Hace años que hay hombres que hablan de ello y practican otra manera de ser hombre; viven en otra masculinidad diferente a la aprendida, porque masculinidades diferentes hay hace años, pero es cierto que aún quedan hombres que no quieren vivir en las otras masculinidades, o si lo hacen, es no soltando los privilegios de su condición de hombre en una sociedad como en la que vivimos.
La masculinidad hegemónica o normativa o tradicional o convencional es la que ha dominado y domina; es la impuesta por el sistema patriarcal, que supedita la vida (desde que se nace) a unos seres que biológicamente han nacido con unos cromosomas que los caracterizan como "machos" y también la de otros seres con una identidad biológica que las define como "hembras". Total, que nos supedita y condiciona a todas y a todos desde la infancia.
La masculinidad hegemónica simboliza el poder sobre todo lo que no sea como ella, es decir sobre cualquier ser. Yo, en mi profunda ignorancia, la comparo (para entenderla en sus mecanismos de absurdez), como cuando algunas personas defendían la supremacía aria (esa supuesta raza superior). A mi entender es la desigualdad social en estado puro, la discriminación potenciada, la exclusión de las personas, la segregación que produce injusticias sociales y la muerte de inocentes.
Yo creo en la igualdad entre las personas y la masculinidad normativa es todo lo contrario, porque además, es excluyente de casi todo el mundo, porque dar el perfil no lo da cualquiera y en el afán de darlo, muchos hombres se pierden y los daños alcanzan a todo su alrededor y más concretamente a las mujeres que según su ideología, son unas subordinadas del hombre. Este tipo de masculinidad a conseguido la hegemonía a través de la cultura, las instituciones y la inducción a creer en ella.
Persuadir es el verbo del que se ha valido la masculinidad doliente de este tipo; estamos persuadidos desde la infancia hacia sus ideas, creencias, conceptos y normas.
PERSUADIR-
Del lat. persuadēre.
1. tr. Inducir, mover, obligar a alguien con razones a creer o hacer algo. U. t. c. prnl.
Sin.: |
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Ant.: |
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Me ha venido a la mente la esclavitud y su "normalidad" en su tiempo; salir de ella costaba la vida y quedarse bajo ella, también. Aunque hoy en día aún hay personajes que defienden la esclavitud, la lucha y la vida de muchas personas negras han conseguido su abolición. No veo el momento en el que la masculinidad normativa hegemónica sea abolida, aunque hoy en día sea la que tiene el poder económico, ejecutivo, legislativo, judicial, social, …
Las masculinidades cómplices son las que aunque no tengan el poder, consienten, no se oponen y perpetúan la masculinidad normativa. Entre este grupo de hombres y el de mujeres que se conformaron con su estatus de subordinadas, aceptándolo con sumisión como las habían enseñado desde pequeñas, son las/os que han dado a la masculinidad absurda y obsoleta su estatus de poder, su puesto jerárquico encima de todo lo demás, y que permanece hasta nuestros días de una forma no tan visible como hace siglos, pero igual de influyente aunque esté enmascarada.Ha habido cambios sociales y normativos; hay leyes orgánicas específicas que protegen la igualdad de mujeres y hombres, pero aún es cierto que las normas del sistema organizativo que se llama patriarcado, está muy presente a nivel mundial y la igualdad efectiva de mujeres y hombres, aún tiene que evolucionar y crecer.
Desde los años 80 del pasado siglo se están haciendo estudios y más estudios de si denominar masculinidad hegemónica es correcto y sobre qué decir sobre las otras masculinidades, pero lo que sí es evidente, es que hay formas de relacionarse diferentes entre los hombres entre sí y entre los hombres y las mujeres, lo mismo que están cambiando las relaciones de mujeres entre sí y de mujeres con los hombres. No sé como hay que denominar estas nuevas relaciones (o no nuevas, sino distintas a la normalidad anterior), pero la realidad es que existen. Digo que han cambiado las relaciones y no me refiero al plano sexual, que también, me refiero a cómo nos vemos unas/os a otras/os y cómo nos juzgamos o no en nuestras diferentes masculinidades y feminidades.
