, lo eres para ti mismo (lo que es arriba es abajo, lo que es dentro es fuera, lo que es allí, es aquí).
Se pierde una gran energía estando todo el día culpabilizando y culpabilizándose, una pérdida absurda de energía, pero como nos han enseñado a vivir con ello, creemos que es normal, cuando lo normal sería emplear esa energía en fomentar las habilidades y la creatividad.
Utilizar el perdón es cerrar ya de una vez el pasado que nos hace daño y vivir el presente sin el lastre de la culpa, enfocando la vida a un cambio, al mejoramiento y desarrollo de nuevas experiencias, en vez de retenerte en un pasado inamovible.
Aunque esta reflexión resulta muy lógica, quitarse lo malo de encima para poder vivir lo bueno, no resulta fácil de hacer a muchas personas , ya que tienen miedo a perdonarse porque les saca de su área de confort y creen perder su sentido de identidad que han construido con base en el enojo, el resentimiento y la vulnerabilidad. Por miedo al cambio prefieren vivir siendo iracundos y reactivos, capaces de sentirse resentidos por cualquier cosa que les contrarie, mermando la calidad de las relaciones sociales, empezando por las familiares.
Aquí es donde hay que preguntarse ¿merece la pena permanecer en esta seguridad de vida asentada en la confrontación y el daño? ¿compensa las relaciones personales fallidas? ¿compensa no asumir el error y seguir de la misma manera? ¿se es feliz viviendo así? Ten en cuenta que la incapacidad de ejercer el perdón hacia uno mismo y los demás, proviene del resentimiento y la ira, dos emociones que a la larga provocan estragos en la salud, algo ya demostrado científicamente https://lascosasquetieneeloisa.blogspot.com/2019/08/la-ira-emocion-primaria.html.
Quizás haya que aprender a mirar el perdón y el perdonarse de otra manera, no como un sacrificio ni un esfuerzo, ni siquiera como la pérdida de la seguridad o la identidad personal, si no todo lo contrario ; mirarlo como un ganar, como una oportunidad de experimentar emociones y vivencias mucho más enriquecedoras, con más alegría, generosidad y confianza en uno mismo. Tan solo se trata de enfocar los pensamientos en lo que ganas y no en lo que pierdes (cuando encima lo que pierdes no te está beneficiando).
Amor a uno mismo eligiendo lo que me hace bien y descartando lo que me hace mal ; perdonarse es elegir el bien para nuestra vida, es asumir y aceptar quienes somos en lo menos bueno, aprender de ello, responsabilizarse y rectificar, es decidir querer vivir buenas relaciones en el presente, dejando en el pasado lo pasado.
Considera el perdón
como un viaje, no un destino. Si eres propenso a pensar que no puedes
"llegar" al autoperdón, es posible que estés saboteando tus opciones
de empezar el viaje del perdón.
Es recomendable aceptar que el perdón es un
proceso constante y que tendrás días buenos y malos, como la mayoría de los
sentimientos y las experiencias en la vida.
Quizás sientas que has alcanzado un
punto de perdón, solo para que suceda algo que te haga sentir que todo fue en
vano y que estás de regreso como al principio, enojado y molesto contigo mismo.
El mejor enfoque es dejar que los deslices ocurran y verlos como reveses de
menor importancia en un estado de mayor capacidad de perdonar.
Perdonar y perdonarse requiere una premisa indiscutible, que sea real, no vale fingir que pido perdón para que la otra parte se lo crea y nos perdone ; tú cargas con la consecuencias de tu acción más la de saber que has mentido (sigues llenando la saca de lo que te tienes que perdonar) y tampoco vale engañarse a uno mismo fingiendo que me perdono poniendo como cortina de humo el me olvido de ello y está perdonado (vuelves a llenar la saca con algo más que perdonarte).
No vale acumular debajo de la alfombra, eso no cura ; lo que hay que hacer es ir limpiando de verdad y si puedes con aspiradora que es más rápido y mejor, porque solo se vive una vez y el tiempo es algo que no se puede recuperar ; tiempo que no eres feliz, tiempo que se va y no vuelve, por eso hay que ser consciente (hoy mejor que mañana) de que, perdonarse es una misión prioritaria.
El ser humano que se levanta El ser humano que se levanta, aun es más grande El ser humano que se levanta, aun es más grande que el que no ha caído.
Es parte de la vida, tener tropiezos y el tener caídas, si esto no lo hemos entendido y pretendemos que nuestra historia este exenta de malos momentos, no somos realistas.
Caer es humano, caer muchas veces es humano, para mí significativo de mucha vida, con sus desafíos y con las enseñanzas que nos han proporcionado y con su grado más de libertad personal, ya que han permitido un crecimiento interior al hacer salir de la zona de confort, de la parcela cerrada donde estar y que no me permitía ver más allá de ella.
Se es más grande porque el aprendizaje que se tiene sobre uno mismo es más grande, porque el levantarse con lo que conlleva, nos hace saber y potenciar las capacidades interiores que quizás de otra manera no hubiéramos desarrollado.
