En esta entrada voy a recoger parte de lo que he encontrado y lo que sé sobre el trastorno negativista desafiante (TND) o también denominado Trastorno Oposicionista Desafiante (TOD); cualquiera de las dos denominaciones suena intensa, dura y que tela marinera lidiar con alguien que esté bajo la influencia de este trastorno.
El Trastorno Negativista Desafiante (TND), el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y del Trastorno Disocial (TD), están clasificados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.
Es una entrada extensa porque el tema así lo ha requerido ; no escribir mucho de todo lo que he leído me parecía injusto para aquellas personas que están preocupadas porque o bien tienen un TND o a alguien de su entorno lo tiene (normalmente hijos). Toda información es importante siempre y cuando sea bien utilizada y algo importantísimo es saber que este tipo de trastorno existe y que no es solo cosa de un niño malcriado o un adolescente rebelde.
No sería la primera vez que un niño es tachado y calificado como intratable, impertinente, vago y mal educado por parte de progenitores, el colegio y en el barrio ; la realidad es que tienen una problemática que les hace sufrir y no saben cómo hacer de otra manera.
No sería la primera vez que unos padres son juzgados de irresponsables, negligentes e idiotas por no controlar a sus hijos ; la realidad es que tienen una problemática que les hace sufrir y saben cómo hacer de otra manera.
Detrás de cada familia hay una historia y detrás de cada persona hay una historia ; ¿Qué tal si dejamos de juzgar sin conocimiento de causa? Esto que es de perogrullo no cuesta llevarlo a cabo.
Para ir haciendo boca ; los síntomas derivados del trastorno negativista desafiante (a partir de ahora lo llamaré TND, que no es lo mismo que TNT pero que es igual de explosivo para quien lo tiene y su familia), se manifiestan con una resistencia a la autoridad y las órdenes, repulsa total al compromiso y adquirir responsabilidades, no ceder o negociar y una terquedad persistente (luego sigo con más síntomas).
Las dos clasificaciones de los trastornos mentales más utilizadas, la CIE-10 y la DSM-IV-TR, comparten criterios diagnósticos, pero difieren en las condiciones diagnósticas; el DSM-IV-TR lo incluye en los trastornos por conductas perturbadoras y la CIE-10 que es un subtipo menos grave del Trastorno Disocial.
Según he leído, se empieza a manifestar desde la infancia y cuando llegan a adolescentes o adultos, si no se ha diagnosticado y tratado a tiempo, puede derivar en un Trastorno de la personalidad Antisocial, también conocido como Trastorno Disocial (TD) que es un Trastorno de Conducta que puede llevar a encontrarnos con personas capaces de cometer actos delictivos (violación de las leyes y derechos de los demás como agresión, robar, causar daños materiales o la naturaleza, piromanía...).
De golpe y porrazo, cuando uno lee sobre este trastorno, lo primero que piensa es que "menuda joya de personaje", pero hay que decir que son personas que por dentro llevan su drama y hay que saberlo.
Detrás de esa fachada hostil e iracunda hacia la autoridad y quién la ejerce (las faltas de respeto a las figuras de autoridad suelen afectar primero a la madre, luego al maestro, después al padre y luego al entorno), se esconde una vida complicada y difícil. El TND predomina en familias disfuncionales, donde los padres no están cumpliendo su rol adecuadamente debido a la existencia de una disfunción familiar que está afectando a las relaciones en familia. Por esta causa es probable que la educación haya pasado por distintas manos o haya sido negligente, incoherente, permisiva o dura (en separaciones una forma educativa totalmente dispar y sin consenso entre las dos partes).
También está asociada al TDAH (en un 30% al 50% de los casos), como uno de los trastornos comórbido (enfermedad adicional ) y curiosamente los tratamientos farmacológicos dan mejor resultado en este tipo de afectados.
Decir que es un trastorno gradual y suele mantenerse durante meses o años (se considera trastorno si hay un mínimo de 6 meses de conductas negativistas desafiantes). Los síntomas empiezan a manifestarse en el ambiente familiar, pero después pueden producirse en otros ámbitos, siendo en una proporción muy elevada, preludio del Trastorno Disocial (TD).
La teoría fisiológica-biológica dice que es más frecuente encontrar este trastorno en individuos con factores hereditarios neurofisiológicos, psicofisiológicos y bioquímicos que predisponen a manifestar conductas inmaduras y de baja tolerancia a la frustración (la conducta agresiva está relacionada con aspectos bioquímicos y hormonales).
Es más frecuente en familias donde uno de los dos progenitores tiene antecedentes tipo Trastorno del estado de ánimo, Trastorno Negativista Desafiante, Trastorno Disocial, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, Trastorno Antisocial de la Personalidad o Trastorno por consumo de sustancias.
La teoría del aprendizaje dice que aunque en el TND no existen patrones de crianza que le distinguen, es habitual que alguno de los progenitores esté preocupado en exceso por el poder y el control sobre sus hijos.
Los jóvenes aprenden técnicas negativas de los padres y figuras de autoridad (chillar, ignorar, agredir, castigar, desatender, hostigar, ...) para con ello llamar la atención, tiempo, interacción o preocupación de los integrantes de la familia.
En algunas familias se observan casos de hermanos obstinados, madres deprimidas (aunque no está claro si la depresión viene por el comportamiento del TND), padres pasivo-agresivos (no intervenir en la educación del menor pero si criticar cualquier intervención de la madre) y hogares donde las desavenencias conyugales son graves.
Es muy habitual que el TND se de en hogares donde hay una disfunción familiar y esta es considerada como como un factor de estrés que afecte a los niños de una manera importante provocando una serie de problemas familiares a nivel relacional que tienden a ser crónicos ya que los niños no siempre tienen cubiertas sus necesidades básicas de afecto, comunicación, socialización, cuidado y estatus familiar.
