El Jugger es un deporte de equipo
creado en Alemania entre los años 1989 y 1995, en el que dos equipos de cinco
jugadores tratan de marcar tantos e impedir que el equipo contrario lo haga.
El Jugger no es un deporte que se
base en la fuerza, sino en la habilidad y la estrategia, cuyo reglamento limita
en todo momento los impactos fuertes y el contacto físico entre jugadores, a
excepción de los corredores (podrán enfrentarse entre sí mediante la lucha greco-romana), que también son los
únicos autorizados a tocar físicamente el jugg y deberán hacerlo con las manos.
Para conseguir un punto
debe colocarse el jugg en la zona rival dentro de una base situada en cada uno
de los dos extremos del terreno de juego. El resto de los jugadores (los
pompfers) portan armas y las utilizan para enfrentarse a los jugadores del
equipo contrario y proteger a su corredor.
Al final, el equipo que
haya marcado más tantos es el ganador.
Si queréis conocer más: https://es.wikipedia.org/wiki/Jugger
¿Por qué hablo de este
deporte? Sencillamente porque me gustan varios puntos de él y porque he
empezado a practicarlo con mis hijos.
Ellos llevan ya tiempo
jugando a Jugger; los dos mayores años y el pequeño hará poco más
de uno.
Es un deporte muy noble
y en ese aspecto lo asocio al rugby, que aunque parece bruto, los jugadores se
respetan entre ellos y en el Jugger en concreto, aunque hay
árbitros, ellos mismos acatan las normas del juego y las cumplen sin que nadie
les tenga que decir que lo hagan, es decir, no hay trampas por regla general.
Esto lo he comprobado
yo en los entrenamientos y me ha encantado ver que gente joven como son, se
controlen en cuanto a fuerza y ejecución de las jugadas y movimientos para
parar al contrario.
Por otro lado la
utilización de armas, todas recubiertas de materiales blandos, en concreto yo
las que he visto que utilizan aquí de gomaespuma y cinta aislante.
Es como jugar a peleas
con armas, pero sin peleas agresivas y sin matar a nadie, lo que le hace muy
divertido.
En mi caso me he dado
cuenta que no tengo el instinto de ataque desarrollado y aunque en la defensa y
esquive de toques funciono bien, tengo que aprender a contraatacar.
Me ha encantado la
experiencia de verme limitada e intentar superar esa limitación.
Luego hay un punto a
destacar, la no distinción de sexos, es decir, los equipos son mixtos, aunque
de momento haya menos chicas que lo practiquen.
Se trata a todos por
igual y todos por igual respetan las normas del juego.
¡Por fin un deporte
donde somos compatibles!
Esto último de no haber
distinción de sexos es un avance, pero si ya le añadimos que la edad tampoco es
un impedimento, para mí estas cualidades le convierten al Jugger en
un deporte especial y único.
En concreto en el equipo
de Jugger Bilbao hay jugadores de todas las edades, el más
pequeño ahora mi hijo de 15 años y la más mayor yo, de casi 52.
Para mí, tener la
oportunidad de practicar un deporte con mis hijos e incluso poder ir a algún
campeonato con ellos y competir al lado de ellos, me parece una oportunidad que
no quería dejar pasar en mi vida y en la de ellos.
Si tenéis curiosidad de
ver este deporte, en internet tenéis muchos vídeos sobre él, yo aquí os dejo el
realizado por Jugger Bilbao.
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