Pensamientos, palabras, obras y omisiones

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Pensamientos, palabras, obras y omisiones, … tal cual es la vida.
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domingo, 12 de marzo de 2017

La Muerte - Arcano Mayor



En esta nueva elección de carta me he encontrado al darla la vuelta con La Muerte; impresionante sobre su caballo blanco, erguida estandarte en mano y he pensado "¡bueno! contundente carta que dice que algo llega a su fin, que una situación muere" y lo curioso es que no me ha dado miedo pensar en que algo tiene que desaparecer para que entre en la vida algo mejor.


Me meto a investigar sobre este Arcano Mayor y a escribir mi parecer sobre en lo que hay que estar atentos o aprender; tengo curiosidad.

La verdad es que no nos enseñan a normalizar las muertes y me refiero a las muertes de situaciones tanto de relación personal, cómo de forma de vida, cambio de trabajo, etc. Estamos en la época de no hablar de la muerte porque nos asusta salir de nuestra zona de confort aunque no sea confortable.
De ahí que cuando la vida dice hasta aquí porque nosotros no lo decimos, es cuando La Muerte hace acto de presencia para cortar con todo aquello que no nos ayuda a seguir creciendo; no queda más que darle la bienvenida a La Muerte, al cambio, a lo desconocido y nuevo.

Es un mensaje liberador el que nos propone este Arcano Mayor; dejar atrás el pasado y lo que lleva (yo añadiría dando las gracias por lo vivido), dándole la bienvenida a lo que tenga que venir porque será para algo mejor que transformará nuestra vida y nuestra persona.

Esta carta me hace pensar que todos tenemos algún punto en nuestra vida en el que estamos atascados y no movemos ficha para cambiarlo; puede ser una forma de pensar, un trabajo, algo relacionado con el ocio, con las amistades, familia, pareja,... Pensar que en nosotros y detectar que hay que mover, romper, quitar, abandonar o dejar morir, es una muy buena reflexión para seguir avanzando.

A veces no será fácil, pero nadie dijo que las cosas tuvieran que ser difíciles. Esta forma de pensar quizás es otra de las que hay que matar; no nos tenemos que hacer la vida difícil y complicada, como tampoco tenemos que armar un drama porque haya cambios en nuestras vidas. Los cambios, los abandonos y las pérdidas son algo natural, lo no natural es que nos cree un colapso personal el cambio.

Aceptar el cambio con valentía, optimismo e ilusión porque es lo mejor que nos puede pasar en ese momento, es la manera de hacernos felices. Se trata de vivir el cambio y la muerte de una situación, adaptarse a la que venga y observar cómo nos encontramos y que aprendizaje hemos tenido que hacer,

Me cae bien este Arcano Mayor de La Muerte; tan solo nos mueve porque estamos atascados y viene muy rotunda y segura a llevarse por medio todo aquello que está caduco (aunque nosotros no lo veamos, o sí, pero no hacemos nada).

Es como cuando haces limpia en el trastero porque ya lo tienes lleno y no entra nada si no tiras unas cuantas cosas de las acumuladas en años y que seguramente no te sirven para nada (quizás tan solo para rememorar algún recuerdo).
Por mucho cariño que tengas a algunos trastos, por mucho que te entre esa nostalgia al verlos, tendrás que tirar algo del trastero para meter algo nuevo e importante.

Vivir el momento, dando gracias a lo pasado es una manera sana de desprenderte de objetos, ropas, situaciones o personas, con la esperanza y la ilusión puestas ante el nuevo escenario que la vida nos pone (o nosotros que con valentía hacemos un cambio).

La palabra que define a La Muerte y que a mí me gusta mucho es "transformación"; si nos vamos a que significa transformar, encontramos que es convertir una cosa en otra. El origen de la palabra es latino "transformare", compuesta por trans (a través, más allá de, de un lado a otro) y formare; cambiar de forma, la forma ir de un lado a otro.

Que la transformación sea comprendida y aceptada (nada que ver con la resignación) o aceptada para luego pasar a ser comprendida, es lo que nos va a hacer que vivamos las situaciones vitales normales de cambio con tranquilidad o con descorazonamiento.