Ahora que ya sabemos posibles causas, voy a seguir complementando los comportamientos y cómo los que "padecen" TND (y escribo padecen porque no están bien) han aprendido a responder ante la realidad que viven y qué pautas han quedado instauradas en su cerebro hasta que hagan tto. y aprendan a ver los recuerdos y lo que viven de otra forma .
Síntomas y consecuencias de un TND :
- Excesivamente susceptible y suspicaz con los demás.
- Fácilmente se enoja e irrita, incluso por pequeñas causas.
- Pierde la calma y entra en rabia con facilidad.
- Poca tolerancia a la frustración.
- Culpabiliza a los demás de sus errores o sus comportamientos.
- Se siente víctima.
- Discute con los que ejercen la autoridad .
- Por sistema se opone a seguir reglas.
- Falta al respeto más allá de lo esperable y admisible para el grado de desarrollo del niño o adolescente.
- Carencia de fuerza de voluntad para adquirir responsabilidades.
- Desafía a los progenitores que ejercen de educadores y se niega a cumplir sus peticiones.
- Se encoleriza y estalla (puede incluso incontenidamente golpear cosas, no personas).
- Provocan estrés familiar.
- Sabe cómo molestar porque lo hace de una manera deliberada.
- Las conductas inapropiadas van en aumento (van sobrepasando el límite anterior conseguido)
- Tiene pensamientos y actitudes rencorosas y vengativas.
- Gran deterioro de las relaciones familiares, sociales y académicas o laborales.
- No busca el diálogo y el entendimiento.
- Ni negocia ni cede ante una situación de conflicto.
- En casos, fracaso escolar y abandono de estudios.
- Tabaquismo, alcoholismo o consumo de otras sustancias a temprana edad.
- En los casos complejos no tratados pueden derivar a un trastorno de personalidad antisocial.
Me sorprende leer que son niños y adolescentes generalmente descritos como “agresivos”, pero es esa la realidad. Son fuertes y agresivos los asaltos de combate en los que pelea un TND, va al KO y si puede, en el primer asalto.
He encontrado la siguiente tabla :
PDF
Es una pena que a pesar de que sí tienen un nivel de inteligencia adecuado, una parte de los niños y adolescentes, no consiguen desarrollar todo su potencial ya que tienen una gran resistencia a las demandas externas y encima no permiten que los demás les ayuden (quieren solucionarlo por ellos mismos porque creen que pueden y los otros solo quieren mandar y ellos hacen lo que quieren y no lo que les mandan).
Tienen buenas intenciones y hay momentos en los que saben que algo no está bien ; al intentar hacer algo y constatar una y otra vez que no lo consiguen (responsabilizarse, cumplir mandatos, controlar la rabia, tratar mejor a los que quieren, cumplir promesas o acuerdos, ...) y por su poca tolerancia a la frustración, van perdiendo la autoestima.
Para que esto no ocurra, tienden a estar en los lugares y con las personas con las que saben que van a conseguir más lo que quieren ; como consecuencia, intentan cada vez menos hacer algo, además de ejercer una presión mayor a las personas que están más cerca de ellos y que más quieren. Por supuesto que esta actitud conlleva un deterioro aún mayor que va dejando secuelas, sobre todo familiares y en concreto, más a la madre porque es la que primera en recibir.
Se convierte en un hábito las discusiones y los arrebatos explosivos, incumplir normas o acuerdos establecidos, no hacerse cargo de las responsabilidades tanto personales como de convivencia... Este cúmulo de desavenencias e interacciones negativas dañan muchísimo las relaciones y refuerzan las pautas de comportamiento oposicionista desafiante.
Con este panorama, es muy fácil que los progenitores no sepan cómo hacerlo y se pase de la permisibilidad a la restricción esperando que de alguna manera haya un cambio. Nada más lejos de la realidad porque ninguno de los dos extremos es válido para educar.
Según el doctor Anderson, los individuos con TND aprenden a ser más oposicionales con las personas que conocen bien (normalmente la madre) ya que encima la comunicación está ya muy mermada y deteriorada ; saben que en ese círculo cercano dan resultado sus "pataletas" irascibles y acaban consiguiendo mucho de lo que quieren, algo que en otros círculos en un principio ni intentan (amigos, colegio, trabajo, equipo deportivo...) porque no controlan tanto y desconocen si su comportamiento va a dar los resultados que esperan.
La única manera de atajar los comportamientos es recibir un tratamiento para ir mejorando las relaciones familiares, importantísimo para una buena salud de todos los que integran la familia y para el futuro de la persona con TND ya que si no, tienen grandes probabilidades de crear relaciones con amigos, compañeros de trabajo y pareja insanas siendo rechazado continuamente, aparte del ya mencionado riesgo de derivar en un TD (Trastorno Disocial).
Curiosamente, da muy buenos resultados que los familiares del individuo con TND hagan terapia, ya que debe de haber un cambio de actitud por parte de todos ; los que conviven con un TND deben trabaja el cómo no entrar a trapo de los envistes. También marcar y sostener unas normas consensuadas aplicando el elogio si se cumplen o las consecuencias si no se cumplen, además de una serie de estrategias de entendimiento y manejo de las situaciones tan difíciles que un TND hace vivir. Es importante tener presente que lo que oigan es fruto del trastorno y no es nada personal con ellos, aunque los dardos que tiren vayan directamente al corazón.
Atajar en la infancia este trastorno evitará que llegue a la adolescencia con este problema sin resolver porque en esa edad si que son una total locura. Se pasa del "mira que gracioso que sigue enfadado todavía" cuando es niño, al " otra vez está enfadado y me la ha montado gorda en casa" cuando es adolescente.
