¡Me gusta este Arcano Mayor! La Emperatriz, quizás por esos recuerdos de
pequeña de las películas de Sisi o porque la palabra me parece muy sonora o
porque tengo en el recuerdo que es una carta que nos habla de una persona
pasional, emocional y creativa que me da buenas sensaciones. Una mujer con su
feminidad por bandera
¡A ver
qué más descubro de ella!
Tiene el
significado de la abundancia, la naturaleza fértil, la sensualidad, la belleza, el amor y la parte femenina que todos tenemos (hombres y mujeres).
Es decir,
a través de personas y acontecimientos podremos conseguir vernos con la
grandeza que nos aprecian los demás, valorando esas cualidades y facultades que
nos han hecho llegar a la sabiduría y a poder aportar mucho a quienes nos
rodean, a nosotros mismos y en definitiva al mundo.
Es
un Arcano relacionado totalmente con los afectos y las
emociones, con todo lo que a través del tiempo nos han aportado ; experiencias
personales que nos han dado un crecimiento afectivo y emocional que debe ser
compartido para beneficio de todos. Crecimiento emocional y afectivo necesario
para reaprender o redescubrir el verdadero yo que somos cuando nos quitamos las
barreras y dejamos hablar a nuestro ser amoroso.
Dejemos
pues que esa sabiduría interior descubierta con los años nos guíe hacia la
dicha y la felicidad, porque ese es el camino que tenemos que seguir y de
seguro, hay gente que nos seguirá en él y personas a las que nosotros seguir.
Hay seres
llenos de encanto por el mundo y es un lujo cruzarnos con alguna persona que es
feliz y dichosa a pesar de las circunstancias momentáneas que la puedan
acontecer. Personas con la impronta de La Emperatriz benévola, creadora, abundante y llena de
afecto para compartir con todo el mundo.
Yo a este
tipo de personas las califico cómo "gente bella".
Con estas
personas se entablan relaciones profundas e íntimas, con mucha armonía y de una
sensualidad brillante que perdurarán en el tiempo, relaciones basadas en el amor. Nos aportarán ese punto de
amabilidad, generosidad y ternura tan necesario para calmar el ego guerrero.
La carga
de amor incondicional que lleva este Arcano Mayor es
contagiosa y beneficiosa, de ahí que cuando topamos con La Emperatriz, no queda más que estar a la altura y utilizar la
nuestra. A través de sus cualidades encontraremos la calma, la armonía y la
alegría de vivir que tenemos todos dentro.
Esta
carta nos indica que debemos dar importancia a eso que llamamos intuición y a
que debemos hacerla caso (intuición o ser interior o superior o la parte
eterna,... hay maneras diferentes de definir quiénes somos).
Para
ello, además de dedicarnos a los demás, debemos preservar momentos de estar con
nosotros mismos y escucharnos. Dedicar tiempo a nuestra propia compañía para
sentirnos (es un gesto de amor propio la soledad querida), porque esa voz
interior nos va a saber decir las cosas muy claras y de forma acertada.
Se impone
el estar al tanto de esos mensajes interiores que pueden venir bien a través de
la contemplación/meditación, de leer en un libro algo con lo que nos sentimos
identificados o de escuchar a alguien y sentir que eso es lo que nosotros
somos. Estar atentos a las señales de vida que están por todos lados, sabiendo
que nuestro interior las sabe detectar y que nuestra mente no nos las deja
discernir.
Vamos a
dejarnos redescubrir a través de la emoción, del afecto y del amor. Vamos a
dejarnos descubrir todo lo que nos rodea con su amabilidad y dulzura, que es
mucho más abundante que lo que esta sociedad con los medios de comunicación nos
quieren hacer creer.
Respirar
lo amable, lo dulce y lo sensual de lo que estamos hechos; descubrirse los unos
a los otros en el afecto sin miedo, porque sólo puede traer bueno y abundante.
La
alegría y la felicidad nos piden que las vivamos, al igual que los sentimientos
y las emociones nos dicen que las dejemos asomarse para que las demos el lugar
que merecen en nuestras vidas. Valoremos vivir demostrando el afecto del que
estamos hechos, demostrando el amor de dónde venimos y al que aspiramos volver.
Eso
es La
Emperatriz, es
el Arcano del amor, del afecto, de la fertilidad, la
abundancia y la creatividad, por lo que no se nos olvide favorecernos de sus
cualidades.
Para ello
basta vernos con esos dones en nosotros, que seguro que en muchos momentos los
hemos vivido y también seguro que en muchos de ellos no hemos sabido distinguir
esos atributos cómo una cualidad intrínseca.
Este es
el momento de ver nuestro gran amor incondicional a nosotros y hacia los demás.
Recuerda que eres amor y que tienes afecto y emociones para vivirlas y
compartirlas.
No
tenemos que cambiar nada en los otros o en nosotros; debemos amarnos y
descubrir lo que somos y eso es el amor perfecto e incondicional cuyo único
anhelo es amar y sentir.
Brinda
una mirada, un abrazo o unas palabras cariñosas a quien quieres. Hoy en día es
fácil con todas las herramientas de las que disponemos para comunicarnos
(whasapp, twitter, facebook, móvil...). Quizás no sea "casualidad"
que me salga La
Emperatriz en
un día como hoy que es el día del amor y de la amistad (14 de febrero, San
Valentín).
Pasar por
la vida sin querer vivir nuestra parte afectiva es como no dejar que unas
semillas crezcan, cómo no permitir que un niño juegue, se ría y llore, salte o
se exprese. La espontaneidad que nos aportan los sentimientos y las emociones
reconocidas que este Arcano
Mayor nos dice que tenemos, nos aportan lo necesario para ser felices.
El amor
lo es todo, aunque este teatro en el que estamos nos haga entender de manera
coartada lo que es el amor incondicional e incluso nos sugiera que hay que
prescindir de él para ser alguien (esto ha ocurrido en tiempos pasados y en la
actualidad). No dejes que tu vida se mueva sin todo el amor que mereces y eres.
No te quepa duda que a través de él conseguirás muchas más satisfacciones que
desencuentros; "no dudes del poder del amor".
Para que
se nos quede bien grabado el significado de esta beneficiosa carta, voy a poner
una serie de adjetivos que referencia La Emperatriz y te propongo un juego: con cada uno busca un
momento o una circunstancia en la que lo hayas vivido, bien por tu parte o por
parte de alguien.
Recuerda
cómo te sentías al vivirlo o al observarlo y vuelve a esa sensación cada vez
que dejes de creer en ti (tu intuición o ser interior) o en el amor
incondicional que somos.
amable, cordial, cariñosa, dulce, encantadora, bondadosa, acogedora, creadora, empática, afectiva, emotiva,
compasiva, benigna, tierna, sensible, generosa, atenta, indulgente, afable,
humanitaria, expresiva, acariciadora, amante,
romántica, efusiva, amorosa, agradable, maternal, solícita, entrañable, cálida,
comunicativa, dadivosa, amistosa, accesible, comprensiva, solidaria, simpática, adorable, sociable, considerada, jovial,
alegre, feliz, amena, placentera, ... creo que con estos es
suficiente para que nos reconozcamos en muchos de ellos y nos creamos que eso
somos y eso tenemos que vivir.
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