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domingo, 3 de julio de 2016

El eneagrama

Para todos aquellos que no habéis oído hablar del eneagrama de la personalidad, deciros que es una herramienta psicológica para el desarrollo personal, la inteligencia emocional y el conocimiento de uno mismo y de los que nos rodean. Es un sistema de clasificación de la personalidad, pero no de una manera inamovible.

Según esta herramienta existen 9 tipos de personalidades, cada uno con una forma de entender la vida y por lo tanto de actuar y relacionarse con los demás. 9 maneras de pensar, actuar, reaccionar, vivir, sentir....A través de conocer todos nos daremos cuenta de que eneatipo es el predominante en nosotros y cuales también tienen un peso importante.

Muy importante resaltar que es una herramienta que no encasilla a las personas, todo lo contrario, indica como pueden salir de las limitaciones y ayuda a comprender a los demás y a conocernos, de esta manera podemos desarrollarnos como individuos con capacidad de cambio y evolución continua.
Añadir que todos tenemos algo de los 9 eneatipos, aunque lo cierto es que hay uno predominante sobre los demás y según los profesionales, ese no varía a lo largo de la vida, aunque si puede evolucionar. Aún existen discusiones sobre si ya se nace con él o se conforma durante la infancia con las experiencias que se viven.

Os quiero dejar lo que he encontrado sobre los orígenes del eneagrama:
El eneagrama de la personalidad y el eneagrama del Cuarto Camino (doctrina metafísica, cosmológica y filosófica de orientación idealista) utilizan un eneagrama irregular consistente en un triángulo y un hexagrama irregular.

Ya Homero nos dejó ver los 9 estilos básicos a través de Ulises en su obra "La Odisea"; con esto nos hacemos a la idea de que no es algo nuevo de este siglo o del pasado y vemos que las inquietudes y actitudes de la humanidad no han dejado de ser en cierto modo las mismas desde hace miles de años.

Bastantes años después Ploclo y sus contemporáneos pensaban que Homero conocía alguna antigua tradición de sabiduría, cuyos representantes posteriores fueros Pitágoras, Platón y sus seguidores.
Estos conocimientos se extendieron por todas direcciones y recogidos por diferentes culturas y religiones (católica, ortodoxa, sufismo, Cábala...)

Ya en  épocas más modernas, George Ivanovich Gurdjieff introdujo el símbolo del eneagrama explicando que este tiene tres partes que representan la leyes que rigen la existencia, círculo, triángulo y hexada. Para él representaba la integridad (círculo), interacción de tres fuerzas (triángulo) y la evolución y el cambio con el tiempo (hexada).

La psicología de los 9 estilos data del siglo IV, aunque fue Oscar Ichazo en los años 50 quien descubrió la conexión entre el símbolo del eneagrama y los 9 tipos de personalidad. Este hombre viajó y buscó para investigar sobre el tema y descubrió literatura en la que se refleja lo que nos dicen los 9 tipos del eneagrama (cuentos de Canterbury, el Purgatorio de Dante ...).

Ya en 1970 Claudio Naranjo se interesó por relacionar los eneatipos y las categorías psiquiátricas que conocía y empezó a ampliar los las ideas de Oscar Ichazo sobre los eneatipos.

Entrados en los años 80 se populariza el sistema de eneatipos, siendo propulsores de ello Helen Palmer y Don Richard Riso y las primeras universidades en impartirlo fueron  Stanfor Business School, Harvard Business School, Berkeley University, London University y Loyola University, en España la Universidad Autónoma de Madrid, siendo impartida en estos momentos en muchas universidades y escuelas.

Los nombres de cada eneatipo tan sólo es una manera de denominarles, pero para nada servirán para limitar que una persona pueda pertenecer exclusivamente a ese eneatipo, por eso cada eneatipo recibe un número, precisamente para no definirles tan solo con palabras.

Los 9 eneatipos son:

1.- Reformador, 2.- El ayudador; 3.- El triunfador, 4.- El individualista; 5.- El investigador, 6.- El leal; 7.- El entusiasta; 8.- El desafiador; 9.- El pacificador

Decir que aquí o queda todo, ya que cada eneatipo se divide a su vez en 3 subtipos instintivos motivadores del comportamiento y que nos dicen cómo nos relacionamos con las personas y las cosas. Se fundamentan en la naturaleza biológica de cada individuo y sus experiencias en la infancia.
Estos tres subtipos corresponden a tres instintos primarios y son el instinto de conservación, el instinto social y el instinto sexual.

Conservación: Seguridad y supervivencia, siendo lo importante conservar el ser, la salud, el dinero, el vivir.
Social: Aceptación y reconocimiento, conseguir poder, trabajo, resultados.
Sexual: Relaciones con otros, en pareja, conseguir placer.

También hay que tener en cuenta que no sólo es el eneatipo principal el que nos identifica, que está claro que es el primordial, también hay que mirar los que están al lado (las alas) y los los dos a los que está unido por las líneas del eneagrama (en el caso del 9 tenemos al 3 en integración y al 6 en desintegración).


Cada vez se usa más la información que se nos da en los eneatipos y sus subtipos,  bien de forma individual a una persona, a grupos de trabajo, en educación, en guiones de películas o series, en coaching, en medicina (sobretodo psiquiatría) ...

Es evidente que la división en eneatipos de esta herramienta psicológica que es el eneagrama ha tenido su aceptación dentro del panorama profesional, por eso merece la pena conocerlo y saber de que nos habla, quizás a través de él nos lleguemos a conocer un poco mejor y podamos entendernos, modificar lo que no nos ayuda a ser felices y encontrar una mayor tranquilidad con nosotros y con quienes nos relacionamos. Se puede decir que es como una guía que te ayuda a saber por donde andas.

El eneagrama está popularizándose tanto que es posible a través de él colocar a cualquiera en el marco de un eneatipo dominante, tanto es así que hasta los superhéroes han sido definidos en un eneatipo Como el amor, ¡el eneagrama está en todas partes!