Aunque pueda sonar contradictorio, La Muerte significa vida, otra clase de vida nueva y positiva.
El renacimiento a otra forma diferente de existencia; cómo una oruga se convierte en mariposa, como un feto se transforma neonato a través del nacimiento, como se deja la casa de los padres para emprender tu vida.

Renovar lo viejo, lo ancestral, lo que pueda ser un obstáculo o superfluo para una vida nueva y abundante en muchos sentidos y en cualquiera de las áreas de vida.

Me encanta la idea de dejar atrás lo que nos impide ir hacia delante, lo que frena y lastra. Me parece mucho más canso sostener una situación moribunda que concluirla para dar cabida a algo renovado por experimentar. Eso de "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer", no siempre implica un buen vivir (quizás se inventó el refrán para mantenernos en nuestro sitio a través del miedo a lo nuevo).


No hay que resistirse al cambio de cualquier tipo (exterior o interior), aunque sea inesperado y pueda dar en un principio temor e inseguridad por desconocer que nos va a venir. Nos han hecho tan previsores que muchos no dejan espacio para lo espontáneo, lo imprevisto, lo nuevo; este es el aprendizaje que nos trae La Muerte.

Desapego de lo pasado, de lo atascado, de lo marchito para dar la bienvenida a lo nuevo, a la transformación. Limpieza de casa que nos deja ver claramente como estamos, quienes somos, que nos falta y que nos sobra, que nos ayuda y que nos impide, quién es compañero de viaje o quién es un impedimento para vivir todo lo que nos merecemos como seres infinitos en una vida humana limitada por el factor tiempo.

Parece ser que se nos olvida que solo son unos años de existencia como cuerpo físico humano, que cualquier día y en cualquier momento nuestra amiga La Muerte hará acto de presencia para marcar el final de esta etapa y el comienzo de otra diferente. Aprendamos a vivir la muerte (de lo que sea) como algo natural, positivo y necesario.

No hay que perder la ilusión porque el cambio está ahí para ser recogido con valentía y sobre todo si estamos pasando por un momento duro de vida o por "la noche oscura del alma" (San Juan de la Cruz).
Nota* Este enlace es interesante 

En todas las barajas de Tarot, aparece imponente La Muerte; dejando tras su paso o bajo sus pies cadáveres, pero si me voy en concreto a la carta de la baraja Waite (la que yo tengo), me encuentro con la figura del un esqueleto dentro de una armadura negra, encima de su caballo blanco y en el estandarte su número y una especie de símbolo (parecida al símbolo de los Rosacruz). No lleva ningún tipo de arma, sin embargo a sus pies cae lo mismo el clero, que reyes, niños o mujeres.
También aparecen dos torres (como en la carta de El Diablo) y en medio de ellas el sol brillante.

Para que se nos quede bien el concepto que nos quiere transmitir el Arcano Mayor de La Muerte, paso a enumerar una serie de palabras que la definen:
Transformación, transmutación, modificación, evolución, reajuste, variación, mutación, metamorfosis, reforma, cambio, reforma, renovación, transfiguración, conversión, mudanza, innovación, mejora, liberación, progreso, florecimiento, avance, superación.


Según más he ido leyendo de esta carta del Tarot La Muerte, más me gusta y eso que es una carta que en algunas barajas no lleva más que el número (por cierto, el 13), para que no se lea su nombre. También se la asocia con el signo zodiacal Scorpio (casualidad, mi signo) y con los planetas fuertes como Marte. Si quieres conocer mi opinión sobre otros Arcanos Mayores.
si quieres conocer otros Arcanos Mayores 
Poesía dedicada a La Muerte 

martes, 28 de febrero de 2017

La Luna - Arcano Mayor

Esta vez he elegido entre todos los Arcanos Mayores la carta de La Luna. De entrada me ha dado una sensación de tensión (por aquello que la recuerdo que simboliza), lo escondido o lo oscuro, incluso me vino el pensamiento de traiciones. No se si recuerdo bien o como con otras cartas del Tarot, no la conozco bien y me va a sorprender para mejor. Lo veremos enseguida.


Sí o sí es la carta que nos hace tocar con el inconsciente y todo lo que en él habita, tanto los sueños como los miedos, la ilusión o la inseguridad.