Entre los hombres también ha habido una evolución; parece que no, porque quizás el cambio no es lo suficientemente rápido para las necesidades sociales, de lo que se supone que es una sociedad avanzada y moderna, progresista e igualitaria, pero por poner un ejemplo soez, los padres o los tíos ya no llevan de putas a los niños para que pierdan la virginidad y se hagan unos hombres (o por lo menos no tanto, espero). Ya no tratan de maricones a los hombres que hablan de emociones, que limpian la casa o pasean a sus hijos mientras su mujer queda con las amigas (o por lo menos no tanto, espero), los hombres ya piden la custodia compartida por el bien de las hijas y los hijos y pagan (en muchos casos) la pensión alimenticia de sus hijas/os responsabilizándose de su paternidad (o por lo menos, espero).
Ya hay muchas clases de masculinidades y también de feminidades, … y ¡menos mal!, aún así, no hay que perder de vista que incluso la generación de la nueva chavalada viene creyendo de nuevo en la superioridad del hombre ejerciendo las desigualdades, jerarquizando las masculinidades y por supuesto creyendo que son superiores a la mujer. La verdad es que es algo preocupante que aún no hayamos superado esa lucha y esa violencia por tener el poder (las dinámicas de poder). Es preocupante que no seamos capaces de compartir el poder o simplemente que nos tratemos de forma igualitaria y no marginal por el hecho de no pertenecer a ese "grupo selecto de hombretones" que dan el perfil de la masculinidad hegemónica.
Las masculinidades y las feminidades son la forma de interrelacionarse socialmente en un gran baile, por lo que pueden variar dependiendo de dónde sea la fiesta (contexto social específico). Son los hábitos, usos y costumbres en los colectivos, sociedades o instituciones (los pasos básicos aprendidos), y como este contexto social va cambiando, también van cambiando las formas de relacionarse.
Ha habido ( y hay) hombres subordinados a otros hombres que no hay hecho nada para cambiarlo, como también ha habido (y hay) hombres que no han querido permanecer subordinados a otros hombres y han luchado por ello, pero mientras, si querían tener a las mujeres subordinadas. Decir que también ha habido (y hay) hombres que se han revelado a permanecer subordinados y que jamás han querido eso para las mujeres de su entorno.
La noche temática- La máscara con la que vivimos- documental de 55 minutos de gran interés para ver entero; desde el inicio nos refleja la presión social en la que los niños tienen que vivir para sujetar una masculinidad normativa y tradicional e intentar que en ellos siga siendo hegemónica.
Por resumir, la sociedad espartana se caracterizaba por ser una cultura de la guerra y por ello, matar a los bebés débiles sin miramientos; el infanticidio que ahora es delito, era lo habitual, como quien mete a una camada de perros o gatos en un saco y los echa al río porque no le sirven y le sobran. La vida de un bebé enfermo, deforme o débil no valía nada de nada y a los niños que sí valían por nacer sanos, a temprana edad se les separaba de la familia con el único fin de instruirles para la guerra y quien no era suficientemente fuerte, se moría en el sufrimiento del intento y tampoco pasaba nada. La realidad es que padres y madres lo aceptaban y muchas/os hasta estaban orgullosas/os de sus futuros hombres espartanos violentos y nacidos para la guerra, pero ... ¿creéis que no habría alguna/o que no estuviera de acuerdo con ello y por miedo social no hizo nada?
¿Cómo eran las costumbres de los espartanos?- artículo de el periódico El Correo
Hoy en día nos parece inhumano, cruel, despiadado, brutal y sanguinario; pues bien, el patriarcado hoy en día sigue provocando la muerte de niños y niñas, de mujeres jóvenes, adultas y mayores; el patriarcado con su masculinidad hegemónica y normativa que conlleva el machismo, TAMBIEN MATA. también hace sufrir, también hace que esta vida para muchas y muchos sea un infierno, además de una guerra infinita.
