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lunes, 11 de noviembre de 2024

Dinámicas de poder en pareja

Las cosas que tiene Eloisa

Vamos con otro tipo de dinámicas de poder; esta vez le toca el turno a las dinámicas de poder en pareja y teniendo en cuenta que cuando hable del hombre será el rol del hombre y cuando hable de la mujer, será referido al rol de la mujer, tal y como han sido estereotipados en nuestra sociedad que aún sigue siendo patriarcal, pese a los avances y aunque no queramos. Lo digo porque hoy en día existen otras vinculaciones relacionales tan válidas como la tradicional mujer- hombre, en las que se dan las mismas dinámicas.

Estas dinámicas en la pareja pueden estar en equilibrio, por lo que todo marcharía bien, puesto que a veces llevará la batuta de una situación una parte y a veces será la otra. Todo comprensible, pactado y respetado, con y en un continuo diálogo sobre los temas en los que se puede discrepar y con un afán de resolución de conflictos basado en ese respeto mutuo y la no interpretación de unos hechos de forma subjetiva que da lugar a más conflictos en vez de llegar a las soluciones. 

Esto así, tal cual de sencillo, en la práctica no lo es tanto, por lo que las dinámicas de poder en pareja pueden volver desequilibradas y mucho más, si metemos el ingrediente de la socialización jerárquica en la que hemos sido educadas y educados, la cosa se complica y mucho.

Las dinámicas de poder en una relación de pareja son las formas en que ambas partes manejan la influencia, la toma de decisiones y el control en su vida compartida. Las dinámicas de poder pueden ser equilibradas o desequilibradas, y conocer la diferencia puede ayudar a evitar conflictos, mejorar la comunicación y lograr una relación más sana y feliz.

Dinámicas de Poder Equilibradas

En una relación con una dinámica de poder equilibrada, las partes tienen la oportunidad de opinar, decidir y ser escuchadas de igual manera. Aquí no importa quién tiene más recursos (como dinero, estudios, trabajo o habilidades), sino que hay una actitud de respeto y colaboración constante.

Las dinámicas de poder equilibradas en una pareja se basan en la idea de que ambas personas tienen voz y voto en la relación. Aquí el poder no está concentrado en una sola persona, sino que se distribuye de forma que ambas se sientan valoradas, escuchadas y con la libertad de ser ellas mismas. En estas dinámicas, cada parte entiende que el bienestar individual y el de la relación son igualmente importantes, y que mantener ese equilibrio depende de la cooperación y la buena comunicación.

¿Cómo son estas dinámicas?

Comunicación abierta: cada persona siente libertad de expresar sus ideas, emociones y necesidades.

Escucha Activa y Empatía: En una relación equilibrada, la escucha activa y la empatía juegan un papel central. Esto significa no sólo oír, sino realmente entender y validar lo que la otra persona expresa. La empatía hace que cada persona se sienta segura al compartir emociones y preocupaciones, sabiendo que la otra no va a juzgar o menospreciar.

Apoyo mutuo:  se apoyan en sus metas individuales y de pareja, y hay una genuina preocupación por el bienestar de la otra persona.

Una pareja con poder equilibrado entiende que el crecimiento de cada parte contribuye a la relación. Esto implica respetar los sueños y metas individuales, ofreciendo apoyo y espacio para que cada persona siga su propio camino. Aquí no se limita ni se impone lo que una puede hacer, sino que se celebra el progreso personal de la otra persona.

Toma de decisiones en equipo: decisiones importantes se conversan y se acuerdan juntas, teniendo en cuenta los deseos y opiniones de ambas partes.

Decisiones importantes, desde temas financieros hasta planes de futuro, se conversan de manera conjunta. La clave está en que ambas partes se sientan con la libertad de opinar y aportar. Esto evita que alguien sienta que lleva el peso de la responsabilidad por un lado o que es ignorada por otro.