De esta carta del tarot he leído que indica un periodo de confusión con necesidad de enfrentarse a los problemas y renovarse, olvidándose del pasado. 
En principio lo de "renovarse o morir" no me parece tan desagradable, sobre todo porque hay veces que nos enquistamos en situaciones que al final te piden que salgas de ellas (por oscuras) a pesar del miedo que te de ponerte en acción.

La Luna nos avisa de las tensiones y posibles engaños o autoengaños, de nuestra incongruencia o de la de alguien cercano. Momentos problemáticos e inseguros, en el que hay que tener cuidado con los malos entendidos, las verdades a medias y con las intenciones que se esconden.

Ponemos nuestros miedos, conflictos interiores e inseguridades en los que están más cercanos y son los que nos hacen de espejo, pero cuidado, nada aparece fuera que no llevemos en alguna medida dentro para con nosotros mismos.

Si tú te traicionas no guardando respeto a quien eres, los de fuera te lo harán saber actuando de la misma manera.
Si eres deshonesto con tu persona, con lo que quieres, los demás te reflejarán deshonestidad o traiciones.
Si te autoengañas de cómo ha sido una situación y de cómo ha sido tu actuación, eso mismo te darán aquellos con los que vivas situaciones complicadas en las que el no reconocimiento y los malos entendidos estarán presentes.

No nos debe sorprender encontrarnos con situaciones inseguras, conflictivas y problemáticas debido a los miedos (tanto propios como ajenos) que hacen que lo fácil se complique y las tensiones relacionales aumenten.

La Luna es este Arcano Mayor que nos pone alerta de esta parte humana que llevamos todos de no reconocimiento de situaciones, de esconder intereses interiores, de jugar a la confusión, el desorden, la no claridad, el doble juego o la traición.

Está bien poner la alerta de que no estamos presentes en la situación, que nos perdemos en los temores pasados o en los sueños, esperanzas y miedos del futuro. El subconsciente se impone y con él sus recuerdos y grabaciones que condicionan nuestras emociones y nuestras realidades.

El objetivo es llegar a reconocer y curar esa parte oculta de ti mismo, a ese lado oscuro que nos hace ver la realidad transformada por la imaginación.

Yo con esta idea me imagino la escena de Blancanieves y los siete enanitos cuando se interna en el bosque huyendo para salvar su vida y de repente todo son sombras e imaginación que la tienen aterrada y la hacen pasar por situaciones de pánico viendo ojos, brazos y fantasmas hasta que cae rendida.

No es complicado ( o sí) poner consciencia a quien se es, para ello, observa tus reacciones presentes, sé sincero contigo mismo y si algo no te gusta de lo que ves fuera, pregúntate si lo llevas tú también.
Escucha a tu intuición o ser interior en vez de dejarte llevar por tus pensamientos y las emociones que provocan. Recuerda, todos nuestros miedos son aprendidos o vienen de nuestros predecesores, por lo que no son reales y seguramente no llegarán a cumplirse nuestras conjeturas o expectativas.

No dramatices las situaciones ni te dejes llevar por la negatividad de los demás. Mantente estable en el ser que eres realmente y que está detrás de todas esas sombras, escondites e indecisiones que condicionan la vida.

Recuerda que esas sombras a las que no quieres plantar cara se manifestarán reiteradamente con cada situación o persona necesaria para que acabes viéndolas, aceptándolas que están ahí y sanándolas una vez reconocidas.

Pasa del inconsciente al consciente todo aquello que te paraliza, te ralentiza y hace que tus relaciones contigo y con los demás se enturbien por falta de transparencia. Permanecer en la misma situación acaba por crear una confusión de la que hay que salir para tener un futuro menos inseguro e incierto.

En la carta se ven dos perros o lobos (o uno de cada dependiendo de la versión y son el instinto, lo salvaje , la luna (con el reflejo de la luz de sol, ya que ella no tiene luz; de ahí el engaño de la luna) y un cangrejo (lo íntimo), aparte de dos torres (puertas para pasar a un lado mejor), un camino (el sinuoso camino de la vida hasta llegar al final de ella), un lago, como gotas de lluvia doradas,...; ya sabemos que hay más o menos elementos en las cartas de los Arcanos Mayores dependiendo de que baraja de Tarot se trate. Si te das cuenta no hay ninguna representación de una persona, por lo que está comunicando que no es lo exterior lo que tiene en cuenta esta carta, si no lo interior, lo emocional, lo no mental, lo instintivo, las sombras y miedos propios.

