No es
una lesión muy oída o conocida, pero quien la padece si sabe lo dolorosa que
puede ser y lo limitante que también es, ya que te puede tenerte en descanso
durante un tiempo prolongado. Esta vez hablamos de la sesamoiditis, lesión que afecta a los huesos
sesamoideos, más propia de sufrirla los corredores minimalistas que no hayan
hecho una buena transición a esta práctica, así como entre los que practican
deportes de alto impacto o que soportan mucho peso en el antepié. Decir
que un arco plantar demasiado elevado, o incluso un pie cavo, pueden
suponer un riesgo que nos haga propensos a sufrir sesamoiditis.
Nuestros
pies, allí abajo, tan lejanos y tan necesarios puesto que son nuestro punto de
apoyo. Con una cantidad nada despreciable de huesos y pequeñas articulaciones,
músculos y tendones, ligamentos y fascia (la cuarta parte de los huesos
corporales están en ellos) y con la mayor densidad de terminaciones nerviosas
que cualquier otra parte de nuestro cuerpo (tanto como las manos), pues con
todo esto los cubrimos para protegerlos y a la vez les inmovilizamos y
limitamos la propiocepción como indican especialistas y los defensores del
runner minimalista.
“El pie es una pieza maestra de
ingeniería y una obra de arte”. Leonardo da Vinci
Bueno,
pues si queremos que esta pieza maestra funcione bien, debemos cuidarla. Tan
malo es sobreprotegerla y limitarla en su funcionalidad con calzados estrechos,
con exceso de tacón, etc., como pasar a practicar el runner minimalista sin
hacer una buena transición para que nuestros pies se adapten a la nueva manera
de correr.
Lo que
es una realidad es que al estar escondido los pies en el calzado, parte de su
movilidad muscular, articular y de tendones ha quedado reducida, por lo que
habrá que ejercitarla poco a poco para que vuelva adquirir su movilidad
natural.
Pero
hablemos ya de nuestra lesión protagonista de esta entrada y de que son y para qué
sirven los huesos sesamoideos.
Son
dos pequeños huesos ( similares a las semillas del sésamo, de ahí su nombre) y
que están ubicados a nivel de la articulación metatarsofalángica del pie, justo
debajo de la articulación del dedo gordo (Hallux).
Los
huesos sesamoideos están incrustados en los tendones de las articulaciones de
la mano y del pie, encontrándose unidos entre ellos por un ligamento
intersesamoideo firme y grueso, además están sujetos a la cabeza del
primer metatarsiano y a la base de la falange proximal.
El
cuerpo es increíble y algo tan pequeño como como una semilla de sésamo tiene
una funciones muy específicas y reseñables en esta parte de nuestro cuerpo que
son los pies; absorber presiones, reducir la fricción, servir como
almohadilla o punto de apoyo para el funcionamiento normal de la articulación,
además de proteger al tendón Flexor Hallucis Longus, y servir de palanca al tendón Flexor Hallucis Brevis situado en la
zona plantar de esta articulación, tanto durante la marcha, el trote, la
carrera o el salto. ¡Casi nada las funciones que tienes estos dos huesecillos!
La sesamoiditis es la inflamación del periostio que
recubre loshuesos sesamoideos y donde se insertan los músculos al hueso por
medio de los tendones y se manifiesta con mayor frecuencia en el dedo
gordo del pie (Hallux), o bien entre el dedo
gordo y el segundo dedo. Puede originarse por una inflamación en el tejido
que recubre el hueso o bien por una fractura del sesamoideo.
Durante
la marcha, carrera o salto, un arco demasiado elevado o cavo hace que gran
parte del peso del cuerpo se asiente sobre las cabezas de los metatarsianos, y
concretamente sobre los huesos sesamoideos del Hallux, con el consecuente
riesgo de lesión. Al igual que ocurre cuando empezamos a correr sin nuestra
zapatilla deportiva habitual, los impactos contra es suelo se producen en esa
zona pudiendo producir una inflamación por rozamiento o incluso la fractura.
El
tratamiento de esta lesión es parecido a otras que podemos padecer por
inflamación: descanso, aplicación de frío, anti-inflamatorios y masaje que
ayude a relajar. También en este caso el uso de zapato ancho y sin tacón es
necesario.
En el
caso de fractura de algún hueso sesamoideo, el tratamiento será
la inmovilización de la zona con escayola durante algunas semanas para asegurar
la unión correcta (como en cualquier otra fractura ósea).
Añado
la información de esta lesión, la Sesamoiditis, a nuestras entradas
sobre el tema y podéis leer más sobre los pies y sobre beneficios de andar descalzo
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