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jueves, 12 de noviembre de 2015

Sororidad

Es una palabra que tiene mucho implícito en ella, sororidad.
Sororidad, sororidad, sororidad... no se nos debería de olvidar esta palabra ya que además de lo que significa, se puede hablar mucho más sobre ella.

SORORIDAD: Solidaridad y concordia entre mujeres, que implica un reconocimiento mutuo, plural y colectivo.

Se parece a sonoridad, que es la cualidad del sonido y determina la calidad del mismo. Haciendo el símil, me gusta pensar que sororidad es la cualidad de empatizar de la mujer con otra mujer, la calidad de mujer con alguien afín e igual a ella.

La realidad es que sororidad viene de "sor", hermana y por eso en inglés se dice con la palabra "sisterhood". ¿No me digáis que no es bonita palabra? buena hermana en su traducción.

Soy mujer, me identifico con esta palabra. Soy mujer, pero no excluyente del hombre, al contrario, a mi entender hay que acercarlo a nosotras porque en esencia son nosotras ( Las otras masculinidades). No les considero enemigos, les considero que han nacido en una sociedad que nos educa en la enemistad entre mujeres y hombres, en la lucha de poderes, en la sumisión de unas personas hacia otras, en la desigualdad.

Tenemos que evolucionar en este sentido todas y todos, ya que es un ejercicio de colaboración no de enfrentamiento que destruya relaciones.
Ya se que practico la utopía; es el sueño de las personas que prefieren defender el amor y descartar el rencor y el odio entre las relaciones humanas de cualquier tipo. Practicar la cordura humana no es rentable, pero sí necesaria.

Es tremendo que sigamos con la separación ancestral injusta de calificarnos en machos o hembras, con la carga de creencias que conlleva, incluida la de la violencia de género o la de no ayudarnos entre nosotras en nuestro pensamiento diario. No vale sólo con manifestarse el 8 de marzo todas juntas; tenemos que empezar entre nosotras a practicar la sororidad. 
Es un paso importantísimo que las mujeres transmitamos a nuestras hijas/os lo que la palabra sororidad significa, pero enseñar con el ejemplo nuevo, no con el viejo que está obsoleto. 
Estar en atención para que no se nos cuele un "esa me parece que", "aquella creo que", "esa viste como una tal", "esa no tiene moral y quita los hombres", "no me extraña que la pasen esas cosas con lo ordinaria que es fulana", "esa e una fácil", "menuda gorda está fulana",... o simplemente renunciar como persona a derechos porque nos regalamos... y me explico: compartirse es lo perfecto, regalarse en los cuidados ajenos y perderse es lo insano. A esto nos han educado como mujeres y no vemos bien a una mujer que es capaz de salir de ello y en vez de celebrarlo, juzgamos y criticamos.

Leyendo sobre el tema me ha gustado un párrafo que dice  " Individualmente, comprender la sororidad es liberarse de la mezquindad aprendida y de la estupidez aprendida (de las violencias comprendidas y/o toleradas) y ubicarse en un nivel humano, de persona con una mente inteligente donde nacen las emociones unidas a las que se comprenden (inteligencia empática)."

Las mujeres viven también el desprecio de otras mujeres y no sé si deberíamos llamarlo también "maltrato" ¿suena fuerte? Sí, es fuerte, pero es así. Maltrato entre niñas por miedos o envidias inculcados, maltrato entre adultas porque no han sabido identificar qué las han inculcado: la falta de sororidad. 
Cuando las propias mujeres ningunean a otras mujeres de su entorno cercano, las dejan de lado y no cuentan con ellas, las juzgan inconscientemente (aunque su voz diga lo contrario), las utilizan para su conveniencia, hablan agrediendo o (como una manada de virtud y saber hacer de mujer) muchas arremetiendo contra una ¿lo llamaríamos maltrato emocional? Seguramente si lo ejerciesen los hombres sí, pero si hacemos entre nosotras nos cuesta más identificarlo y sobre todo si tenemos cierta edad, ya que tenemos argumentaciones muy arraigas para poder esconderlo, disculparlo, entenderlo y normalizarlo (¿igual que el hombre?).

Hay algo que me ha parecido curioso al leerlo; Miguel de Unamuno menciona la palabra sororidad en su novela "La tía Tula", escrita en 1921. Este hombre se extrañaba que para la amistad existieran palabras como fraternal o fraternidad (que vienen de hermano, frater) y que no existiera su término femenino como sororal o sororidad.


Miguel de Unamuno en su novela Tía Tula (1921). Así 50 años antes de que adquiriera un significado feminista, Unamuno ya se extrañaba de que junto a "fraternal" y "fraternidad" (de frater, hermano) no existiera "sororal" y "sororidad". Unamuno y la sororidad

Aunque es un término existente hace tiempo, la RAE lo incluyó en el diccionario en el año 2018 y por petición de un grupo de mujeres que recogieron firmas para ello (la RAE incluye sororidad en el diccionario), así que como veis, es una palabra que aún puede dar mucho de sí entre nosotras.

Seamos un poco menos mezquinas/os y tratémonos de igual a igual con compasión, empatía y calor humano; con amor que tanta falta nos haces a todas y todos y por supuesto, … practiquemos la sororidad entre nosotras para llegar a lo anterior y permitirnos ser las hermosas personas (seres) que somos, porque la sororidad es imprescindible y tiene mucho que aportar a la construcción de relaciones igualitarias en esta sociedad.