Un ejemplo de interpretación puede ser que, si sale La Luna como respuesta a que ocurre con una persona en su estadio final de vida (ancianidad, enfermedad,...), la respuesta sea que todo el inconsciente le está floreciendo; el miedo a como será el último tramo de vida, miedo a una nueva etapa desconocida, recuerdos de vida, personas,... 
Está en una intranquilidad interior, en un pesar, en inquietud y desasosiego, en desconfianza y angustia, en falta de aceptación de su situación e incluso irritable y hasta desagradable. 
Ante esto solo cabe llenarle de buenos momentos, de paz, dejarle hablar sin esconder y ocultar lo que siente. Tener la valentía de estar, no de juzgar o callarle por el daño que nos ocasiona escucharle. En definitiva, hacerle el tramo final fácil, tranquilo, sosegado y feliz para que esa persona pueda afrontar sus miedos y marchar con la mayor paz posible.

Que adjetivos o palabras definen a la carta de La Luna es muy significativo para tener en cuenta de qué nos alerta o en dónde pone su aprendizaje esta carta:
Depresión, inseguridad, angustia, traición, insinceridad, ocultación, subconsciente, conflicto, dificultad, miedos, decepción, problemas, inmadurez, susceptibilidad, irritabilidad, confusión, sobre imaginativo,

Yo me quedo con el concepto de que La Luna nos alerta de posibles problemas si no vemos la situación con realismo y que por esta misma razón podemos complicarnos la vida cuando la solución está en ser conscientes de nuestras limitaciones y de las capacidades que nuestro interior tiene.
Poesías de la carta del Tarot La Luna:

domingo, 19 de febrero de 2017

La Rueda de la Fortuna - Arcano Mayor


Este Arcano Mayor, La Rueda de la Fortuna, me da la sensación de movimiento y de actividad y además hay mucho personaje. Recuerdo que significa que las cosas cambian o que se mueven ... la he elegido al azar en un momento en el que he tenido que tomar una decisión importante y que me está ocasionado un movimiento interior y exterior. ¿Casualidad? Leeré ahora sobre La Rueda de la Fortuna, a ver que me enseña.


Pues efectivamente, es una carta que indica rapidez, movimiento y nuevas situaciones que acontecen o que hacemos que acontezcan con nuestras decisiones y serán un punto de inflexión en la vida. Aunque es cierto que indica que son circunstancias en las que poco podemos hacer, que está más en otras manos que en las nuestras.

En principio la Rueda de la Fortuna sigue girando y en este girar mueve a personas y situaciones que será beneficioso porque ahora hay estancamiento. Eso sí, a aquellos que les obliga a dar ese cambio necesario, quizás no quieran y se les haga duro.

Este Arcano Mayor nos recuerda que nada es permanente, ni lo "malo" ni lo "bueno"; hoy estás arriba de la rueda y mañana estás abajo no siendo mejor ni peor, tan solo lo que es. Nos indica que el ciclo de la vida está presente y con él los cambios y vueltas que sean necesarios para la evolución que nos lleva al equilibrio vital.

Cuando todo esté suave y tranquilo agradece la vivencia y aprovéchala disfrutando totalmente del momento, sabiendo que vendrán otros quizás más duros de llevar, pero igual de motivadores para el crecimiento de vida. Las crisis son oportunidades y como tal hay que verlas.
Y aunque, cómo he dicho antes, no está en nuestras manos este giro de tuerca en las circunstancias, si que podemos con nuestra actitud ante ellas, dar nuestro impulso más positivo o más negativo.
Puede ser también que ya tengamos ese estupendo punto de equilibrio vital y que las circunstancias que van aconteciéndonos no lo alteren como para volver al descenso en La Rueda de la Fortuna.

Hay otro matiz importante en la carta, el de que tengamos en cuenta que las situaciones cambian y en las nuevas hay un componente de recolección de lo que hemos sembrado antes: lo definen como karma.
Yo esta apreciación prefiero verla más cómo una consecuencia natural que cómo el mal entendido sentido karmático. Si siembras lechugas lo suyo es recoger lechugas y no patatas, no hay castigo porque te salgan lechugas.
Es sencillo y fácil de ver y nada mágico o ilógico. Quitemos pues ese componente de castigo o culpa y mejor pongamos el térmimo consecuencia, resultado, fruto, secuela... con estos nos hacemos responsables de nuestra vida.