Concepción Arenal, escritora española (Ferrol, La Coruña) nacida en 1.820 y vinculada al pionero movimiento feminista (¡valiente en aquellos años!), nos dejó bien clara esta idea con la frase "El ser humano que se levanta, aun es más grande que el que no ha caído".
Este libro es corto, fácil de leer y amable,
con un contenido para mí muy intenso y muy valorable ya que toca cuatro puntos
impresionantemente importantes; habla de los cuatro acuerdos que deberíamos,
por lo menos, pensar en ellos.
El libro
trata sobre el conocimiento esotérico tolteca conservado y transmitido de una
generación a otra por distintos linajes de naguales (maestros). “No hay
razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así tú lo exiges." "Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón
válida." "Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única razón por la que eres feliz es
porque tú decides ser feliz." "La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento”. Dr. Miguel
Ruiz (Nagual del linaje de los Guerreros del Águila) Merece
mucho leer la exposición inicial que hace antes de meterse de lleno enlos cuatro acuerdos, una forma de
interpretar porque estamos donde estamos, habla de "la domesticación"
y "el adiestramiento" al que hemos sido sometidas/os y profundiza en
ello. No os
escribo nada sobre esta primera parte, escucharlo o leerlo y
observar si lo que dice os resuena y os encaja. Del resto, resalto conceptos
que merecen quedarse con ellos para tranquilidad peersonal y relacional. Como siempre, quedaros con lo que vuestro interior os deje, lo que no,
quizás en otro momento de lectura de este libro os interese más. Yo he de
reconocer que lo he releído varias veces y que recurro a sus conceptos en más
de una ocasión en que en esta vida nos lleva un poco más a la deriva.
Si eres impecable con
tus palabras solo podrás engendrar belleza, amor y el Cielo en la Tierra(me
gusta esta afirmación)
• Las palabras nos dan poder para crear. • Las
palabras son Intención en acción y pueden crear o destruir todo lo que te
rodea. • La
mente humana es un campo fértil en el que constantemente se están sembrando
palabras, ideas, creencias, conceptos, opiniones. En ese terreno esas semillas
crecen y producen consecuencias propias a su naturaleza. El miedo es también
una semilla que abunda en ese terreno. • Prepara
el terreno de tu mente para que sólo puedan crecer aquellas semillas que
te hagan bien. • Con
las palabras podemos hechizarnos a nosotras mismas y a otras personas y producir
con ello consecuencias muy graves. • Impecabilidad
significa sin pecado y pecado es hacer algo en contra de una misma. • Al
ser impecables asumimos la responsabilidad de nuestros actos sin culparnos
ni juzgarnos. • Ser
impecable con las palabras implica no utilizarlas en contra de nosotras mismas,
es utilizar nuestra energía en la dirección de la verdad y del amor hacia una misma, sabiendo que la otra persona también soy yo. • Al
ser impecables con nuestras palabras podremos ser libres, felices y trascender
el nivel de existencia del Infierno. Podremos vivir en el Cielo en medio de
miles de personas que viven en el Infierno porque seremos inmunes a ese
Infierno.
2º
acuerdo "No te tomes nada personalmente"
•Tomarse todo personalmente, es la expresión máxima del egoísmo pues
implica la creencia de que todo gira a nuestro alrededor. • Todos
vivimos en nuestro propio sueño, en nuestra propia mente (nuestra propia mentira). •
Lo que cada persona hace y dice responde a los acuerdos que ha establecido en
su propia mente, los que ha establecido conforme a su domesticación. • Si le
decimos a otra persona: -Eres tonta, nos estamos refiriendo a nosotras mismas, pues
lo estamos diciendo basándonos en nuestras creencias, conceptos y opiniones. .
• Tomarnos personalmente algo que otras personas nos dice implica tomarnos su veneno, su
magia negra y de esa manera nos convertimos en presa de esa opinión. • Al
tomarnos personalmente las cosas, sentimos que nos agreden y reaccionamos para
defendernos generando conflictos. Sentimos la necesidad de tener razón. • Si nos
enfadamos con otras personas en realidad nos estamos enfadando con nosotras mismas ya
que el enojo obedece a una reacción que proviene de nuestro propio sistema de
creencias. .
• Nos enfadamos porque tenemos miedo, porque nos enfrentamos a nuestro miedo.
• Si no
tenemos miedo, si amamos, no hay lugar para el enfado.
• Amamos todo lo que nos rodea cuando nos amamos, cuando
logramos superar el miedo y en consecuencia el enfado. • Para
elegir correctamente, más que confiar en las demás personas, es necesario confiar en una misma. • Al no
tomar nada personalmente podemos empezar a romper muchos pequeños acuerdos
internos que nos hacen sufrir. • Si
elegimos seguir nuestro corazón sin tomarnos nada personalmente, aunque estemos
en medio del Infierno, experimentaremos felicidad y paz interior,
permaneceremos en un estado de dicha.