En un poco a poco el niño o adolescente con su TND van minando las bases emocionales del progenitor/educador con desprecios, chantajes emocionales, pulsos de poder y culpabilizaciones. De niños es menos palpable pero en la adolescencia ya tienen una trayectoria de años conociendo a los integrantes familiares y saben perfectamente cómo y dónde atacar para conseguir lo que quieren.
Si los progenitores están separados, no dudarán en recurrir al desprestigio de la otra parte con tal de que sirva para, a través del victimismo y la pena, poder conseguir más réditos del progenitor con el que están en cada momento.
Harán de la convivencia un infierno y culpabilizarán al progenitor/educador de todos sus males, echando en cara cualquier episodio de vida que a ellos no les ha gustado y modificando el recuerdo de la realidad para tener una justificación para comportarse como lo hacen.
Las escenas de maltrato emocional se pueden dar sin ningún tipo de remordimiento y llega a tal punto el grado de estrés familiar que provocan, que a lo largo de los años con este trastorno sin tratar, se acumulan demasiados momentos muy tensos y de pérdida de respeto por ambos lados (porque el adulto perderá los papeles en más de una ocasión ante la altanería, chulería y prepotencia con la que son tratados; con que respondan 1 de cada 10, son demasiadas).
No, no hay otra manera de resolver un TND más que ponerse en manos de especialistas en trastornos, dar con el adecuado que pueda entender y aportar una estrategia a seguir por parte de todos.
Hay que lograr controlar las respuestas descontroladas nocivas, el cumplimiento de normas y la aceptación de límites, un desarrollo social positivo y algo muy importante también ; un desarrollo de la inteligencia lingüística (para la expresión de emociones y sentimientos).
Algunos de los programas de intervención en este tipo de casos son :
- Programa de interacción progenitor/es e hijo (promulgar los cambios en las conductas principalmente entre madre e hijo).
- Terapia familiar (mejorar la capacidad de comunicación y fomentar la interacción entre los miembros de la familia).
- Entrenamiento de manejo de los progenitores/educadores (promulgar los cambios en las conductas familiares y educativas. En el caso de niños y adolescentes, el objetivo común en todos ellos está basado en conseguir que los progenitores/educadores encuentre el término medio entre ser demasiado permisivos o demasiado autoritarios).
- Programa de enseñanza positiva (dictaminar normas consensuadas de una manera asertiva y no autoritaria, modificar el paradigma educativo)
- Psicoterapia individual (aprender habilidades de control de la ira, resolución de problemas, de comunicación y utilización de las capacidades sociales e interpersonales)
- Terapia grupal con compañeros. (desarrollar la inteligencia interpersonal)
He encontrado un estudio llamado "El tratamiento congnitivo-conductual de conductas disruptivas en un niño TDAH y Trastorno Negativista Desafiante" y en el parece ser que sin la intervención en el resto de áreas del niño, probaron este tratamiento solo en el ámbito escolar con la implicación del profesorado y dio resultados. Se trabajo con el profesor, con el niño y con el grupo de clase.
Con esta anotación quiero recalcar que no está todo perdido con un TND y si se localiza y se trata a una temprana edad, los resultados pueden ser excelentes para la vida del protagonista del problema y su familia.
* La medicación no suele ser considerada como eficaz a no ser que el TND se dé conjunto a otros trastornos como el mencionado TDAH, ansiedad o depresión, en cuyo caso los medicamentos pueden ayudar a mejorar los síntomas.
Es primordial aprender a entrenar el comportamiento del TND instaurando unas expectativas definidas y elogiar cuando las cumplen o aplicar consecuencias efectivas si no es así. Para que ello (como hemos leído anteriormente) de resultados, por parte de los progenitores/educadores es totalmente necesario que estas pautas perduren en el tiempo y no sean cambiantes; no sucumbir ante los arrebatos, no entrar en el juego de la negatividad, conservar la calma, no tomarse a personal lo que oigan o lo que hagan e importante, no culpabilizarse de lo que sucede. Evitar las luchas de poder y comunicarse de una forma asertiva pero sin atacar.
Entender que son síntomas de un TND, con una respuesta aprendida ante una situación .
Todo esto sobre papel es muy fácil, lo que menos cuesta es leer o escuchar cómo hay que actuar ante una persona con TND ; la realidad es que en algún momento se entra a trapo y se montan las grandes grescas incontenibles y hay que ser conscientes de ello.
Aunque las técnicas de educación en la familia parecen de sentido común, hacerlo de una manera constante frente a la oposición no es fácil, en especial si hay más factores de estrés en el hogar, algo habitual (problemas económicos, desempleo, separación, pérdida del hogar, familia disfuncional,...).
Expresar el amor y la aceptación del hijo, incluso en situaciones complicadas es enormemente beneficioso. La herramienta de hacer saber que son queridos a pesar de todo da muy buenos resultados aunque no lo parezca.
Es un proceso enormemente complicado y difícil por lo que los progenitores no deben ser muy duros consigo mismos ; los hijos y muchas situaciones no vienen con un manual de instrucciones a seguir, por lo que hay que aprender de cada vivencia, aceptar lo que ha ocurrido y construir del momento presente en adelante una nueva relación comunicativa y amorosa.
Lo anteriormente dicho hay que tenerlo muy presente porque para cuando se llega a un tratamiento, es demasiada la carga emocional familiar ; muchos duros desencuentros , faltas de respeto, pautas negativas acumuladas y vivencias nocivas.
Hay que tener presente que la tendencia del TND es comprobar los límites para ver si se los pueden pasar, para ello recurrirán a la provocación en cuanto tengan la oportunidad y (y si puede, se los pasa) la única manera que hay de que entiendan que no les va a dar resultado es no entrando en las provocaciones y si en algún momento ocurre, tener la valentía de verlo para en la siguiente poder modificarlo.