Si pones un peral, te dará peras.
Si tu ves con gafas sucias el mundo, el mundo estará sucio.
Si piensas con rencor, vivirás rencor.
Si tú sientes la soledad como un castigo, intentarás huir de la soledad con su bienestar y reconocimiento de uno mismo que aporta.
Si das amor, recibirás amor.
Si das mentira y dolor, lo mismo recibirás.
Si comprendes, te comprendes.
Si das, te dan.
Hay que aceptar la parte de responsabilidad en las situaciones que vivimos y pensar que no ocurren todas por "casualidad" y las que ocurren, son para que aprendamos y veamos otras maneras u otras posibilidades de existir. Cuándo somos capaces de aceptar esto, la colocación de las piezas en el puzle de la vida va resultándonos más fácil y beneficiosa.


A La Rueda de la Fortuna se la puede conocer también cómo rueda del Destino, Rueda del Tiempo o Rueda de la Vida y en la carta aparecen varias figuras; dependiendo del tipo de Tarot son diferentes.
En el Tarot de Marsella hay tres animales algo humanizados difíciles de distinguir (para alguno son monos, otros conejo el que sube, mono el que baja); uno está subiendo por la rueda otro arriba de ella y un último que está descendiendo por ella.
En la versión Rider-Waite hay que añadir un león, un toro, un hombre y un águila con cuerpo alado y un libro abierto que dicen que representan a los cuatro evangelistas. Subiendo se encuentra el Dios Anubis y bajando en figura de serpiente el Dios Tifón, mientras que encima de la rueda está la Esfinge.

Es la rueda de la eternidad, de lo que nunca acaba, la vida constante, contínua y eterna con sus momentos álgidos e incluso apoteósicos y sus momentos de descender al inframundo. Sus momentos en los que llevamos nuestra vida por el camino de nuestra mejora y beneficio y con sus otras épocas por caminos en los que nos dejamos llevar sin pensar dónde van.
Aunque existe un tercer personaje con protagonismo en la rueda de este Arcano Mayor.
La figura que vemos sobre la rueda simboliza a aquellos que han sabido colocarse en el punto medio dominando el equilibrio de la misma, el equilibrio de la vida.
También existe en algunas versiones de Tarot una manivela en la rueda que viene a simbolizar que la mueve el destino

La Rueda de la Fortuna nos comunica que se aproxima un momento de cambio del cuál siempre saldremos beneficiados, eso sí, puede ser de una manera fácil (subiendo por la rueda) o de manera más complicada (descendiendo). Sea como sea, el cambio va a existir queramos o no, así que lo mejor es plantearse la aceptación a la nueva situación con alegría y confianza en lo bueno que trae todo cambio y su crisis existencial que conlleva.
Es un momento de oportunidades si las sabemos apreciar dentro del caos que ocasionan los cambios, es ese punto de inflexión que nos va a poner delante lo que haga falta para dar el cambio necesario y oportuno para modificar lo que no funciona.

Este Arcano Mayor está asociado a los encuentros y las oportunidades, la "suerte" o las "coincidencias", las sorpresas y los nuevos ciclos que nos van a permitir ese cambio imprescindible en nuestras vidas (puede ser una persona con la que relacionarse, un trabajo diferente, la lotería...).
Nos dice que va a venir lo que necesitamos y no lo que queremos para nuestro bien, para seguir adelante de una manera mejor que quizás desconozcamos. Ante esto sólo nos queda estar preparados y con apertura de mente por lo novedoso que la situación nos traiga.
Así que valora lo que tienes, ten confianza y cree en el amor incondicional que mueve para tu fortuna la rueda de tu vida. Aunque te traiga situaciones inestables, ten fe porque estarán llenas de oportunidades y sorpresas de una forma rápida y beneficiosa.

Algunas de las palabras que definen a este Arcano Mayor son: fortuna, resolución, avance, cambio, destino, camino, rumbo, ineludible, necesario, forzoso, inexcusable, impostergable, conclusión, resultado... piensa en ellas y practica la aceptación sintiéndote tranquilo.