Distribución de Responsabilidades Justa

Las tareas del día a día, como las responsabilidades de hogar, el cuidado de hijas/o, madre/padre, mayores, etc., o la planificación de actividades, se dividen de manera equitativa o de forma en que ambas partes se sientan cómodas. Nadie se encarga de todo ni espera que la otra persona asuma todas las responsabilidades.

Respeto Mutuo

En una dinámica equilibrada, ambos respetan y valoran los pensamientos, opiniones y decisiones del otro, aunque no siempre estén de acuerdo. Nadie invalida los sentimientos o creencias de su pareja; al contrario, se buscan puntos en común o acuerdos donde ambas personas se sientan bien.

¿Por qué se dan?

Porque ambas personas se sienten seguras y respetadas en la relación.
Han aprendido a escuchar y validar los respectivos puntos de vista.
Confían en que la otra persona tiene en cuenta sus sentimientos y necesidades.

Consecuencias y beneficios de las dinámicas equilibradas

Reducción de conflictos: Cuando ambas personas se sienten escuchadas y valoradas, los conflictos disminuyen, y en caso de que surjan, son mucho más fáciles de resolver.

Fomento de la confianza: La confianza crece porque ambas partes saben que la relación es justa y que el bienestar de cada una es una prioridad.

Mayor conexión emocional: Sentirse en un terreno de igualdad permite que las personas sean auténticas y vulnerables, lo cual fortalece el vínculo afectivo.

Satisfacción a largo plazo: Las parejas que logran mantener esta dinámica tienden a tener relaciones más satisfactorias y estables con el tiempo, ya que cada una se siente plena y comprometida.

¿Cómo mantenerlas?

Dialogar siempre con respeto: practicar la empatía y escuchar sin interrumpir. La comunicación abierta y sincera evita malos entendidos. Es importante compartir los pensamientos, deseos y preocupaciones de forma directa, sin culpas ni resentimientos. Hablar regularmente sobre cómo se sienten en la relación ayuda a resolver problemas antes de que se conviertan en conflictos.

Tomarse el tiempo para hablar de los temas importantes: hacerlo sin presiones de tiempo ni juicios.

Ser Flexibles y Adaptarse al Cambio: Las necesidades de cada persona pueden cambiar con el tiempo, y la relación también debe ser capaz de adaptarse. Esto incluye ser flexibles en la distribución de responsabilidades o en la forma de manejar los conflictos, en lugar de insistir en tener la razón o aferrarse a una manera fija de hacer las cosas.

Reconocer los Logros y el Esfuerzo de cada parte: Valorar y celebrar los esfuerzos que cada uno hace por la relación, ya sea en lo cotidiano o en proyectos de vida, fortalece el vínculo y reduce las tensiones. En las persona que se sienten apreciada por la pareja aumenta la satisfacción y reduce las posibilidades de que alguien sienta que se aprovechan de sus esfuerzos.

Buscar Acuerdos y no ganar: En una dinámica de poder equilibrada, no se trata de que alguien gane la discusión. La idea es buscar soluciones en las que ambas partes se sientan bien, aun cuando cada una deba ceder en algo. Esto ayuda a construir un equipo basado en el respeto mutuo.

En definitiva, podríamos definir que en las relaciones en pareja basadas en dinámicas de poder equilibradas, viven con amor FATI, porque la realidad es que existen parejas y parejas, por lo que conocer que significa e implica llevar unas relaciones equilibras, es la antesala de identificar a las que están en desequilibrio.

Dinámicas de Poder Desequilibradas

Cuando la relación tiene una dinámica de poder desequilibrada, una de las dos partes suele llevar la voz principal en las decisiones, y la otra persona puede llegar a sentir que sus opiniones y deseos no tienen tanto peso. Este tipo de relación puede generar malestar y frustración con el tiempo, y a veces la persona que más poder tiene ni siquiera es consciente de la situación.