Como se dice comúnmente, alguien tiene que cortar ese círculo vicioso y queramos o no, en principio un TND no tiene la capacidad de hacerlo hasta que no adquiera las habilidades oportunas o compruebe que sus estrategias no dan resultado.
Hay momentos en que los integrantes del núcleo familiar no saben que está ocurriendo, que se sienten culpables (los TND son expertos en culpabilizar a los demás) ya que las conductas negativistas desafiantes se dan en el ambiente familiar inicialmente y con la madre más concretamente. Para "los de afuera" no son personas problemáticas ya que no manifiestan el trastorno al no tener la confianza que sí existe en el hogar.
Lo más normal es que los TND no se sientan ni negativos ni desafiantes, es más, justifican su comportamiento pensando que es una respuesta normal a unos exigencias o situaciones poco razonables; hay que recordar que se sienten víctimas.
Sin embargo el adulto tiene capacidad de discernir cuando no ha sabido mantener el tipo y cuando no ha actuado de una manera correcta y coherente, por lo que la culpabilidad aflora y en muchas ocasiones es reforzada por lo que sus hijos le dicen (recordar que un TND sabe como molestar o hacer daño emocional y en ocasiones hasta de manera premeditada)
Frases como : "me pongo así sólo contigo", "eres tú quien me saca de quicio" (no se responsabilizan de sus actos), "todo te parece mal" "eres tú quien te enfadas por bobadas" (culpabilización), "por tu culpa he dado una patada a la puerta", "contigo no hay quien viva" "eres un/a exigente", "o se hacen las cosas a tu manera o no estás contento/a" ,"siempre tiene que ser cómo y cuándo tú digas (son las víctimas)", "ya lo voy a hacer, te pones insoportable", "no te aguanto, me estás rayando" (escasa capacidad de frustración), "no me digas que tengo que hacer, haré lo que quiera"( negativa a acatar órdenes), "en mi vida mando yo", "no me dejas vivir como yo quiero", "yo soy así, así que es lo que hay", " ya sé que dije que lo haría y no lo he hecho, no es para tanto", "contigo no se puede hablar, siempre quieres tener la razón", "si no me agobiaras no me habría ido dando un portazo", "si sigues así al final nos arrepentiremos todos, verás" (son vengativos), "me dices a mí, pero mírate tú también" (rencorosos), "no hay quien te entienda, me estás volviendo loco", "no ha sido mi culpa, ha sido porque..."(culpabilizan a otros), "yo estaba allí pero yo no he hecho nada", "ha sido "menganito" el que ha empezado", "a mí no me gusta pegarme, pero si me tocan las narices suelto una..." (hay que recordar que son muy susceptibles con los demás).
La lista de frases tipo que tienen puede ser interminable, al excusas infinitas, sus razonamientos internos para comportarse como lo hacen inagotables,... porque en el momento que ven que su estrategia no da resultado, la cambian para conseguir lo que en ese momento quieren al margen de que no les convenga.
Espero que esta entrada sirva para aquellos que han descubierto que interactúan con un ser querido con un trastorno negativista desafiante (TND) y quieran solucionar la relación ; en especial a aquellos progenitores cuyo hijo/a (se da más en chicos que en chicas menores, aunque en la adolescencia tiende a igualarse) se aleja cada vez más emocionalmente y notan que la convivencia es cada vez más insoportable, viviendo unas conductas que, aunque en algún momento se pueden encajar dentro de la preadolescencia o adolescencia, se salen del ámbito del respeto y de una relación familiar sana.
Es importante saber que el trastorno negativista desafiante hay que tratarlo, de lo contrario se enquista y hará de la vida del niño, adolescente o adulto un calvario, ya que no saben relacionarse en la confianza de una manera sana.
El Trastorno Negativista Desafiante (TND), el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y del Trastorno Disocial (TD), están clasificados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.
Es una entrada extensa porque el tema así lo ha requerido ; no escribir mucho de todo lo que he leído me parecía injusto para aquellas personas que están preocupadas porque o bien tienen un TND o a alguien de su entorno lo tiene (normalmente hijos). Toda información es importante siempre y cuando sea bien utilizada y algo importantísimo es saber que este tipo de trastorno existe y que no es solo cosa de un niño malcriado o un adolescente rebelde.
No sería la primera vez que un niño es tachado y calificado como intratable, impertinente, vago y mal educado por parte de progenitores, el colegio y en el barrio ; la realidad es que tienen una problemática que les hace sufrir y no saben cómo hacer de otra manera.
No sería la primera vez que unos padres son juzgados de irresponsables, negligentes e idiotas por no controlar a sus hijos ; la realidad es que tienen una problemática que les hace sufrir y saben cómo hacer de otra manera.
Detrás de cada familia hay una historia y detrás de cada persona hay una historia ; ¿Qué tal si dejamos de juzgar sin conocimiento de causa? Esto que es de perogrullo no cuesta llevarlo a cabo.
Para ir haciendo boca ; los síntomas derivados del trastorno negativista desafiante (a partir de ahora lo llamaré TND, que no es lo mismo que TNT pero que es igual de explosivo para quien lo tiene y su familia), se manifiestan con una resistencia a la autoridad y las órdenes, repulsa total al compromiso y adquirir responsabilidades, no ceder o negociar y una terquedad persistente (luego sigo con más síntomas).
Las dos clasificaciones de los trastornos mentales más utilizadas, la CIE-10 y la DSM-IV-TR, comparten criterios diagnósticos, pero difieren en las condiciones diagnósticas; el DSM-IV-TR lo incluye en los trastornos por conductas perturbadoras y la CIE-10 que es un subtipo menos grave del Trastorno Disocial.