Abraza con optimismo el cambio, déjate sorprender por la vida, sigue sin miedos los nuevos caminos que se te abren y vive agradecido con lo que tienes, porque esto es La Rueda de la Fortuna: una nueva dimensión de tu vida, un nuevo paradigma por el que moverte para tu bienestar y tu crecimiento personal y espiritual ¡Da la bienvenida a lo nuevo!
Poesía sobre La Rueda de la Fortuna

martes, 14 de febrero de 2017

La Emperatriz

¡Me gusta este Arcano Mayor! La Emperatriz, quizás por esos recuerdos de pequeña de las películas de Sisi o porque la palabra me parece muy sonora o porque tengo en el recuerdo que es una carta que nos habla de una persona pasional, emocional y creativa que me da buenas sensaciones. Una mujer con su feminidad por bandera 
¡A ver qué más descubro de ella!

Tiene el significado de la abundancia, la naturaleza fértil, la sensualidad, la belleza, el amor y la parte femenina que todos tenemos (hombres y mujeres).
Esa parte que va a ser buscada por los demás para pedir consejo o el hombro donde apoyarse y si es necesario llorar, pero que no conllevará una carga si no todo lo contrario. Son situaciones espejo para verse en todo lo que se vale y cuesta reconocerse (somos amor). 
Es decir, a través de personas y acontecimientos podremos conseguir vernos con la grandeza que nos aprecian los demás, valorando esas cualidades y facultades que nos han hecho llegar a la sabiduría y a poder aportar mucho a quienes nos rodean, a nosotros mismos y en definitiva al mundo.

Es un Arcano relacionado totalmente con los afectos y las emociones, con todo lo que a través del tiempo nos han aportado ; experiencias personales que nos han dado un crecimiento afectivo y emocional que debe ser compartido para beneficio de todos. Crecimiento emocional y afectivo necesario para reaprender o redescubrir el verdadero yo que somos cuando nos quitamos las barreras y dejamos hablar a nuestro ser amoroso.

Dejemos pues que esa sabiduría interior descubierta con los años nos guíe hacia la dicha y la felicidad, porque ese es el camino que tenemos que seguir y de seguro, hay gente que nos seguirá en él y personas a las que nosotros seguir.
Hay seres llenos de encanto por el mundo y es un lujo cruzarnos con alguna persona que es feliz y dichosa a pesar de las circunstancias momentáneas que la puedan acontecer. Personas con la impronta de La Emperatriz benévola, creadora, abundante y llena de afecto para compartir con todo el mundo.
Yo a este tipo de personas las califico cómo "gente bella".

Con estas personas se entablan relaciones profundas e íntimas, con mucha armonía y de una sensualidad brillante que perdurarán en el tiempo, relaciones basadas en el amor. Nos aportarán ese punto de amabilidad, generosidad y ternura tan necesario para calmar el ego guerrero. 

La carga de amor incondicional que lleva este Arcano Mayor es contagiosa y beneficiosa, de ahí que cuando topamos con La Emperatriz, no queda más que estar a la altura y utilizar la nuestra. A través de sus cualidades encontraremos la calma, la armonía y la alegría de vivir que tenemos todos dentro.

Esta carta nos indica que debemos dar importancia a eso que llamamos intuición y a que debemos hacerla caso (intuición o ser interior o superior o la parte eterna,... hay maneras diferentes de definir quiénes somos). 
Para ello, además de dedicarnos a los demás, debemos preservar momentos de estar con nosotros mismos y escucharnos. Dedicar tiempo a nuestra propia compañía para sentirnos (es un gesto de amor propio la soledad querida), porque esa voz interior nos va a saber decir las cosas muy claras y de forma acertada.
Se impone el estar al tanto de esos mensajes interiores que pueden venir bien a través de la contemplación/meditación, de leer en un libro algo con lo que nos sentimos identificados o de escuchar a alguien y sentir que eso es lo que nosotros somos. Estar atentos a las señales de vida que están por todos lados, sabiendo que nuestro interior las sabe detectar y que nuestra mente no nos las deja discernir.

