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martes, 27 de octubre de 2015

Cumplir los años


Un gran día para cumplir los años de oro y uno más.

No se si será posible volver la vista atrás y ver que aquella que fui, sigue estando en mí tras estos años llenos de avatares, zancadillas y logros.

¿La misma? Ya, quizás la misma no sea, pero yo me siento la misma chiquilla risueña, que en EGB la echaban de clase porque la hacían reír y cuando iba a entrar de nuevo porque en principio se le había pasado la risa, según abría la puerta ya estaba riéndose de nuevo.

Hoy he empezado el día diciéndome que contestaría a todos los mensajes de felicitación personalmente, sin dejarme ninguno. Contestar no por automatismo, sino, leyendo de quien venían y escribiendo lo que me inspiraba su felicitación.

Pasados los 50 primeros he dicho ¡puf, no puedo seguir el ritmo! Contestaba a uno y me aparecían tres, como cuando en los cuentos de dragones le cortas una cabeza al dragón de siete cabezas y le vuelve a crecer.
Parecía que nunca iba a dejar de recibir mensajes por facebook, whatssap, mensajes privados, teléfono......

Lo he dejado por imposible, pero al volver al ordenador me he dicho a mi misma ¡cumple tu autopromesa, si no, no haberla hecho!

Y ahí me veis retomando la misión del día, agradecer y contestar todas y cada una de las felicitaciones y las respuestas a mi respuesta de agradecimiento.

Poco a poco he ido disminuyendo mi bandeja de correo electrónico y me sentía aliviada. ¡Conseguido! Al mediodía ya tenía vacío mi correo y yo con la satisfacción de haber resuelto el tema.

No ha sido así, al volver ahora a la noche, tenía de nuevo un montón de correos que contestar y mucho me temo que aún quedará algún rezagado de última hora que me felicitará y yo,...... yo seguiré cumpliendo mi promesa de contestar uno a uno con la misma dedicación que el primero de la mañana.

¿Misión imposible? ¡No! Me lo he propuesto y está hecho, aunque sea una promesa que no vaya a ningún lado más que a saber yo que la he cumplido.
Es lo que tiene comprometerse con uno mismo, que no te puedes fallar, ni aunque sepas que es la mayor bobada que podías hacer.

Un compromiso se adquiere y se cumple.

Agradecida de todas y cada uno de estas felicitaciones, las de corazón y las de cortesía, eso si, para el año que viene igual no tengo el tiempo que tenía hoy y a decir verdad, he saboreado cada felicitación y me ha servido para agradecer más su contenido y recordar a quienes las han mandado.

Gracias de corazón a todos y cada uno de vosotros y ahora os dejo que voy a contestar a las nuevas felicitaciones, porque ¡La misión del día es la misión! ¿de locos? seguramente, pero hoy me quería permitir estar un poco loca, al fin y al cabo cumplir los años que he cumplido no se va a dar nunca más.