Según he leído, se empieza a manifestar desde la infancia y cuando llegan a adolescentes o adultos, si no se ha diagnosticado y tratado a tiempo, puede derivar en un Trastorno de la personalidad Antisocial, también conocido como Trastorno Disocial (TD) que es un Trastorno de Conducta que puede llevar a encontrarnos con personas capaces de cometer actos delictivos (violación de las leyes y derechos de los demás como agresión, robar, causar daños materiales o la naturaleza, piromanía...).
De golpe y porrazo, cuando uno lee sobre este trastorno, lo primero que piensa es que "menuda joya de personaje", pero hay que decir que son personas que por dentro llevan su drama y hay que saberlo.
Detrás de esa fachada hostil e iracunda hacia la autoridad y quién la ejerce (las faltas de respeto a las figuras de autoridad suelen afectar primero a la madre, luego al maestro, después al padre y luego al entorno), se esconde una vida complicada y difícil. El TND predomina en familias disfuncionales, donde los padres no están cumpliendo su rol adecuadamente debido a la existencia de una disfunción familiar que está afectando a las relaciones en familia. Por esta causa es probable que la educación haya pasado por distintas manos o haya sido negligente, incoherente, permisiva o dura (en separaciones una forma educativa totalmente dispar y sin consenso entre las dos partes).
También está asociada al TDAH (en un 30% al 50% de los casos), como uno de los trastornos comórbido (enfermedad adicional ) y curiosamente los tratamientos farmacológicos dan mejor resultado en este tipo de afectados.
Decir que es un trastorno gradual y suele mantenerse durante meses o años (se considera trastorno si hay un mínimo de 6 meses de conductas negativistas desafiantes). Los síntomas empiezan a manifestarse en el ambiente familiar, pero después pueden producirse en otros ámbitos, siendo en una proporción muy elevada, preludio del Trastorno Disocial (TD).
“Estas actitudes de carácter negativo, es casi imposible
que no tengan incidencia en el ambiente familiar. Pero esta mala forma de
proceder, no sólo se circunscribe al núcleo familiar. Suele trasladarse a otros
ámbitos como la escuela o las amistades.
Este negativismo puede hacer que,
aquellos que lo perciben y padecen, muten también su comportamiento ante ese
menor hostil, desencadenando reacciones igualmente negativas hacia él.
Ante la
impotencia de una solución razonada y razonable, puede caerse en la tendencia
del castigo desproporcionado y las sanciones recurrentes, que lejos de paliar
la hostilidad del menor, acaban por incrementarla, agravando aún más el
problema.
El sistema de mal comportamiento y el consiguiente castigo, cada vez
mayor, termina por establecer un círculo vicioso en la rutina de disputas, que
hacen imposible la convivencia”. pag. 47
La teoría fisiológica-biológica dice que es más frecuente encontrar este trastorno en individuos con factores hereditarios neurofisiológicos, psicofisiológicos y bioquímicos que predisponen a manifestar conductas inmaduras y de baja tolerancia a la frustración (la conducta agresiva está relacionada con aspectos bioquímicos y hormonales).
Es más frecuente en familias donde uno de los dos progenitores tiene antecedentes tipo Trastorno del estado de ánimo, Trastorno Negativista Desafiante, Trastorno Disocial, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, Trastorno Antisocial de la Personalidad o Trastorno por consumo de sustancias.
La teoría del aprendizaje dice que aunque en el TND no existen patrones de crianza que le distinguen, es habitual que alguno de los progenitores esté preocupado en exceso por el poder y el control sobre sus hijos.
Los jóvenes aprenden técnicas negativas de los padres y figuras de autoridad (chillar, ignorar, agredir, castigar, desatender, hostigar, ...) para con ello llamar la atención, tiempo, interacción o preocupación de los integrantes de la familia.
En algunas familias se observan casos de hermanos obstinados, madres deprimidas (aunque no está claro si la depresión viene por el comportamiento del TND), padres pasivo-agresivos (no intervenir en la educación del menor pero si criticar cualquier intervención de la madre) y hogares donde las desavenencias conyugales son graves.
Es muy habitual que el TND se de en hogares donde hay una disfunción familiar y esta es considerada como como un factor de estrés que afecte a los niños de una manera importante provocando una serie de problemas familiares a nivel relacional que tienden a ser crónicos ya que los niños no siempre tienen cubiertas sus necesidades básicas de afecto, comunicación, socialización, cuidado y estatus familiar.
Ahora que ya sabemos posibles causas, voy a seguir complementando los comportamientos y cómo los que "padecen" TND (y escribo padecen porque no están bien) han aprendido a responder ante la realidad que viven y qué pautas han quedado instauradas en su cerebro hasta que hagan tto. y aprendan a ver los recuerdos y lo que viven de otra forma .
Síntomas y consecuencias de un TND :
- Excesivamente susceptible y suspicaz con los demás.
- Fácilmente se enoja e irrita, incluso por pequeñas causas.
- Pierde la calma y entra en rabia con facilidad.
- Poca tolerancia a la frustración.
- Culpabiliza a los demás de sus errores o sus comportamientos.
- Se siente víctima.
- Discute con los que ejercen la autoridad .
- Por sistema se opone a seguir reglas.
- Falta al respeto más allá de lo esperable y admisible para el grado de desarrollo del niño o adolescente.
- Carencia de fuerza de voluntad para adquirir responsabilidades.
- Desafía a los progenitores que ejercen de educadores y se niega a cumplir sus peticiones.
- Se encoleriza y estalla (puede incluso incontenidamente golpear cosas, no personas).
- Provocan estrés familiar.
- Sabe cómo molestar porque lo hace de una manera deliberada.
- Las conductas inapropiadas van en aumento (van sobrepasando el límite anterior conseguido)
- Tiene pensamientos y actitudes rencorosas y vengativas.
