Mostrando entradas con la etiqueta en positivo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta en positivo. Mostrar todas las entradas

miércoles, 28 de octubre de 2015

¡ Piensa un deseo !

Estas cosas de pensar algo para que luego no se cumpla son bobadas de personas aburridas que quieren entretener y vender la moto a otras personas más aburridas de la vida que ellas, pero... ¿y si le das una oportunidad al asunto sin más? ¡ Piensa un deseo !

Pero no de cualquier forma, así no funciona.
Hay algo un poco más laborioso, que no quiere decir difícil ni costoso. ¿Te interesa?

De entrada lo más complicado es creer que si se puede, que es verdad y real poder conseguir lo que uno desea ¿sabes por qué?? Tan sencillo como que nos han programado para no tener verdaderas ilusiones y si las tenemos, creer que no podemos conseguirlas.

Quitar esta barrera mental es un gran obstáculo que solo uno mismo puede saltar, nadie lo puede hacer por otro. Trabajo propio, esfuerzo propio, creencia propia.

Pensar en un solo deseo y creer que está ya realizándose es premisa indiscutible y es lo que impulsa a que des los pasos certeros para conseguirlo. Creer que cada paso que se da, aunque alguno parezca erróneo, es lo que tiene que ser para conseguir el deseo.

Algo muy sencillo y a la vez tan difícil de conseguir, ¿no lo crees posible?

¿Por qué no pruebas a pedir creer en ti? ¿por qué no pruebas a creer que eres capaz de conseguir tu deseo? ¿ por qué no te das una oportunidad real para ello? Una vez que consigues un primer deseo, ya has abierto el camino para conseguir más, solo tienes que no perderlo.

Si piensas en tu vida, casi seguro que tienes algún episodio en el que algo ha sucedido que te ha hecho alcanzar algo que querías. Busca, seguro que en algún momento hiciste algo que te llevó a tener un logro que deseabas. Dale una vuelta, se sincero y busca en tu memoria ese momento.
Una persona que llega a tu vida, un dinero que no esperabas, un acontecimiento fortuito, una idea genial que derivó en algo más, unas palabras, un libro que te dio una clave, un viaje, una enfermedad tuya o de alguien que cambió tu historia, estar en el momento adecuado en el sitio adecuado y con las personas adecuadas...... piensa, tú sabes mejor que nadie tu vida.

Si fue posible en esa situación ¿por qué no puede ser de nuevo?

Bueno, si ya hemos conseguido creer que se puede cumplir conseguir un deseo o un logro anhelado o que existe una "casualidad" que te lleva a ello o un "milagro" circunstancial, podemos seguir.

Siempre hay algo que deseamos que nos suceda. Da igual que sea un logro material o laboral, incluso si se trata de conseguir algo emocional, todos tienen el denominador común de ser un deseo.

¿Dónde reside entonces la diferencia entre que algunos consigan sus deseos y otros no? Principalmente es saber que quieres realmente y cual es la motivación interior que te lleva a tener ese deseo, a parte de tu creencia personal de si se puede conseguir o no.

Luego está la manera en la que nos formulamos el deseo. No vale de cualquier forma, porque muchas veces en la misma formulación nos lo estamos ya negando.

Hay que formularlo en presente, como si ya estuvieras en el camino de tener tu deseo, en vez de hacerlo algo futuro, lejano en el tiempo. Cada paso es un logro, el camino ya se está andando, el momento está ocurriendo.

No se trata de cuando sea no se qué o cuando tenga no se cual. No está lejos, está en el ahora, en tu actitud presente y tu convencimiento de que es real ya.

Otro matiz a tener en cuenta. No lo expreses con la palabra "quiero" porque se queda en una mera solicitud. Emplea palabras como "tengo" o "soy" "estoy haciendo" "consigo" "logro". ¿Por qué? Porque le manda a tu interior que encuentre el modo de conseguirlo ya que tienes cantidad de recursos personales que no utilizas y ni siquiera reconoces.

Deja que sea tu interior quien consiga encontrar como lograr tus deseos sin las limitaciones de lo que tu crees realista y sin las barreras que nos han marcado desde siempre los de afuera. Tú interiormente sabes ya como hacerlo realidad, solo tienes que dejarte libre para ello. Recursos personales tienes de sobra, para ese deseo y para muchos más.