Vamos a dejarnos redescubrir a través de la emoción, del afecto y del amor. Vamos a dejarnos descubrir todo lo que nos rodea con su amabilidad y dulzura, que es mucho más abundante que lo que esta sociedad con los medios de comunicación nos quieren hacer creer. 
Respirar lo amable, lo dulce y lo sensual de lo que estamos hechos; descubrirse los unos a los otros en el afecto sin miedo, porque sólo puede traer bueno y abundante.

La alegría y la felicidad nos piden que las vivamos, al igual que los sentimientos y las emociones nos dicen que las dejemos asomarse para que las demos el lugar que merecen en nuestras vidas. Valoremos vivir demostrando el afecto del que estamos hechos, demostrando el amor de dónde venimos y al que aspiramos volver.

Eso es La Emperatriz, es el Arcano del amor, del afecto, de la fertilidad, la abundancia y la creatividad, por lo que no se nos olvide favorecernos de sus cualidades.
Para ello basta vernos con esos dones en nosotros, que seguro que en muchos momentos los hemos vivido y también seguro que en muchos de ellos no hemos sabido distinguir esos atributos cómo una cualidad intrínseca.
Este es el momento de ver nuestro gran amor incondicional a nosotros y hacia los demás. Recuerda que eres amor y que tienes afecto y emociones para vivirlas y compartirlas.
La madre naturaleza es abundancia continua y fertilidad continua, no tiene que cambiar nada porque así se desarrolla. Con nosotros pasa lo mismo si vemos el mensaje de La Emperatriz.
No tenemos que cambiar nada en los otros o en nosotros; debemos amarnos y descubrir lo que somos y eso es el amor perfecto e incondicional cuyo único anhelo es amar y sentir.

Brinda una mirada, un abrazo o unas palabras cariñosas a quien quieres. Hoy en día es fácil con todas las herramientas de las que disponemos para comunicarnos (whasapp, twitter, facebook, móvil...). Quizás no sea "casualidad" que me salga La Emperatriz en un día como hoy que es el día del amor y de la amistad (14 de febrero, San Valentín).

Pasar por la vida sin querer vivir nuestra parte afectiva es como no dejar que unas semillas crezcan, cómo no permitir que un niño juegue, se ría y llore, salte o se exprese. La espontaneidad que nos aportan los sentimientos y las emociones reconocidas que este Arcano Mayor nos dice que tenemos, nos aportan lo necesario para ser felices.

El amor lo es todo, aunque este teatro en el que estamos nos haga entender de manera coartada lo que es el amor incondicional e incluso nos sugiera que hay que prescindir de él para ser alguien (esto ha ocurrido en tiempos pasados y en la actualidad). No dejes que tu vida se mueva sin todo el amor que mereces y eres. No te quepa duda que a través de él conseguirás muchas más satisfacciones que desencuentros; "no dudes del poder del amor".

Para que se nos quede bien grabado el significado de esta beneficiosa carta, voy a poner una serie de adjetivos que referencia La Emperatriz y te propongo un juego: con cada uno busca un momento o una circunstancia en la que lo hayas vivido, bien por tu parte o por parte de alguien. 
Recuerda cómo te sentías al vivirlo o al observarlo y vuelve a esa sensación cada vez que dejes de creer en ti (tu intuición o ser interior) o en el amor incondicional que somos.

Los adjetivos que describen a nuestra bella persona, La Emperatriz, son: 
amable, cordial, cariñosa, dulce, encantadora, bondadosa, acogedora, creadora, empática, afectiva, emotiva, compasiva, benigna, tierna, sensible, generosa, atenta, indulgente, afable, humanitaria, expresiva, acariciadora, amante, romántica, efusiva, amorosa, agradable, maternal, solícita, entrañable, cálida, comunicativa, dadivosa, amistosa, accesible, comprensiva, solidaria, simpática, adorable, sociable, considerada,  jovial, alegre, feliz, amena, placentera, ... creo que con estos es suficiente para que nos reconozcamos en muchos de ellos y nos creamos que eso somos y eso tenemos que vivir.

Otro Arcano Mayor más que me encanta por lo que representa; en verdad La Emperatriz está llena de vida y de amor por lo que es una excepcional dadora de vida y amor ¡La pienso potenciar y aprovechar un poco más!
Poesía sobre La Emperatriz 

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