- Gran deterioro de las relaciones familiares, sociales y académicas o laborales.
- No busca el diálogo y el entendimiento.
- Ni negocia ni cede ante una situación de conflicto.
- En casos, fracaso escolar y abandono de estudios.
- Tabaquismo, alcoholismo o consumo de otras sustancias a temprana edad.
- En los casos complejos no tratados pueden derivar a un trastorno de personalidad antisocial.
Me sorprende leer que son niños y adolescentes generalmente descritos como “agresivos”, pero es esa la realidad. Son fuertes y agresivos los asaltos de combate en los que pelea un TND, va al KO y si puede, en el primer asalto.
He encontrado la siguiente tabla :
Es una pena que a pesar de que sí tienen un nivel de inteligencia adecuado, una parte de los niños y adolescentes, no consiguen desarrollar todo su potencial ya que tienen una gran resistencia a las demandas externas y encima no permiten que los demás les ayuden (quieren solucionarlo por ellos mismos porque creen que pueden y los otros solo quieren mandar y ellos hacen lo que quieren y no lo que les mandan).
Tienen buenas intenciones y hay momentos en los que saben que algo no está bien ; al intentar hacer algo y constatar una y otra vez que no lo consiguen (responsabilizarse, cumplir mandatos, controlar la rabia, tratar mejor a los que quieren, cumplir promesas o acuerdos, ...) y por su poca tolerancia a la frustración, van perdiendo la autoestima.
Para que esto no ocurra, tienden a estar en los lugares y con las personas con las que saben que van a conseguir más lo que quieren ; como consecuencia, intentan cada vez menos hacer algo, además de ejercer una presión mayor a las personas que están más cerca de ellos y que más quieren. Por supuesto que esta actitud conlleva un deterioro aún mayor que va dejando secuelas, sobre todo familiares y en concreto, más a la madre porque es la que primera en recibir.
Cuando en las unidades familiares, las normas no están
claras, y no hay una figura de autoridad nítida a modo de cabeza de familia,
los menores con Trastorno Negativista Desafiante, desarrollan más su problema.
Es fundamental que los hijos entiendan, de manera firme, los límites que se
imponen para la convivencia en el hogar. Para ello es imprescindible que los
demás integrantes del núcleo familiar, respeten sistemáticamente dichas normas,
convirtiéndose así, en buenos ejemplos de convivencia.
De igual forma, cuando
el menor incumple las reglas impuestas y se decide aplicar una sanción o
castigo, es importante no retirar el castigo, manteniéndose firme en la
decisión. El niño rebelde, si aprecia síntomas de debilidad de sus progenitores,
verá que éstos pierden credibilidad a sus ojos y entonces, abusará
continuamente de dicha fragilidad, menoscabando la autoridad.
Se ha de acostumbrar al menor a que no siempre se va a salir
con la suya, estos niños, detectan rápidamente cuando un adulto es voluble, y
cuando está incontrolado y a punto de perder los estribos. La clave está en
mostrarse tajante al tomar una decisión, y en no perder nunca el control,
eludiendo mostrar las emociones generadas por la actitud del menor.
Enfados o
chillidos, por ejemplo, son entendidos por el afectado por este trastorno, como
un éxito, ya que habrán conseguido su propósito de socavar el autocontrol del
adulto.
El extremo
contrario, es decir, familias excesivamente estrictas y sancionadoras,
incapaces de pasar por alto ningún desvío de comportamiento en las reglas
impuestas, también puede dar lugar al desarrollo de este tipo de trastornos en
los niños.
El sentimiento de castigo injusto en el menor, puede ocasionar de
igual manera, una desidia en el cumplimiento normativo, pues llegan a pensar
que haga lo que haga, va a estar mal, y ello fomentará la rebeldía ante
cualquier límite que se le imponga.+ información
Se convierte en un hábito las discusiones y los arrebatos explosivos, incumplir normas o acuerdos establecidos, no hacerse cargo de las responsabilidades tanto personales como de convivencia... Este cúmulo de desavenencias e interacciones negativas dañan muchísimo las relaciones y refuerzan las pautas de comportamiento oposicionista desafiante.
Con este panorama, es muy fácil que los progenitores no sepan cómo hacerlo y se pase de la permisibilidad a la restricción esperando que de alguna manera haya un cambio. Nada más lejos de la realidad porque ninguno de los dos extremos es válido para educar.
Según el doctor Anderson, los individuos con TND aprenden a ser más oposicionales con las personas que conocen bien (normalmente la madre) ya que encima la comunicación está ya muy mermada y deteriorada ; saben que en ese círculo cercano dan resultado sus "pataletas" irascibles y acaban consiguiendo mucho de lo que quieren, algo que en otros círculos en un principio ni intentan (amigos, colegio, trabajo, equipo deportivo...) porque no controlan tanto y desconocen si su comportamiento va a dar los resultados que esperan.
El Trastorno Negativista Desafiante se asocia a la
inmadurez, que debería haberse superado en las primeras fases de la infancia, y
que provoca reacciones infantiles, ante la incapacidad de gestionar las emociones
por parte de quién lo padece.
Esto establece conductas de rebeldía y contrariedad ante
las normas, que pueden llegar a mantenerse hasta la adolescencia, disminuyendo
con la llegada de la edad adulta. De por sí, tanto los niños como los
adolescentes, se caracterizan por un acusado egocentrismo, que les lleva a
discrepar de la autoridad de los adultos.
Cuando alguien no tiene una maduración emocional
correspondiente a su edad física, y es incapaz de apreciar la importancia de
las normas de comportamiento establecidas, aparecen exagerados ataques de ira e
impaciencia, relacionados con la carencia del desarrollo del sentido de la
frustración. +información
La única manera de atajar los comportamientos es recibir un tratamiento para ir mejorando las relaciones familiares, importantísimo para una buena salud de todos los que integran la familia y para el futuro de la persona con TND ya que si no, tienen grandes probabilidades de crear relaciones con amigos, compañeros de trabajo y pareja insanas siendo rechazado continuamente, aparte del ya mencionado riesgo de derivar en un TD (Trastorno Disocial).
