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lunes, 1 de febrero de 2016

Sesamoiditis

No es una lesión muy oída o conocida, pero quien la padece si sabe lo dolorosa que puede ser y lo limitante que también es, ya que te puede tenerte en descanso durante un tiempo prolongado. Esta vez hablamos de la sesamoiditis, lesión que afecta a los huesos sesamoideos, más propia de sufrirla los corredores minimalistas que no hayan hecho una buena transición a esta práctica, así como entre los que practican deportes de alto impacto o que soportan mucho peso en el antepié. Decir que un arco plantar demasiado elevado, o incluso un pie cavo, pueden suponer un riesgo que nos haga propensos a sufrir sesamoiditis.

Nuestros pies, allí abajo, tan lejanos y tan necesarios puesto que son nuestro punto de apoyo. Con una cantidad nada despreciable de huesos y pequeñas articulaciones, músculos y tendones, ligamentos y fascia (la cuarta parte de los huesos corporales están en ellos) y con la mayor densidad de terminaciones nerviosas que cualquier otra parte de nuestro cuerpo (tanto como las manos), pues con todo esto los cubrimos para protegerlos y a la vez les inmovilizamos y limitamos la propiocepción como indican especialistas y los defensores del runner minimalista.

“El pie es una pieza maestra de ingeniería y una obra de arte”. Leonardo da Vinci 

Bueno, pues si queremos que esta pieza maestra funcione bien, debemos cuidarla. Tan malo es sobreprotegerla y limitarla en su funcionalidad con calzados estrechos, con exceso de tacón, etc., como pasar a practicar el runner minimalista sin hacer una buena transición para que nuestros pies se adapten a la nueva manera de correr.
Lo que es una realidad es que al estar escondido los pies en el calzado, parte de su movilidad muscular, articular y de tendones ha quedado reducida, por lo que habrá que ejercitarla poco a poco para que vuelva adquirir su movilidad natural.

Pero hablemos ya de nuestra lesión protagonista de esta entrada y de que son y para qué sirven los huesos sesamoideos.
Son dos pequeños huesos ( similares a las semillas del sésamo, de ahí su nombre) y que están ubicados a nivel de la articulación metatarsofalángica del pie, justo debajo de la articulación del dedo gordo (Hallux).

Los huesos sesamoideos están incrustados en los tendones de las articulaciones de la mano y del pie, encontrándose unidos entre ellos por un ligamento intersesamoideo firme y grueso, además están sujetos a la cabeza del primer metatarsiano y a la base de la falange proximal.
El cuerpo es increíble y algo tan pequeño como como una semilla de sésamo tiene una funciones muy específicas y reseñables en esta parte de nuestro cuerpo que son los pies;  absorber presiones, reducir la fricción, servir como almohadilla o punto de apoyo para el funcionamiento normal de la articulación, además de proteger al tendón Flexor Hallucis Longus, y servir de palanca al tendón Flexor Hallucis Brevis situado en la zona plantar de esta articulación, tanto durante la marcha, el trote, la carrera o el salto. ¡Casi nada las funciones que tienes estos dos huesecillos!

La sesamoiditis es la inflamación del periostio que recubre loshuesos sesamoideos y donde se insertan los músculos al hueso por medio de los tendones y se manifiesta con mayor frecuencia en el dedo gordo del pie (Hallux), o bien entre el dedo gordo y el segundo dedo. Puede originarse por una inflamación en el tejido que recubre el hueso o bien por una fractura del sesamoideo.

Durante la marcha, carrera o salto, un arco demasiado elevado o cavo hace que gran parte del peso del cuerpo se asiente sobre las cabezas de los metatarsianos, y concretamente sobre los huesos sesamoideos del Hallux, con el consecuente riesgo de lesión. Al igual que ocurre cuando empezamos a correr sin nuestra zapatilla deportiva habitual, los impactos contra es suelo se producen en esa zona pudiendo producir una inflamación por rozamiento o incluso la fractura.
El tratamiento de esta lesión es parecido a otras que podemos padecer por inflamación: descanso, aplicación de frío, anti-inflamatorios y masaje que ayude a relajar. También en este caso el uso de zapato ancho y sin tacón es necesario.

En el caso de fractura de algún hueso sesamoideo, el tratamiento será la inmovilización de la zona con escayola durante algunas semanas para asegurar la unión correcta (como en cualquier otra fractura ósea).

Añado la información de esta lesión, la Sesamoiditis, a nuestras entradas sobre el tema y podéis leer más sobre los pies  y sobre beneficios de andar descalzo