3º
acuerdo "No hagas suposiciones"
•
Tendemos a hacer suposiciones sobre todo y sobre las personas, nos lo tomamos personalmente y
creemos que esas suposiciones son ciertas. • Todo
nuestro sueño del Infierno se basa en suposiciones • A
partir de nuestras suposiciones empezamos a hacer comentarios a otras personas, a
chismorrear. De esa manera nos mandamos veneno de unas a otras. • Hacemos
suposiciones que no son ciertas y luego las defendemos y queremos tener razón. • Vemos y
oímos lo que queremos y no percibimos las cosas tal como son. Si no entendemos
algo hacemos suposiciones sobre suposiciones de otros alguien. •
Suponemos que las demás personas saben lo que pensamos y por lo cual no es necesario que
expresemos lo que queremos. •
Necesitamos justificarlo todo para sentirnos seguros y al no saber algo lo
suponemos porque no tenemos el valor de preguntar. • Hacemos
esto porque realizamos acuerdos internos para actuar de esa manera. Acordamos
que hacer preguntas es peligroso y que aquellos que queremos tienen que saber
lo que queremos y cómo nos sentimos. • Creemos
que al amar a alguien, la vamos a poder cambiar a nuestro gusto y nos mentimos, nos autoengañamos. • Para
evitar las suposiciones debemos preguntar, estar seguros de que las cosas nos
quedan claras. • Con una
comunicación clara las relaciones mejoran. • Si
somos personas claras a la hora de hablar, nuestras palabras se tornan impecables. • Es
necesario actuar para que las cosas cambien, la acción fortalece la voluntad,
nutre la nueva semilla y establece una base sólida para que el nuevo hábito se
desarrolle. .
• Cuando transformamos nuestro sueño, la magia aparece en nuestra vida, lo que
necesitamos llega con facilidad porque sabemos lo que queremos y somos.
4º
acuerdo "Haz siempre tu máximo esfuerzo"
Este acuerdo permite
que los otros tres se conviertan en hábito.
• Lo máximo que podamos hacer cambia de un momento a otro según nuestro
estado.
•
Independientemente de ello se trata de hacer siempre el máximo esfuerzo. • Si nos
sobre exigimos, nos agotaremos y si hacemos menos de lo que podemos nos
sometemos a nuestros juicios, culpas y reproches por no haber hecho más. • Al
hacer siempre el máximo esfuerzo desaparecerán los reproches que nos hacemos, romperemos ese hechizo. • Es la
acción lo que nos hará sentir felices. • Hacer
el máximo esfuerzo implica actuar por amor, no por recompensa. • La
mayoría de la gente actúa por la recompensa que espera recibir, por eso no
hacen el máximo esfuerzo. • Si nos
gusta lo que hacemos, si siempre hacemos el máximo esfuerzo, disfrutamos de lo
que hacemos y nos sentimos felices por ello.
.
• Al hacer el máximo esfuerzo disfrutamos lo que hacemos. Hacemos el máximo
esfuerzo porque nos gusta hacerlo, no lo hacemos por complacer a nuestro Juez
interno ni a otras personas. •
Si emprendemos una acción por obligación, no haremos el máximo esfuerzo. • La
acción es vivir con plenitud, la inacción es una forma de negar la vida. •
Expresar lo que somos es emprender la acción. • Una
idea si no se lleva a cabo no producirá ninguna manifestación, ni resultados,
ni recompensas. •
Emprender la acción es estar vivo, es arriesgarse a salir y expresar nuestro
Sueño. • Sea lo
que sea lo que la vida te arrebate, deja que se vaya, cuanto te entregas y
dejas ir el pasado te permites estar vivo en el presente, podrás disfrutar del
sueño que sucede ahora mismo. • Si
vives en un sueño del pasado, jamás podrás disfrutar el sueño del presente y
vivirás a medias con autocompasión, sufrimiento y lágrimas. • Tienes
derecho a ser tu misma y solo puedes serlo cuando haces tu máximo esfuerzo,
cuando no lo haces te niegas ese derecho. • Los
tres primeros acuerdos funcionan si hacemos el máximo esfuerzo.
No
esperes ser siempre impecable con tus palabras, solo haz tu máximo esfuerzo por
cumplirlo. No
esperes no volver nunca más a tomarte las cosas personalmente, solo haz tu máximo
esfuerzo. No
esperes no hacer nunca más ninguna suposición, solo haz tu máximo esfuerzo.Si haces
tu máximo esfuerzo siempre, serán menos frecuentes los desaciertos.
Os dejo el vídeo para escuchar este libro;
Yo te recomiendo leer este libro, te hace pensar en que es lo realmente
importante; para mí ser feliz y transmitir esa felicidad el mayor tiempo
posible, sobre todo a las personas cercanas, amistades, en el trabajo … se amable con todo el mundo. Transmite amor y quien
eres, el gran reto está en serlo con quien compartes mucho más que un rato en
una conferencia, en un bar tomando una copa o en una discoteca y recuerda la
relación contigo misma.
El libro de Los cuatro acuerdos, para mí fuente de
ideas que me ayudan a no perderme en este "infierno" en el cielo.