Curiosamente, da muy buenos resultados que los familiares del individuo con TND hagan terapia, ya que debe de haber un cambio de actitud por parte de todos ; los que conviven con un TND deben trabaja el cómo no entrar a trapo de los envistes. También marcar y sostener unas normas consensuadas aplicando el elogio si se cumplen o las consecuencias si no se cumplen, además de una serie de estrategias de entendimiento y manejo de las situaciones tan difíciles que un TND hace vivir. Es importante tener presente que lo que oigan es fruto del trastorno y no es nada personal con ellos, aunque los dardos que tiren vayan directamente al corazón.
Atajar en la infancia este trastorno evitará que llegue a la adolescencia con este problema sin resolver porque en esa edad si que son una total locura. Se pasa del "mira que gracioso que sigue enfadado todavía" cuando es niño, al " otra vez está enfadado y me la ha montado gorda en casa" cuando es adolescente.
En un poco a poco el niño o adolescente con su TND van minando las bases emocionales del progenitor/educador con desprecios, chantajes emocionales, pulsos de poder y culpabilizaciones. De niños es menos palpable pero en la adolescencia ya tienen una trayectoria de años conociendo a los integrantes familiares y saben perfectamente cómo y dónde atacar para conseguir lo que quieren.
Si los progenitores están separados, no dudarán en recurrir al desprestigio de la otra parte con tal de que sirva para, a través del victimismo y la pena, poder conseguir más réditos del progenitor con el que están en cada momento.
Harán de la convivencia un infierno y culpabilizarán al progenitor/educador de todos sus males, echando en cara cualquier episodio de vida que a ellos no les ha gustado y modificando el recuerdo de la realidad para tener una justificación para comportarse como lo hacen.
Las escenas de maltrato emocional se pueden dar sin ningún tipo de remordimiento y llega a tal punto el grado de estrés familiar que provocan, que a lo largo de los años con este trastorno sin tratar, se acumulan demasiados momentos muy tensos y de pérdida de respeto por ambos lados (porque el adulto perderá los papeles en más de una ocasión ante la altanería, chulería y prepotencia con la que son tratados; con que respondan 1 de cada 10, son demasiadas).
No, no hay otra manera de resolver un TND más que ponerse en manos de especialistas en trastornos, dar con el adecuado que pueda entender y aportar una estrategia a seguir por parte de todos.
Hay que lograr controlar las respuestas descontroladas nocivas, el cumplimiento de normas y la aceptación de límites, un desarrollo social positivo y algo muy importante también ; un desarrollo de la inteligencia lingüística (para la expresión de emociones y sentimientos).
Algunos de los programas de intervención en este tipo de casos son :
- Programa de interacción progenitor/es e hijo (promulgar los cambios en las conductas principalmente entre madre e hijo).
- Terapia familiar (mejorar la capacidad de comunicación y fomentar la interacción entre los miembros de la familia).
- Entrenamiento de manejo de los progenitores/educadores (promulgar los cambios en las conductas familiares y educativas. En el caso de niños y adolescentes, el objetivo común en todos ellos está basado en conseguir que los progenitores/educadores encuentre el término medio entre ser demasiado permisivos o demasiado autoritarios).
- Programa de enseñanza positiva (dictaminar normas consensuadas de una manera asertiva y no autoritaria, modificar el paradigma educativo)
- Psicoterapia individual (aprender habilidades de control de la ira, resolución de problemas, de comunicación y utilización de las capacidades sociales e interpersonales)
- Terapia grupal con compañeros. (desarrollar la inteligencia interpersonal)
He encontrado un estudio llamado "El tratamiento congnitivo-conductual de conductas disruptivas en un niño TDAH y Trastorno Negativista Desafiante" y en el parece ser que sin la intervención en el resto de áreas del niño, probaron este tratamiento solo en el ámbito escolar con la implicación del profesorado y dio resultados. Se trabajo con el profesor, con el niño y con el grupo de clase.
Con esta anotación quiero recalcar que no está todo perdido con un TND y si se localiza y se trata a una temprana edad, los resultados pueden ser excelentes para la vida del protagonista del problema y su familia.
* La medicación no suele ser considerada como eficaz a no ser que el TND se dé conjunto a otros trastornos como el mencionado TDAH, ansiedad o depresión, en cuyo caso los medicamentos pueden ayudar a mejorar los síntomas.
Es primordial aprender a entrenar el comportamiento del TND instaurando unas expectativas definidas y elogiar cuando las cumplen o aplicar consecuencias efectivas si no es así. Para que ello (como hemos leído anteriormente) de resultados, por parte de los progenitores/educadores es totalmente necesario que estas pautas perduren en el tiempo y no sean cambiantes; no sucumbir ante los arrebatos, no entrar en el juego de la negatividad, conservar la calma, no tomarse a personal lo que oigan o lo que hagan e importante, no culpabilizarse de lo que sucede. Evitar las luchas de poder y comunicarse de una forma asertiva pero sin atacar.
Entender que son síntomas de un TND, con una respuesta aprendida ante una situación .
“También es necesario considerar que estos niños suelen proponer
una especie de lucha de poder, de batalla por ver quién puede más, como modo de
desmentir la dependencia o de enfrentar los terrores que suscita en ellos la
sensación de desvalimiento frente a otro poderoso y arbitrario.