En este enlace sobre el patriarcado, tenéis otro enlace a un documental titulado "El machismo mata"; os lo recomiendo porque sale un hombre maltratador en rehabilitación impuesta judicialmente por maltrato a su pareja, que explica muy bien que él, si lo piensa de cabeza, entiende que lo que hace no está bien, pero que luego su aprendizaje social como hombre, le lleva a reaccionar de una forma machista y violenta. Le enseñaron a vivir en una masculinidad agresiva hacia la mujer, masculinidad maltratadora y desigual, masculinidad hiriente hacia la mujer, masculinidad mal entendida y equivocada, masculinidad patriarcal, hegemónica, normativa, … aquí le voy a dar de nuevo otro "mierda en un bote grande" para esta masculinidad normativa que destruye y en la que nos han persuadido vivir.
Pero, ¿hay otras maneras de vivir y sentir que no sea como dice el patriarcado y sus normas sociales?
Hay otras masculinidades que existen y que no tienen miedo ni a la igualdad ni al empoderamiento de la mujer, que lo creen justo y necesario como resarcimiento social merecido por las generaciones que han estado relegadas a un puesto de ser inferior. Que no ponen peros a las medidas positivas para que puedan acceder a puestos de mando a todos los niveles porque creen en ellas, porque saben que será en beneficio de una sociedad más equitativa, igualitaria, progresista social y económicamente, además de justa para todas y todos. Estas otras masculinidades creen en el poder con y no en el poder sobre, creen en el poder de hacer y en el poder interior tanto de hombres como de mujeres.
No es tan difícil de entender querer vivir en una sociedad donde nadie sea dueño de nadie, donde nadie esté encima de nadie y menos ejerciendo violencia, donde el hecho de nacer macho o hembra, blanco o negro, en pueblo o en ciudad, etc. no defina qué somos y quiénes somos. Se puede y debe vivir en una sociedad donde la masculinidad hegemónica no domine y subordine a otras masculinidades y a otras feminidades, es decir, a otros hombres y mujeres, … es decir, a otras personas hayan nacido en el cuerpo que hayan nacido y dónde hayan nacido.
¡Cuidado, cuidado, cuidado! Qué la situación social vaya cambiando a favor de la igualdad de mujeres y hombres, no significa que ya esté cambiada; seguimos sin partir del mismo punto unas y otros, a pesar de que ya existen hombres con valores humanos igualitarios, que brindan relaciones igualitarias y más sanas, hay mucho aún que avanzar entre todas y todos.
En su libro dice: "Medir la transformación del modelo masculino por comparación con otros hombres, lo lleva más a condenar y a separarse del modelo por el que no se sienten representados, que de cuestionamiento y cambio del propio, con lo que fácilmente se llega a un grado alto de autocomplacencia y sobrevaloración de logros". Aquí lo dejo para el análisis personal de cada una y de cada uno.
Mi reflexión va en la línea de pensar qué ocurre y lo que ocurre es que este sistema patriarcal con su mandato de masculinidad es tan potente, que cualquier cambio , como supone una aberración para él, transmite exageradamente que es más que suficiente e incluso que es demasiado, ¿por qué? porque no le beneficia.
Me he imaginado al patriarcado engullendo a sus hijos e hijas, que es al fin y al cabo lo que hace, utilizar la violencia contra toda persona que no esté en línea con sus criterios y engullirla sin miramientos, sin empatía, sin remordimiento. Si nos diéramos cuenta de que el daño va en todas direcciones y que los que creen que se están librando por ejercer la heteromasculinidad patriarcal, … no se libran, quizás daríamos pasos más grandes. El monstruo es el patriarcado asentado hasta la médula y creer en la igualdad y defenderla es un buen y gran paso, pero no es el único paso; practicar el estudio de qué significa el patriarcado y apostar por la autorreflexión de en qué le estamos siguiendo el juego es transcendental.Hay hombres que han evolucionado de su inicial sociabilización patriarcal, por lo cual ya tienen parte del trabajo de igualdad hecho y ya se sienten satisfechos con ello, es decir, han logrado no ser como los hombres de las generaciones precedentes o como alguno de los "Torrentes" actuales y es todo un logro para ellos. Es ya su avance en comparativa con la masculinidad hegemónica.
