lunes, 13 de marzo de 2017

La niña que fui, la joven que soy y seré

Esta entrada es una mirada hacia dentro, a la niña que fui, la joven que soy y seré aunque mi fecha de nacimiento marque que tengo la edad que tengo en el cuerpo.

Sé que los años pasan, que la vida pasa, que los hijos crecen y que en ellos ves reflejado que sí, que realmente han pasado unos cuantos años desde aquella niña que iba al colegio y se reía, hasta esta mujer de espíritu joven y cuerpo no tanto.

Anteayer sábado, me puse a hacer una meditación guiada para ver si escuchaba a esa voz interior que todos tenemos y a la que no hacemos caso 
y la verdad que me sorprendí al ver que me pude concentrar y pude hacer la meditación sin dormirme.
Me relajo tanto cuando empiezo a escuchar una meditación, que me quedo frita en poco más de 5 minutos. Es algo que me pasa habitualmente cuando intento meditar, así que he optado por combinarlo con escuchar y leer a otras gentes y a partir de ahí quedarme con lo que siento que resuena con lo que soy.

La meditación que vi y me llamó en ese momento para escucharla fue "Meditación para conocer las respuestas de tu alma" de Susurros de Amor 
Es una meditación muy cortita, pero me fue suficiente para encontrarme con la niña que fui, la joven que soy y seré.

La meditación consiste en encontrarte con la niña que fuiste y decirla algo, abrazándola. Después consiste en ver a la persona mayor que serás y escucharla lo que te dice también con unos abrazos por medio. Esto hay que vivirlo, no pensarlo, de eso se trata.

Empecé a seguir la meditación y sus respiraciones para relajar cuerpo y mente; cuando me encontré con mi niña, ella venía llena de vida, sonriendo, saltando y feliz. La abracé con ganas, con fuerza y con amor. Fue una abrazo cercano; yo la cogí de la carita con las dos manos y también la acariciaba la cabeza con mucha ternura mientras la decía:

-Eres preciosa mi niña y siempre lo serás, que no se te olvide nunca.
Se muy feliz y disfruta de tu vida todo el rato. Ríe y sonríe, mantén tu vitalidad y curiosidad de niña,... así eres perfecta.
Con lo bonita que tú eres que no te quepa duda que mereces que te amen y te traten bien. Lo mereces todo y no te hace falta nada, así es y así será.
Quiérete siempre mi niña, date mucho amor y valora quien eres. ¡Eres la cosa más bonita del mundo! como todos, eres única y perfecta en lo que haces, en lo que eres ¡Te quiero mi vida!

La abracé ni se las veces, con tanto amor que me llenó de satisfacción. La miraba a la cara para ver la suya, sus ojos felices, su vitalidad en la sonrisa y su satisfacción y alegría cuando la decía lo bonita y perfecta que era siendo ella.

La di la mano para que las dos viéramos cuando se acercaba mi mujer madura, con su bondad y amabilidad en la mirada y en la forma de andar. Suave, dulce, calmada y tranquila se acercaba a nosotras y me fundí en un gran abrazo con ella, soltando la mano de la niña.

Me abrazó con amor, como una madre debería abrazar a su hija. La comprensión en su abrazo y la jocosidad en su cara para decirme que esté tranquila y sosegada (notaba que me entendía con su sonrisa divertida de saber mis inquietudes), que la vida es fácil.
Con esta actitud de seguridad y calma me agarró de las manos y me dijo:
- No te preocupes ni inquietes por qué es lo que tienes que hacer, ... tranquila. Lo que hagas bien hecho está porque será lo que tenía que ser; no le des vueltas a si aciertas o te equivocas ¿no me ves lo bien que me encuentro? Eso es que has hecho bien las cosas contigo porque soy satisfacción de vida, plenitud de persona y felicidad sin trabas. Me siento estupendamente bien y es porque antes ha ocurrido lo que tenía que ser para llegar a esta etapa de vida satisfecha y feliz.
La vida te pondrá a las personas adecuadas para disfrutarlas; la persona que elijas será aquella con la que compartirte y ser feliz porque será recíproco. Confía en la vida, confía en ti.
No hay nada correcto o erróneo, simplemente es lo que tenía que haber sido para reconocerte y te garantizo que lo que te vaya a venir te vendrá haciendo lo que estás haciendo, osea, no forzar... y recuerda no pensar para hacer, vive y listo. Siente, no programes sentir.
Tranquila, que ya sí vas a disfrutar de lo que mereces; lo mereces todo y lo tendrás sin necesidad de hacer, simplemente vive cada momento, disfruta cada día, cada situación y a cada persona.
Se descifrará el acertijo de tu vida pronto y comprobarás que así es como tiene que ser tu vida.

Y agarrándome de las manos y volviéndome a abrazar me lleno de paz y serenidad hacia el futuro. Sentí en ese momento que quién esté a mi lado será para felicidad y quién desaparezca de mi vida será porque no es el camino y no hay que montar ningún drama por ello.

Luego nos abrazamos las tres con mucho calor y mucho amor. Se iban a marchar ya, así que se fueron deslizando mis manos por sus brazos hasta quedar las tres agarradas por la mano, una a cada lado.
Poco a poco se iban alejando y yo las iba mandando besos; las tres con una gran sonrisa, las tres felices, las tres en ternura.

Y así de simple en casi diez minutos conseguí no dormirme y ver a la niña que fui, la joven que soy y seré. me gustó la experiencia, hacía tiempo que no conseguía tener una meditación en la que asomará lo que fuese sin yo pensarlo, la verdad es que no me ha ocurrido muchas veces (no tengo aún esa capacidad) y cuando me ocurre, me siento estupendamente bien. (otra de las veces que me ocurrió )

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