Así, se hace imprescindible que los adultos sostengan las
diferencias niño-adulto y no entren en la pelea.” Pag. 51
Todo esto sobre papel es muy fácil, lo que menos cuesta es leer o escuchar cómo hay que actuar ante una persona con TND ; la realidad es que en algún momento se entra a trapo y se montan las grandes grescas incontenibles y hay que ser conscientes de ello.
Aunque las técnicas de educación en la familia parecen de sentido común, hacerlo de una manera constante frente a la oposición no es fácil, en especial si hay más factores de estrés en el hogar, algo habitual (problemas económicos, desempleo, separación, pérdida del hogar, familia disfuncional,...).
“Una familia disfuncional con el tiempo genera personas
disfuncionales, quienes van a trabajar, acuden a la escuela y se relacionan
como pueden con los demás.
Los efectos negativos no sólo se observan en los hijos,
sean niños o adolescentes, sino también en los padres, con múltiples
repercusiones sociales y laborales que van más allá de la violencia y las
adicciones.” 1.6 Familia disfuncional (pag.21)
Expresar el amor y la aceptación del hijo, incluso en situaciones complicadas es enormemente beneficioso. La herramienta de hacer saber que son queridos a pesar de todo da muy buenos resultados aunque no lo parezca.
Es un proceso enormemente complicado y difícil por lo que los progenitores no deben ser muy duros consigo mismos ; los hijos y muchas situaciones no vienen con un manual de instrucciones a seguir, por lo que hay que aprender de cada vivencia, aceptar lo que ha ocurrido y construir del momento presente en adelante una nueva relación comunicativa y amorosa.
Lo anteriormente dicho hay que tenerlo muy presente porque para cuando se llega a un tratamiento, es demasiada la carga emocional familiar ; muchos duros desencuentros , faltas de respeto, pautas negativas acumuladas y vivencias nocivas.
Hay que tener presente que la tendencia del TND es comprobar los límites para ver si se los pueden pasar, para ello recurrirán a la provocación en cuanto tengan la oportunidad y (y si puede, se los pasa) la única manera que hay de que entiendan que no les va a dar resultado es no entrando en las provocaciones y si en algún momento ocurre, tener la valentía de verlo para en la siguiente poder modificarlo.
Como se dice comúnmente, alguien tiene que cortar ese círculo vicioso y queramos o no, en principio un TND no tiene la capacidad de hacerlo hasta que no adquiera las habilidades oportunas o compruebe que sus estrategias no dan resultado.
Hay momentos en que los integrantes del núcleo familiar no saben que está ocurriendo, que se sienten culpables (los TND son expertos en culpabilizar a los demás) ya que las conductas negativistas desafiantes se dan en el ambiente familiar inicialmente y con la madre más concretamente. Para "los de afuera" no son personas problemáticas ya que no manifiestan el trastorno al no tener la confianza que sí existe en el hogar.
Lo más normal es que los TND no se sientan ni negativos ni desafiantes, es más, justifican su comportamiento pensando que es una respuesta normal a unos exigencias o situaciones poco razonables; hay que recordar que se sienten víctimas.
Sin embargo el adulto tiene capacidad de discernir cuando no ha sabido mantener el tipo y cuando no ha actuado de una manera correcta y coherente, por lo que la culpabilidad aflora y en muchas ocasiones es reforzada por lo que sus hijos le dicen (recordar que un TND sabe como molestar o hacer daño emocional y en ocasiones hasta de manera premeditada)
Frases como : "me pongo así sólo contigo", "eres tú quien me saca de quicio" (no se responsabilizan de sus actos), "todo te parece mal" "eres tú quien te enfadas por bobadas" (culpabilización), "por tu culpa he dado una patada a la puerta", "contigo no hay quien viva" "eres un/a exigente", "o se hacen las cosas a tu manera o no estás contento/a" ,"siempre tiene que ser cómo y cuándo tú digas (son las víctimas)", "ya lo voy a hacer, te pones insoportable", "no te aguanto, me estás rayando" (escasa capacidad de frustración), "no me digas que tengo que hacer, haré lo que quiera"( negativa a acatar órdenes), "en mi vida mando yo", "no me dejas vivir como yo quiero", "yo soy así, así que es lo que hay", " ya sé que dije que lo haría y no lo he hecho, no es para tanto", "contigo no se puede hablar, siempre quieres tener la razón", "si no me agobiaras no me habría ido dando un portazo", "si sigues así al final nos arrepentiremos todos, verás" (son vengativos), "me dices a mí, pero mírate tú también" (rencorosos), "no hay quien te entienda, me estás volviendo loco", "no ha sido mi culpa, ha sido porque..."(culpabilizan a otros), "yo estaba allí pero yo no he hecho nada", "ha sido "menganito" el que ha empezado", "a mí no me gusta pegarme, pero si me tocan las narices suelto una..." (hay que recordar que son muy susceptibles con los demás).
La lista de frases tipo que tienen puede ser interminable, al excusas infinitas, sus razonamientos internos para comportarse como lo hacen inagotables,... porque en el momento que ven que su estrategia no da resultado, la cambian para conseguir lo que en ese momento quieren al margen de que no les convenga.
Espero que esta entrada sirva para aquellos que han descubierto que interactúan con un ser querido con un trastorno negativista desafiante (TND) y quieran solucionar la relación ; en especial a aquellos progenitores cuyo hijo/a (se da más en chicos que en chicas menores, aunque en la adolescencia tiende a igualarse) se aleja cada vez más emocionalmente y notan que la convivencia es cada vez más insoportable, viviendo unas conductas que, aunque en algún momento se pueden encajar dentro de la preadolescencia o adolescencia, se salen del ámbito del respeto y de una relación familiar sana.
Es importante saber que el trastorno negativista desafiante hay que tratarlo, de lo contrario se enquista y hará de la vida del niño, adolescente o adulto un calvario, ya que no saben relacionarse en la confianza de una manera sana.