¿Cómo son estas dinámicas?

Imposición de decisiones: una persona decide por las dos o simplemente asume que su opinión es la mejor y por ello tiene más peso.

Minimización de opiniones: cuando una persona impone sus criterios sobre la otra, esta siente que sus pensamientos, necesidades o emociones no son tan importantes, algo que acentúa el desequilibrio puesto que su autoestima va bajando mientras que la de la parte dominante va creciendo.

Desequilibrio emocional o económico: Una parte puede asumir que el hecho de contribuir más económicamente, por ejemplo, le da “derecho” a decidir más. 

Otro ejemplo puede ser que si una parte tiene más estudios, sienta que tiene más aciertos porque sabe más y por lo tanto le da más derechos a decidir.

¿Por qué se dan?

  • Falta de comunicación o malentendidos en las expectativas de cada parte.
  • Creencias culturales o familiares de que uno “debe” tener más peso en las decisiones, aquí es donde encajamos socialización jerárquica.
  • Dependencia emocional o económica que impide a una parte expresar sus necesidades.

Consecuencias de las dinámicas desequilibradas

Resentimiento y frustración: la persona que siente menos poder puede empezar a sentir enojo o tristeza, lo que lleva a conflictos.

Falta de conexión: el desequilibrio en el poder afecta a la comunicación y hacer que ambas partes se distancien.

Desgaste emocional: A la larga, la persona que se siente minimizada puede experimentar baja autoestima, ansiedad o sentirse atrapada.

¿Cómo Prevenir y Solucionar Dinámicas Desequilibradas?

Para prevenir:

Establecer expectativas claras: Hablar al inicio sobre cómo ambas partes desean que sea la toma de decisiones y el apoyo en la relación.

Mantener la comunicación regular: No esperar a que haya un problema para hablar; revisar periódicamente cómo se sienten en cuanto al poder y las decisiones.

Cultivar la empatía y el respeto: Asegurarse de ponerse en el lugar de la otra persona y de evitar hacer suposiciones sobre sus deseos y necesidades.

Para solucionar:

Hablar de los sentimientos con sinceridad: Si una parte se siente menos escuchada o valorada, expresar esos sentimientos de forma respetuosa y clara.

Revisar cómo se toman las decisiones: Si una persona suele decidir, probar a hacer un cambio en la dinámica, acordando decidir juntas.

Buscar apoyo: La terapia de pareja puede ser útil para ver patrones de poder y aprender a equilibrarlos.

Ejemplo de Estrategias para Cada Persona

Para quien siente que tiene más poder:

Escuchar antes de actuar: Puede probar preguntar antes de tomar una decisión que afecte a ambos.

Empoderar al otro: Ceder espacio en temas importantes para que ambos se sientan involucrados.

Para quien siente menos poder:

Definir sus límites: Reflexionar sobre las cosas que desea y necesita, y aprender a expresarlas sin miedo.

Pedir participación activa: Tomar un rol activo en la toma de decisiones y comunicar cuando se siente dejada de lado.

Las dinámicas de poder en pareja, cuando son saludables, permiten que ambas personas crezcan y se sientan apoyadas. Pero cuando el poder se desequilibra, la relación se va volviendo tensa y afecta a la felicidad de cada persona. 
Por eso, mantener el respeto, el diálogo y la colaboración es clave para que una pareja prospere junta y sin resentimientos.

DINAMICAS DE PODER

DINAMICAS DE PODER EN LA FAMILIA

DINAMICAS DE PODER EN EL TRABAJO

DINAMICAS DE PODER EN LA AMISTAD

Lo dicho y reiterado, cultivar y mantener una dinámica de poder en pareja equilibrada requiere tiempo y un esfuerzo constante, pero los resultados traen gran satisfacción y felicidad. Ambas personas sienten que crecen juntas y que la relación no se vuelve una lucha de control, sino un espacio de apoyo y realización mutua.