Nos vamos a centrar a
hablar de esa parte del cuerpo que nos permite tomar contacto con el suelo cada
vez que damos un paso y que sin ellos, difícilmente podríamos andar o correr, hablamos
de los pies.
Según la definición que podemos encontrar,
el pie es la porción terminal de una extremidad que lleva el peso del cuerpo y
permite la locomoción. También encontramos gente que defiende que el tipo de
pie que se tenga y como sea la pisada, determina un tipo de personalidad, pero
más allá de si somos como somos por la forma del pie que tengamos o como
pisemos, lo que si es cierto es que hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de
comprarnos la zapatilla adecuada a nuestro pie.
Es necesario que haya 1cm entre la
zapatilla y el dedo más sobresaliente de nuestro pies y la anchura de lo que
elegimos, debe adaptarse a la morfología que tengamos (ancho/estrecho).
Por otro lado debéis ir a un especialista
que os diga el tipo de pisada que tenéis (pronadora/supinadora) y en caso de
desconocerla, optar por una zapatilla neutra que es la que no tiene control de
la pisada.
Por la anterior se deduce que hay 3 tipos
de pisada y por lo tanto 3 tipos de definición para los corredores.
Supinador; suele
correr un poco más con las piernas separadas y apoyando la zona exterior del
pie, siendo la que recibe primero el impacto con el suelo y de una manera más
fuerte (no suelen ser frecuentes).
Neutro; este tipo de corredor
mantienen sus piernas paralelas y evidentemente son los que pisan de manera
plana, sin cargar el peso hacia ningún lado (hay mucho corredor con este tipo
de pisada)
Pronador; aquí
está el que corre con las piernas más juntas y apoyando antes la parte interna
del pie, que como hemos dicho en el supinador, es la que soporta el peso (se
puede decir que la mayoría de las personas es pronadora)
También hay que tener en cuenta cuando
compramos unas zapatillas (a parte del tipo de pisada), nuestro peso corporal,
ya que no es lo mismo la amortiguación para un corredor de 50kg que uno de 90km
y tan malo es tener excesiva como escasa amortiguación a la hora de correr y
evitar lesiones.
El mundo de las zapatillas es otro mundo,
ya que también podríamos distinguir para qué tipo de terreno las necesitamos y
de esta manera añadir un componente más a tener en cuenta a la hora de cuidar
nuestros pies.
Si seguimos con los
cuidados de los pies del corredor, si gastamos dinero en unas buenas
zapatillas adaptadas a nuestro pie y nuestra pisada, sería absurdo racanear en
unos buenos calcetines que nos eviten rozaduras, que no se muevan y nos eviten
ampollas.
También tener en cuenta que con el exceso
de sudoración los pies sufren más en distancias largas, así que si tenéis un
problema de este tipo, existen muchos productos que os pueden ayudar a
controlarlo, además de comprar unos calcetines en cuya composición la fibra
elástica no predomine.
Mantener los pies hidratados es otro buen
consejo, eso sí, no os deis crema justo antes de una carrera o entrenamiento
porque quizás podáis favorecer que el pie sude, teniendo el problema antes
mencionado. Hay una gran variedad de cremas de pies, aquí también usar la que
mejor os venga a vuestra necesidad y procurar no darla entre los dedos para
evitar posibles infecciones en la piel (por hongos o bacterias).
Y nos queda una parte del pie; las uñas.
Cortarlas en redondo suele ser un error habitual, así que ya sabes, lleva la
uñas cortas para evitar que golpeen con las zapatillas y provoquen hematomas
debajo las mismas y cortar en cuadrado es la manera.
Podríamos extendernos en
la pisada y sus consecuencias a nivel corporal, lo trataré en otro momento,
ahora con llamaros la atención sobre esa parte pequeña del cuerpo como son los pies y conseguir que los cuidéis un poco más,
es suficiente. Así que ya sabéis, echar un ojo a vuestros pies y a cuidarlos y mimarlos, que lo
necesitan y lo merecen.
Existe una tendencia denominada minimalista, que da prioridad a esta parte del cuerpo liberándola de la falta de movilidad a nivel muscular y articular; andar o correr descalzos para beneficio de tus pies .