Pero, ¿Qué les ocurre a algunos hombres con actitudes externas en favor de la igualdad de género a la hora de relacionarse con la mujer en el tú a tú de a diario? ¿Por qué mantienen el poder jerárquico en las relaciones con nosotras en la vida cotidiana? Es evidente que la socialización recibida tanto por hombres como por mujeres es la responsable de que unos se coloquen en el escalón de arriba y otras peleen por no estar en el escalón de abajo.
Este descubrir normas y estereotipos impuestos, descubrirse como hombre en otras masculinidades diferentes a las que oprimen (consciente o inconscientemente), es una evolución individual a favor de las personas, no sólo de las mujeres. Es un caminar continuo en descubrirse y descubrir actos que limitan la igualdad y por lo tanto el bienestar tanto personal, como relacional, como social.
Masculinidades y feminismo- Pikara Magazine- Entrevista a Jokin Azpiazu Carballo
Jornadas intervenir con hombres- Ponencia de Susana Covas
Hombres con valores igualitarios- Ministerio de Igualdad
La publicidad y la salud de las mujeres- Instituto de la Mujer
Los micromachismos, según Luis Bonino Méndez son "Una forma solapada de violencia de género que incluye estrategias, gestos, actos de la vida cotidiana que son sutiles, casi imperceptibles, pero que se perpetúan y transmiten de generación en generación".
"Aun los varones mejor intencionados los realizan, porque están fuertemente inscritos en su programa de actuación con las mujeres. Algunos micromachismos son conscientes y otros se realizan con la "perfecta inocencia" de lo inconsciente". Luis Bonino Méndez
Micromachismos, la violencia invisible en la pareja-Luis Bonino Méndez PDF
Los varones ante el problema de la igualdad con las mujeres- Luis Bonino Méndez (2002) PDF-
Todo avance es bien recibido, toda modificación de conductas es bien recibida, toda identificación de conductas contrarias a la igualdad de hombres y mujeres es un paso más dado; en este sentido según encuestas, los hombres son más optimistas que las mujeres, igual es porque cuando dejas de tener ciertos privilegios (los hombres) parece mucho más que cuando sólo has adquirido unos cuantos de todos a los que tienes derecho (las mujeres).Los hombres, más optimistas sobre la igualdad-
Queda mucho por lograr, pero yo, aún siendo mujer, quiero ser optimista ¡Esto va para delante, queramos o no, aportemos o no! Tú decides dónde colocarte, porque la masculinidad hasta ahora hegemónica no funciona bien; provoca la superioridad de un 20% sobre el 80% (aplicando la ley de Pareto), y no sé tú pero yo fijo que estoy en ese 80% que tiene una vida consecuencia de que ese 20% domine la sociedad donde vivo., y sabes, yo no quiero eso ni para mí, ni para las futuras generaciones.
- Masculinidad hegemónica. Repasando el concepto
- Masculinidad hegemónica- ¿Qué es ser un hombre de verdad?- La Vanguardia
- Masculinidades igualitarias para una convivencia en igualdad- II congreso andaluz de coeducación- es un vídeo muy interesante de 1h.
- Promover en las aulas masculinidades comprometidas con la igualdad, Miguel Ángel Arconada- otro vídeo de 1'30h también muy interesante de escuchar.
- Gizonduz- Iniciativa del Gobierno Vasco impulsada por Emakunde dirigida a promover la concienciación, participación e implicación de los hombres en pro de la igualdad de mujeres y hombres.
- Taller de masculinidades. Lo que significa ser hombre
- Historia de las masculinidades en la España decimonónica: el surgimiento de un nuevo campo historiográfico
- La multiplicidad de enfoques en humanidades- dentro de este PDF hay un capítulo denominado "El porqué del estudio de las masculinidades desde la historia y la educación ilustrada"
- La caja de la masculinidad- Fundación Fad Juventud
- Construcción de las masculinidades y su relación con la salud integral- Gobierno de Argentina