Seguro que recuerdas en más de una ocasión en la que te ha surgido un imprevisto y sin pensarlo has actuado de una manera que lo has solventado. Seguro que te has descubierto sintiendo que no sabes ni como se te ha ocurrido y te has sorprendido de ti mismo de tu capacidad de ese momento. En todas estas ocasiones has dejado que tu interior haga por tu mente lo que tu mente consciente no era capaz de resolver. Un acto de rescate propio frente a una situación desconocida en la que quien guiaba era tu fuerza interior, tus recursos propios.

Seguimos con otro punto. El deseo tiene que ser en positivo. Nada de desear pensando en lo que no quieres, porque ahí, ya estás poniendo fuerza en ello. Si no lo quieres, no le dediques ni un segundo de tu energía a pensar en ello y colócala en lo que si deseas. Cuanto más pienses en lo que no quieres, más presente te lo haces, por contra, disminuyes la fuerza en que lo que realmente deseas se haga realidad en tu vida.

A lo que prestes atención le dejas sitio en tu vida. Deja entonces que ese sitio lo ocupe lo bueno en vez de lo mediocre o nocivo. Tus pensamientos crean lo que vives y como lo vives. Lo quieras creer o no, esta es una realidad impepinable. Ahora bien, si prefieres echa balones fuera......, pero tu visión de la vida, lo que piensas por dentro es lo que ves afuera.
Seguro que si eres paz, verás con más paz. Si eres violento, cualquier acción la ves como amenaza y te violenta ¿no es así?

Otro punto importante es la reflexión sobre tu deseo. ¿De dónde te nace? ¿hay algún pequeño rechazo cuando lo piensas? Analiza bien si es un deseo sincero u obedece a un "debo hacerlo" o un "tengo que hacerlo" por alguna presión, en vez de ser algo que realmente deseas.

El deseo sincero motivará a dejar que sea ese propio deseo quien encuentre como hacerse realidad en ti. Sin lugar a dudas que son pequeños milagros de vida que te concedes porque realmente sientes que eres merecedor de ellos.

Es parte de quererse a uno mismo, regalarse deseos sinceros.

Ahora bien, esta fórmula no funciona si tu deseo se basa en el cambio de actitud de otras personas, ahí no. Debe ser que dependa de ti, de tu actitud y no de la ajena. Es tu deseo y es tu compromiso lograrlo, no el de otros.

Si te comprometes con tu deseo de una forma sincera, piensa bien en que estás dispuesto a dar a cambio. Que vas a hacer o a dejar de hacer para que ese deseo se haga realidad. ¿estás dispuesto a actuar hasta conseguir tu deseo?

Para actuar hay que estar motivado, si te falta este punto, a parte de revisar que sea un deseo sincero puedes ayudarte de la visualización y para ello tienes que jugar.

Juega a recrearte en imágenes en las que ya estés disfrutando de tu deseo, porque cuantos más detalles le pongas a tu visualización, más estás motivándote para conseguir tu deseo.

Donde estás, con quien estas, que haces, que respiras, que tocas, que ves, como te sientes, como está tu cara..... ¿sonríes? ¿saltas? ¿abrazas a alguien? ¿suspiras? ¿Lloras de alegría? ¿estás satisfecho? ¿te sientes grande? ¿ disfrutas? ¿lo compartes? ¿contento? ¿qué te dices? ¿qué dices a los demás?, pon colores, formas, sabores, ruidos, silencios, ...... recuerda que cuanto más te recrees en la visualización de tu deseo, más cerca estás de alcanzarlo.

¿Lo quieres hacer? ¡Ya tienes como hacerlo, tan solo tienes que aplicarlo! Tan solo con concederte el permiso de jugar a que te lo crees, ya es un paso adelante.

Recuerda que tu deseo tiene que estar formulado en presente, expresado en tengo, soy o hago o logro, debe ser en positivo y estar bien reflexionado, tú tienes que comprometerte contigo y con tu deseo, por último, juega a visualizar intensamente, ¡piérdete en tu deseo!

Y no se te olvide; ten cuidado con quien compartes tus deseos y sueños, hay mucho castrador y ladrón de ellos. Protégete de los comentarios mediocres que te digan que no es posible. No dejes que nadie te aleje de tus deseos, eres su creador y su dueño, tú debes protegerlos.

Ahora a que esperas, ¡ piensa un deseo!